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sábado, 7 de enero de 2017

es que las malas formas de las empresas chinas, están provocando, aumentando los rechazos y las protestas y hasta ahora la Autoridad además de condescender con las mismas, no ha mostrado el valor de las Leyes, LT considera que la poca claridad con que se adjudican los contratos es una causa originaria de conductas reprochables. hasta cuándo?


Empresas chinas y condescendencia

Es de esperar que las autoridades  salgan por los fueros de los intereses nacionales y no reincidan en el sometimiento a la arbitrariedad y la prepotencia que suele dar el poder económico.

A la ya muy larga lista de acusaciones que pesan sobre las empresas chinas que de un tiempo a esta parte operan en nuestro país, se ha sumado durante los últimos días el crimen ambiental que habría cometido la empresa Sinohydro al desmontar 6,8 hectáreas de bosques a orillas del río Surutú, haciendo caso omiso de lo que manda la legislación boliviana sobre tan importante asunto.

El tema no es nuevo. Por el contrario, suman varias decenas los casos denunciados y ampliamente documentados sobre la ligereza con que muchas empresas chinas violan sistemática e impunemente las normas vigentes en nuestro país. Los casos de desacato de lo que mandan las normas laborales y ambientales son los más graves y comunes, pero hay otras transgresiones que no por ser menores son menos merecedoras de una rigurosa investigación.

En efecto, como es fácil recordar, las empresas Camce, Vicstar y Sinohydro, entre otras, han sido con mucha frecuencia motivo de conflictos con sus contratantes y sus trabajadores por temas tan diversos como la vulneración de la Ley de Higiene y Seguridad Ocupacional, malos tratos a los trabajadores, falta de alimentación e incumplimiento de acuerdos suscritos con sus empleados. Son también frecuentes las informaciones que salen a luz pública sobre la mala calidad de las obras y el incumplimiento de los términos contractuales.
En el caso específico de Sinohydro, la lista de antecedentes negativos es especialmente ampulosa. Y no sólo en nuestro país, pues en otros de la región tuvo que afrontar gravísimas acusaciones por sus malas prácticas. Se destaca la mala experiencia que tuvo Ecuador con esta empresa.
Para empeorar el panorama, una característica común de todos los contratos suscritos entre diferentes empresas estatales y las empresas chinas es que son por lo general resultado de negociaciones nada transparentes. Se trata de adjudicaciones directas, sin que se hagan públicos ni los términos de referencia ni las condiciones contractuales y mucho menos los criterios que guían tan generosa distribución de millonarios contratos.
Tal situación, alarmante de por sí, lo es mucho más si se considera que la mala experiencia que está sufriendo Bolivia no es una excepción ni mucho menos. En efecto, sobre la base de una evaluación de las actividades de empresas chinas en países de Asia, África y América Latina, los principales organismos internacionales, han expresado su preocupación.
El reciente caso de Sinohydro no es, por tanto, algo excepcional sino sólo una manifestación más de una manera de operar que está causando enormes daños a nuestro país ante la notable condescendencia con que actúan las diversas reparticiones estatales.
Es de esperar que, por lo menos en este caso, la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) y la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), y a través de ellas los ministerios de los que dependen, salgan por los fueros de los intereses nacionales y no reincidan en el sometimiento a la arbitrariedad y la prepotencia que suele dar el poder económico.

jueves, 5 de enero de 2017

de nuevo "mentir"? adelantó García que si se lo pide Evo, revisará su decisión de ser candidato, otra vez. la mentira según LT no es monopolio de Evo y Alvaro, también mintieron en su momento Jaime Paz y Hugo Bánzer...aunque los ciudadanos seguimos creyendo en "la palabra empeñada..." así es.


El valor de la palabra

Una vez más, el Vicepresidente del Estado confirma aquello de que el ser humano es esencialmente conservador y que cuando esta tendencia se debilita hace una revolución para fortalecerla, en palabras de Ernesto Sábato.

Hace unas semanas y ante la realización de un congreso del MAS en el que su figura podía ser afectada, anunció que desde 2014 (¡!) había decidido no volver a postular a la Vicepresidencia del Estado, por lo que no lo haría en las elecciones de 2019.

Esta declaración, además, parecía formar parte de los esfuerzos sostenidos —y con muy pocos escrúpulos, por lo demás— para habilitar a Evo Morales como candidato en 2019 pese a que la Constitución Política del Estado lo prohíbe expresamente, prohibición ratificada en el referendo constitucional de febrero pasado.

Sin embargo, esta semana el Vicepresidente ha dado un paso al costado al anunciar que su decisión podría ser revisada si el Presidente del Estado se lo pide, otra rectificación pues cuando hizo el anuncio original también dijo la decisión fue acordada con Morales.

Una vez más, se desconoce el valor de la palabra en aras del interés sectario y personal de corto plazo, actitud que provoca el desprestigio de los actores políticos en la sociedad.

Además, hay precedentes en este campo. El expresidente Jaime Paz Zamora, cuando se desató el caso “Oso Chavarría”, anunció su retiro definitivo de la política para, luego, volver a postular en cuantas elecciones hubo hasta 2005 y el expresidente Hugo Banzer Suárez hizo lo propio al ser derrotado contundentemente en las elecciones de 1993, promesa olvidada en las de 1997.

Se entiende que la victoria del MAS en 2005 fue porque ofreció, entre otras promesas, devolver valor al compromiso asumido, pero…

lunes, 2 de enero de 2017

Agustïn Echalar acierta desde el título "la verdad de las mentiras" genial para comentar el audiovisual de Evo un intento de mostrar que la mentira es verdad...el autor un mercenario que miente por la paga. y qué paga!





La verdad de las mentiras


Días antes de la Navidad, el Gobierno ha lanzado un producto audiovisual que difícilmente puede ser llamado un documental periodístico,  aunque lo ha camuflado como tal. En realidad se trata de un filme que trata de contar una historia basada en un hecho real, pero interpretada al gusto del creador. Lo malo es que está al servicio de los poderosos de turno y eso hace que la posición del productor sea muy penosa. Mercenarios los llaman.
La tesis es que una gran mentira fraguada por una conspiración hecha entre diversos opositores y el imperio hubiera hecho que el referendo del 21 de febrero se inclinara por un, (no muy ) rotundo NO.
Hay dos verdades que rondan esta producción. En primer lugar, que la prensa puede llegar a influir en la opinión pública, y que si se manipula a la prensa, se pueden llegar a resultados tremendamente beneficiosos para los manipuladores. Naturalmente se tiene que ser caradura para rasgarse las vestiduras a partir de esta situación si se es del Gobierno del MAS. No olvidemos que el MAS ha copado casi todos los medios de comunicación de una u otra manera, y que a aquellos que esta película tilda de “Cártel de la Mentira”, es a los que se han mantenido más bien independientes. En segundo lugar, el hecho de que no hay un periodismo imparcial. Eso también es cierto, pero hay tonalidades en esa verdad. Hay casos en los que las noticias son no solamente cargadas sino directamente tergiversadas.
El mejor ejemplo es el caso de la ¨Mentira¨ sobre el niño. El trabajo de Sal Lari pretende mostrar que todo fue una patraña para embarrar la impoluta imagen de Evo Morales, pero sólo lo logra obviando la declaración clara y contundente del principal interesado, quien en conferencia de prensa dijo haber engendrado un niño producto de una relación con una joven. Y que este niño nació y murió.
Nunca, (o por el momento), sabremos si ese niño nació o no. Sabemos, eso sí, que hay un documento oficial del Estado boliviano que certifica su existencia, y de no ser verdad este hecho, hay grupos de personas que tendrían que enfrentarse a la justicia. Sabemos también qué clase de comportamiento habría tenido nuestro Presidente en relación a un niño que él hubiera engendrado, y eso lo deja muy mal parado, porque pone en evidencia una personalidad egoísta, inmadura y eventualmente indolente.
Los masistas están queriendo hacer anular el referendo porque éste les hubiera resultado adverso debido a una mentira que no hubo, o que en su defecto, fue dicha por el Presidente. Eso sí, hubo otras mentiras, lanzadas por ejemplo por el Vicepresidente. ¿Recuerda Ud. los vaticinios de don Álvaro respecto al sol y la luna? Aquí hasta podríamos darle una licencia poética.  Pero... ¿recuerda Ud. el dibujo del  negro futuro, en caso de que ganara el No, que hacía en sus visitas al campo? A veces vale la pena ver el canal estatal, que transmite, sin querer, escenas verdaderamente incriminatorias. Junto a las mentiras apocalípticas de García Linera, estuvieron las amenazas de no colaborar a los municipios donde ganara el NO.  En realidad sí hubo mentiras y cosas peores, pero dichas y orquestadas por el MAS.
Es cierto que no hay prensa imparcial, pero el único antídoto contra ésta es una buena educación y la suficiente libertad de prensa para que el ciudadano pueda leer de distintas fuentes y de distintas tendencias, y que pueda llegar a una conclusión propia. Eso por supuesto no encaja en un sistema con tendencias totalitaristas. Sería impensable en la Cuba de Fidel por quien tantas lágrimas ha derramado nuestro acongojado Presidente.
El trabajo de Sal Lari es una grosería porque hace exactamente lo que critica, y peor, lo hace desde el poder.
El autor es operador de turismo.