en el ejemplo de un conductor beodo, prepotente y altanero que a poco de ser conducido a la policía de tránsito fue puesto en libertad, porque alguien del ministerio de Gobierno hizo una llamada y ordenó que siga su camino, volviendo a conducir borracho como estaba un vehículo con cuatro pasajeros igualmente borrachos a bordo, se puede ver cómo están las cosas. la impunidad. el abuso, el exceso de autoridad disculpa todos los atropellos. así maneja el MAS al país.
Como es su costumbre reaccionó en forma totalmente agresiva eintentó darse a la fuga pero fue nuevamente capturado. Este hecho fue captado por un canal televisivo y en las imágenes transmitidas se veía claramente que el petiso tenía una borrachera que daba envidia y mostró ante los policías toda la prepotencia que lo caracteriza.
Intentó reivindicar su derecho a conducir ebrio alegando que estaba muy contento por ser la primera vez que el presidente Evo Morales visitaría la isla del Sol en el lago Titicaca y que él había sido encomendado para organizar la reunión del gabinete de ministros del Gobierno, motivo, según él, más que suficiente para llegar al estado de euforia en que se encontraba.
Pese a su borrachera Rene no mintió del todo, ya que durante la transmisión del acto por el canal gubernamental, el presentador mencionó el nombre del diputado Ramos como uno de los invitados de honor.
Posiblemente sea conveniente recordar quien es René Ramos. Se trata de un “personaje” que llegó con mucha facilidad desde chofer de Evo Morales hasta diputado. Luego del referéndum revocatorio se autoproclamó prefecto de La Paz y se hizo conducir por un grupo de seguidores en hombros hasta el edificio prefectural.
En una oportunidad, el presidente de Cotel, Fernando Dips denunció que René Ramos lo presionaba continuamente para que incorpore a su hijo a la empresa. Sentó también sus reales en la Aduana Nacional donde logró colocar como “vistas de aduana” a 30 de sus allegados, todos ellos originarios de Guaqui, su población natal.
Es recordado también por la forma prepotente en la que se dirigía a sus colegas parlamentarios, sean opositores y aún oficialistas, jactándose de la confianza que decía Evo tiene en él.
Esto ocasionó que fuera condenado al ostracismo durante un tiempo, pero al parecer ha hecho una triunfal reaparición luego de hacer una exitosa gira por todos los lenocinios de la ciudad alteña.
Finalmente, los policías, entre los abundantes improperios que lanzaban Ramos y sus amigotes que se jactaban de estar en el gobierno y por tanto tenían el derecho de hacer lo que les plazca, fueron conducidos a dependencias de Tránsito donde armaron un descomunal problema amenazando con hacer dar de baja a los que se habían atrevido a detenerlos.
Los policías intentaron convencerlos que solo debían quedarse en esas dependencias hasta que se les pasara la curda, por su propia seguridad y, naturalmente de los ocasionales transeúntes.
Sin embargo, bastó una llamada telefónica para que Ramos y sus cuatro acompañantes quedaran libres así nomás y se marcharan muy orondos, en el mismo estado en que llegaron y conduciendo el mismo vehículo.
Este es un nuevo antecedente que muestra que los masistas consideran que pueden hacer lo que les da la gana y que las autoridades solo están para encubrir sus trapisondas. Es probable que consideren que este tipo de actitudes formen parte también de la “revolución democrática y cultural”.