La ciudad de Cochabamba, su gente, sus calles y plazas. Sus ríos y montañas. Su historia y geografía, su futuro promisorio. Su siempre renovada imagen.
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viernes, 25 de marzo de 2011
Como estaba previsto se inauguró la más grande Exposición de la actividad turística de Escandinavia. El evento se conoce como TUR 2011. Se han reunido expositores de 122 países, se acreditaron 497 medios de comunicación y se estima la presencia de cerca de 50 mil visitantes en los dos días que el evento permanecerá abierto para el público que viene a raudales para participar en alguna de las competencias de saber, de acertijos y de sorteos de viajes a precios rebajados. El responsable de la Feria Per Magnusson nos ha expresado que por lo menos 10 mil billetes turísticos serán vendidos a precios de campaña. No obstante la innegable crisis económica que está viviendo Europa nos asegura Per, los empresarios del sector hoteleros, transportadores, proveedores de espectáculos, guías de turismo, autoridades impulsoras, etc. están optimistas y ciertos de una pronta recuperación. Mientras tanto las actividades han proseguido también el Viernes 25 con sendos progrmas de promoción, de RRPP y de entrevistas en los cientos de stands que se expanden en tres grandes sectores de la afamada Feria Exposición de la ciudad de Gotemburgo.
jueves, 24 de marzo de 2011
la problemática boliviana sobre el mar en el diario La Tercera de Santiago
Los esfuerzos por adaptar esta soberanía a las nuevas realidades terminan en un juego intelectual artificioso derivado en disputas jurídicas o en el peor de los casos en connatos de violencia entre los estados. Este punto no es menor porque la mayoría de los tratados entre naciones con disputas territoriales han sido fabricados bajo climas cuando la guerra era una clara posibilidad.
En un Foreign Policy de 1929 (pp284/284), el experto A. de Bustamante explica el Acuerdo Pan Americano de 1928, donde se hace evidente la fragilidad de los tratados y la necesidad del arbitraje internacional para preservar la paz. El acuerdo expresa: “Las naciones americanas condenan la guerra como instrumento de la política nacional para las relaciones con los otros estados”.
Este embrujo de la fuerza para enfrentar diferendos refleja la fragilidad de los tratados y está en vigencia. Es así que los cambios constitucionales proceden por lo general con marcada lentitud, y los que permitirían eventualmente llenar el vacío jurídico que generan tratados elaborados 100 años atrás, procederían con mayor lentitud aún, especialmente en asuntos de soberanía.
Bolivia y Chile no han estructurado un sistema de interacción estrecha en una serie de campos incluyendo el jurídico, y por cierto, los conceptos más convencionales como el de soberanía van a prevalecer.
Pero más allá de la cuestión jurídica, el factor de gravitación esencial debería ser el nuevo orden de relaciones internacionales y el ambiente de la globalización, que erosiona cada vez más el concepto de soberanía por un sistema de convivencia entre estados cada vez más interdependiente.
El tema que arrastra Chile por más de un siglo con dos vecinos de singular importancia en la integración continental como Bolivia y Perú, está confinado al rincón más aislado del bilateralismo como si fuera tabú. En una era de intensa globalización e interdependencia, tanto para Chile como para Bolivia la salida al mar para ambas naciones es un tema de soberanía y no de integración y dar un paso adelante en el marco de la globalización.
Tanto Chile como Bolivia postulan integrarse a ese marco de la globalización con las ataduras de los tratados de más de cien años convertidos en políticas de estado. No se trata de sacrificar la soberanía, se trata de postergar innecesariamente la apertura de válvulas esenciales para la integración que es una de las llaves del progreso.
La nueva postura boliviana de acudir al arbitraje internacional coloca a Bolivia y Chile cada vez más cerca de la rigidez jurídica de los tratados y lejos de la dinámica de la globalización.
El plan del presidente Evo Morales para entablar una demanda ante tribunales internacionales con el objeto de que Chile ceda ante el histórico reclamo por una salida al mar, no debería sorprender. Más bien debería formar parte de la matriz del debate sobre las relaciones con el país del altiplano.
La histórica demanda boliviana se puede fortalecer y sustentar bajo las coordenadas de un marco global que exige nuevas dinámicas de integración y produce nuevas coyunturas. Por otra parte, el tratado de 1904 se sustenta en la tesis de su “inviolabilidad” (para Chile), y cae en la zona de la rigidez jurídica, intrínseca en los tratados.
Cualquier observador atento al material sobre derecho internacional elaborado a partir del fin de la segunda guerra y la apertura hacia la globalización, se encuentra con un conjunto de instrumentos jurídicos internacionales, entre ellos convenciones y tratados, que requieren de una reevaluación no en su mérito estrictamente jurídico, sino en su validez y funcionalidad frente al contexto sociológico, que en este caso sería el marco de la globalización.
El reconocimiento de un nuevo derecho internacional en gestación, provoca inquietud en aquellos sectores que se aferran a los principios de soberanía nacional e integridad territorial como letra sagrada de las constituciones.
La integración en su ejemplo moderno más paradigmático como es la comunidad europea, estimula el cuestionamiento de esos principios que son amparados por un nacionalismo vetusto en lo funcional y asfixiante en lo conceptual. No se trata de negar la soberanía o la integridad territorial de los estados, sino de calificar el sentido de una soberanía absoluta desprendiendo su existencia en relación a otros estados en igualdad de términos. No existen estados más soberanos que otros porque esto lo define el propio estado. Es probable que el ejercicio centrado en sí mismo, insular y hasta provinciano de la comunidad europea, sea un buen ejemplo de globalización que rompe estructuras anquilosadas.
En este sentido, el concepto de soberanía absoluta como está planteado en constituciones de excepción, como es el caso de las formuladas en la mayoría de los estados surgidos de la guerra colonial, está reñido con la progresión del derecho (moderno) y con su injerto proveniente de la sociología de la globalización.
El plan del presidente Evo Morales para entablar una demanda ante tribunales internacionales con el objeto de que Chile ceda ante el histórico reclamo por una salida al mar, no debería sorprender. Más bien debería formar parte de la matriz del debate sobre las relaciones con el país del altiplano.
La histórica demanda boliviana se puede fortalecer y sustentar bajo las coordenadas de un marco global que exige nuevas dinámicas de integración y produce nuevas coyunturas. Por otra parte, el tratado de 1904 se sustenta en la tesis de su “inviolabilidad” (para Chile), y cae en la zona de la rigidez jurídica, intrínseca en los tratados.
Cualquier observador atento al material sobre derecho internacional elaborado a partir del fin de la segunda guerra y la apertura hacia la globalización, se encuentra con un conjunto de instrumentos jurídicos internacionales, entre ellos convenciones y tratados, que requieren de una reevaluación no en su mérito estrictamente jurídico, sino en su validez y funcionalidad frente al contexto sociológico, que en este caso sería el marco de la globalización.
El reconocimiento de un nuevo derecho internacional en gestación, provoca inquietud en aquellos sectores que se aferran a los principios de soberanía nacional e integridad territorial como letra sagrada de las constituciones.
La integración en su ejemplo moderno más paradigmático como es la comunidad europea, estimula el cuestionamiento de esos principios que son amparados por un nacionalismo vetusto en lo funcional y asfixiante en lo conceptual. No se trata de negar la soberanía o la integridad territorial de los estados, sino de calificar el sentido de una soberanía absoluta desprendiendo su existencia en relación a otros estados en igualdad de términos. No existen estados más soberanos que otros porque esto lo define el propio estado. Es probable que el ejercicio centrado en sí mismo, insular y hasta provinciano de la comunidad europea, sea un buen ejemplo de globalización que rompe estructuras anquilosadas.
En este sentido, el concepto de soberanía absoluta como está planteado en constituciones de excepción, como es el caso de las formuladas en la mayoría de los estados surgidos de la guerra colonial, está reñido con la progresión del derecho (moderno) y con su injerto proveniente de la sociología de la globalización.
Los esfuerzos por adaptar esta soberanía a las nuevas realidades terminan en un juego intelectual artificioso derivado en disputas jurídicas o en el peor de los casos en connatos de violencia entre los estados. Este punto no es menor porque la mayoría de los tratados entre naciones con disputas territoriales han sido fabricados bajo climas cuando la guerra era una clara posibilidad.
En un Foreign Policy de 1929 (pp284/284), el experto A. de Bustamante explica el Acuerdo Pan Americano de 1928, donde se hace evidente la fragilidad de los tratados y la necesidad del arbitraje internacional para preservar la paz. El acuerdo expresa: “Las naciones americanas condenan la guerra como instrumento de la política nacional para las relaciones con los otros estados”.
Este embrujo de la fuerza para enfrentar diferendos refleja la fragilidad de los tratados y está en vigencia. Es así que los cambios constitucionales proceden por lo general con marcada lentitud, y los que permitirían eventualmente llenar el vacío jurídico que generan tratados elaborados 100 años atrás, procederían con mayor lentitud aún, especialmente en asuntos de soberanía.
Bolivia y Chile no han estructurado un sistema de interacción estrecha en una serie de campos incluyendo el jurídico, y por cierto, los conceptos más convencionales como el de soberanía van a prevalecer.
Pero más allá de la cuestión jurídica, el factor de gravitación esencial debería ser el nuevo orden de relaciones internacionales y el ambiente de la globalización, que erosiona cada vez más el concepto de soberanía por un sistema de convivencia entre estados cada vez más interdependiente.
El tema que arrastra Chile por más de un siglo con dos vecinos de singular importancia en la integración continental como Bolivia y Perú, está confinado al rincón más aislado del bilateralismo como si fuera tabú. En una era de intensa globalización e interdependencia, tanto para Chile como para Bolivia la salida al mar para ambas naciones es un tema de soberanía y no de integración y dar un paso adelante en el marco de la globalización.
Tanto Chile como Bolivia postulan integrarse a ese marco de la globalización con las ataduras de los tratados de más de cien años convertidos en políticas de estado. No se trata de sacrificar la soberanía, se trata de postergar innecesariamente la apertura de válvulas esenciales para la integración que es una de las llaves del progreso.
puntualiza OPINION la nueva situación creada en el tema del MAR al anunciar el Jefe de Estado que Bolivia acudirá a los tribunales internacionales en demanda de Justicia
En este nuevo escenario a partir del anuncio de una demanda internacional contra el país vecino, el pueblo boliviano debe conocer qué se avanzó en la Agenda de 13 puntos.
El esperado discurso del presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, con motivo de conmemorar los 132 años de enclaustramiento marítimo y la pérdida del litoral boliviano a manos de tropas chilenas en una guerra injusta, ha señalado un nuevo rumbo en las relaciones con Chile y las negociaciones que se venían realizando bajo la Agenda de 13 puntos.
El discurso del Primer Mandatario boliviano hizo hincapié en hechos históricos como prolegómeno para anunciar que Bolivia iniciará una demanda internacional contra Chile para lograr salida soberana al mar y que creará la Dirección de Reivindicación Marítima que se encargará de plantear la demanda contra el país vecino en las instancias internacionales. El anuncio ha sido realizado con un matiz: las acciones legales se realizarán sin abandonar el diálogo que el Gobierno del presidente Morales inició con Chile hace cinco años en base a la Agenda de 13 puntos.
La decisión gubernamental en este nuevo enfoque o política internacional sobre el problema marítimo que Bolivia tiene pendiente con Chile desde hace 132 años ha sido fundamentada en hechos históricos, pues el Presidente calificó también de injusto el Tratado de 1904 que no fue cumplido por Chile, con el aditamento de que durante esta situación de injusticia más que centenaria, Bolivia sufrió grandes pérdidas económicas comerciales y financieras además de limitar su capacidad de desarrollo.
El presidente Morales pidió a la comunidad internacional entender que ha llegado el momento que la herida que tenemos los bolivianos por el enclaustramiento marítimo sea cerrada en base a un proceso de connotaciones históricas que con un fallo justo y certero devuelva la cualidad marítima a Bolivia. La lucha de la reivindicación marítima, dijo, debe incluir otro elemento: el de acudir a tribunales y organismos internacionales demandando en derecho la salida libre y soberana al mar.
Este nuevo giro en el problema marítimo podría interpretarse como la voluntad del Gobierno boliviano de dialogar pero con la advertencia de que está dispuesto a llevar adelante una demanda internacional, ante la dilación de respuestas claras de parte del Gobierno chileno. Hay que recordar que el presidente Morales había demandando de su par chileno una respuesta sobre las negociaciones hasta este 23 de marzo precisamente, situación que con tono amable fue negado por su par chileno.
Las declaraciones del presidente Morales originaron casi de inmediato reacciones en medios políticos, concretamente de senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que afirmaron que una demanda marítima de Bolivia a Chile rompe el diálogo de confianza entre ambos países. Incluso que se trata de gestos inamistosos que son capaces de mellar buenas relaciones tal como ocurrió con Perú tras la demanda en la Corte Internacional de La Haya.
Bolivia se encuentra en una nueva situación, una nueva etapa dentro de las relaciones con Chile y en un nuevo escenario. Si bien las negociaciones internacionales se realizan tradicionalmente en medio de la discreción entre dos países, en este punto de la realidad el Gobierno debe informar hasta qué punto avanzaron las referidas a la Agenda de 13 puntos. Es necesario que el pueblo boliviano conozca en detalle cuál ha sido la respuesta de los interlocutores chilenos, ya que se puede colegir, a partir del anuncio de la demanda internacional, una más de las habilidades chilenas con las que maneja este asunto que históricamente ha puesto a Bolivia en la frustración.
El discurso del Primer Mandatario boliviano hizo hincapié en hechos históricos como prolegómeno para anunciar que Bolivia iniciará una demanda internacional contra Chile para lograr salida soberana al mar y que creará la Dirección de Reivindicación Marítima que se encargará de plantear la demanda contra el país vecino en las instancias internacionales. El anuncio ha sido realizado con un matiz: las acciones legales se realizarán sin abandonar el diálogo que el Gobierno del presidente Morales inició con Chile hace cinco años en base a la Agenda de 13 puntos.
La decisión gubernamental en este nuevo enfoque o política internacional sobre el problema marítimo que Bolivia tiene pendiente con Chile desde hace 132 años ha sido fundamentada en hechos históricos, pues el Presidente calificó también de injusto el Tratado de 1904 que no fue cumplido por Chile, con el aditamento de que durante esta situación de injusticia más que centenaria, Bolivia sufrió grandes pérdidas económicas comerciales y financieras además de limitar su capacidad de desarrollo.
El presidente Morales pidió a la comunidad internacional entender que ha llegado el momento que la herida que tenemos los bolivianos por el enclaustramiento marítimo sea cerrada en base a un proceso de connotaciones históricas que con un fallo justo y certero devuelva la cualidad marítima a Bolivia. La lucha de la reivindicación marítima, dijo, debe incluir otro elemento: el de acudir a tribunales y organismos internacionales demandando en derecho la salida libre y soberana al mar.
Este nuevo giro en el problema marítimo podría interpretarse como la voluntad del Gobierno boliviano de dialogar pero con la advertencia de que está dispuesto a llevar adelante una demanda internacional, ante la dilación de respuestas claras de parte del Gobierno chileno. Hay que recordar que el presidente Morales había demandando de su par chileno una respuesta sobre las negociaciones hasta este 23 de marzo precisamente, situación que con tono amable fue negado por su par chileno.
Las declaraciones del presidente Morales originaron casi de inmediato reacciones en medios políticos, concretamente de senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que afirmaron que una demanda marítima de Bolivia a Chile rompe el diálogo de confianza entre ambos países. Incluso que se trata de gestos inamistosos que son capaces de mellar buenas relaciones tal como ocurrió con Perú tras la demanda en la Corte Internacional de La Haya.
Bolivia se encuentra en una nueva situación, una nueva etapa dentro de las relaciones con Chile y en un nuevo escenario. Si bien las negociaciones internacionales se realizan tradicionalmente en medio de la discreción entre dos países, en este punto de la realidad el Gobierno debe informar hasta qué punto avanzaron las referidas a la Agenda de 13 puntos. Es necesario que el pueblo boliviano conozca en detalle cuál ha sido la respuesta de los interlocutores chilenos, ya que se puede colegir, a partir del anuncio de la demanda internacional, una más de las habilidades chilenas con las que maneja este asunto que históricamente ha puesto a Bolivia en la frustración.
miércoles, 23 de marzo de 2011
LAS MENTIRAS DE EVO MORALES.
(se burla del "ama llulla" quéchua) Lizandro Coca
Recuerdo que uno de los primeros países con los que el Gobierno de Evo Morales estableció relaciones diplomáticas fue Libia.
Entonces, Gadafi ya era un gobernante autócrata, pero le había entregado a Morales un premio de 50 mil dólares, “El Premio Gadafi a los Derechos Humanos”, el año 2003.
Recuerdo, también, que cuando cuestionamos las razones por las que Bolivia se relacionaba con el régimen libio, alguna de las autoridades de Gobierno (el Canciller si no me equivoco) afirmó que teníamos mucho en común con Libia, y dijo, textualmente “comenzando por el nombre: Libia, Bolivia”. Demás está decir que me indigné con semejante bobería de respuesta ¿creerían que éramos tan idiotas como para aceptar que porque los nombres de dos países riman estos deberían entablar relaciones diplomáticas?
En realidad, Morales le estaba devolviendo a Gadafi el favor de haberle concedido ese premio justo cuando necesitaba de reconocimientos y fondos para su movimiento político. Después, lo único en común entre Libia y Bolivia es que ambos países tienen gobernantes obsesionados con el poder.
No es sorprendente que tanto Chávez como Evo Morales estén rechazando la intervención de la comunidad internacional en el conflicto libio.
Pueblo harto de gobierno no democrático se revela y lucha por la libertad; sería una excelente oportunidad para que los hombres y mujeres de idas libertarias y convicción democrática apoyasen una auténtica revolución. Gobierno despótico que no quiere abandonar el poder y los privilegios masacra a sus ciudadanos; sería un momento perfecto para que los defensores de las libertades y derechos humanos aprueben la intervención, no de EEUU, sino de la comunidad internacional.
¿Por qué Chávez y Morales se transforman en detractores de esto? Creo que ellos no rechazan la intervención mundial porque defiendan al Gobierno libio, sino porque, igual que Gadafi, son autócratas obsesionados con el poder, al punto de que se ven a si mismos en la situación de intentar retenerlo a como dé lugar y, por supuesto, les indigna que justo cuando estén por aniquilar a los líderes opositores que exijan libertad y democracia, una pinche resolución de la ONU les arruine la fiesta.
En otras palabras, están tratando de salvaguardar su propia oportunidad de defender el poder por la fuerza, sin que el mundo les condene e intervenga para salvar a sus pueblos.
Evo Morales nos miente cuando al rechazar la resolución de la ONU arguye que las potencias extranjeras pretenden apropiarse de los recursos naturales libios, al igual que miente cuando dice que el Atpdea era un chantaje por el que EEUU nos exigía la privatización de los hidrocarburos.
Seguramente no lo menciona porque ahora que esto se parece tanto a un narcogobierno no le conviene, pero el Atpdea requería como única exigencia la demostración de que el país tenía verdadera voluntad para luchar contra el cultivo excedente de coca y el narcotráfico. A cambio de ello, Norteamérica nos concedía, de manera preferencial (léase “privilegio”), facilidades especiales para vender joyas, textiles y otros productos en sus mercados.
Era un intercambio de dólares que ingresaban por narcotráfico (comercio ilegal, mafias y delincuentes) a dólares que ingresaban por exportaciones (comercio legal, empresas y empleos).
Bolivia podía soberanamente, como lo hizo con Morales, elegir lo primero y despreciar lo segundo. Pero que el Presidente no mienta diciendo que el Atpdea era a cambio de privatizar los hidrocarburos.
El autor es analista político.
www.lizandrocolmos.blogspot.comas mentira
El autor es analista político.
www.lizandrocolmos.blogspot.comas mentira
martes, 22 de marzo de 2011
tienen toda la razón los paceños. los paros provocan inseguridad colectiva
La Paz parada! Ya no importa el sistema de gobierno, sea neoliberal, conformado por una megacoalición de partidos políticos, imprescindible para lograr una mayoría que legalice el acceso al poder, o de línea socialista, que goza de legitimidad de dos tercios del electorado nacional… La Paz parada.
Ayer nos tocó sentir la fuerza de la marcha organizada por la Central Obrera Boliviana y varias universidades públicas del país (UMSA, UPEA, UMSS y otras). La primera exige la derogación del Decreto Supremo 0809
—que establece un incremento salarial del 10 por ciento, rechazado por los diversos sectores representados por la COB—, y las universidades, la defensa de la autonomía universitaria y de la autonomía de gestión del seguro social propio del sector. Esta marcha convocó a dirigentes, trabajadores, estudiantes, docentes, plantel administrativo y otros que recorrieron por miles desde Senkata, pasando por la ciudad de El Alto, hasta el centro de la sede del Gobierno. Ni la lluvia ni el frío han podido detener la determinación de estos sectores, los que han perseverado a pesar de la adversidad del clima.
La historia reciente ha demostrado que la reivindicación de los derechos sociales se gana en las calles. La expresión pacífica de la marcha es y ha sido siempre un método efectivo en la lucha social. Sin embargo, no olvidemos que los derechos de uno terminan donde se lesionan los derechos de otros. Si bien el ciudadano paceño respeta las exigencias y reclamaciones vistas el día de hoy, es lamentable que estas demandas sean movilizadas, nuevamente, en la urbe de nuestro departamento. El sonido de gritos y petardos recuerda épocas de inestabilidad.
El perjuicio causado al ciudadano común, choferes, jornaleros, funcionarios, trabajadores, turistas y otros es inmenso. El daño causado a La Paz también es considerable, toda vez que las imágenes de las marchas se extienden por las señales de cable e internet hacia el resto del mundo, mostrando nada más que un país en conflicto.
Si bien las peticiones de la marcha son legítimas, también es legítimo exigir que éstas se traten en mesas de diálogo entre representantes de los sectores y del Gobierno. No se pretende incidir en ningún aspecto de naturaleza política, pero qué bien cae preguntarse…¿hasta cuándo pues?
La Paz parada! Ya no importa el sistema de gobierno, sea neoliberal, conformado por una megacoalición de partidos políticos, imprescindible para lograr una mayoría que legalice el acceso al poder, o de línea socialista, que goza de legitimidad de dos tercios del electorado nacional… La Paz parada.
Ayer nos tocó sentir la fuerza de la marcha organizada por la Central Obrera Boliviana y varias universidades públicas del país (UMSA, UPEA, UMSS y otras). La primera exige la derogación del Decreto Supremo 0809
—que establece un incremento salarial del 10 por ciento, rechazado por los diversos sectores representados por la COB—, y las universidades, la defensa de la autonomía universitaria y de la autonomía de gestión del seguro social propio del sector. Esta marcha convocó a dirigentes, trabajadores, estudiantes, docentes, plantel administrativo y otros que recorrieron por miles desde Senkata, pasando por la ciudad de El Alto, hasta el centro de la sede del Gobierno. Ni la lluvia ni el frío han podido detener la determinación de estos sectores, los que han perseverado a pesar de la adversidad del clima.
La historia reciente ha demostrado que la reivindicación de los derechos sociales se gana en las calles. La expresión pacífica de la marcha es y ha sido siempre un método efectivo en la lucha social. Sin embargo, no olvidemos que los derechos de uno terminan donde se lesionan los derechos de otros. Si bien el ciudadano paceño respeta las exigencias y reclamaciones vistas el día de hoy, es lamentable que estas demandas sean movilizadas, nuevamente, en la urbe de nuestro departamento. El sonido de gritos y petardos recuerda épocas de inestabilidad.
El perjuicio causado al ciudadano común, choferes, jornaleros, funcionarios, trabajadores, turistas y otros es inmenso. El daño causado a La Paz también es considerable, toda vez que las imágenes de las marchas se extienden por las señales de cable e internet hacia el resto del mundo, mostrando nada más que un país en conflicto.
Si bien las peticiones de la marcha son legítimas, también es legítimo exigir que éstas se traten en mesas de diálogo entre representantes de los sectores y del Gobierno. No se pretende incidir en ningún aspecto de naturaleza política, pero qué bien cae preguntarse…¿hasta cuándo pues?
lunes, 21 de marzo de 2011
a quién pretende engañar Evo y su entorno cuando minimizan la realidad de la COB?
Maestros, fabriles, mineros, universitarios y la Central Obrera Boliviana, inundaron esta lunes la ciudad de La Paz, en protesta contra el gobierno nacional.
Miles de personas de todo el país llegaron a la sede de gobierno para sumarse a las protestas de los universitarios que reclaman respeto a sus autonomías.
Por otro lado, la Central Obrera Boliviana (COB) informó que el paro movilizado continuará el martes, como se aprobó la pasada semana, y ratificó que se evaluarán nuevas medidas de presión en el ampliado nacional del miércoles en rechazo al incremento salarial del 10% y 20% al salario mínimo Nacional.
"Tenemos información que el paro de 48 horas y movilizaciones a nivel nacional se cumple en todo el país y se completará este martes. La medida no se realiza en un cien por ciento pero la gran mayoría está acatando. El miércoles el ampliado nacional hará una evaluación y determinará los próximos pasos para exigir que atienda las demandas de la COB ", explicó el secretario ejecutivo de la COB, Pedro Montes
Ratificó que la COB no levantará la medida hasta que el Gobierno no abrogue el decreto de incremento salarial y atienda otras demandas, como la reactivación del aparato productivo.
Respecto a la evaluación del Gobierno, que afirmó que el paro fue un fracaso, Montes dijo que "eso como una provocación", a la que "los trabajadores no responderán".
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Federación Sindical de trabajadores Mineros de Bolivia, Guido Mitma, afirmó que el paró reflejó "el descontento de las organizaciones sindicales en contra de las políticas del Gobierno con un irrisorio incremento del 10% , que de ninguna manera compensa el alza del costo de vida".
A su juicio no hay cambios estructurales, por lo que justificó las medidas de presión adoptadas por la COB.
Rechazó también la información gubernamental de que en el centro minero de Huanuni no se acató el paro.
El dirigente sindical aseguró que "son sólo las cuadrillas de emergencia que están en la mina para cumplir con trabajos específicos de mantenimiento".
"Los mineros acatamos el paro de las 48 horas y las movilizaciones, dispuestas por el ampliado de la COB ", remarcó.
TRABAJADORES EN TRINIDAD PIDEN REVOCATORIA A EVO
Trabajadores benianos protestaron contra el 10 por ciento de incremento ofrecido por el Órgano Ejecutivo en las calles de Trinidad, la protesta culminó en el edificio de Correos de Bolivia donde funciona Agencia para el Desarrollo de las Macro Regiones y Fronteras (Ademaf).
El secretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental del Beni (COD), Juan Acosta propuso un referendo revocatorio presidencial si la demanda salarial no es atendida por el gobierno de Evo Morales y garantizó que la medida de 48 horas será acatada disciplinadamente, según reportó Radio Patujú.
Acosta reconoció que los trabajadores apoyaron el "proceso de cambio" impulsado por el presidente Evo Morales, pero lamentó que este mismo gobierno no quiera escuchar el pedido salarial.
Los trabajadores se concentraron a las 09:30 horas en las puertas de la Central Obrera Departamental y marcharon por diferentes calles trinitarias hasta llegar al edificio de Correos de Bolivia donde funciona la agencia estatal de fronteras.
El representante sindical convocó a los trabajadores a "triplicar" el número de marchistas para este martes y formar una alfombra humana como señal de protesta.
Por otro lado, las labores educativas en la ciudad no fueron normales, este lunes, porque algunos maestros acatan el paro de 48 horas y otros marcharon junto a la dirigencia del Magisterio Urbano y Rural. /ANF.
UN PELIGROSO HISTRIÓN LLAMADO GADDAFI
El capitán de transmisiones Muammar Al-Gaddafi llegó al poder por un golpe de Estado de jóvenes oficiales cuya cúpula formó el Consejo del Mando de la Revolución, que le eligió líder de la revolución por no pertenecer a ninguna de la mayores tribus del país lo que habría provocado el rechazo de las demás. Durante años su número dos fue Abdelsalam Jaloud miembro de la tribu más importante del país, los Magarha, lo que le inhabilitaba para ser el número uno. Rápidamente el coronel Gaddafi, ascendió en el acto, eliminó la resistencia en el seno del nuevo régimen, creando un aparato represor de varios servicios de seguridad e inteligencia, en competencia por demostrar ser los más bestias.
Poco a poco fue dando protagonismo a sus hijos, que rápidamente sustituyeron a los hombres más próximos y sólo los que aceptaron la nueva situación mantuvieron sus posiciones en el régimen, que se había convertido en una especie de finca hereditaria de 1.750.000 km2 y 6 millones y medio de habitantes. Al aparato represor se unió una eficaz estructura de recaudación para llenar las arcas de la familia y engrasar las lealtades de amigos y aliados.
Estuve en varias ocasiones con el líder de la revolución del primero de septiembre, su título oficial, pues no es Jefe de Estado, en actos oficiales del Cuerpo Diplomático acreditado en Libia, y a la impresión que el mundo entero tiene sobre el personaje, su histrionismo, exhibicionismo e histerismo, pudimos comprobar, personalmente quienes estuvimos en su presencia, que se trata de un personaje sanguíneo, iracundo, teatral, exagerado, irascible, vengativo, cambiante, inestable, narcisista, egocéntrico, megalómano y violento. Un orate de mirada perdida.
Así se entienden un poco mejor sus amistades peligrosas y sus alianzas con lo peor de cada casa, terroristas y regímenes sanguinarios. Financió, apoyó y adiestró al IRA, las FARC, a ETA, fue protector y aliado de monstruos como Abu Nidal, Georges Hawatmeh, o su relación atormentada de enfrentamientos y apoyos al terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos o el Chacal, y muy especialmente del Ahmed Jibril, cuya red terrorista fue esencial para el atentado de Lockerbie en el que que asesinó a 277 personas. Este es sólo un caso, e responsable o cómplice de incontables atentados, muchos hoy por hoy judicialmente irresueltos.
Gaddafi ha sido varias veces un paria internacional, un apestado, aislado y castigado. Si consiguiese reconquistar el terreno perdido, y permanecer en el poder, podemos estar seguros de que cumplirá sus amenazas. Es capaz de forjar una alianza con Al Qaeda y su rama magrebí Al Qaeda en el Magreb Islámico, facilitarles apoyo logístico, cobertura estatal, armas y paso libre hacia sus vecinos, o incluso Europa. Machacará sin el más mínimo escrúpulo, a los rebeldes y disidentes. Gaddafi se convertirá en una pesadilla para su pueblo, sus vecinos y para Europa. En fin que Al Qaeda tendría un aliado mucho más importante que el Afganistán de los talibán. Sin contar con la desestabilización de sus vecinos, o tratar de inundar Europa con inmigrantes irregulares.
La resolución 1973 no parece que permita operaciones terrestres, pero sí intensificar la intervención desde el aire, si fuese necesario. En estos momentos intervienen ya los aviones de caza Rafale de la Fuerza Aérea francesa. Éstas operaciones son la última esperanza para los rebeldes libios que luchan por su libertad, y por qué no decirlo, también para sus vecinos e incluso para Europa, pues un Gaddafi enloquecido, furibundo y con la rebelión aplastada, sería una fuente constante de terror e inestabilidad para todos.
Poco a poco fue dando protagonismo a sus hijos, que rápidamente sustituyeron a los hombres más próximos y sólo los que aceptaron la nueva situación mantuvieron sus posiciones en el régimen, que se había convertido en una especie de finca hereditaria de 1.750.000 km2 y 6 millones y medio de habitantes. Al aparato represor se unió una eficaz estructura de recaudación para llenar las arcas de la familia y engrasar las lealtades de amigos y aliados.
Estuve en varias ocasiones con el líder de la revolución del primero de septiembre, su título oficial, pues no es Jefe de Estado, en actos oficiales del Cuerpo Diplomático acreditado en Libia, y a la impresión que el mundo entero tiene sobre el personaje, su histrionismo, exhibicionismo e histerismo, pudimos comprobar, personalmente quienes estuvimos en su presencia, que se trata de un personaje sanguíneo, iracundo, teatral, exagerado, irascible, vengativo, cambiante, inestable, narcisista, egocéntrico, megalómano y violento. Un orate de mirada perdida.
Así se entienden un poco mejor sus amistades peligrosas y sus alianzas con lo peor de cada casa, terroristas y regímenes sanguinarios. Financió, apoyó y adiestró al IRA, las FARC, a ETA, fue protector y aliado de monstruos como Abu Nidal, Georges Hawatmeh, o su relación atormentada de enfrentamientos y apoyos al terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos o el Chacal, y muy especialmente del Ahmed Jibril, cuya red terrorista fue esencial para el atentado de Lockerbie en el que que asesinó a 277 personas. Este es sólo un caso, e responsable o cómplice de incontables atentados, muchos hoy por hoy judicialmente irresueltos.
Gaddafi ha sido varias veces un paria internacional, un apestado, aislado y castigado. Si consiguiese reconquistar el terreno perdido, y permanecer en el poder, podemos estar seguros de que cumplirá sus amenazas. Es capaz de forjar una alianza con Al Qaeda y su rama magrebí Al Qaeda en el Magreb Islámico, facilitarles apoyo logístico, cobertura estatal, armas y paso libre hacia sus vecinos, o incluso Europa. Machacará sin el más mínimo escrúpulo, a los rebeldes y disidentes. Gaddafi se convertirá en una pesadilla para su pueblo, sus vecinos y para Europa. En fin que Al Qaeda tendría un aliado mucho más importante que el Afganistán de los talibán. Sin contar con la desestabilización de sus vecinos, o tratar de inundar Europa con inmigrantes irregulares.
La resolución 1973 no parece que permita operaciones terrestres, pero sí intensificar la intervención desde el aire, si fuese necesario. En estos momentos intervienen ya los aviones de caza Rafale de la Fuerza Aérea francesa. Éstas operaciones son la última esperanza para los rebeldes libios que luchan por su libertad, y por qué no decirlo, también para sus vecinos e incluso para Europa, pues un Gaddafi enloquecido, furibundo y con la rebelión aplastada, sería una fuente constante de terror e inestabilidad para todos.
domingo, 20 de marzo de 2011
CONFIRMADO PARO DE 48 HORAS DE TRABAJADORES DE BOLIVIA
La Central Obrera Boliviana (COB) confirmó hoy la huelga nacional que convocó para este lunes y martes, a fin de exigir un ajuste salarial mayor al 10 % que decretó el presidente Evo Morales para 2011, anunciaron hoy dirigentes sindicales.
El secretario de conflictos de la COB, Emigdio Izquierdo, dijo a Efe que están ratificadas la huelga y las marchas de protesta contra el 10 %, que tildó de "miserable" y criticó, además, porque "no ha sido consensuado", sino "una decisión unilateral" del Gobierno.
La mayor organización obrera boliviana, que hasta ahora se había mantenido cercana a Morales, tuvo reuniones con varios ministros en los últimos meses para negociar el ajuste y se declaró traicionada cuando Morales decretó el pasado día 2 por sorpresa el 10 %.
"El paro va a ser contundente para que este Gobierno entienda que no puede hacerse la burla de quienes les han hecho gobernantes", dijo Izquierdo.
Agregó que los sindicatos marcharán el lunes hasta el centro de La Paz desde la aledaña ciudad de El Alto para mostrar "rechazo a la soberbia" de los ministros de Morales.
Han anunciado también manifestaciones para mañana sindicatos de maestros disidentes de la COB, a la que acusan de oficialista, y empleados y estudiantes de las universidades, entre otros sectores.
El máximo líder de la Central, Pedro Montes, declaró a Efe el miércoles que la huelga general se convocó "por la irresponsabilidad de los ministros, porque han engañado y faltado al respeto" a los trabajadores al dictar el aumento sin buscar un consenso.
La COB ya lideró el pasado 18 de febrero una huelga nacional por un mayor aumento de sueldos, que tuvo un seguimiento parcial.
El 10 % fue decretado para la mayoría de los empleados públicos (policías militares, educadores y salubristas) y será el mínimo en las negociaciones de las empresas privadas con sus trabajadores.
Además, el Gobierno aumentó el salario mínimo un 20 %, hasta los 815 bolivianos (116 dólares).
La inflación se disparó en Bolivia por el llamado "gasolinazo", el aumento de hasta un 82 % de los precios de los combustibles que Morales decretó en diciembre y tuvo que retirar una semana después, ante las protestas que originó incluso entre sus bases.
De enero de 2010 al mismo mes de este año los precios de los alimentos aumentaron un 14 % en Bolivia, lo que ha causado huelgas y disturbios en todo el país.
La popularidad de Morales ha caído al 38 % en marzo, cuando hace un año estaba en el 70 %, según las últimas encuestas. (efe)
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