No es nuevo. Varias veces presenciamos los exabruptos dictatoriales de nuestros gobernantes. Tampoco son nuevos los que sufren los reveses. Hace mucho que los periodistas y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) han estado en la mira. Lo nuevo es que ahora el odio ha crecido tanto que les disparan a matar. Lo nuevo es el grado al que han llegado la ira y la soberbia del poder.
No mienten las ONG. Siguen siendo las mismas que siempre fueron. Siguen siendo esa curiosa reserva de los soñadores que creen que es posible la verdad, que son posibles la justicia y la igualdad. Son los que todavía se estremecen cuando ven una lágrima. No mienten ellos. Mienten los que nos cuentan novelas para justificar su odio, para esconder su intolerancia. Mienten los que abusan del poder para sojuzgarlas. La prensa no miente. Simplemente contempla la batalla desde otra óptica que el Gobierno y sin su pasión, sin su amor propio herido, sin sus intereses ocultos, solo con la libertad de pensar. Mienten los que se inventan confabulaciones y guerras sucias. Mienten los que inventan agresiones solo porque no toleran la libertad. Es que los quieren cómplices. Los chantajean para que mientan desde su lado. ¿Acaso hace falta recordarles que prensa y ONG tienen todo el derecho a disentir, a decir su verdad, a darnos la información que ellos manipulan, a denunciar, a reclamar, a exigir, a existir y a ser parte plena de esta patria?
Si los tenebrosos poderes enemigos que imaginan nuestros gobernantes quisieran hacerles daño, no contratarían a nadie para que los llame a continuar la marcha ni a profundizar el cambio mejor. Pagarían más bien para que los dejen empantanados en la nada, para que los dejen satisfechos con la mediocridad de lo poco avanzado, para que nadie les haga corregir el camino equivocado. No es la derecha ni es el imperio el que espera más de ellos, ni el que pide coherencia. Nadie financia a los que sufren viéndolos despilfarrar la bonanza. No es la maldad la que nos hace desesperar porque nuestros colegios se ocupan de construir ignorancia y sumisión. Los que piden salud y alegría para nuestro pueblo nos son enviados por Satanás.
Lo propio de esos enemigos funestos es el retorno a la dictadura más cavernaria que amordaza a la prensa y asesina a las ONG. Lo propio de los peores es acallar a los que piensan diferente y matar a los que sueñan ideales mejores. El peor de los imperialismos es la soberbia que no soporta la crítica. La peor corrupción es utilizar dinero del Estado para financiar los odios y las venganzas personales
La ciudad de Cochabamba, su gente, sus calles y plazas. Sus ríos y montañas. Su historia y geografía, su futuro promisorio. Su siempre renovada imagen.
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jueves, 20 de agosto de 2015
la pureza del texto que sigue de Alvaro Puente es encomiable. directo al grano, pinceladas firmes y adjetivos contundentes, así para explicar lo que son las ONG y para mostrar ante el mundo "Quién Miente?" dictadura cavernaria que amordaza a la prensa y asesina a las OnG, la soberbia el peor de los imperialismos..dinero del Estado para financiar los odios y las venganzas...muy bien Tata, bien escrito. abrazos.
miércoles, 19 de agosto de 2015
inspirado Rolando Tellería lo tiene muy claro. hay una estrategia, una ruta planeada, vaya a saber si en Cuba o Venezuela para perpetuar a EVO en el poder, a cuyo fin desarrollan cada dia un paso arriba, perversa actitud sin escrúpulo y que manipula tanto al papa Francisco, como el tema del MAR para lograr su objetivo. mentes tan claras como la de Rolando deberían ayudarnos a frenar, a parar en secos tales maniobras que no hacen otra cosa que malograr la Democracia en Bolivia...
Desde el inicio de la segunda gestión de Morales, la nueva oligarquía azul tenía muy claro que la única posibilidad de la reproducción permanente del poder, radicaba en el triunfo de las elecciones del pasado 12 de octubre, con una votación que les garantice dos tercios de los escaños en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Al margen de haber implementado y desarrollado proyectos de carácter estrictamente electoral, dejando de lado la implementación de políticas públicas en el horizonte de la Agenda 2025, forzaron la votación utilizando a su antojo al Tribunal Supremo Electoral (TSE). La madre de las batallas de las anteriores elecciones generales no era simplemente obtener una votación para ganar con 50 por ciento más uno. De cualquier forma, aunque trucho, era fundamental garantizar los dos tercios.
Claro, en todo este proyecto, contaron con la más estrecha colaboración de la oposición que no tuvo la capacidad de vislumbrar el objetivo oficialista subrepticio. Ellos, al no decidir una cuestión tan básica y elemental, como conformar un solo bloque, facilitaron el camino a esta nueva elite que aspira el carácter de oligarquía vitalicia, utilizando la figura del caudillo. Sin Evo Morales, su proyecto de reproducción permanentemente del poder, naufragaría
Ahora bien, allanado este primer obstáculo, los dos tercios para abrir y modificar la constitución tienen que planificar la consulta popular mediante referéndum para cumplir el artículo 411 de la Constitución. Ésa es la próxima madre de las batallas que la elite azul enfrentará, con un plan hace mucho tiempo concebido y que se comienza a develar.
El libreto estaba trazado. Comenzaron anunciando el pedido de los llamados “movimientos sociales” –a estas alturas totalmente desnaturalizados– que exclamaron reelección indefinida. Ante ese “formal pedido” los oficialistas dicen que trataran el tema en los últimos meses de la presente gestión, luego derivarían, por conducto regular, a la Asamblea Legislativa Plurinacional. Todo fríamente calculado, sin embargo, actúan cínicamente, dando la impresión de mucha espontaneidad.
La campaña para el referéndum ya arrancó. Han instrumentalizado la legítima demanda de retorno al mar.
Todas las expresiones grandilocuentes y la parafernalia que se observa en torno a la demanda planteada en la Corte Internacional de Justicia, ponen de manifiesto este extremo. Hábilmente, también, instrumentalizaron la visita del Papa que tuvo, entre otras cosas, indiscutibles réditos políticos para el caudillo. Aquella encuesta dirigida, donde Morales aparece como el mejor Presidente de nuestra historia, tiene su mirada en la consulta popular; así como la implementación desde octubre del Subsidio Prenatal Universal y el doble aguinaldo, no obstante la drástica caída de los ingresos estatales.
Están asfixiando, por otro lado, para borrar del mapa a todos los medios y periodistas que “hacen política” cuando se animan a decir la verdad. Todo indica que harán lo mismo con aquellas fundaciones e institutos de investigación que no sintonicen con la política gubernamental.
El camino a la re-re-reelección está trazado. En esta ocasión también en cercana complicidad con la “oposición”, que ni siquiera tuvo la capacidad de postular un solo candidato, entre los potenciales que existían, al TSE. La elite azul, que pretende perpetuarse en el poder, en un proceso con muchas dudas, eligió a sus siete vocales, quienes tendrán la misión política de garantizar resultados positivos en el próximo referéndum.
Todo este proceso, sin lugar a dudas, afecta negativamente al desarrollo de nuestra joven democracia, pues, como sostiene el notable politólogo italiano Leonardo Morlino, “las democracias de calidad no suelen admitir reelecciones indefinidas”. El autor es abogado.
martes, 18 de agosto de 2015
introito: Francisco Baldi remodeló la 14, ante el beneplácito general. Augusto Guzmán escribió entonces que nuestra Plaza ganaba en luminosidad, en espacios libres para que la gente pueda verse la cara, y que la transitabilidad se facilitaba. "Panchito" contó entonces con el apoyo de su amigo y camarada René Barrientos también kóchala, para hermosear el principal paseo cochabambino. el alcalde actual quiere hermosear aún más la Plaza Principal y razón no le falta. que no haya robos en la obra y que realmente sirva a la colectividad. Los Tiempos lo expresa asì:
Una de las principales funciones de los gobiernos municipales es hacer de su territorio un espacio amable de convivencia. En la medida en que la ciudadanía pueda identificarse con éste, aumentará su afecto a la urbe y, es de esperar, aumentará o nacerá la actitud de ayudar a preservarla.
Hace unos días comentábamos la buena iniciativa de remodelar el boulevard en la zona de la Recoleta. Hoy debemos aplaudir la decisión de remodelar la plaza 14 de Septiembre y recuperarla como un espacio de esparcimiento y apreciación de nuestra identidad cochabambina.
Vaya a saberse por qué avatares, la verdad es que la plaza principal de nuestra ciudad está tugurizada y cada vez es más difícil transitar por ella sin que quien lo hace no se sienta acosado por grupos que discursean, pordioseros, cuando no se encuentre con una marcha de protesta con gente bastante agresiva o (en menos ocasiones) gente que hace campaña por un objetivo social. Además, lamentablemente siempre exhibe, salvo en horas de la madrugada, mucha basura en sus alrededores.
El proyecto incluye la peatonalización parcial de la plaza y ampliar el área verde, rehabilitar las bancas y el piso; restaurar el obelisco del cóndor y la fuente de las “Tres Gracias” ahí instalada. Además, se informó que esta obra está ligada a la elaboración de un nuevo plan de descongestionamiento del centro de la ciudad.
Adicionalmente, habrá que sugerir, se debe incentivar a que los propietarios de las edificaciones construidas alrededor de la plaza restauren sus fachadas en forma coordinada y respondiendo a un plan maestro. De esta manera, Cochabamba contará con un centro cívico acorde a su tradición.
lunes, 17 de agosto de 2015
Cayo Salinas prestigiado jurista que aborda las declaraciones de García Linea sobre la publicidad oficial. distingue que Estado y Gobierno son la misma cosa, aunque pronto surgen que no, Estado de Derecho, independencia de poderes, ejercicio alterno del poder, libertad de expresión, etc., etc., "medios que mienten y hacen política" no tendrán publicidad del Estado sentenció lo que es un exceso y desconocimiento de periodistas y medios. la crítica recuerda Cayo es parte de la democracia.
Las declaraciones del Vicepresidente de la República respecto a la publicidad en medios que mienten generaron un sin número de reacciones. No es para menos si consideramos que las relaciones interpersonales e institucionales entre el poder político y la sociedad civil tienen momentos de controversia acentuada por posiciones diversas y miradas distintas de la realidad.
Bajo el modelo actual, el Gobierno está entronizado dentro del Estado al punto de creerse como tal. Bajo la lógica gubernamental, Estado y Gobierno son una misma cosa, cuando desde 1789 sabemos que no. Ahí nacen las disquisiciones sobre el concepto de República, Estado de Derecho, separación e independencia de poderes, alternancia en su ejercicio y limitaciones constitucionales para ejercer el derecho de elegibilidad, imparcialidad de operadores de justicia, libertad de expresión, uso responsable de los bienes del Estado, y un largo etcétera, etcétera, etcétera. Sin embargo, más allá de que unos piensen de una forma y otros de otra, la naturaleza de la democracia ha sido capaz de crear espacios de convivencia en tanto y cuanto no se atreviesen barreras y límites impuestos por la ley. Ahora bien, el Vicepresidente en conferencia de prensa señaló: “Nos van a decir por qué no se da a este medio y vamos a decir que hay medios que mienten, que hacen política. Nosotros no vamos a dar plata a medios que son para partidos políticos y encima mienten”.
Dicha declaración mereció la reacción inmediata de la ANP a la que se sumó la Defensoría del Pueblo, quienes a su turno exigieron al Gobierno cumpla la CPE y otorgue garantías al derecho a la comunicación. Dijo la ANP: “El argumento de que algunos medios hacen política y mienten como justificativo para sancionar a los que no guardan afinidad con la ideología del Gobierno, a través de la exclusión de la pauta publicitaria estatal, es un exceso y cae en el desconocimiento de la función de periodistas y medios informativos en tiempos de democracia”.
Así las cosas, considero que la naturaleza de la publicidad estatal impone un criterio de universalidad, es decir, que el destinatario (el ciudadano) debe recibirla donde quiera se encuentre y más allá de si su contenido es político o no, o si trae inmerso mensajes subliminales. La publicidad como tal, no ha sido diseñada con los recursos del Estado para diferenciar o escoger qué medio debe difundirla. No existe un nexo ni finalidad entre publicidad y medios, sino entre publicidad y ciudadano, siendo los medios el vehículo idóneo para llegar al ciudadano. Por tanto, no es correcto diferenciar a medios de comunicación por el contenido de su editorial o porque en algún momento sea crítico del Gobierno o de la conducta de sus representantes, o lo que es peor, por ser abiertamente afín.
La crítica es parte de la democracia y es un componente vital de su fortalecimiento. Lo que no es concebible es que a título de ejercerla, se mienta utilizando información falsa alterando hechos y datos, aspecto que de ser así, nos lleva a un escenario con componentes de naturaleza diversa que no tienen vinculación con la publicidad y su difusión. Termino aquí: no podemos confundir el ejercicio del poder y la competencia para manejar recursos del Estado, para marcar lineas de conducta en medios de información. Un Gobierno democrático está obligado a defender la CPE que reconoce el derecho a la información, comunicación y libertad de expresión, y también está obligado a demostrar materialmente, cuando se hace mal uso de ese derecho.
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