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sábado, 7 de febrero de 2009

el comentario de ZOE que aparece en la página de EJ, está realmente sabroso. le atribuye a santos ramírez el gran mérito de haberle quitado la careta al MAS, a evo morales y al gobierno. al primero porque se ha mostrado la gran miseria humana del potosino caiceño más propiamente, que se apropió del área de los hidrocarburos para él solito, armó su equipo con incondicionales como el ministro un guardaespaldas, el super su ex-chofer, el presidente de petrobrás, su suegro, puso a sus cuñados en la planilla de yacimientos, a los córdova dueños de prostíbulos que haciendo de proxenetas, servían a los mandamases y representativos como el hermano de evo, con frescas prostitutas.
nunca en la historia de bolivia se había dado esa combinación de bajo mundo, gánsters, malandrines, burócratas adinerados, capaces de meter en el bolsillo a todo el gabinete y hasta el congreso para obtener "los decretos de fideicomiso" una especie de cheques en blanco para respaldar las ilegales acciones de santos ramírez. todo el mundo firmó, incluído carlos villegas a quién evo ha confiado "poner orden en la casa" siendo así que suscribió un informe al propio presidente indicando que los adjudicatarios del millonario contrato de 86 millones de dólares no tenían la más mínima idea de lo que iban a construír. no vale que villegas diga que no era su obligación estar enterado, qué irresponsable, qué cobarde, qué poco boliviano...y aquel otro el presidente en la luna de valencia.
no conocía nada, no se enteraba de nada, no habia oído nada sobre lo sucio de santos ramírez. el presidente muy feliz viajando de un lado a otro, pateando fútbol, haciendo las relaciones públicas para evo morales, mientras tanto sus ministros y santos ramírez disponiéndolo todo a sus anchas y mangas...qué horror, nunca se había dado, ni se dará más semejante descalabro. el texto
que ustedes deben leer, comentar y darlo a leer a todos los patriotas bolivianos.

El gran "mérito" de Santos

Les cuadre o no les cuadre, Santos Ramírez tiene un gran mérito que debiera ser adecuadamente reconocido.
Demostró, solito, que todos los cuentos sobre la lucha contra la corrupción, sobre la eficiencia y el compromiso con el país, eran nada más que eso: cuentos salidos de una imaginación perversa pero que sorprendentemente siguen creyendo algunos incautos del occidente del país.

Santos, el ícono, el emblemático masista, lanzó por la borda y desacreditó la imagen impoluta y honesta que el MAS había pretendido mostrar de su gestión, si es que puede llamársela así. Millones de dólares gastados en masivas propagandas dirigidas a mostrar una imagen honesta y transparente, se fueron al tacho.
No fue la derecha, no fue esa oligarquía ultramontana ni tampoco esa burguesía atrabiliaria la que se encargó de desmontar con meticulosidad de orfebre ese mundo virtual que el MAS había pretendido crear. Fue él, precisamente él, Santos Ramírez, el referente del cambio, el ideólogo de la nacionalización de las minas, el que se encargó de hacerlo.
Fue Santos el que desnudó, literalmente, toda una estructura prebendal y corrupta que se había montado al amparo del denominado “proceso de cambio”. Mostró las partes más íntimas de todo ese entramado destinado a erigir, y según el propio Evo Morales, a perpetuar, en el poder a toda una casta carente de todo tipo de escrúpulos y para quienes la palabra ética es absolutamente desconocida.
En el caso de YPFB que tiene como principal protagonista a Santos se mezclaron varios ingredientes y actuaron personas con diversas inclinaciones y habilidades: proxenetas y rufianes, matones y asesinos, íntimamente coaligados con miembros del más íntimo círculo de poder masista, del cual no están exentos algunos diputados “satucos” que se esfuerzan en la búsqueda de argumentos para salvar al “hermano” Ramírez.
Sin duda se trata de un entorno frente al cual Al Capone y la Cosa Nostra hubieran aparecido como monjitas de la caridad pero que se dan el lujo de hablar de una supuesta “revolución democrática y cultural” y carecen de ciertos códigos que guiaban la conducta, mal o bien, de los mafiosos sicilianos.
Pero Santos tuvo otra virtud. Mostró que Evo definitivamente vive en otro planeta y que su única ocupación es trasladarse diariamente a algunas comunidades a pronunciar largos, inconexos e indigestos discursos o viajar a Venezuela para recibir instrucciones de Hugo Chávez.
No conoce lo que pasa en el país ¿ ni lo que hacen sus colaboradores más íntimos ?. Está sumido en ese mundo artificial y etéreo creado por sus propias palabras y por sus cortesanos que al parecer han acabado por convencerlo que cuestiones tan terrenales y triviales como los contratos y adjudicaciones millonarias están muy por debajo del papel histórico que debe jugar para reivindicar a los indígenas de siglos de opresión.
Agradecidos a Santos por haber demostrado que Evo está jugando meticulosamente ese su rol histórico y que en las cuestiones tan prosaícas como las relacionadas con el manejo económico del país prefiere dar carta blanca a sus colaboradores, que al fin y al cabo, peor no lo harán.
Finalmente, larga vida y salud para el Presidente Evo. Así sea tarde y cuando no quede otra salida, tendrá que responder por los actos de su gobierno.

jueves, 5 de febrero de 2009

algo pesimista luce Dante Pino porque las autonomías están siendo avasalladas y no están reaccionando ante la presión masista en la medida en que se juegan su futuro.

Casi como si nada, desde el resultado electoral del 25 pasado, se ha venido desarrollando un proceso de convencimiento social sobre la inevitabilidad eleccionaria. No hay Pacto Social, pero igual se habla de elecciones. Esta manera dual de pensar de una forma y hacer lo contrario, es lo que ha caracterizado al “alto-peruanismo” y se ha conocido como la política de las dos caras. La conveniencia política antes que la defensa de los principios. Y así vamos de tumbo en tumbo.
En el pasado esa “conveniencia política” convenció al ex Presidente Rodríguez Veltzé de emitir un Decreto Supremo en reemplazo de la ley y al ex Presidente Carlos Mesa de hacer lo mismo, para nombrar fiscales, Ministros de la Corte Suprema y dictar una amnistía a los que delinquieron en octubre de 2003 y me refiero al señor Evo Morales y muchos otros que hoy día son considerados “héroes del octubre”
La conveniencia política dictó el recorte de mandato del Parlamento el año 2005, los acuerdos en esta gestión parlamentaria para desconocer los dos tercios de voto en la Asamblea Constituyente, la ampliación de su mandato, el reconocimiento jurídico implícito de los hechos de sangre en Sucre, del revés a sus aspiraciones para que se revise la capitalidad, el desconocimiento de la pregunta y voto posterior que aprobaba el referéndum autonómico, el pacto vergonzante entre el MAS y PODEMOS para aprobar el referéndum revocatorio y el contenido ilegal de la constitución que ahora se quiere imponer.
Es decir la “conveniencia política” se coloca por encima de la ley cuantas veces sea necesario y se establecen pactos políticos que la reemplazan. Luego nos admiramos de los resultados de esta manera de hacer política. Las instituciones pierden autoridad, la desagregación social se expande y la desagregación nacional se acrecienta. Pero para la capa política no hay mejor cosa que asumir pose de “convenienciero” y con ella desgranar un discurso enredado y mal oliente.
Y la red que genera es tan poderosa que caemos todos. Es una trampa que la miramos pero no le tememos y al caer presos en sus fauces nos lamentamos. El tema electoral que ahora se va aceptando como un hecho, es el reconocimiento implícito de la derrota del NO.
Hay quienes creen que esta derrota es solo temporal, porque sueñan con ganar esas elecciones y acabar con el actual estado de cosas. En este afán por convencerse y convencer a los demás que hay “que luchar” para derrotar al MAS ahora nos dicen que las autonomías deberán seguir caminando y fortaleciéndose a medida que pasen los meses y se acerquen las elecciones.
Como están conceptualizadas y descritas en la constitución masista las autonomías, ya pueden los que piensan de ese modo ir asumiendo que solo tendrán como autonomía rimbombantes declaraciones y discursos que el gobierno actual y futuro de Evo Morales se encargará de atrofiarlas.
Y es que para Morales el centralismo es cuestión de vida o muerte política. Su idea del Estado es su propia imagen. Sólo él tiene que “hacer obras” para alimentar la idea en el pueblo de que sólo con él podemos hacer algo. Y nunca aceptará que sea de otra manera. Se emula en Chávez y se siente capaz de hacer las mismas barbaridades jurídicas que hace en Venezuela, de tomar las mismas actitudes políticas de su “comandante” y de asumir que en Bolivia Evo Morales es el alfa y omega de su historia.
Cohibidos como parecen que están en la media luna, las voces electorales se elevan y quieren hacernos creer que todo estará bien. Renuncian a la fuerza social que les dio el voto por el NO y se convierten en dóciles caballitos del Capitán General Evo Morales y le siguen la corriente. Serán derrotados no cabe duda y con ellos todos los que confiamos en su capacidad de reacción. Es una pena que esté ocurriendo esto, por la vida misma de la república. Y que los que se sienten líderes nacionales no ténganla fortaleza y ánimo para enfrentar al gobierno que no tiene ni le importa la ley y los acuerdos que hace y hará con ellos.

martes, 3 de febrero de 2009

celebramos con profunda alegría el retorno del LAB a los cielos de América!
(expresivo homenaje de Los Tiempos a la tenacidad y empuje por su rehabilitación)

Cuando hace unos días los ejecutivos del Lloyd Aéreo Boliviano dijeron que, ahora sí, la empresa volvería a surcar los cielos de Bolivia, sus palabras fueron recibidas con una muy alta dosis de escepticismo. Es comprensible que así haya sido, pues el anuncio fue precedido de una infinidad de anuncios similares y otras tantas frustraciones. Sin embargo, el LAB volvió a despegar y hoy se puede decir que la imagen del ave Fénix es tan representativa de la empresa como lo fue el cóndor durante sus primeros 80 años. Las razones que hacían dudar de la viabilidad de los esfuerzos hechos para resucitar a la línea bandera de Bolivia no eran infundadas. Es que a las causas que ocasionaron durante los últimos años la desaparición de decenas de aerolíneas a lo largo y ancho del mundo, se sumaban, en el caso del LAB, muchos años de malos manejos. Su quiebra ya parecía inminente hace algo más de una década, y la capitalización fue presentada como la única manera de salvarla. Las esperanzas que esa medida alentó fueron muy pronto defraudadas. El pésimo manejo administrativo, el saqueo al que sometieron a la empresa los empresarios inescrupulosos en cuyas manos cayó, las millonarias deudas acumuladas, y la nula disposición gubernamental para contribuir a su recuperación, parecían factores insalvables. Las cifras que arrojaban los últimos balances eran muy elocuentes. Indicaban que sus deudas eran mucho mayores que su patrimonio y no parecía posible hallar una fórmula salvadora. Aún hoy resulta difícil comprender cómo se produjo lo que tiene todo el aspecto de un milagro. Gran parte de la explicación está sin duda en la tenacidad con que sus empleados se empeñaron en avivar los rescoldos de las cenizas que dejaron sus anteriores administradores. Pese a que todo les era adverso, recurrieron a expertos asesores en temas financieros y uno a uno fueron venciendo cuanto obstáculo se les puso en el camino. Uno de los mayores, la intención gubernamental de impedir el renacimiento de la empresa para despejar el camino a la Boliviana de Aviación, fue también felizmente superado. El LAB ha ingresado así a una nueva etapa de su ya larga y fecunda existencia. Pero eso no significa que no tenga todavía muchos problemas que resolver antes de que pueda darse por asegurada su existencia. La situación financiera sigue siendo extremadamente delicada y no son pocos los asuntos legales cuya resolución está pendiente. Sin embargo, más allá y a pesar de todo, el nuevo despegue del LAB bien puede ser recibido como todo un símbolo cuya trascendencia supera los aspectos estrictamente prácticos. Puede ser interpretado como una señal de que ni los errores del pasado ni las adversidades del presente son insuperables.

lunes, 2 de febrero de 2009

si se trata de pluralidad e independencia de los estados tenemos el ejemplo de Suiza, nos recuerda Centa Reck cuando describe cómo se puede convivir e ir adelante

De pulpos y tentáculos

El pulpo y sus tentáculos rodeando un cuerpo central es una buena metáfora para recrear la imagen de los Estados que pretenden concentrar todo el poder y la economía, llegando al límite extremo de especializarse también a concentrar todos los mecanismos de corrupción.
Desgraciadamente Bolivia se está convirtiendo en un Estado pulpo. Teniendo la gran oportunidad de haber accedido a una Asamblea Constituyente, el Ejecutivo concentró el proceso, se adueñó, lo manejo e impuso un texto que salió con la mejor caligrafía y expresión del Estado pulpo, que en vez de transformarse se trastorna, se metamorfosea en un aparato que incrementa sus características de cuerpo central y robustece sus ocho tentáculos transformándolos en treinta y seis para cumplir de manera más efectiva su cometido de cazar y engullir todos los peces y crustáceos que tiene dentro de su radio de acción.
La constituyente fue un proceso pulpo y por ende la constitución es también un texto pulpo, porque tal como actúa este invertebrado supo camuflarse en el lugar en el que necesitaba hacerlo, prueba de ello es que en cuestión de un breve tiempo pasó de originaria y plenipotenciaria a transar en el Congreso, cambió su Ley Marco después de un pacto de alargue concedido por los parlamentarios opositores, le dio algunas vueltitas al texto y llegó a una elección que se sabe que no fue para nada transparente y que ha obtenido una escuálida ganancia electoral haciendo uso de un padrón fraudulento, de células duplicadas y de tinta que no era indeleble, para permitir votar dos o tres veces a sus correligionarios.
Según los pescadores que conocen a los pulpos, se dice que estos cambian de color en breves segundos, que son capaces de entrar o salir de cualquier agujero teniendo un espacio tan reducido que apenas es del grosor de una de sus patas, ellos se aplanan y pasan sin problemas de una manera inexplicable. ¿No es acaso esto lo que hemos visto en la actual práctica política en la que se pudo hacer alargue, se cambiaron las reglas, se pactó con los que menos se esperaba, se llegó a la violencia cuando fue necesario y se pusieron algunos cuantos muertos cuando también los necesitaron para lograr pasar y salir del hueco de la botella en la que se encontraban entrampados?
Los pulpos también son capaces de dejarse arrancar un tentáculo antes que correr el peligro de ser pescados, porque saben que el tentáculo les volverá a crecer, y esto está ocurriendo actualmente y ya ha ocurrido también antes, pero sin duda el caso de Santos Ramírez es un caso emblemático en este sentido, porque al Gobierno con dolor y todo por el hecho de perder un tentáculo, no le ha quedado otra que cortárselo apresuradamente, una decisión de emergencia pero que ha sido hecha siendo consciente de que no lo perderá para siempre, porque este tentáculo le volverá a crecer, se extenderá de nuevo y todo volverá a la naturalidad, es sólo cuestión de tiempo y paciencia y para nada significa una pérdida definitiva.
Según los expertos, los pulpos tienen también otras cualidades, se agarran a cualquier saliente o roca antes de ser sacados a la superficie. Por esta característica muchas veces es imposible poder sacarlos del agua, porque nunca se dan por vencidos y resisten hasta las últimas consecuencias a los ataques que reciben.
Sin duda y por todas las características antes expuestas podemos colegir que la nueva constitución no ha hecho otra cosa que reproducir una versión más sólida, más primitiva y monstruosa del cuerpo central y los ocho tentáculos, ahora casi quintuplicados en 36, que el cuerpo central accionará para alimentar al cuerpo amorfo.
El pulpo constitucional será bautizado el próximo 7 de septiembre, con bombos y platillos seguramente, y además sabemos que esta versión cavernícola y de las profundidades de los océanos viene con todas las cargas genéticas y los códigos para que todo lo que exija un cambio sea automáticamente engullido como “traición a la patria”, o como “sedición”.
Un amigo lector que me ha escrito desde Suiza, planteaba: “Los bolivianos estamos conscientes de la necesidad de un nuevo modelo de Estado que nos permita una convivencia pacífica. No necesitamos descubrir la pólvora. Tenemos ante el mundo el modelo de Suiza, un país pluricultural con estados independientes, que tienen una capital y una sede de gobierno rotativa. Cada estado de la Confederación Helvética tiene una constitución a su medida. Hablan diferentes idiomas en diferentes regiones y son todos poliglotas para entenderse, conservan sus tradiciones y culturas según sus pueblos y regiones, son Estados Independientes cada uno y hasta ahora se han mantenido unidos en la Confederación que conforman. Tienen gobiernos federales independientes y entre todos conforman el gobierno nacional. Es una verdadera democracia donde el gobierno nacional Confederado se sostiene en los gobiernos federales y no impone sino armoniza y cumple el mandato de los estados para con los otros países y gobiernos. Tienen una población similar a la de Bolivia. ¿Qué más podemos pedir si tenemos al alcance un modelo para copiar?
Un modelo reconocido en el mundo como uno de los pocos o tal vez el único que se ha mantenido al compás del avance de los tiempos manteniendo sus culturas ancestrales. El hablar de Estados Federales y más aún si estos son Independientes no significa resquebrajamiento, nueve Estados Federales para una Bolivia pluricultural no significaría ninguna ruptura sino una unión civilizada. Una capital que es Sucre y una sede de gobierno rotativa ayudaría a terminar con las peleas por la misma. En fin hay mucho por aprender de este pequeño y gran país”, me escribe el amigo radicado en Suiza.
En las condiciones en que nos encontramos recreando una versión monstruosa del Estado pulpo, sabemos que esto no sólo es una involución, sino que también reviste un gran peligro de romper el eje del equilibrio, puesto que esto ocurre irremediablemente con todo lo que es primitivo, caníbal y encima extemporáneo. El Estado pulpo también tiene como consecuencia un hambre de corrupción pulpo y destruye todo lo encuentra a su paso.
La pregunta y el cuestionamiento es para la dirigencia de los departamentos que han rechazado con su votación el texto constitución, habiéndolo hecho precisamente porque no se sienten representados y porque se cansaron de ser los tentáculos del pulpo. ¿Por qué tanta pasividad, tanta tolerancia, porqué tan pocas y siempre frágiles iniciativas, porque se sigue dejando que el pulpo tenga en su pecera un prefecto, cívicos y dirigentes autonomístas, sin emitir una decidida protesta.
Es terriblemente irresponsable y peligroso seguir cebando al pulpo y admitiendo el papel de quedar en simples tentáculos.

domingo, 1 de febrero de 2009

editor: aún cuando no compartimos enteramente con el criterio de OPINION, su editorial es un acierto. la única observación es que también en política hay excepciones y no se puede generalizar. también han habido y hay sin duda políticos honrados, serán los menos pero felizmente los hay, destacan como lunares frente a una gran masa politiquera.

La corrupción parece inseparable de la política partidista
La política, en sí misma, es amoral. La historia está hecha por los vencedores. Los filósofos, los moralistas, los santos nada tienen que ver en este juego violento. Claro que hay unos más inteligentes que otros, en la práctica de este dominio exaccionador. Hay quiénes cumplen su vocación perversa sin ningún disimulo.

A pesar de las proclamas moralistas y de la Ley Anticorrupción que se discute bulliciosamente en el Parlamento, lo que sucede en la administración pública no ha mejorado, absolutamente, en nada respecto del pasado mediato e inmediato. Los funcionarios públicos de todo rango, obviamente, con las excepciones que hacen más notoria la decadencia, utilizan una serie de procedimientos para acrecentar su poder, su dinero y su ubicación social. La ventaja de los regímenes populistas o autocalificados de izquierda, es que sus oponentes son muy limitados.Folletos, revistas y libros de toda calidad, constituyen la prueba más clara e inmediata de la habilidad de los “izquierdistas”, para acusar, calumniar y condenar. La derecha, si es que todavía existe, no escribe ni en su propia defensa. En esa relación de medios y posibilidades, los que se definen como revolucionarios son bastante prolíficos y, preponderantemente, tergiversadores de la realidad. Si lo que ahora sucede no fuera de su lado, seguramente, ya hubieran escrito muchos pasquines, folletos, inclusive libros.Hechos que son de conocimiento público, sucedidos últimamente, han pasado desapercibidos. La misma prensa publica una vez y no investiga profundamente. El desorden que parece inevitable en la dinámica de las presuntas transformaciones, es tan rápido que lo que sucedió sólo hace unos días parece corresponder al más lejano pasado. Una extraña concepción de lo que hace el hombre en política, permite justificar, casi todo, con el argumento de la liberación.Obviamente, la parte más ofensiva de la corrupción es aquélla en que grupos o individuos se apoderan de lo que corresponde a la sociedad, con lo que hacen más pobre a la gente. Los centros donde los nuevos burócratas actúan al impulso de sus ambiciones descontroladas son, preponderantemente, las aduanas, las empresas bajo control público, donde se mueven grandes cantidades de dinero, así como las reparticiones estatales que cobran tributos y realizan inversiones. Es en estos lugares donde se reproduce y prolonga la mayor deformación del orden estatal imperante.Por lo menos en el marco de cierto tiempo, no hay salvación posible. En ejercicio de la naturaleza evidente de la política, cada grupo, clase o partido que toma el poder, usa tal “maravilloso instrumento”, no sólo para imponer su voluntad, sino y principalmente para acrecentar su riqueza. En el razonamiento simple de los políticos actuales y de los anteriores, el poder político debe completarse con el poder económico. Estos activistas han aprendido que con dinero, todo o casi todo, es posible.