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sábado, 14 de marzo de 2009



Toda la prensa interamericana condena a EVO

por sus reiterados ataques a los periodistas y a los medios de comunicación. el documento se conoció en Asunción, Paraguay y a éstas horas está dando la vuelta al mundo.

el puntaje va en caída. escándalos con la propiedad privada, los derechos humanos, la corrupción, los conflictos y la política. la movida contra EVO está lejos de amenguar...va en permanente subida. la nota de EFE:


Los ataques a la prensa en Bolivia no han disminuido y el presidente de ese país, Evo Morales, mantiene su "estilo inalterable de atacar" a los medios independientes, según un informe entregado hoy a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El informe, leído por Pedro Rivero, del diario boliviano El Deber de Santa Cruz, durante la reunión de medio año de la SIP en la capital paraguaya, indica que Morales "ha mantenido inalterable su estilo de atacar al periodismo independiente argumentando que la prensa es su enemiga y que está al servicio de la oligarquía".
El documento añade que el jefe de Estado boliviano en diciembre pasado sometió a un "escarnio público" al periodista Raphael Ramírez del diario La Prensa y en otro hecho parecido, en enero, a la corresponsal de la cadena estadounidense CNN en La Paz, Gloria Carrasco.
"El escarnio a Raphael Ramírez fue una de las 46 agresiones verbales físicas a los periodistas registradas desde octubre de 2008. Tres de ellos fueron contra medios del Estado y los otros 43 (contra) medios privados", precisa el escrito.
Enlaces recomendados
IMAGEN Denuncian que Evo Morales mantiene ataques a la prensa independiente en Bolivia
También relata el informe que, desde diciembre pasado, el jefe de Estado decidió "no convocar a sus conferencias de prensa a los medios privados" y que desde entonces estos "tomas las informaciones de estas conferencias de las agencias internacionales o de la Agencia Boliviana de Información (oficial)".
El texto cita varios casos de agresiones físicas o intimidaciones, y denuncia "tibias acciones" de la Justicia boliviana contra "los cabecillas de los ataques a periodistas por parte de movimientos sociales afines al Gobierno".

miércoles, 11 de marzo de 2009

los masistas consideran que pueden violar la ley, constituírse en excepción, hacer burla de la CPE y creerse "superhombres". el mundo entero contempla atónito lo que pasa en Omasuyos y hasta han llegado observadores secretos para convencerse de lo increíble de la situación.
Jorge Miranda, director de Hoy Bolivia analiza el tema en éste acertado apunte:

Cuando el MAS quiere violar la Ley, no tiene nada más ni nada menos que inventar una figura legal y solucionado el problema. Así lo ha hecho con las detenciones ilegales en Pando y en todo el país dentro del proceso de persecución a los lìderes opositores y así lo seguirá haciendo para proteger sus intereses.
El MAS determinó darle a los opositores de occidente una muestra clara de que quienes se oponen a sus proyectos totalitarios no sólo serán humillados y ofendidos públicamente como se lo ha hecho con Víctor Hugo Cárdenas utilizando el cambio de apellidos al que se vio obligada la familia Cárdenas-Conde, sino que corren el riesgo de ser golpeados y secuestrados sus bienes sin que ninguna autoridad pueda ponerle alto al asunto.
El gobierno ha sido claro con su posición en este tema: presidente y vicepresidente de la República se lavaron las manos y responsabilizaron de este problema a los damnificados, en este caso a Víctor Hugo Cárdenas por haber sido vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada. "Por algo debe ser", fue la respuesta del primer mandatario, mostrando de esa manera que el gobierno avala los abusos cometidos a orillas del Lago Sagrado, por más que otras autoridades digan que se ha de investigar.
Es la demostración del Poder ejercida desde las bases del MAS para que todos en occidente tengan claro que traicionar al partido, al presidente o al proyecto de cambio del gobierno es ganarse un ataque de los SS del partido en función de gobierno que puede inplicar perder sus bienes como en el caso de Víctor Hugo Cárdenas, a quien le están quitando su casa en la provincia Omasuyos de La Paz.
La propiedad privada se respeta en Bolivia, dijo Evo Morales ante la OEA cuando fue a defender la hoja de coca y ahora es él mismo quien empuja a los SS a que cometan semejantes abusos contra un ex mandatario que debería gozar de la protección de las instituciones de seguridad del Estado. Sin embargo, ha sido abandonado a su suerte por pensar diferente, por denunciar la corrupción en YPFB y por pedir que se respete la democracia en Bolivia.
Pero el hombre está hecho de buena madera. ha dicho que ningún ataque lo hará cambiar de posición. Seguirá diciendo NO a los abusos del gobierno y a su constitución política que fue aprobada en forma amañada y que ahora pretende aplicar con el uso del palo.
Bolivia y el mundo ya han tomado conocimiento de este hecho. A estas alturas la gente ya tiene claro que el famoso respeto a la propiedad privada no es más que una frase utilizada por el gobierno para aprobar su constitución y que de aquí en más habrá que atenerse a las consecuencias y la posibilidad de perder su casa si es que así se le ocurre a los SS del gobierno.
Ya hemos perdido la confianza de que nuestros bienes son protegidos por Estado y tenemos también la seguridad de que en cualquier momento nos los pueden quitar los SS del MAS. Total, para tapar todo se aplica un estado de sitio civil y se le impide la entrada a la justicia ordinaria para dar paso a la justicia comunitaria que viola todos los derechos constitucionales como está sucediendo con Víctor Hugo Cárdenas, una víctima del MAS.

martes, 10 de marzo de 2009

seguir determinada política económica está resultando ser un pecado capital para el MAS. - Dante Pino analiza las muy alegres calificaciones de EVO contra Cárdenas después de 15 años atrás

La Política económica es el conjunto de acciones que realiza el Estado para inducir el proceso económico. Esta política es el resultado del predominio ideológico del contenido de clase en el Estado. Su objetivo será siempre mejorar y afianzar el sistema que representan.
Lo que vivió Bolivia desde 1985 hasta el año 2005, fue el resultado de la crisis de Estado que estalló ya en 1978. Crisis que no fue otra cosa que la incapacidad Estatal para solucionar los problemas económicos. “La crisis se presenta cuando las contradicciones existentes se agudizan de tal manera que alteran el desenvolvimiento normal de la economía” (Pablo Ramos: Crisis de la Política Económica)
Luego del fracaso udepista para evitar la inflación monetaria originada en el despilfarro militar–empresarial de la década de los setenta, el Estado ya no tenía capacidad de control sobre la economía. El modelo capitalista de Estado terminó. Fue cuando Víctor Paz Estenssoro comunicó: “Bolivia se nos muere”.
El resultado de esta crisis fue el retorno del liberalismo económico, bautizado como neoliberalismo. Y sus efectos sacudieron todo el andamiaje Estatal. Se racionalizaron las funciones económicas del Estado, se decidió privatizar sus empresas, dejar que el mercado fije los precios de bienes, salarios y moneda, apertura del comercio exterior y el fortalecimiento de la Bolsa de Valores.
Es obvio que esta política utilizó los instrumentos que el Estado usa para hacerla efectiva. Sobre la producción y distribución, sobre la acumulación, el financiamiento y el uso de la persuasión para ideologizar al conjunto social. Y en este proceso, se operó la capitalización de las empresas del Estado. Proceso que fue distinto de la simple privatización que se efectuó en otros países.
¿Es esto lo que ahora se considera por el Gobierno de Evo Morales como delito? ¿No fue la capitalización el resultado de la voluntad popular expresada en las elecciones del año 93? ¿Y como su efecto, la implementación de la oferta electoral realizada por el MNR bajo la conducción de Gonzalo Sánchez de Lozada?
Es inentendible, poco razonable y casi la demostración de la ignorancia más agresiva, afirmar como lo hace Evo Morales, García Linera y el Senador Rojas, que lo actuado en Huatajata contra el bien inmueble de Víctor H. Cárdenas, es el resultado “de la acumulación del resentimiento aymara por la capitalización realizada en el período 93 -97”.
Convertir la política económica en delito, es pretender condenar el contenido clasista del Estado. Sólo mentalidades trasnochadas como las que predominan en el Gobierno pueden creer, que la capitalización es un delito en sí mismo y que todo aquel que haya participado en su ejecución es un delincuente, un “vende patria” y por tanto no tienen “ningún derecho”. Por eso confiscar su propiedad, violentar y hasta matar a su familia, ejercer la violencia política contra indefensos ciudadanos, consideran no es otra cosa que la expresión de la justicia comunitaria. Tal el grado de la conducta delincuencial por la que estamos atravesando.
Esto ya no es un asunto de contraposición de ideas menos de debate democrático. No podemos esperar otra cosa que el ejercicio de la violencia Estatal contra todo aquel que se considere adversario electoral de Evo Morales. Ya no les basta el fraude operado bajo la batuta del señor Exeni, ahora no quieren oposición. Y se han propuesto eliminar candidatos. Esta es la simple y cruda realidad.

lunes, 9 de marzo de 2009

le asiste toda razón al editorialista de OPINION de Cochabamba cuando plantea que debemos preguntarle a la POLICIA, qué está haciendo para evitar que BOLIVIA se convierta en un paraíso de la delincuencia y el delito!

La Policía debe reforzar su labor de prevención y de Inteligencia

Hay que preguntarle al Gobierno qué está haciendo para evitar que el territorio nacional se convierta en un santuario del delito nacional e internacional, y a la Policía, si cumple con la labor de prevención e Inteligencia para combatir a los criminales.

Informes de la Policía corroboran que el país está viviendo una de las situaciones de mayor inseguridad ciudadana, en relación a los anteriores años.
Hace pocos días en la ciudad de La Paz, se registraron dos atracos a mano armada en menos de dos horas. La ola delictiva recrudeció desde la pasada semana, lo que añade a las estadísticas datos alarmantes, a tal punto que establecen que esta clase de crímenes se registran cada 24 horas.
La Policía, como explicación, sostiene que se trataría de bandas internacionales de delincuentes, e incluso dice que podría ser Sendero Luminoso ante la posibilidad de rearticulación del grupo terrorista peruano. Habría que establecer con precisión cuál era el modo de operar de los senderistas en el Perú para recaudar dinero, aunque muchos sostienen que los atracos no estaban en sus planes, y sí el narcotráfico.
De todos modos, lo que importa ahora, es que la delincuencia nacional e internacional está planteando serios riesgos a la población, frente a una Policía que parece estar confundida y sin mayores planes para combatir.
Más allá del papel de la Policía, que desde luego es el brazo operativo contra el crimen, hay que preguntarle al Gobierno qué es lo que está haciendo para evitar que el territorio nacional se convierta en una especie de santuario de los delincuentes, habida cuenta no sólo de la ola de atracos, sino del incremento del narcotráfico y de otros graves delitos que siembran miedo entre los pobladores. ¿Dónde están esos planes de seguridad ciudadana, aquellos famosos relanzamientos de operativos policiales? ¿En qué ha quedado el anuncio para reforzar la Policía con más efectivos, vehículos y otros elementos que mejoren su trabajo?
Sin embargo, entra también, al margen del trabajo activo de la Policía, la labor de Inteligencia de la Fuerza de Lucha Contra el Crimen (Felcc). Este tema está unido a la prevención, o sea detectar el ingreso de personas con prontuario policial y en general conocer en detalle el flujo de visitantes extranjeros. La labor de Inteligencia policial, que resulta de una especialización de oficiales formados para efectuar exclusivamente este trabajo, denota improvisación, a punto tal, que incluso origina descontento en algunos niveles policiales, por el descuido y la falta de objetivos en esta materia.
Por ello mismo, la ciudadanía, cuando interpela el trabajo policial en busca de garantías físicas y para sus bienes, se pregunta si la institución del orden, está cumpliendo actualmente sus funciones, dentro de parámetros estrictamente profesionales e institucionales. Lo que quiere significar, si la Policía, o cuando menos algunos mandos superiores, no distraen su deber en menesteres cercanos a la política partidaria, o recibe influencias externas que van socavando una labor que contrariamente a lo que ocurre ahora, debería ser mucho más exigente, ante un ambiente que genera temor y que, desde luego, también afecta a las actividades productivas.
excelente trabajo de Delgado Saravia de Opinión que encara el drama de los cleferos en la ciudad de Cochabamba. nadie puede quedar indiferente

Un drama que nos afecta a todos
Informe Especial del periódico Opinión
Jorge M. Delgado Saravia


En Bolivia, y particularmente en Cochabamba, tres generaciones de personas consumidoras de clefa forman parte de la población urbana. El consumo de inhalantes, al menos hasta donde ha sido estudiado, es un problema que radica en las ciudades, donde diversos factores contribuyen a la descomposición de los núcleos familiares, condenando a los menores a trajinar las calles, sometidos a todos los peligros que el abandono y la pobreza pueden ofrecer a niños, niñas y adolescentes que por su condición específica se convierten en núcleos marginales o marginados.
Tres generaciones de personas atrapadas en el monstruoso y fatal poder que la clefa ejerce sobre sus vidas. Un pegamento de tal potencia que las narices de los inhalantes difícilmente pueden despegarse, de los pequeños contenedores en los que el Tolueno (principal componente del pegamento) los sumerge en un océano de desgracias en el que ellos parecen navegar libremente, sobreviviendo a tempestades de toda índole, desarrollando pequeñas tribus en las que consumidores y consumidoras, menores y adultos jóvenes, frecuentemente acompañados por perros, deambulan por las calles, a veces sembrando miedo, otras delinquiendo, otras veces mendigando y muchas otras, despertando lástima y solidaridad.
Aunque son conocidos y reconocidos comúnmente bajo el denominativo de “cleferos”, el vocabulario y la terminología de origen asistencialista y humanitario sociológico, ha establecido que la palabra “clefero” es un factor que fortalece la discriminación social a este grupo humano y que acentúa las condiciones de marginalidad en las que su vida se desenvuelve. Algo así como si la palabra “miseria” estaría proscrita en la Real Academia de la Lengua Española, como una iniciativa para combatir la pobreza en el mundo de habla hispana.
Sin embargo, esta marginalidad específica padece muchos rasgos también específicos que no pueden ser pasados de largo. El principal componente del problema social del consumo de clefa es la marginalidad de su población.
Los “consumidores de inhalantes”, son discriminados intensamente. Todos marginamos a los “cleferos”. Para estos niños, niñas y adolescentes consumidores de inhalantes, la condición de “clefero” como nombre genérico y categoría social representa un factor de identidad gregaria en el que ellos mismos se reconocen como tales, a tal punto que han llegado a desarrollar cierto orgullo tribal por el hecho de ser temidos en las calles. Los denominados “cleferos” están conscientes de ese poder y lo ejercen cotidianamente, intimidando a quienes ven en ellos una amenaza a su seguridad.
La fama que los precede los estigmatiza como menores y jóvenes violentos, protagonistas de actos delictivos como hurtos, robos, atracos y otros.
Empero, según testimonios de algunos de ellos, la condición de “cleferos”, significa para ellos una situación de “status” debido a que, como menores, el hecho de vivir en la calle, emancipados dramáticamente de sus entornos familiares, la mayoría de las veces precarios, los identifica como poseedores de cierto poder, pese a ser menores. Al ser temidos y marginados logran ejercer una autonomía de vida que los convierte rápidamente en soberanos de su libre albedrío, una situación absolutamente jerárquica en relación a otros menores que viven en condiciones “normales” en las que son sometidos a los cánones establecidos de autoridad y dependencia de los mayores.
Otra forma de abandono y segregación que padecen es el que proviene, como efecto contrario o perverso, de las acciones de asistencialismo y cobertura humanitaria provenientes de instituciones, públicas, privadas, no gubernamentales y religiosas.
Sucede, y esto es una conclusión de uno de los tantos estudios realizados sobre el tema, que en Cochabamba existen 76 hogares, centros y/o guarderías; 31 instituciones no gubernamentales y religiosas, además de cinco programas pertenecientes a la red de atención a niños y adolescentes.
Nacer en la calle
Las probabilidades de que los recién nacidos lleguen al primer año de vida son mínimas, debido a las enfermedades a las que están expuestos por la mala alimentación, el contacto con las drogas y su permanencia en las calles.
“Los bebés sobreviven con tecito o cafecito, pero la mayoría no llega a los dos o tres meses de vida; mueren afectados por enfermedades como la neumonía o la diarrea, afecciones éstas que se dan en las calles”, explicó Claudia Gonzales, directora de la Fundación de niños Alalay.
Los menores no reciben la atención médica necesaria y los padres no conocen las vacunas que los protegerían de afecciones.
Gonzales añadió que existen niñas y adolescentes que deben cambiar de parejas constantemente para sentirse protegidas dentro del grupo. En muchos casos, “sus padres las envían a prostituirse para obtener dinero. Son vulnerables a contraer enfermedades de transmisión sexual”.
Familias enteras conformadas en las calles bajo el manto de la adicción a la clefa, el thinner y el alcohol deambulan por las venas de las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Más que simples grupos, son comunidades móviles que manejan códigos propios entre sus miembros.
Cleferos, en La Paz; polillas, en Cochabamba y palomillos, en Santa Cruz, “son grupos nómadas, familias grandes que se estacionan en un lugar, pero cuando perciben que hay peligro, van moviéndose de un lado a otro. Siempre están juntos para protegerse: son comunidades y forman sus propias ciudadelas”.
TRIBUS URBANAS
En la ciudad de Cochabamba, existen en la calle más de 20 lugares donde pernoctar y/o cohabitar (unos a la intemperie y los menos bajo techo). Entre ellos, los siguientes:
* Coronilla; con 115 miembros y 12 espacios o ubicaciones (entre las más conocidas están: la de Celestino, Piña, El siete, etc.).
* Puente Cala Cala; con unos 23 miembros.
* Puente Huayna Kapac; con unos 18 miembros.
* El mercado 25 de mayo; con unos 12 miembros.
A estas zonas se debe añadir a los jóvenes que vivían y/o deambulaban en: La avenida Aroma, “La Coca Cola”, Cerro verde, Juan de Dios, El Cristo de la Concordia, Las Palmeras, La Terminal (sólo por el día), la Costanera, Plaza Bush, Plaza Principal (alrededores), Laguna Alalay, La plazuela San Sebastián, Maryknoll (Ciclovía), “El avión”, la avenida Oquendo, la avenida América y Quillacollo.