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viernes, 15 de noviembre de 2013

viene la "cosa muy jodida" la Unión Europea no quiere los títulos, quiere tener el texto completo del Informe sobre la Coca, declaración contundente de Tim Torlot Embajador de la Poderosa Unión que pagó por el estudio en forma adelantada

La Unión Europea (UE) afirmó hoy que quiere conocer con detalle los doce estudios sobre el consumo legal de los cultivos de hoja de coca realizados en Bolivia y no solo los resultados difundidos por el Gobierno boliviano esta semana.
El representante de la UE en Bolivia, Timothy Torlot, habló en ese sentido con medios internacionales, después de que el Gobierno afirmara que el consumo legal requiere 14.705 hectáreas de coca, cerca de la mitad de las 25.300 hectáreas existentes en el país.
"No hemos visto los estudios mismos. Tengo confianza en que el Gobierno en los próximos días va publicar los estudios", apuntó Torlot, tras explicar que la UE financió ocho estudios con cerca de un millón de euros y el Ejecutivo boliviano, los cuatro restantes.
"comentarios del Gobierno interesantes. ahora queremos todo el texto y sus anexos"

A pesar de haber financiado esos estudios, que fueron concluidos en 2010, la UE no conoce hasta ahora el detalle de los mismos.
Agregó que los estudios son importantes para proveer una base de datos de apoyo a las políticas antidroga de Bolivia, la promoción de la hoja de coca, ayudar a la economía de las zonas productoras de la planta y para dar una base científica a la cooperación externa.
Según informó el ministerio de Gobierno esta semana, el estudio "establece una extensión de superficie de 14.705 hectáreas para consumo tradicional de la hoja sagrada" y determina una demanda anual de 20.690 toneladas para los diversos usos lícitos, entre ellos el masticado o "acullicu" que realizan sectores sociales.
Torlot dijo que "la cifra de 14.700 es finalmente una decisión política", en alusión a que el Gobierno boliviano debe resolver los porcentajes con los cuales aportarán las principales zonas productoras de la planta en Yungas (oeste) y el Chapare (centro).
"Eso es una decisión absolutamente del Gobierno. No tiene nada que ver con los estudios, aún menos de la Unión Europea", sostuvo.
Apuntó que los estudios seguramente establecen el rendimiento agrícola de cada región y esa es una información con la que se llegaría a una cifra total de producción para fines legales.
La legislación antidroga de Bolivia establece que son legales solo 12.000 hectáreas de hojas de coca, aunque esa definición fue tomada en 1998 también de forma política y no se basó en investigaciones científicas sobre la demanda lícita.
Torlot destacó que las políticas del Gobierno están enfrentando la "sobreproducción" de la hoja de coca y por eso la erradica.
Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en Bolivia se erradicó un 19 % de cultivos ilegales de coca entre 2010 y 2012, hasta llegar a 25.300 hectáreas.
El representante europeo resaltó además el compromiso de la UE con la lucha antidroga de Bolivia y anunció el aumento de la cooperación en próximos años, pero destacó que es importante contar con la información para definir el enfoque de la ayuda.
Enfatizó también que no duda del compromiso del Gobierno del presidente Evo Morales con la lucha contra el narcotráfico, ni de sus esfuerzos para reducir los cocales ilegales e incluso dando otras oportunidades económicas a los sectores campesinos.
Además, dejó en claro que para la comunidad internacional la hoja de coca no se puede exportar porque sigue vetada por la convención antidroga de Naciones Unidas de 1961 al contener la planta alcaloides que pueden ser usados para la fabricación de cocaína.
Torlot se refirió a este punto a propósito de una consulta sobre los anuncios del sectores del Gobierno y de los cocaleros de que buscarán exportar directamente las hojas del arbusto o de sus derivados industriales como infusiones, harinas o sodas energéticas.
"Para mi toda la conversación sobre exportación es muy interesante, pero es ilegal dentro de la Convención", dijo.

martes, 12 de noviembre de 2013

Inspección vehicular
ahora con medios electrónicos
lo demás es engaño

Resulta tan sencillo. El propietario del vehículo recibe por correo una notificación de 4 líneas. Usted debe presentarse en tal dirección, a tal hora para la inspección de su vehículo correspondiente a 2013. (Previamente había depositado las 250 koronas en la cuenta bancaria respectiva).

Son las 11.40 del lunes 11 de noviembre, estoy con el coche parqueado frente a una de las compuertas habilitadas para la primera parte de la inspección marcha, frenos, velocidades, potencia y retroceso, que dura menos de 5 minutos. Antes de ingresar al taller, se enciende una luz con el número de la compuerta donde ingresar, que coincide además con el número de la placa vehicular.

Nomás ingresar al taller, un ingeniero mecánico (esta vez una muchacha joven de 23 años en overralt de trabajo, toma las llaves del vehículo, se posesiona en el asiento del conductor y monta al dispositivo especial para probar llantas y frenos. El resultado se ha registrado en la página abierta del Internet, uno para cada vehículo en que figura además la historia "clínica del Opel 2000, que tenemos en uso desde hace 10 años y que se conserva en buen estado. La joven lleva el vehículo a un taller que se abre automáticamente y lo ingresa para revisar la electricidad, aire y carburador que medidos en otros 5 minutos, avanza el coche y lo eleva para inspeccionar desde abajo las llantas, la dirección, los ejes, los muelles y le aplica unos golpes bastante enérgicos a toda la máquina y comprobar el nivel de resistencia, hay una observación que nos llama para observar y explicar nosotros a tiempo de visitar al mecánico particular (para nuestra felicidad un vecino) que soluciona el problema de la rotura de una barra de maniobra sujeta por un soporte de goma.

La ingeniera lo registra todo en su computadora y nos devuelve las llaves para dirigirnos a la salida no sin antes pasar por "la oficina" donde una gentil damita hace unas pocas preguntas y nos extiende una hoja detallando la falla y la intrucción de regresar antes de un mes, con el coche reparado. Claro está que tendremos que pagar otros 250 bolivianos que habilitan por un año la libre circulación del vehículo. En menos de 20 minutos ha concluído la inspección.

Porqué Bolivia no intenta montar el "aparato inspector de esta manera?" es la gran pregunta. Es que falta infraestructura, que inicialmente puede resultar costosa, ya que se trata de dos aspectos, la organización humana administrativa y el equipamiento técnico. Estamos seguros que personal capacitado, vale decir ingenieros mecánicos o técnicos se pueden formar rápidamente y lo segundo, se suple con una inversión no para un taller, sino para una docena de los mismos ubicados en distintos lugares.

Los talleres o "sitios de inspección" funcionan en horario ampliado de 7.00 am., a 19.oo pm., de lunes a viernes todos los meses del año. Nadie puede fallar a la cita, porque entonces viene una sanción y acto seguido la orden de captura del vehículo. En todos estos años no hemos encontrado una persona "rebelde" que se negase a cumplir la norma. No hay la mínima posibilidad de coima, negociado o "charle" como le llaman en la llajta a un "arreglo por debajo de la inspección", eso sí, las empresas que realizan el control no son del Estado, son privadas que tienen un convenio con las Alcaldías y se reparten geográficamente el territorio. Es casi perfecto. Funciona sin problemas. A esto le llamamos "una inspección real, somera, técnica, completa" en lugar del show ese llamado "repartición de rosetas" dos o tres policías alrededor del vehículo, prensa luces, apague luces, toque bocina, déle retro, a veces muestre la llanta de auxilio, y pare de contar. aquí la roseta y pague usted los 50, 80, 100 bolivianos y se acabó la inspección. Porqué no aprendemos de quienes tienen experiencia en el ramo?