Deberíamos tener la capacidad de reflexionar ante un acto electoral como el que nos tocará vivir dentro de algunas horas. capacidad de reconocer nuestras faltas propias y ser tan sinceros con nosotros mismos que ante de la confesión de boca, asumir el propósito de enmienda con madurez y seriedad.
las faltas propias. los errores comunes fruto de nuestra ignorancia, de nuestro falso concepto de lealtad, de insuficiencia de análisis de nuestras devociones. recordar por ejemplo que de jóvenes casi todos pecados de ser demasiado idealistas, demasiado ingenuos, demasiado obedientes a nuestros líderes sin caer en cuenta, que de a poco hemos estado cimentando ideales a medias, soportados en la ilusión de hacer el bien y procurar el Bien Común en todas las circunstancias, incluyendo aquellas en que desoímos el consejo de nuestros mayores, padres y hermanos pensando que ellos no están o no estaban calificados para interpretar nuestras propias decisiones.
hubo un tiempo de nuestra adolescencia, guiados por el Evangelio y el Catecismo, en que obedecíamos a pie juntillas la doctrina, inclusive en casos de desacuerdo con nuestros padres, o en desacuerdo con nuestros mejores amigos. tiempo de soberbia y falso orgullo. "yo soy capaz de todo, con tal de no avanzar en contra de mis ideales". recuerdo mucho y todavía siento una gran tristeza. Juan José Saavedra un joven demócrata cristiano, que abandonó el partido y se lanzó en brazos del naciente MIR, de los hermanos Paz Zamora, que actuaban como "iluminados en materia política" y lograron fanatizar a los más buenos, más entregados, más fervientes cumplidores de los altos ideales de la democracia cristiana para lanzarlos a la "guerrilla de Teoponte". Ocurrió entonces que Juan José tocó a mi puerta, sentados a la mesa e invocada la asistencia de Dios por los alimentos, comenzó suave y casi conpungido, "el 18 entramos al monte", como no le entendí me explicó, "lo vengo pensando hace mucho y de esto no hablé con mi padre, claro, tú lo conoces" en efecto conocí bastante al famoso periodista, radialista don Genaro Saavedra Pérez, otrora mi Jefe, director de Radio Amauta de La Paz. "Tú sabes que mi padre me habría mandado a la mierda, de saber mi intención de sumarme a la guerrilla" y durante una hora entera, casi sin darme lugar a interrumpirle Juan José estuvo frenético explicando su determinación de entrar al monte, declararse en armas y esperar al Ejército.
demás está decir que aquello fue una horrible matanza. los militares, algunos les habría ofrecido recibirlos en hombros cuando estuviesen de regreso a las pocas semanas, cumplido el plazo político "del cambio en las FFAA" al mando de Alfredo Ovando Cancia, que calculó mal, el ala derecha del Ejército pudo más y los guerrilleros cuyos cuerpos lucían las unidades de Los Yungas, como trofeo de victoria, habían vencido sin ceder un ápice en el planteamiento de cerrarle las puertas la izquierda y de continuar con la política de siempre.
de jóvenes como Juan José Saavedra, me temo que existan muchos en las filas de la izquierda, de esos que creen hoy mismo en Evo Morales y en la permanencia en el Poder para alcanzar las cimas quimeras de la Revolución hasta derrotar al capitalismo, como según sus líderes derrotaron al neoliberalismo. de esos que planifican la muerte, la violencia, la toma de esto y aquello, como planearon hace poco la toma de la Alcaldía altena por Soledad Chapetón, no masista, se había entregado a la derecha...que la derecha, todos los que votarán horas más por el Sí, están vendidos al capitalismo, a los EEUU, y a los vendepatrias, a Goni, al Zorro, al Tuto, a Samuel...son ellos los enemigos a los que hay que combatir...ellos que son la amenaza para el tata Evo, que está llamado por la Pachamama a Gobernar hasta su muerte...son éstos jóvenes dispuestos a prender fuego, a matar, a destruir las pruebas de los juicios en contra del hermano Patana, "verdadero ídolo de la juventud altena".
y uno, el ciudadano común, se estremece de tanta maldad, de cómo Elío y el jefe policial Téllez puede "planificar tan fríamente la muerte" de los funcionarios de la Alcaldía y acto seguido echarle la culpa a la Soledad..."fue un autoatentado" o Quintana "porque Chapetón no atiende los pedidos de las escuelas?" o el propio Evo "es que las protestas se deben escuchar" y ahora sabemos, bendito Internet, todo, casi todo, paso a paso lo ocurrido. a Elío "usted debe impedir el cierre por el NO en El Alto.
Elío con Téllez se encargaron de los maleantes para ir por Soledad y "quemarla o colgarla" como pretendieron con Manfred Reyes en Cochabamba.
(Fin de la primera parte de este plan siniestro de asesinar a Soledad)
las faltas propias. los errores comunes fruto de nuestra ignorancia, de nuestro falso concepto de lealtad, de insuficiencia de análisis de nuestras devociones. recordar por ejemplo que de jóvenes casi todos pecados de ser demasiado idealistas, demasiado ingenuos, demasiado obedientes a nuestros líderes sin caer en cuenta, que de a poco hemos estado cimentando ideales a medias, soportados en la ilusión de hacer el bien y procurar el Bien Común en todas las circunstancias, incluyendo aquellas en que desoímos el consejo de nuestros mayores, padres y hermanos pensando que ellos no están o no estaban calificados para interpretar nuestras propias decisiones.
hubo un tiempo de nuestra adolescencia, guiados por el Evangelio y el Catecismo, en que obedecíamos a pie juntillas la doctrina, inclusive en casos de desacuerdo con nuestros padres, o en desacuerdo con nuestros mejores amigos. tiempo de soberbia y falso orgullo. "yo soy capaz de todo, con tal de no avanzar en contra de mis ideales". recuerdo mucho y todavía siento una gran tristeza. Juan José Saavedra un joven demócrata cristiano, que abandonó el partido y se lanzó en brazos del naciente MIR, de los hermanos Paz Zamora, que actuaban como "iluminados en materia política" y lograron fanatizar a los más buenos, más entregados, más fervientes cumplidores de los altos ideales de la democracia cristiana para lanzarlos a la "guerrilla de Teoponte". Ocurrió entonces que Juan José tocó a mi puerta, sentados a la mesa e invocada la asistencia de Dios por los alimentos, comenzó suave y casi conpungido, "el 18 entramos al monte", como no le entendí me explicó, "lo vengo pensando hace mucho y de esto no hablé con mi padre, claro, tú lo conoces" en efecto conocí bastante al famoso periodista, radialista don Genaro Saavedra Pérez, otrora mi Jefe, director de Radio Amauta de La Paz. "Tú sabes que mi padre me habría mandado a la mierda, de saber mi intención de sumarme a la guerrilla" y durante una hora entera, casi sin darme lugar a interrumpirle Juan José estuvo frenético explicando su determinación de entrar al monte, declararse en armas y esperar al Ejército.
demás está decir que aquello fue una horrible matanza. los militares, algunos les habría ofrecido recibirlos en hombros cuando estuviesen de regreso a las pocas semanas, cumplido el plazo político "del cambio en las FFAA" al mando de Alfredo Ovando Cancia, que calculó mal, el ala derecha del Ejército pudo más y los guerrilleros cuyos cuerpos lucían las unidades de Los Yungas, como trofeo de victoria, habían vencido sin ceder un ápice en el planteamiento de cerrarle las puertas la izquierda y de continuar con la política de siempre.
de jóvenes como Juan José Saavedra, me temo que existan muchos en las filas de la izquierda, de esos que creen hoy mismo en Evo Morales y en la permanencia en el Poder para alcanzar las cimas quimeras de la Revolución hasta derrotar al capitalismo, como según sus líderes derrotaron al neoliberalismo. de esos que planifican la muerte, la violencia, la toma de esto y aquello, como planearon hace poco la toma de la Alcaldía altena por Soledad Chapetón, no masista, se había entregado a la derecha...que la derecha, todos los que votarán horas más por el Sí, están vendidos al capitalismo, a los EEUU, y a los vendepatrias, a Goni, al Zorro, al Tuto, a Samuel...son ellos los enemigos a los que hay que combatir...ellos que son la amenaza para el tata Evo, que está llamado por la Pachamama a Gobernar hasta su muerte...son éstos jóvenes dispuestos a prender fuego, a matar, a destruir las pruebas de los juicios en contra del hermano Patana, "verdadero ídolo de la juventud altena".
y uno, el ciudadano común, se estremece de tanta maldad, de cómo Elío y el jefe policial Téllez puede "planificar tan fríamente la muerte" de los funcionarios de la Alcaldía y acto seguido echarle la culpa a la Soledad..."fue un autoatentado" o Quintana "porque Chapetón no atiende los pedidos de las escuelas?" o el propio Evo "es que las protestas se deben escuchar" y ahora sabemos, bendito Internet, todo, casi todo, paso a paso lo ocurrido. a Elío "usted debe impedir el cierre por el NO en El Alto.
Elío con Téllez se encargaron de los maleantes para ir por Soledad y "quemarla o colgarla" como pretendieron con Manfred Reyes en Cochabamba.
(Fin de la primera parte de este plan siniestro de asesinar a Soledad)