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sábado, 24 de abril de 2010

el brillante Alfonso Gumucio cuyas luces admiro cada vez más, lanza sus dardos críticos sobre la actitud de Evo, en su ya tristemente famoso discurso de Tiquipaya.

Qué come Evo?

Menos mal que Eduardo Galeano no asistió a la cumbre climática de Tiquipaya, porque hubiera tenido que explicar a Evo Morales qué tipo de transgénicos causaron su calvicie. El escritor uruguayo mandó una elegante carta, con el lenguaje creativo que lo caracteriza, para excusarse por no asistir.

El multifacético Presidente de Bolivia se erigió en experto en biotecnología y en hormonas, y en su discurso que sin duda cautivó a su audiencia incondicional, expresó algunas tesis muy personales que le han dado la vuelta al mundo en pocas horas, provocando burla, risa e indignación.

Lo triste de todo esto es que por esas declaraciones insensatas, ya nadie habla de los temas importantes de debate de la cumbre de los pueblos sobre cambio climático, y los grandes temas parecen haber sido tragados por el agujero negro de las sandeces que dijo el presidente.

Si lo que quería Evo Morales era posicionarse como un abanderado de la lucha en contra de los transgénicos, de la Coca Cola o de las hormonas, no lo consiguió. Lo que logró fue convertirse en el hazmerreír del planeta, según leemos en las agencias de noticias y en la prensa internacional.

Los que no se burlan de él, mantienen un prudente silencio, pero ni a ellos se le ocurre tomarse en serio eso de que comer pollo está vinculado a la homosexualidad, que la Coca Cola es una bebida tan corrosiva que sirve para destapar cañerías (más o menos como la soda cáustica), y que en 50 años todos los hombres del planeta serán calvos por consumir alimentos transgénicos.

Creí que era otra infame campaña de los medios "neoliberales" en contra del Presidente de Bolivia, pero en YouTube encontré el video con sus declaraciones, y son exactamente esas, que como boliviano me hacen palidecer de vergüenza.

Hay argumentos científicos de mucho peso en contra de los transgénicos, así como en contra de la alimentación de aves o de ganado en base a poderosas hormonas, pero los que esgrimió Evo Morales no son ni científicos ni adecuados Para el lenguaje presidencial. Sólo una audiencia desinformada y obsecuente puede aplaudir esas temerarias afirmaciones.

Los homosexuales no están contentos con las declaraciones de Evo, que se parecen mucho a las de la iglesia católica conservadora. Hace pocos días un prelado de alto rango en El Vaticano, asoció la homosexualidad a la pederastia. Obviamente, medio mundo le cayó encima y El Vaticano tuvo que desmarcarse de esas declaraciones.

Pero cuando Evo hace una declaración similar, el gobierno boliviano no se desmarca, porque en un régimen tan centralista y autoritario, lo que diga el dirigente máximo es palabra sagrada, aunque sean burreras.

¿Qué come Evo Morales que lo hace decir cualquier cosa sin pensar?

Puede que no coma alimentos transgénicos, sino los más naturales y en platos de cerámica, pero algún condimento debe traer lo que come, pues abre la boca y eructa barbaridades. Evo es el clásico ejemplo de alguien que usa la boca sin coordinación con el cerebro, alguien que dispara y luego piensa (o quizás solamente dispara).

Francamente, prefiero mil veces un calvo brillante, inteligente y sensible como Eduardo Galeano, a un presidente con mucho pelo y poca frente.

no es posible encontrar una justificación en la actitud de Evo

Hurgar y rebuscar un fundamento científico para las afirmaciones de Evo Morales en cuanto al pollo, los transgénicos, la masculinidad y los calvos, es perdernos del verdadero sentido, impacto y torpeza de esas afirmaciones.

El problema no es la toxicidad de los alimentos transgénicos o de la carne de pollo alimentada con hormonas, toxicidad de la cual estamos todos y todas informadas suficientemente. Por lo cual las anécdotas contadas por el Presidente eran, en el mejor de los casos, cuestiones más que trilladas. El problema central es la toxicidad del discurso del Presidente.

Evo ha elaborado, desde los primeros días de su mandato, un discurso machista, homofóbico y misógino. Sus bromas durante sus discursos públicos giran en torno de esos temas.

Sus alusiones a los maricones, sus alusiones a su potencia sexual y a la condición de objeto de las mujeres son tan frecuentes, tan numerosas, que van en una lista interminable. Son incontables las veces que ha humillado al propio Vicepresidente, habiendo todos y todas contemplado la forma como éste ha recibido pasivamente la humillación.

Cada vez que lo hizo, nosotras refutamos, contestamos y protestamos en un ejercicio de dignidad básico, que es no quedarte callada y no otorgar valor a esas palabras con nuestro silencio.

Sin embargo, las afirmaciones durante la inauguración de la cumbre, en relación a la masculinidad de los hombres que se convierten en raros y los europeos calvos, se dan en un contexto en el cual hablamos de respeto. El respeto a la “madre tierra” como le han llamado los que han convocado a la cumbre.

Y en ese contexto, donde el discurso central es precisamente el respeto, el respeto a la lentitud del cojo, a la manera de ver el mundo que tiene cada pueblo y cada ser humano, el respeto a la hormiga en su pequeñez y al pájaro en su misteriosa capacidad de volar; el respeto como eje central que le da sentido a todo.

En ese contexto, Evo Morales, que ha montado esta cumbre para encumbrarse como defensor del ecosistema y salvador de la madre tierra, en ese contexto falta el respeto a los maricones del mundo, llamándonos raros, porque resulta que a sus ojos el ser varón está afectado en estos seres humanos, gracias a la mala alimentación, y a los europeos que son todos calvos.

Coloca entonces la homosexualidad y la calvicie como expresiones de degeneración; los calvos se convierten a los ojos del Presidente en el ejemplo de defecto, de deformación, de degeneración.

Sus declaraciones abochornan, sorprenden y disgustan. La gente se siente decepcionada, envenenada, porque se la ha caído la máscara a Evo frente a sus invitados e invitadas; sus bromas y su pedantería, su costumbre de burlarse del otro quedan al descubierto.

Salta la pregunta ¿cuál es realmente el grado de sinceridad de este hombre? ¿Es este el indígena redentor, el líder que puede ofrecer un clima distinto para buscar nuevas soluciones a los problemas de la humanidad o, al menos, de su sociedad?

Ayer, un día después del torpe discurso, de los golpes en forma de palabras que lanzó el Presidente hacia los y las asistentes, sus rastreros, aquellos hombres que le rodean y que son incapaces de decirle a Evo Morales que se había equivocado, no pidieron disculpas, no fueron críticos, no, sino que se esforzaron en justificarlo, jalando fundamentos de donde sea.

Por otro lado, la prensa de la derecha usó cada una de sus palabras para echar por tierra los esfuerzos de la cumbre misma y el sentido que ésta hubiera podido tener. La derecha que además, a escala mundial, es homofóbica y conservadora, apareció dando las noticias de las protestas de maricones y lesbianas a escala mundial. Todos los medios del mundo aprovecharon para reírse de Evo Morales, de Bolivia, del indígena y de su torpeza.

Sentimos el ridículo general en nuestra sangre y en nuestra piel de bolivianas; sentimos el bochorno en nuestra calvicie propia, en nuestra condición de mariconas. Y desde esa sensación que te deja el insulto, interpelamos al Presidente una vez más para exigirle respeto.

No por ser indígena tiene la verdad en la mano, no por ser indígena todo lo que dice se convierte en sabiduría, no por ser indígena todo lo que dice se convierte en justo, en interesante o cierto. No por ser indígena tiene el derecho de equivocarse y hay que responder paternalistamente, justificándolo y disculpándolo.

Esa relación es enfermante para la sociedad boliviana y para los propios indígenas del país y del mundo. No por ser indígena y haber sido pobre tiene el derecho de insultar, y uno, sea quien sea, tiene el deber de justificarlo en una complementación patológica entre indígena y sociedad.

Basta de esa actitud de los intelectuales de izquierdas que justifican a Evo Morales en todo, que le permiten la incoherencia de hablar sobre el presupuesto militar y las potencias imperiales, y no le dicen nada sobre su derroche en compra de armamento y privilegios para los militares, en un país como Bolivia.

Evo, justamente por ser indígena, por haber sido pobre, por haber sufrido incontables injusticias y humillaciones, debería tener la sabiduría en la piel, saber el valor de respetar al otro distinto.

El insulto es un arma del opresor, el insulto es destructivo y descalificador, el insulto es denigrante y humillante; y cuando insultas y recibes el insulto pasivamente, lo que haces es perpetuar relaciones de deshumanización en la sociedad.

Y es ese el papel que hace rato está jugando Evo Morales desde su discurso machista y homofóbico. Es patológico aceptar que el Presidente por ser indígena tiene el derecho de insultar.

La homofobia es tan destructiva como el racismo.

La xenofobia es tan amarga y tan inaceptable, y tan insultante como el colonialismo.

Ningún europeo es medida ni modelo de ser humano a ser impuesto a la humanidad. Ningún indígena tampoco.

La humanidad es diversa y el único motor que puede restituir relaciones horizontales y constructivas es precisamente el respeto.

El respeto al ciego porque no ve, pero siente lo que el que ve es incapaz de sentir.

Y el respeto a las arañas por ser como son, el respeto a la estética de todos y cada uno de los seres humanos, al cuerpo que cada uno y cada una tiene.

Y eso no es mucho pedir, eso es lo básico para empezar a hablar.

Ser maricón es una opción, ser corrupto es la degeneración.

Ser maricón es una opción, ser racista y xenófobo esa es la degeneración.

Ser lesbiana es una opción, ser homofóbico es la degeneración.

viernes, 23 de abril de 2010

Jaime Aparicio se estrena en Los Tiempos como columnista.
su análisis es congruente y su expresión es clara

No basta asumir el poder, hay que ejercitar la democracia

Los organizadores de la reciente cumbre internacional de mochileros en Tiquipaya, equivocaron la sede. Debió ser Tarata, en homenaje al mentor del gobierno, Mariano Melgarejo. Así todos hubieran aprendido que en el pasado hubo también un presidente mestizo, igualmente culto, y con similares arrebatos de genialidad que Morales, cuyo discurso en la cumbre fue digno del caudillo tarateño y nos recordó que en el mundo, a veces, la historia se repite, pero en Bolivia siempre. Somos expertos en repetir fracasos y en perder oportunidades.

En la Cumbre, se criticó ampliamente la paja en el ojo ajeno, ignorando la viga en el propio. Las vigas ausentes fueron la contaminación impulsada por el gobierno, con la fabricación masiva de cocaína que está dañando nuestros valles subtropicales y el deterioro de la democracia en los países del ALBA, cuyos países estuvieron abundantemente representados en este cónclave felliniano. Nadie se refirió a la dura tarea en que están empeñando los caudillos populistas para desmantelar la democracia, amparados en el voto popular.

Es penoso ver cómo estos revolucionarios, hoy representan los símbolos de deshumanización que creíamos enterrados para siempre. Basta ver en Nicaragua la repugnancia que Ortega produce en los Sandinistas decentes, como Ernesto Cardenal o Sergio Ramírez. La muerte de Orlando Zapata, albañil, afrocubano, apresado por asistir a una marcha, en huelga de hambre por más de 80 días, pone al desnudo el absurdo en que acabó esa revolución en la que muchos creímos en algún momento de nuestras vidas. Lo más triste de ese episodio es el silencio de aquellos que creen que hay violaciones buenas y violaciones malas a los derechos humanos. Como escribió recientemente un articulista de izquierdas, Luis Bassets: es “la miserable lucha de una Revolución que encandiló a medio mundo y ha desengañado luego al mundo entero”.

Muchos podrán estar de acuerdo con las justas reivindicaciones que el populismo tomó como banderas para cubrir su agenda de concentración de poder. Pero, lo que es difícil aceptar a estas alturas es que en esos países exista democracia. No es casualidad, que El Comité Jurídico Interamericano, principal órgano asesor del sistema interamericano en temas de Derecho Internacional, preocupado por estas amenazas a la democracia, haya aprobado, en uso de su independencia intelectual, una Resolución que determina los elementos legales, aprobados por los propios Estados en Instrumentos Interamericanos, que caracterizan a una democracia representativa. Este documento tiene una enorme significación, pues permite a los ciudadanos de las Américas y a organizaciones internacionales apreciar dónde hay verdaderas democracias y dónde dictaduras con fachada democrática, y comprender que las elecciones no son suficientes para calificar a un Estado como democrático. Como dijo el ex presidente Óscar Arias en Cancún: “no se debe confundir el origen democrático de un régimen con el funcionamiento democrático del Estado. Hay en nuestra región gobiernos que se valen de los resultados electorales para justificar su deseo de restringir libertades individuales y perseguir a sus adversarios. Se valen de un mecanismo democrático, para subvertir las bases de la democracia”.

Por tanto hay que juzgar un régimen, por el respeto al conjunto de los elementos que componen las reglas del juego democrático:

Separación de los poderes públicos (poderes judicial y legislativo autónomos, independientes y fiscalizadores del ejecutivo); Libertad de expresión, de prensa, radio y televisión; Acceso a la información pública; Derecho al debido proceso legal y Respeto al disenso, a la oposición política, partidos y minorías. En los países ALBA, dichas reglas son sistemáticamente violadas.

Esperemos que esos elementos de la democracia, señalados por el Comité Jurídico Interamericano, permitan organizar pronto otra cumbre sociedad civil para defender la democracia y el estado de derecho.

jueves, 22 de abril de 2010

para el hombre del jersey a rayas se ha descubierto la pólvora.
la homosexualidad y la calvicie vienen del pollo
No me atrevo a llamar a La Moncloa ni a Ferraz porque, quizás, aún no se hayan repuesto del susto que les ha dado Evo Morales al defender a la Pachamama -la Madre Tierra de los indígenas- frente al capitalismo. Pachamama o Muerte. El hombre del jersey a rayas se ha desatado y no sólo ha dejado en la mitad el dicho de que dentro de cien años todos calvos, sino que ha venido a afirmar que Europa se va a quedar sin machos como no cambie de hábitos alimenticios.
A estas alturas, Bibiana Aído debe andar muy atareada encargando algún informe en su Ministerio para rebatir las tesis de Evo Morales sobre el efecto de los pollos criados industrialmente en la desviación de las tendencias sexuales de los hombres. Lo de que dentro de 50 años todos los europeos vamos a estar calvos por comer alimentos transgénicos se lo deja a Elena Espinosa o, por alusiones, a Rubalcaba, a Sebastián, a Cháves o a Moratinos.
Mientras le hacen el informe a Bibiana -que, posiblemente, tarde un poco si se remontan a Sodoma y Gomorra- los Servicios de Protocolo del Gobierno se habrán tenido que movilizar para que, cuando Morales venga a Madrid a la Cumbre UE-América Latina, tenga suficientes cantidades del grano andino quinua y de otros alimentos ecológicos que le hacen tener tan buena pelambrera. Quedan prohibidos en el menú los transgénicos; la Coca-Cola, símbolo del capitalismo, y, por supuesto, el maldito pollo que, además de ser siempre el culpable de la inflación, ahora parece que también lo es de las pérdidas de aceite y de que tanta gente salga del armario, según Evo.
Y Zerolo, ¿qué? Pues no se sabe: o ha quedado abatido tras las palabras de su ídolo boliviano, al que jaleó con entusiasmo hace meses en aquel famoso mitin antiyanqui de Leganés, o se ha consolado pensando que, después de todo, a él lo de los calvos transgénicos no le afecta.

miércoles, 21 de abril de 2010


los jóvenes no podían faltar
su palabra es de denuncia y revelación

Tiquipaya, 21 Abr (Erbol).- “Basta de mentiras, aquí la pachamama está siendo vendida”. Con ese eslogan una treitena de jóvenes activistas en defensa del medio ambiente protagonizaron la noche de este miércoles una marcha de protesta en plena Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático que se desarrolla en instalaciones de Univalle.

Eliana Quiñones, acivista en defensa del medio ambiente, denunció a la Agencia de Noticias Indígenas de la Red Erbol, las contradicciones del discurso y la práctica del gobierno respecto a la defensa de la Madre Tierra. Paralelamente, las mesas de trabajo continuan con sus actividades.

La crítica está dirigida “a la contradicción que se observa en el gobierno del presidente Evo Morales cuando habla de la defensa de la Madre Tierra y sin embargo en este momento se ejecutan megaproyectos mineros y de hidrocarburos que atentan contra el medio ambiente”.
Este es el caso, según los jóvenes descontentos, de “la empresa minera San Cristobal, que extrae 50 mil litros diarios de agua y que el gobierno tanto felicita”.

La observación está dirigida, además, a la construcción de la represa de Cachuela Esperanza (Beni) que significará la destrución de miles de plantas, animales y comunidades de esos lugares.

“Se está buscando el financiamiento para la explotación del litio en el Salar de Uyuni que va a destruir nuestro sagrado litio, entonces nosotros vemos que hay muchos ejemplos más que a nivel local muestran la gran contradicción del discurso y la práctica y queremos denunciar y visibilizar esto de una manera crítica y reflexiva. Estamos contra el capitalismo, contra el fascismo, contra la derecha pero también contra el discurso del gobierno de Evo Morales”, señaló Quiñones.

Otra activistas de pollera de nombre Ale dijo que “si bien se le respeta a Evo Morales como defensor de la Madre Tierra, estamos exigiendo coherencia y si realmente es defensor de la madre tierra está permitiendo políticas que están extirpando recursos de nuestra pacha, en ese sentido estamos pidiendo coherencia en el discurso, si se dice que la tierra es nuestra madre, entonces no la mataremos como lo estamos matando. El modelo neoliberar busca ablandar el discurso de los pueblos indígenas para hablar bien de la pachamama y paralelo están permitiendo el saqueo de nuestros recursos naturales”.

Los marchistas portaban carteles en defens de la pachamama. Marchaban al son de tambores que llamaron la atención de propios y extraños.

La marcha comenzó a las 20:15 y recorrió desde la puerta del Centro Internacional de la Prensa hasta la puerta de ingreso de la Universidad del Valle (Univalle). Los efectivos policiales sólo observaron.

Los jóvenes pertenecen al Colectivo Mujeres Libertad y Semila entre otras de La Paz, Sucre y Cochabamba.

Desde El Deber informan:

J.M. Sánchez/R. Herrera

Ni la Coca Cola ni el Alka-Seltzer se salvaron. El presidente Evo Morales apuntó al capitalismo como el causante principal de la destrucción del planeta y en un discurso con imprecisiones, en el que también criticó a los pollos con hormonas, los alimentos transgénicos, los platos desechables y la calvicie, apuntó a la forma de vida del mundo occidental como uno de los males que se pueden remediar sólo si se vive a la manera del socialismo comunitario para hacer las paces con la Madre Tierra. Así inauguró, ante 20.000 personas que colmaron el estadio Ecológico de Tiquipaya, la Conferencia de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra.
Ante un público seducido, Morales dijo que mientras no se cambie el sistema capitalista, las medidas que se adopten tendrán un carácter limitado y precario. Con la arenga “planeta o muerte”, discurrió en ejemplos sobre la Coca Cola como bebida capaz de destrancar inodoros y los transgénicos que producían calvicie, razón por la cual la mayoría de los europeos son calvos. Además propuso que los países que no respetan el Protocolo de Kyoto sean juzgados.
“Cuando hablamos del pollo, el que comemos está cargado de hormonas femeninas, por eso los hombres cuando comen este pollo tienen desviaciones en su ser como hombres”, agregó, ante las risas de algunos y la sorpresa de otros.
En el estadio el denominador común fue el ambiente de euforia y respaldo a las palabras de Evo. Las voces opuestas estuvieron ausentes de los actos oficiales. Sólo la denominada mesa 18, la que ayer fue bautizada por el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) como la Mesa Popular, resultó un espacio con tono distinto al resto de eventos de la conferencia.
Considerada la mesa “rebelde”, tuvo su espacio propio fuera de la Univalle, en un galpón alquilado a un restaurante de comida brasileña. También realizó rituales aimaras al inicio de sus tareas, a las 14:00, y luego continuó debatiendo sobre la economía nacional basada en la actividad extractiva de los recursos naturales.
El ‘Tata Quispe’, la máxima autoridad originaria del Conamaq, reiteró la necesidad de que el Gobierno tome en cuenta el grado de contaminación que provoca la industria extractiva en el país y cuestionó el hecho de que el Gobierno exponga un buen discurso en la conferencia climática, pero que no se atreva a ponerlo en práctica en casa.
Mucho menos visibles, casi desapercibidos, algunos de los parlamentarios del bloque de oposición, que ayer se dieron cita a la conferencia gracias a la suspensión de actividades en la Asamblea Plurinacional, expresaron su respaldo al evento como tal, pero cuestionaron la politización de la problemática medioambiental.
Germán Antelo, senador por Convergencia Nacional, dijo que si el mensaje sólo iba a ser anticapitalista o antiimperialista, se desperdiciaba una enorme oportunidad. Más temprano, en declaraciones a un canal local, el analista político Cayo Salinas consideró que detrás del argumento medioambiental, lo que se camuflaba era el posicionamiento del socialismo del siglo XXI.

Abuchean a la enviada de Ban Ki-moon
Entre silbidos y abucheos fue recibido ayer el mensaje del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en la inauguración de la conferencia mundial sobre cambio climático. La que tuvo que pasar el mal rato fue la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal), la mexicana Alicia Bárcena, que hizo de portavoz de Ban.
Minutos después de iniciada la lectura de la carta empezó el rechazo generalizado de los asistentes al estadio de Tiquipaya. Por ratos Bárcena se vio en la necesidad de detener la lectura de la misiva. “Si no quieren que estemos nos iremos”, exclamó Bárcena.
El documento planteaba la necesidad de un diálogo entre los pueblos y los Estados, así como la necesidad de preservar la vía multilateral para la defensa del medio ambiente.
No fue el único momento complicado para Bárcena. Morales dijo que cuando estuvo en los foros de la ONU en Nueva York le invitaron refresco en vasos de plástico que contaminan el medio ambiente. Ya por la noche, Bárcena tuvo una reunión con el presidente Morales en la que, según la ejecutiva, el mandatario expresó su sorpresa por lo ocurrido en la mañana.
“No puedo tomar lo ocurrido como algo personal”, agregó la representante de la ONU, que justificó la reacción de los asistentes por la exclusión a la que los grupos sociales fueron sometidos en el pasado.
“Me parece importante el mensaje (abucheos) y entender que como ONU tenemos que acercarnos más. Eso es fundamental”, agregó.

Evo lo dijo

«Alka-Seltzer es un medicamento occidental que cura la cabeza pero genera dolores de estómago. Compone una cosa, pero descompone dos en el cuerpo humano»

«Es mejor tomar la chicha de maíz que la Coca Cola, que hace daño. Yo viví esa situación. Esa Coca Cola de verdad destroza la vida»

«La calvicie, que parece normal, es una enfermedad, en Europa; casi todos son calvos. Y es por las cosas que comen. Mientras, en los pueblos indígenas no hay calvos»

«Quisiera que me traigan mi plato de barro en lugar de los desechables. Cuando el plato de barro se quiebra se vuelve tierra que no contamina el medio ambiente»

«La papa holandesa puede producir en tres meses, cuatro veces al año, pero esa papa holandesa con seguridad tendrá hormonas de pescado»


martes, 20 de abril de 2010

Un aspecto que preocupa a los responsables de la organización de la Conferencia Mundial Climática y autoridades municipales de Tiquipaya, es que los servicios básicos: agua potable, alcantarillado y baños higiénicos puedan colapsar y no abastecer las necesidades de los más de 18 mil delegados nacionales y extranjeros que participarán de la Cumbre. (Crónica del diario cooperativo OPINION)

Según autoridades de salud, el mayor problema que se enfrentará en Tiquipaya será la demanda de agua potable y mingitorios, ya que sólo los hoteles, escuelas y viviendas privadas habilitadas para dar alojo a los participantes tienen capacidad para dos mil personas.

El Hotel Regina de Tiquipaya, donde se desarrollará los principales actos, sólo cuenta con servicios higiénicos para no más de 200 personas, lo que hace temer que los alojados enfrentarán problemas básicos muy humanos.

El campus universitario de Univalle tampoco cuenta con los suficientes servicios como para abastecer la avalancha de miles de delegados.

Se teme que los servicios básicos no puedan dar abasto a las más de 18 mil personas de distintas partes del mundo y delegaciones nacionales que participarán de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y Defensa de la Madre Tierra, que se inició oficialmente este lunes con la acreditación de los participantes y la realización de varios paneles respecto de los logros de la gestión del gobierno de Evo Morales.

Temores
El alcalde de Tiquipaya, Nazario Espinoza, teme que la falta de estos servicios para las necesidades básicas de las personas pueda convertir los alrededores de la sede de la Cumbre en un gigantesco mingitorio a campo abierto, especialmente de las delegaciones campesinas que sobrepasan las cuatro mil personas acreditadas.
También informó que se realizaron algunas obras de mejoramiento y embellecimiento para una mejor y cálida acogida a todos los delegados del mundo. “La casa es chica, pero el corazón grande. Después de la Cumbre sabemos que Tiquipaya ya no será la misma, será un gran referente mundial que nos obligará a seguir mejorando para otros eventos nacionales e internacionales”, agregó
.

Hotelería
Informes oficiales de la Unidad de Turismo de la Prefectura, confirman que la capacidad hotelera y de alojamiento en la ciudad como en Quillacollo, sólo abastece a dos mil personas, por lo que se habilitó ambientes de algunos establecimientos, unidades militares y centros de acogida de grupos católicos y cristianos.

Se confirmó que la capacidad de hospedaje en la ciudad y municipios aledaños, colapsó por la gran demanda de las delegaciones nacionales e internacionales.

No existe un espacio disponible en los centros de hospedaje, pero tampoco aún se enfrentan problemas de alojamiento de las delegaciones, especialmente de los movimientos sociales, incluso, de los gobiernos invitados, informó el secretario General de la Prefectura, David Herrera.

lunes, 19 de abril de 2010

Miles de personas ya están en Cochabamba para participar de Conferencia Climática (Fides)

Tiquipaya se convertirá a partir de mañana en el centro del mundo, miles de personas ya están en Cochabamba y se dirigen a recoger sus credenciales para participar de la Conferencia Mundial de los Pueblos Sobre el Cambio Climático.

El vicepresidente, Álvaro García Linera confirmó que no existirá la mesa 18 en la Conferencia Climática que se inicia mañana en Cochabamba, en la que algunas organizaciones exigen se discuta la delicada situación ambiental interna en Bolivia, como es el caso de la contaminación minera a comunidades.

"El gran objetivo de esta Cumbre es definir un lineamiento planetario, de eso se trata definir un lineamiento planetario”, señaló.

García Linera aseguró que la intención fundamental de la Conferencia es discutir el lineamiento sobre el problema climático que se debe tener a nivel mundial y que a partir de ello se desprenderán compromisos internos que serán discutidos en otras instancias.

Están viniendo delegaciones de todas partes del mundo, lo que queremos es con los pueblos del mundo definir que orientación tendremos en cuanto a la defensa del planeta y por supuesto que de ahí se desprenderán responsabilidades de cada Gobierno, nosotros así lo asumiremos.


A propósito de la mesa 18, a la que teme Evo en la Cumbre

un experto en el tema lo explica con detalle:

Eduardo Gudynas *

Si en Cochabamba se va a discutir el cambio climático global en serio, el debate también debe abarcar a nuestros propios países, nuestra propia Madre Tierra. La ética ambiental global va de la mano con una local, y se deben analizar todos los asuntos, desde el manejo de los suelos, a la pérdida de bosques o el papel de las agroexportaciones.

Por lo tanto, la discusión sobre los derechos de la Naturaleza, tal como se propone en el encuentro de Cochabamba (Bolivia), responde a una necesidad clave: abonar cambios radicales en la forma de valorar el ambiente que nos rodea. La actual crisis ecológica no sólo responde a fallas técnocráticas o problemas de gobernabilidad, sino que es más profunda, y está anclada en una cultura que otorga valores únicamente en función de la rentabilidad o la utilidad.

El llamado a debatir sobre los derechos de la "Madre Tierra" alienta otra postura ética donde se reconocen valores propios en el ambiente, independientes de su beneficio o utilidad para las personas. Si bien esto puede parecer muy sencillo, en realidad implica un cambio radical en cómo se asignan los valores, con implicaciones que van desde la economía a las prácticas políticas.

Esos derechos de la Naturaleza se expresan en múltiples escalas. Es tanto un asunto global, tal como se pretende discutir en Cochabamba acerca del cambio climático, pero también tiene implicancias y urgencias a nivel continental, nacional y local.

Sin embargo, en los últimos tiempos, la insistencia en los cambios del clima planetario ha servido de excusa para dejar de lado esas otras escalas. No recibe toda la atención que merecen los evidentes problemas ambientales a escala continental. Entre ellos, en América del Sur, el avance de la deforestación en las zonas andino amazónicas está cambiando la dinámica climática regional, y parecería que es uno de los factores que explican los cambios en el régimen de lluvias en la vertiente atlántica del Cono Sur.

Tampoco deben olvidarse los problemas ambientales a escala nacional y local. No es posible desatender serios impactos como la deforestación, el incremento vertiginoso en el uso de agrotóxicos o las serias limitaciones en manejar los residuos urbanos.

De esta manera, cada escala está estrechamente enlazada con las otras, y en todas ellas está presente la problemática de la ética ambiental. El utilitarismo que está detrás de la deforestación o la expansión de los monocultivos, tienen clarísimos efectos locales, pero también son las principales fuentes de emisión de gases con efecto invernadero desde América del Sur. Por lo tanto, si en Cochabamba se va a discutir el cambio climático global en serio, el debate también debe abarcar a nuestros propios países, nuestra propia Madre Tierra. La ética ambiental global va de la mano con una local, y se deben analizar todos los asuntos, desde el manejo de los suelos, a la pérdida de bosques o el papel de las agroexportaciones. Una nueva mirada a los derechos del ambiente planetario no puede generarse desde una ceguera ecológica local.

Una vez aceptada la relevancia de la escala local, es evidente que los aportes de los grupos ciudadanos es indispensable, ya que ellos son los más atentos vigilantes de la situación en el ambiente que les rodea. Ellos detectan las contradicciones ecológicas, y permiten crear los necesarios puentes entre las escalas local y nacional, con la planetaria. Eso explica, y hace perfectamente comprensible, que organizaciones como CONAMAQ, junto a otros grupos ciudadanos, busquen plantear en Cochabamba sus preocupaciones ambientales.

Los derechos de la Naturaleza, una de los componentes del nombre con el cual se realiza la convocatoria a la conferencia, también involucra atender los impactos sociales y ambientales de la minería, las prospecciones petroleras o los planes de construir represas hidroeléctricas en la Amazonia.

Abandonar la vieja ética de la apropiación y el uso, típica de los actuales planes extractivos, no es fácil para muchas corrientes políticas. Es fácil invocar a los derechos de la Naturaleza, pero al llevarlos a la práctica siempre se generan muchas resistencias. Eso explica que sea más sencillo enarbolar un discurso ambiental a escala global, para señalar los errores de otros países, pero no se logra aplicar ese espíritu a escala nacional y local, para comenzar a resolver las dificultades cotidianas.

Esa insistencia de la sociedad civil no es una excentricidad de la CONAMAQ y algunos ambientalistas, ya que exactamente las mismas tensiones se observan en otros países. Por ejemplo, en estos mismos días, la confederación indígena de Ecuador (CONAIE) insiste en su alerta sobre los planes de desarrollo extractivista del gobierno Correa, mientras que en Brasil, una gran coalición de grupos ciudadanos, pequeños agricultores e indígenas se oponen a los megaproyectos energéticos en la Amazonia. Otro tanto sucede en los demás países, cada uno con sus particularidades.

Ecuador es, por ahora, el único país que ha dado los pasos más concretos en reconocer los derechos de la Naturaleza, tal como se desprende de su nueva Constitución. Por esa misma razón no puede sorprender que allí la discusión sea más diversificada, los debates más intensos, y las tensiones más evidentes.

Es que en todos los países siempre hay resistencias desde los gobiernos hacia una nueva ética ambiental. Esa resistencia se expresa en el llamativo hecho que ante las demandas de contar con una agenda abierta de discusión en Cochabamba, el presidente Evo Morales optara por advertir sobre la "utilización" de los indígenas a manos del capitalismo global, para finalmente decidir que los temas nacionales serían excluidos de los debates en Cochabamba.

Afirmar que ese tipo de organizaciones y otros grupos ciudadanos estén al favor de un capitalismo depredador o sean partícipes de algún tipo de complot internacional, es insostenible. La propia historia de lucha de esas organizaciones deja en claro que sus objetivos son otros.

Aún más, en esta fase del cambio político bajo gobiernos progresistas, está claro que las demandas ambientales deben ser contestadas con argumentos y medidas efectivas, y no simplemente con slogans. El resultado de ese discurso es contraproducente, ya que como no aparecen argumentos convincentes para mantener las estrategias extractivistas del pasado ni fructifican otros ensayos más allá de ellas, parecería que se termina dándole la razón a los sectores conservadores que insisten en decir que la izquierda gobernante realmente carece de una propuesta de desarrollo diferente a la de generar múltiples programas de asistencia y bonos sociales.

También parecería que es más sencillo cuestionar los impactos ambientales de las políticas mineras o petroleras en el Perú de Alan García o bajo el gobierno de Alvaro Uribe en Colombia, pero se hace más difícil debatirlas en el caso de Evo Morales, Lula da Silva en Brasil o Rafael Correa en Ecuador.

No faltan quienes sostienen que a los ambientalistas nada les conforma, criticando a todos, y que son incapaces de reconocer los cambios sustanciales generados desde el progresismo. Muchos de esos cambios políticos son reales, y no son pocos los que se lograron con el concurso efectivo del ambientalismo como parte de los movimientos sociales volcados al cambio.

Pero la advertencia ecológica, y en especial las implicancias de reconocer los derechos de la Naturaleza, van más allá de los programas de gobierno, ya que son más profundas. Apuntan a un estilo de desarrollo que defiende valoraciones antropocéntricas y utilitaristas.

La ética de la Naturaleza ataca las raíces del imaginario del progreso material, y esa crítica verde desata muchas resistencias. En ese punto es oportuno apelar a parafrasear un conocido manifiesto, señalando que el fantasma de la crisis ecológica recorre el mundo, donde la radicalidad de los derechos de la Naturaleza es de tal envergadura que los creyentes en los viejos estilos de desarrollo se están uniendo para acosarlo, sean presidentes de la antigua política o líderes de nuevos gobiernos.

Hay muchos ejemplos donde unos y otros atacan al ambientalismo, calificándolo unas veces de ser demasiado radical, otras veces de ser conservador, allí lo tildan de utópico, aquí lo denuncian como una barrera al progreso.

Esto deja en claro que la discusión sobre los derechos de la Naturaleza encierra desafíos mucho más profundos de lo que usualmente se acepta. Precisamente por eso es importante un debate libre y plural. Allí están en juego cuestiones como una redefinición de la justicia social para ampliarla al campo ambiental, o buscar opciones de desarrollo postextractivista bajo nuevas prácticas políticas.

En este debate no se pueden acallar las voces de las organizaciones ciudadanas. Específicamente en el caso del encuentro en Cochabamba, cualquier discusión real sobre los derechos de la Naturaleza no sólo debe profundizar su enfoque planetario, sino que también debe nutrirse de las alertas locales, ya que desde ellas se también se genera una nueva ciudadanía ecológica.

Esos y otros debates desatarán incomodidades, y no hay que temerles, ya que el alumbramiento de una nueva ética pasa por romper con viejas ideologías que están profundamente arraigadas en todos nosotros.

Los derechos de la Naturaleza implican un cambio radical sobre los estilos de desarrollo, tanto en sus escalas globales como locales. Ignorar una de esas escalas hace imposible no sólo abordar a las otras, sino que imposibilita una verdadera transformación de nuestra relación con la Naturaleza.

* Eduardo Gudynas es analista de información en CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social) - www.ambiental.net