Todos hemos sido forzados a presenciar el primer acto de injusticia y de inquisición con los que no comulgan con el totalitarismo. Cualquier ciudadano que sea digno y tenga un mínimo gramo de solidaridad debe asumir en conciencia el deber de no avalar los designios de un gobernador, cuando estas instrucciones son contrarias a las exigencias de un orden moral&
Me refiero a las "esposas": aquellas manillas de hierro para sujetar a los presos por las muñecas. A esas manillas que materialmente se las colocaron a don José María Bakovic, los serviles y viles verdugos de oficio. Estos operadores de los más oscuros designios saben perfectamente que las esposas se las colocaron también a la mayoría del pueblo boliviano. El gobernador ha tocado y ofendido a la persona equivocada.
En términos muy esenciales podemos confirmar y afirmar que la gestión del Lic. José María Bakovic en el SNC ha sido excepcional, por la abundancia de argumentos auténticos sobre su honestidad y la limpieza de su trayectoria. Lo peor de todo es que el propio gobernador sabe que todo es así; pero con el fin de ofender al justo, ha preferido prestar atención a las mentiras que le llevaron los soplones y delatores que el gobierno está reclutando, para perpetuar su permanencia en el poder a base del miedo y la delación. No nos extrañemos cuando la policía sindical esté oficiando y presionado a la gente en nuestros barrios, las cuadras, los vecindarios y donde sea, para identificar a los opositores al régimen por el motivo que sea.
El Estado de Derecho ha sufrido su primer golpe fuerte e insalvable, el día que desde el Palacio Quemado se ha instruido la detención preventiva del Lic. Bakovic. No hay duda, el órgano judicial ha permitido el sometimiento de unos jueces venales para que se obre contra la ley y se tiña con servilismo a la justicia. El Poder Judicial ha pasado a manos de gobierno por simple aplicación de la ley de la gravedad.
Todos hemos sido forzados a presenciar el primer acto de injusticia y de inquisición con los que no comulgan con el totalitarismo. Cualquier ciudadano que sea digno y tenga un mínimo gramo de solidaridad debe asumir en conciencia el deber de no avalar los designios de un gobernador, cuando estas instrucciones son contrarias a las exigencias de un orden moral, los derechos fundamentales de las personas o las enseñanzas de honestidad que nuestros mayores nos legaron.
Hay que comenzar a resistir contra el caciquismo que nos gobierna con absoluta injusticia. Es que se ha producido el primer acto torcido del gobernador, lo que anuncia una sucesión de abusos imparables e irreparables.
En Bolivia se ha instaurando un Estado de Policía que maltrata a los ciudadanos, físicamente como al Lic. Bakovic; moral y psicológicamente con todos los que son como él. La mayoría de la gente sensata en este país ha sentido la detención injusta del ciudadano Bakovic y ha fortalecido su conciencia objetiva sobre el bien común que constituye la libertad.
A don José María Bakovic le decimos que, como siempre, confíe en la justicia divina. Resista, ahí donde se encuentre.
fojascero@gmail.com
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