qué forma tan exclusiva e inédita de manejar los dineros de la Nación, estos son sí "gastos reservados" porque su manejo no está fiscalizado como manda la ley con intervención de la Contraloría, el Tesoro de la Nación y todo lo que corre para los demás gastos. la confesión de boca de Evo va a significar su perdición, un presidente NO PUEDE HACER LO QUE LE VENGA EN GANA por muchas razones valederas que pueda alegar, ésto traerá cola...
en Caracas protestan por la forma cómo Chávez reparte el dinero venezolano, la protesta la encabeza el partido opositor (MAS) Movimiento al Socialismo, (qué curioso Evo copió el nombre de éste para el suyo propio. la protesta está impresa por el diario chileno La Segunda:
El partido opositor venezolano Movimiento al Socialismo (MAS) rechazó hoy las recientes declaraciones del presidente de Bolivia, Evo Morales, en las que admitió que recibe dinero "directamente" del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sin que pase por los canales habituales de la cooperación internacional.
El portavoz del MAS, Tomás Terán, calificó las palabras de Morales como una "nueva burla al pueblo venezolano", al tiempo que afirmó que dejan al descubierto la manera en la que Chávez le hace llegar dinero a Morales "sin control".
"Cuando llega el dinero al Banco Central o al Tesoro General de la Nación cuesta sacar la plata", indicó Morales, al señalar que por esa razón le dijo a Chávez que en vez de enviar el dinero al Tesoro General de la Nación, donde el "trámite para retirarlo demora", autorice para que lo pueda retirar directamente de la embajada.
Terán indicó que el envío de dinero del gobierno de Venezuela a Bolivia tal y como lo explica Morales "debe ser señalado como un grave delito en contra de Venezuela por parte del primer mandatario".
"A través de esta declaración hecha por Evo Morales podemos constatar una vez más cómo el presidente Chávez, violentando todas las normas jurídicas venezolanas dispone de los recursos del Estado venezolano para enviárselos a una persona y no a un país", expresó Terán.
Chávez es uno de los principales aliados de Morales y ha ayudado con dinero en el programa "Bolivia cambia, Evo cumple" que llega a los municipios bolivianos.
Bolivia: Morales revela que recibe recursos "directamente" de Venezuela
LA PAZ (AFP) — El presidente de Bolivia, Evo Morales, reveló que recibe recursos "directamente" de la embajada de Venezuela en La Paz, para eludir la burocracia del Tesoro de su país o del Banco Central, según señaló este sábado en un discurso ante cientos de mineros de cooperativas privadas.
"Cuando llega (el dinero) al Banco Central o al Tesoro General de la Nación (las entidades por donde habitualmente fluye la cooperación internacional) cuesta sacar la plata" debido a que debe cumplirse "trámite y más trámite", explicó el mandatario.
"Por ésa y muchas razones yo dije al presidente (de Venezuela, Hugo) Chávez (que) en vez de que me mande plata al Tesoro General de la Nación -y después retirar (el dinero) va a costar (tiempo)- por qué (no) más bien, de la misma embajada, puede firmar la inversión directamente", señaló.
Morales, que desde que asumió en enero de 2006 intensificó sus relaciones con Caracas, lleva adelante con recursos donados por Venezuela un programa denominado "Bolivia cambia, Evo cumple" de asistencia a diversos sectores, entre estos campesinos y militares.
La idea es "recoger proyectos, estudiar proyectos, rápidamente en el día, inclusive en horas (..) aprobado y uno de la embajada firma el desembolso correspondiente para empezar a trabajar", dijo ante los mineros a quienes financió la compra de una sede sindical y entregó ambulancias provenientes de la cooperación española.
"De esta manera (se debe) acelerar (los proyectos) atendiendo la demanda que tiene el pueblo boliviano", manifestó el jefe de Estado que pondrá en juego su cargo, el de su vice y de nueve prefectos -entre ellos de cinco opositores- en un referendo convocado para el 10 de agosto.
El referendo revocatorio intentará zanjar una fuerte crisis política que enfrenta al gobierno con la oposición que combate su gestión y la alianza con Chávez y con el líder cubano retirado Fidel Castro, a quien Morales suele llamar "abuelo sabio".
La ciudad de Cochabamba, su gente, sus calles y plazas. Sus ríos y montañas. Su historia y geografía, su futuro promisorio. Su siempre renovada imagen.
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sábado, 12 de julio de 2008
jueves, 10 de julio de 2008
El gobierno británico dijo que estudia agregar 11 países a la lista de más de 100 cuyos ciudadanos necesitan visa para viajar al Reino Unido, entre ellos Bolivia y Venezuela por migracion ilegal, crimen y seguridad
Los 11 países son Bolivia, Botswana, Brasil, Lesotho, Malasia, Mauricio, Namibia, Sudáfrica, Suazilandia, Trinidad y Tobago, y Venezuela.
La prueba analizó el nivel de riesgo planteado por ciudadanos de esos países en términos de inmigración ilegal, crimen y seguridad.
Gran Bretaña dijo que los visitantes de estos países necesitarán ahora una visa de seis meses. Ello se convertirá en un requerimiento permanente a menos que el "riesgo" representado por ciudadanos de estos países sea significativamente reducido para fin de año.
Bajo un nuevo sistema introducido en abril, todos los que solicitan visas para Gran Bretaña deben tener sus huellas dactilares verificadas antes de viajar.
El ministro de Fronteras e Inmigración, Liam Byrne, dijo que ya se habían examinado 2 millones de huellas dactilares de ciudadanos extranjeros.
"Ahora necesitamos decidir cómo ampliar la red de visas. No podemos y no eludiremos ampliarnos y lo haremos cuando pensemos que hay un riesgo para el Reino Unido," afirmó.
Los 11 países son Bolivia, Botswana, Brasil, Lesotho, Malasia, Mauricio, Namibia, Sudáfrica, Suazilandia, Trinidad y Tobago, y Venezuela.
La prueba analizó el nivel de riesgo planteado por ciudadanos de esos países en términos de inmigración ilegal, crimen y seguridad.
Gran Bretaña dijo que los visitantes de estos países necesitarán ahora una visa de seis meses. Ello se convertirá en un requerimiento permanente a menos que el "riesgo" representado por ciudadanos de estos países sea significativamente reducido para fin de año.
Bajo un nuevo sistema introducido en abril, todos los que solicitan visas para Gran Bretaña deben tener sus huellas dactilares verificadas antes de viajar.
El ministro de Fronteras e Inmigración, Liam Byrne, dijo que ya se habían examinado 2 millones de huellas dactilares de ciudadanos extranjeros.
"Ahora necesitamos decidir cómo ampliar la red de visas. No podemos y no eludiremos ampliarnos y lo haremos cuando pensemos que hay un riesgo para el Reino Unido," afirmó.
miércoles, 9 de julio de 2008
esta boca no es mía
Alfonso Gumucio
La Cancillería boliviana, a través del Ministro Choquehuanca, dice que le preocupa la queja presentada por el gobierno del Perú a la OEA: “Nos preocupa esta situación, de que por algunas declaraciones de algunas personas quieran fomentar para que nuestros pueblos puedan romper relaciones”, manifestó Choquehuanca, según leemos en la prensa. ¿Cuales serán esas personas que quieren dañar la relación entre dos países hermanos? El canciller no dio nombres, pero a cualquier lector se le vendrá a la cabeza uno muy prominente: Evo Morales.
st1\:*{behavior:url(#ieooui) }
Efectivamente, si uno analiza objetivamente lo que ha sucedido, solamente hay una persona que ha contribuido, con sus declaraciones torpes, poco diplomáticas y ofensivas, a que se deterioren las relaciones con el Perú, y esa persona es el presidente boliviano, quien siempre dispara antes de pensar. Y él mismo se señala con el dedo (al día siguiente), cuando promete que no callará y que seguirá “orientando” a otros países. Demasiada generosidad la de meterse en casa ajena sin ordenar la propia primero.
Alguien debería prohibirle abrir la boca al presidente sin antes reflexionar sobre lo que va a decir. No es posible que un mandatario se la pase creando conflictos debido a su incontinencia verbal. Alguien tiene que decirle que cuando habla, lo hace en nombre de todos lo bolivianos, no de sí mismo, por lo tanto no puede decir lo que le plazca.
Evo Morales tiene que tener eso bien claro, y mejor que alguien se lo explique de manera didáctica, para que entienda: como Presidente de Bolivia, no puede emitir cualquier declaración que se le antoje. En las funciones que desempeña, tiene que representar al país, es decir, a todos nosotros, y por ello no puede decir cosas que no reflejan el sentimiento de la mayoría de los bolivianos. Cuando se es presidente de un país las responsabilidades son de ese tamaño, porque uno representa algo más grande que un sindicato o que un partido político o que un equipo de fútbol.
Su boca desmesurada lo hace meterse en líos contraproducentes para su propia imagen. Cuando dijo que Alan García estaba demasiado subido de peso, se hizo merecedor a una respuesta humillante: “Yo tengo mis preferencias bien definidas y no ando mirando hombres”, replicó el presidente peruano. Le devolvió el piropo a Evo con mucha elegancia.
Me compadezco de los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, de los representantes diplomáticos de Bolivia en otros países y en los organismos multilaterales, porque seguramente se ven en figurillas para explicar por qué el Presidente dice cosas que provocan y crean conflicto. Seguramente algunos en privado, simplemente se disculpan: “No hagan caso de nuestro Presidente, dice cosas inconvenientes pero son solamente declaraciones, de ahí no pasa”. Sin embargo, es triste que uno no pueda sentir orgullo de la máxima autoridad del país, que por sus propias acciones se achica, se disminuye a sí mismo, vuelve a ser el sindicalero cocalero que siempre fue, y nada por encima de eso.
Para no quedarse atrás, otros funcionarios del gobierno compiten con el presidente en quién hace la declaración más estruendosa. El Ministro de Gobierno nos ha dado algunos ejemplos, y también el propio canciller, aunque recientemente se ha mantenido en cintura.
Cuando se tiene un pasado de lucha sindical, tres elementos predominan: a) el discurso virulento, b) las acciones en la calle, c) la negociación. El Presidente Evo Morales ha tratado de mantener los dos primeros en su gobierno, sin darse cuenta de que ocupa una posición diferente en el escenario del país e internacional.
A ver, cómo se le puede explicar más simplemente…. Quizás usando una metáfora del fútbol, que es algo que sí conoce y que practica con más ahínco, fervor y dedicación que la presidencia. Evo tiene que comprender que antes jugaba de delantero, y ahora tiene que atajar los goles. Pásenle el mensaje por favor. (Copiado de bolpress.com)
Alfonso Gumucio
La Cancillería boliviana, a través del Ministro Choquehuanca, dice que le preocupa la queja presentada por el gobierno del Perú a la OEA: “Nos preocupa esta situación, de que por algunas declaraciones de algunas personas quieran fomentar para que nuestros pueblos puedan romper relaciones”, manifestó Choquehuanca, según leemos en la prensa. ¿Cuales serán esas personas que quieren dañar la relación entre dos países hermanos? El canciller no dio nombres, pero a cualquier lector se le vendrá a la cabeza uno muy prominente: Evo Morales.
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Efectivamente, si uno analiza objetivamente lo que ha sucedido, solamente hay una persona que ha contribuido, con sus declaraciones torpes, poco diplomáticas y ofensivas, a que se deterioren las relaciones con el Perú, y esa persona es el presidente boliviano, quien siempre dispara antes de pensar. Y él mismo se señala con el dedo (al día siguiente), cuando promete que no callará y que seguirá “orientando” a otros países. Demasiada generosidad la de meterse en casa ajena sin ordenar la propia primero.
Alguien debería prohibirle abrir la boca al presidente sin antes reflexionar sobre lo que va a decir. No es posible que un mandatario se la pase creando conflictos debido a su incontinencia verbal. Alguien tiene que decirle que cuando habla, lo hace en nombre de todos lo bolivianos, no de sí mismo, por lo tanto no puede decir lo que le plazca.
Evo Morales tiene que tener eso bien claro, y mejor que alguien se lo explique de manera didáctica, para que entienda: como Presidente de Bolivia, no puede emitir cualquier declaración que se le antoje. En las funciones que desempeña, tiene que representar al país, es decir, a todos nosotros, y por ello no puede decir cosas que no reflejan el sentimiento de la mayoría de los bolivianos. Cuando se es presidente de un país las responsabilidades son de ese tamaño, porque uno representa algo más grande que un sindicato o que un partido político o que un equipo de fútbol.
Su boca desmesurada lo hace meterse en líos contraproducentes para su propia imagen. Cuando dijo que Alan García estaba demasiado subido de peso, se hizo merecedor a una respuesta humillante: “Yo tengo mis preferencias bien definidas y no ando mirando hombres”, replicó el presidente peruano. Le devolvió el piropo a Evo con mucha elegancia.
Me compadezco de los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, de los representantes diplomáticos de Bolivia en otros países y en los organismos multilaterales, porque seguramente se ven en figurillas para explicar por qué el Presidente dice cosas que provocan y crean conflicto. Seguramente algunos en privado, simplemente se disculpan: “No hagan caso de nuestro Presidente, dice cosas inconvenientes pero son solamente declaraciones, de ahí no pasa”. Sin embargo, es triste que uno no pueda sentir orgullo de la máxima autoridad del país, que por sus propias acciones se achica, se disminuye a sí mismo, vuelve a ser el sindicalero cocalero que siempre fue, y nada por encima de eso.
Para no quedarse atrás, otros funcionarios del gobierno compiten con el presidente en quién hace la declaración más estruendosa. El Ministro de Gobierno nos ha dado algunos ejemplos, y también el propio canciller, aunque recientemente se ha mantenido en cintura.
Cuando se tiene un pasado de lucha sindical, tres elementos predominan: a) el discurso virulento, b) las acciones en la calle, c) la negociación. El Presidente Evo Morales ha tratado de mantener los dos primeros en su gobierno, sin darse cuenta de que ocupa una posición diferente en el escenario del país e internacional.
A ver, cómo se le puede explicar más simplemente…. Quizás usando una metáfora del fútbol, que es algo que sí conoce y que practica con más ahínco, fervor y dedicación que la presidencia. Evo tiene que comprender que antes jugaba de delantero, y ahora tiene que atajar los goles. Pásenle el mensaje por favor. (Copiado de bolpress.com)
debido al hecho de ser el prefecto de Cochabamba Manfred Reyes protagonista en el proceso engorroso y triste del referendum revocatorio, transponemos el texto de Centa Reck que desmenuza los elementos de una "dictadura por revocatoria" adelantando un cuadro fatal de lo que puede ocurrir si éste se lleva a cabo:
Esto es lo que está pretendiendo implantar Juan Evo Morales Ayma, actual presidente boliviano y candidato a vitalicio. Sus intenciones se leen en la desigual ley marco del revocatorio al que piensa someterse el próximo 10 de agosto, con absolutas condiciones a su favor y en desmedro de los prefectos electos a los que está empeñado en sacar de su mandato a fin de ahorrarse un frente opositor.
Tal es el desprestigio del revocatorio que los miembros de la Unión Europea han decidido abstenerse de enviar veedores, para no comprometer su participación en un proceso cuestionable y con vicios de inconstitucionalidad.
Pese a ello, los operadores de la dictadura boliviana en ciernes, ni bien creen consolidada esta consulta a la que han llegado con ayuda del bloque opositor, hoy pseudo opositor y pata coja del oficialismo, han anunciado que en breve plantearán un decreto para revocar alcaldes a los que el gobierno les pruebe "actos de corrupción", recurso con el que pretenden pasar por encima del marco de la ley de municipios que contempla esta figura y sus mecanismos.
Por supuesto que no es por desconocimiento que Evo Morales se ha propuesto tomar esta determinación, sino porque ha encontrado un camino para sacar del escenario a las autoridades prefecturales o municipales que no se muestren afines a su gobierno. Eso se llama dictadura, de la línea dura.
Pero no toda la culpa es de Evo Morales, sino de la clase política corrupta que todavía sigue vigente en el escenario boliviano. Esto es lo que ha hecho posible las alianzas más increíbles, las traiciones más increíbles y los escenarios favorables para que avance en el país el cáncer de la dictadura. Se está traicionando a la democracia y a las autonomías que surgieron como una respuesta democrática a la búsqueda del cambio que Bolivia exige en estos momentos, se está traicionando a la esperanza que teníamos de salir del atraso y del enfrentamiento fratricida.
Inexplicablemente y como presos por el hechizo revocatorio todos los actores han entrado al ruedo favorable para Evo Morales. Todos, salvo el prefecto de Cochabamba, quien sigue resistiendo y ha planteado la necesidad de encontrar una racionalidad jurídica. Sabemos que Reyes Villa es uno de los prefectos afectados por la desigual ley del revocatorio que otorga la posibilidad de que una minoría lo revoque de su mandato. Su posición de resistencia es correcta ya que no tiene porque entregarse de entrada a morir con las reglas antidemocráticas de este referendum, que sumadas al fraude anunciado, le dan la posibilidad, tanto al oficialismo como a la oposición, de expulsarlo del tablero político, bajo la pretenciosa e ignominiosa figura de haber sido revocado.
Se calcula que su desaparición dejaría muy contentos a varios de los que temen que su figura crezca y se potencie de cara a próximas elecciones.
El temido Revocatorio, ha llevado a que en medio del desastre nacional, tanto el presidente como la oposición y actores implicados hayan sacado sus cálculos, decidiéndose finalmente a jugar esta ruleta revocatoria que les permite potenciar por la vía del desastre un partido moribundo y fichas políticas que han visto en esta apuesta la muerte de los desafortunados y la gloria futura de otros.
El asunto no hubiera resultado tan grave ni objetable, si el momento presente no entrañara el enorme riesgo de que se pierda la democracia, las autonomías e incluso la libertad. Los operadores y actores que se han decidido a aceptar sin anestesia ni cambios el revocatorio, no han tomado en cuenta que deberían haber luchado por no entregar tan fácilmente los principios que esta consulta vulnera. Resulta patético y ridículo escuchar como supuestos opositores al gobierno han comenzado a aconsejar a Reyes Villa para que acepte morir por revocatorio o en su defecto morir por renuncia, puesto que no admiten que el prefecto rebelde les eche a perder sus planes tan bien amasados y concebidos en febriles horas de contubernios y entreguismo.
Si Manfred Reyes Villa no muere por referéndum puede interponer una acción de "racionalidad juridica", planteando una demanda por los daños que le han hecho a su región y al país, todos los que armaron esta maniobra que fue aprobada entre gallos y medianoche y que ha puesto en liquidación a la democracia.
El prefecto Reyes Villa parece decidido a quitarle el sueño a muchos, no entendemos todavía porque no ha cundido el buen ejemplo en algunos de los otros prefectos que están siendo entregados a una segura muerte revocatoria, y que se muestran dóciles camino al cadalso, mientras otros se regodean de haberles marcado la ruta que acabará en su ejecución.
Esto es lo que está pretendiendo implantar Juan Evo Morales Ayma, actual presidente boliviano y candidato a vitalicio. Sus intenciones se leen en la desigual ley marco del revocatorio al que piensa someterse el próximo 10 de agosto, con absolutas condiciones a su favor y en desmedro de los prefectos electos a los que está empeñado en sacar de su mandato a fin de ahorrarse un frente opositor.
Tal es el desprestigio del revocatorio que los miembros de la Unión Europea han decidido abstenerse de enviar veedores, para no comprometer su participación en un proceso cuestionable y con vicios de inconstitucionalidad.
Pese a ello, los operadores de la dictadura boliviana en ciernes, ni bien creen consolidada esta consulta a la que han llegado con ayuda del bloque opositor, hoy pseudo opositor y pata coja del oficialismo, han anunciado que en breve plantearán un decreto para revocar alcaldes a los que el gobierno les pruebe "actos de corrupción", recurso con el que pretenden pasar por encima del marco de la ley de municipios que contempla esta figura y sus mecanismos.
Por supuesto que no es por desconocimiento que Evo Morales se ha propuesto tomar esta determinación, sino porque ha encontrado un camino para sacar del escenario a las autoridades prefecturales o municipales que no se muestren afines a su gobierno. Eso se llama dictadura, de la línea dura.
Pero no toda la culpa es de Evo Morales, sino de la clase política corrupta que todavía sigue vigente en el escenario boliviano. Esto es lo que ha hecho posible las alianzas más increíbles, las traiciones más increíbles y los escenarios favorables para que avance en el país el cáncer de la dictadura. Se está traicionando a la democracia y a las autonomías que surgieron como una respuesta democrática a la búsqueda del cambio que Bolivia exige en estos momentos, se está traicionando a la esperanza que teníamos de salir del atraso y del enfrentamiento fratricida.
Inexplicablemente y como presos por el hechizo revocatorio todos los actores han entrado al ruedo favorable para Evo Morales. Todos, salvo el prefecto de Cochabamba, quien sigue resistiendo y ha planteado la necesidad de encontrar una racionalidad jurídica. Sabemos que Reyes Villa es uno de los prefectos afectados por la desigual ley del revocatorio que otorga la posibilidad de que una minoría lo revoque de su mandato. Su posición de resistencia es correcta ya que no tiene porque entregarse de entrada a morir con las reglas antidemocráticas de este referendum, que sumadas al fraude anunciado, le dan la posibilidad, tanto al oficialismo como a la oposición, de expulsarlo del tablero político, bajo la pretenciosa e ignominiosa figura de haber sido revocado.
Se calcula que su desaparición dejaría muy contentos a varios de los que temen que su figura crezca y se potencie de cara a próximas elecciones.
El temido Revocatorio, ha llevado a que en medio del desastre nacional, tanto el presidente como la oposición y actores implicados hayan sacado sus cálculos, decidiéndose finalmente a jugar esta ruleta revocatoria que les permite potenciar por la vía del desastre un partido moribundo y fichas políticas que han visto en esta apuesta la muerte de los desafortunados y la gloria futura de otros.
El asunto no hubiera resultado tan grave ni objetable, si el momento presente no entrañara el enorme riesgo de que se pierda la democracia, las autonomías e incluso la libertad. Los operadores y actores que se han decidido a aceptar sin anestesia ni cambios el revocatorio, no han tomado en cuenta que deberían haber luchado por no entregar tan fácilmente los principios que esta consulta vulnera. Resulta patético y ridículo escuchar como supuestos opositores al gobierno han comenzado a aconsejar a Reyes Villa para que acepte morir por revocatorio o en su defecto morir por renuncia, puesto que no admiten que el prefecto rebelde les eche a perder sus planes tan bien amasados y concebidos en febriles horas de contubernios y entreguismo.
Si Manfred Reyes Villa no muere por referéndum puede interponer una acción de "racionalidad juridica", planteando una demanda por los daños que le han hecho a su región y al país, todos los que armaron esta maniobra que fue aprobada entre gallos y medianoche y que ha puesto en liquidación a la democracia.
El prefecto Reyes Villa parece decidido a quitarle el sueño a muchos, no entendemos todavía porque no ha cundido el buen ejemplo en algunos de los otros prefectos que están siendo entregados a una segura muerte revocatoria, y que se muestran dóciles camino al cadalso, mientras otros se regodean de haberles marcado la ruta que acabará en su ejecución.
lunes, 7 de julio de 2008
Además de Erika Brockmann y Alfonso Gumucio que en oportunidades anteriores acusaron al Presidente de padecer de incontinencia verbal, el director de El Deber acaba de repetir el viejo refrán "en boca cerrada no entran moscas" a propósito de los dislates ya numerosos y variopintos en que incurre el folklorismo presidencial. Ayer nomás repetía "no me voy a callar denunciando las bases norteamericanas" mientras su canciller implora, "no más debates en los medios, mejor entendernos por la vía diplomática", de modo que el artículo editorial cobra toda su fuerza:
El lenguaje presidencial
En el caso del Presidente de la República, podemos decir que el hábito (dirigente sindical) hizo al monje (sigue y parece que seguirá comportándose como un mandamás gremial y no como jefe de Estado que gobierna a todo un país, obligado a someterse a las normas de conducta que impone tan alta investidura). Así lo demuestra su incontinencia verbal, propia del gremio del cual saltara al poder político y de otros sectores popular-corporativos. Inflamada, aquélla, de extrema agresividad respecto al adversario. Expone tan criticable defecto en sus recurrentes apariciones públicas frente a las masas de sus partidarios.Lo malo es que tan lamentable exceso retórico da lugar a serios problemas en la relación bilateral con gobiernos de países extranjeros. A las arremetidas contra los Estados Unidos, se agregó el ataque de Evo Morales al Gobierno peruano, en una proyección de injerencia en asuntos internos que Lima la consideró inadmisible, al punto que inmediatamente convocó al Embajador de Perú en La Paz para que explicara los alcances del enredo y luego presentó ante la OEA la denuncia por la ‘intromisión’ de Bolivia.Resultado: el embajador de Estados Unidos convocado a Washington. Después de dos semanas. regresa a La Paz, pero la Cuenta del Milenio le cierra, temporalmente, suponemos, las puertas a Bolivia mientras que la incertidumbre se cierne sobre la ratificación del acuerdo bilateral por el cual el país del norte nos concede liberaciones arancelarias a exportaciones que garantizan empleo e ingresos para miles de miles de bolivianos dedicados a la micro y mediana empresa en El Alto de La Paz y en diferentes lugares del país.Igual incertidumbre cae sobre el futuro de nuestras relaciones diplomáticas con ambos países. Estamos seguros de que no habrá rompimiento oficial de nexos, pero sí una marcada prolongación de los entuertos, en términos que igualmente nos acarrearán perjuicios. Lo peor, sin duda, se registrará en lo que hace a la imagen, el prestigio y la seriedad que el Gobierno de Bolivia debe acreditar ante todos los países miembros de la comunidad internacional.¿Existen en el Gobierno órganos específicamente encargados de asesorar al Presidente en materia de preservación de imagen y prestigio? Parece que no, y si cuenta con ellos no debe hacerles caso alguno, puesto que, día que pasa, incurre en nuevos y más graves errores.Se ha llegado a un punto en que se torna absolutamente necesario que alguien o algunos, en el Gobierno, aconsejen al Presidente una mesura total en su discurso. Aquélla debe ser particularmente rigurosa en todo cuanto se refiere a gobiernos de países extranjeros, a los que no cabe agredir por lo que hagan o dejen de hacer en el marco de su soberanía nacional. Están expeditas las vías diplomáticas que establecen el derecho internacional para que un país le haga saber a otro su preocupación en torno a hechos que perjudiquen o agravien sus intereses nacionales. Esa vía no es el discurso de plazuela, inflamado de imprecaciones, al estilo sindicatero. Lo mejor que podría hacer el jefe del Estado es restringir, a partir de ahora, sus apariciones públicas o, en todo caso, ser extremadamente cuidadoso con sus expresiones.“A boca cerrada no entran moscas”, reza la monserga popular. No pretendemos que el presidente Morales cierre la suya, pero sí que morigere su lenguaje, ajustando el mismo a la racionalidad y la prudencia.
El lenguaje presidencial
En el caso del Presidente de la República, podemos decir que el hábito (dirigente sindical) hizo al monje (sigue y parece que seguirá comportándose como un mandamás gremial y no como jefe de Estado que gobierna a todo un país, obligado a someterse a las normas de conducta que impone tan alta investidura). Así lo demuestra su incontinencia verbal, propia del gremio del cual saltara al poder político y de otros sectores popular-corporativos. Inflamada, aquélla, de extrema agresividad respecto al adversario. Expone tan criticable defecto en sus recurrentes apariciones públicas frente a las masas de sus partidarios.Lo malo es que tan lamentable exceso retórico da lugar a serios problemas en la relación bilateral con gobiernos de países extranjeros. A las arremetidas contra los Estados Unidos, se agregó el ataque de Evo Morales al Gobierno peruano, en una proyección de injerencia en asuntos internos que Lima la consideró inadmisible, al punto que inmediatamente convocó al Embajador de Perú en La Paz para que explicara los alcances del enredo y luego presentó ante la OEA la denuncia por la ‘intromisión’ de Bolivia.Resultado: el embajador de Estados Unidos convocado a Washington. Después de dos semanas. regresa a La Paz, pero la Cuenta del Milenio le cierra, temporalmente, suponemos, las puertas a Bolivia mientras que la incertidumbre se cierne sobre la ratificación del acuerdo bilateral por el cual el país del norte nos concede liberaciones arancelarias a exportaciones que garantizan empleo e ingresos para miles de miles de bolivianos dedicados a la micro y mediana empresa en El Alto de La Paz y en diferentes lugares del país.Igual incertidumbre cae sobre el futuro de nuestras relaciones diplomáticas con ambos países. Estamos seguros de que no habrá rompimiento oficial de nexos, pero sí una marcada prolongación de los entuertos, en términos que igualmente nos acarrearán perjuicios. Lo peor, sin duda, se registrará en lo que hace a la imagen, el prestigio y la seriedad que el Gobierno de Bolivia debe acreditar ante todos los países miembros de la comunidad internacional.¿Existen en el Gobierno órganos específicamente encargados de asesorar al Presidente en materia de preservación de imagen y prestigio? Parece que no, y si cuenta con ellos no debe hacerles caso alguno, puesto que, día que pasa, incurre en nuevos y más graves errores.Se ha llegado a un punto en que se torna absolutamente necesario que alguien o algunos, en el Gobierno, aconsejen al Presidente una mesura total en su discurso. Aquélla debe ser particularmente rigurosa en todo cuanto se refiere a gobiernos de países extranjeros, a los que no cabe agredir por lo que hagan o dejen de hacer en el marco de su soberanía nacional. Están expeditas las vías diplomáticas que establecen el derecho internacional para que un país le haga saber a otro su preocupación en torno a hechos que perjudiquen o agravien sus intereses nacionales. Esa vía no es el discurso de plazuela, inflamado de imprecaciones, al estilo sindicatero. Lo mejor que podría hacer el jefe del Estado es restringir, a partir de ahora, sus apariciones públicas o, en todo caso, ser extremadamente cuidadoso con sus expresiones.“A boca cerrada no entran moscas”, reza la monserga popular. No pretendemos que el presidente Morales cierre la suya, pero sí que morigere su lenguaje, ajustando el mismo a la racionalidad y la prudencia.
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