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viernes, 30 de octubre de 2015

no es Carlos Sánchez que repite el plato, ahora es nada menos que El Deber analizando lo sucedido en NY. destaca la presencia de Humberto Roca y de Jacob Ostreicher...aunque no trata a éste como un empresario estafado por un grupo de élite del evismo, y destaca el Diario Mayor la actitud del auspiciador FT que asegura que Evo Morales no es un demócrata. lo que es extraño habiendo sido EMA que pagó el medio millón de dólares por un evento de 4 horas el dia de su cumpleaños.

El seminario sobre las oportunidades para invertir en Bolivia, organizado por el Financial Times, fue un novedoso esfuerzo del Gobierno boliviano por cambiar la reputación del país entre los inversionistas extranjeros. El diario londinense, desde hace poco de propiedad de inversionistas japoneses, pasó una factura por 472.000 dólares por el seminario de cuatro horas de duración realizado en el Four Seasons Hotel, uno de los más lujosos de Nueva York. Los ministros del área económica estuvieron a cargo de informar a unos 130 inversionistas norteamericanos sobre la situación de la economía en el país y luego todo concluyó con una entrevista al presidente Evo Morales, quien vivía su cumpleaños y aprovechó la oportunidad para dar todas las garantías a los inversionistas que desearan llegar a Bolivia a trabajar.

Era inevitable que la ocasión fuera aprovechada por quienes tienen denuncias sobre el supuesto maltrato que reciben los empresarios bolivianos y extranjeros: Humberto Roca y Jacob Ostreicher quisieron hacer escuchar sus protestas, pero no lograron ingresar al salón custodiado por la seguridad del presidente Morales y del propio hotel. Como se sabe, Roca fue presidente de AeroSur, una empresa que tuvo que quebrar en circunstancias difíciles, que el empresario describe como presiones del Gobierno para eliminar a la empresa y dejar espacio a una nueva, la BoA. En cuanto a Ostreicher, la historia es más complicada porque concluye con la fuga del empresario, aunque él mismo diga que se trató de un secuestro por el que llegó a Estados Unidos, pero perdió toda la inversión que había hecho. 

Se trata de casos críticos a los que el Gobierno no ha hecho alusión en el mensaje a los inversionistas que concurrieron a la cita. Pero el mensaje más preocupante sobre el clima de inversiones en Bolivia lo dio el propio Financial Times, que en una separata auspiciada por el propio Gobierno incluyó esta frase: “¿Qué pasará después? Morales puede ser muchas cosas, pero demócrata podría no ser una de ellas”. Un apunte que seguramente será analizado por el Gobierno nacional. 

Por otro lado, las invasiones de propiedades privadas, tanto en la minería del occidente como de predios agrícolas en Santa Cruz, son otro punto en contra que probablemente será resuelto por el Gobierno conforme avance en su aproximación a los inversionistas extranjeros que deben traer el capital que en el país no existe para desarrollar potencialidades económicas. Esta clase de exhibiciones son buenas y dan resultado cuando lo que se ha ofrecido es algo que se da en la realidad

miércoles, 28 de octubre de 2015

la convocatoria de Evo en Nueva York a inversionistas de los Estados Unidos para colocar capitales en Bolivia no ha podido vencer su propia campaña antiestadounidense. lo sucedido en el hotel Four Seasons explicavarios hecho. Carlos Sánchez destaca la presencia de Jacob Ostreicher y de Humberto Roca en sus acusaciones a Evo Morales

La necesidad de mantener la apariencia de su tan publicitado -como falso éxito económico- llevó a Evo Morales a realizar uno sus más notables actos de impostura e incoherencia al mandar preparar y encabezar la denominada “Investing in the  New Bolivia Summit”, puesta en escena el 26 de octubre por el Financial Times Live (FTL) en Nueva York.  El dirigente cocalero, gobernante del socialismo del siglo XXI, confeso y vociferante antiimperialista y anticapitalista, permanente crítico de la propiedad privada, estatista y concentrador del poder total, el dictador que utiliza el sistema de justicia como mecanismo de represión política, es quien asumió ahora el papel de “promover la inversión nacional y extranjera, ofreciendo atractivas oportunidades a los inversores….” de la mano de un tan importante como oneroso aparato de promoción capitalista. Cuán grave será la realidad de economía boliviana y la crisis que viene, que el dictador castrista Evo Morales mendiga inversiones.
No ha transcurrido ni un mes desde que en la misma ciudad de Nueva York, Evo Morales  afirmó ante la Asamblea General de la ONU que “el capitalismo es un modelo fracasado y sin futuro”; no han pasado dos semanas desde que en la ciudad de Tiquipaya sentenció que “el capitalismo es el cáncer de la madre tierra”. Al mismo tiempo montó un costoso show en el centro mundial del capitalismo, buscando a los “empresarios del imperialismo” para pedirles dinero, que inviertan, que “capitalicen”, que le provean fondos para mantenerse indefinidamente en el poder. 
El jefe del estado plurinacional, en la propaganda previa del evento ampliamente difundida en la página web de los organizadores y en extensa campaña,  ha ofrecido “recursos naturales – incluidos los hidrocarburos, minerales y litio que componen el pilar central de la economía de Bolivia….”.  Evo Morales ha puesto en vitrina de venta internacional los recursos naturales que dice defender, que afirma haber nacionalizado y que le sirvieron de bandera para derrocar –conspiración, sedición y masacres de por medio– al Presidente Constitucional en octubre de 2003. Seguirá con su discurso de “vende patria” sin mirarse al espejo?
El evento del 26 de octubre en Nueva York ha tratado de presentar un país y una situación marcadamente diferentes a la Bolivia real de hoy.  Ha ofrecido garantía de  seguridad jurídica cuando Evo Morales, en el modelo castrista (igual que en Venezuela, Ecuador y Nicaragua) ha terminado con toda la institucionalidad y la independencia de gestión.  En el estado plurinacional de Evo Morales no hay Banco Central ni órgano alguno independiente de su poder, las superintendencias y entes reguladores son meras oficinas de control político. Las normas legales se hacen y cambian a conveniencia del gobierno que las digita en un Parlamento sometido.  El sistema de justicia es solo una dependencia política del dictador,  como lo han confesado, denunciado y probado –solo tres días antes del show de Nueva York- los mismos jueces designados por Evo, los magistrados Gualberto Cusi y Ligia Velásquez, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington DC.
Existen antecedentes concretos de cómo Evo Morales y su gobierno trata a empresarios e inversionistas en Bolivia. Lo recordaron dos víctimas en la “Investing in the  New Bolivia Summit” donde se presentaron el inversionista norteamericano Jacob Ostreicher y el empresario boliviano Humberto Roca reclamando a Evo Morales por las confiscaciones, acusaciones falsas, corrupción, persecución, violación de sus derechos humanos y de su propiedad privada. Ostreicher que invirtió en Bolivia fue acusado y encarcelado, estuvo preso 18 meses, ni las peticiones de Sean Penn a Evo Morales lo ayudaron, fue víctima de extorsión y tuvo que escapar de retorno a Estados Unidos sin recuperar sus treinta y seis millones de dólares.  Roca, el dueño de Aerosur, la aerolínea más importante del país, fue procesado y perseguido por el gobierno, perdió empresas y bienes, acusa al gobierno de haberse quedado con ellos por cientos de millones de dólares, y fue extorsionado en Miami por un alto funcionario del gobierno de Morales que cumple prisión en Estados Unidos por este caso.
El evento para empresarios e inversionistas no dejó ingresar a Ostreicher ni a Roca, pero Evo Morales dio un importante mensaje a los asistentes, les “ofreció seguridad jurídica y los amenazó con expulsarlos de Bolivia si hacen política”……Así son las cosas con los dictadores del socialismo del siglo XXI, quieren negocios sin libertad y corrupción sin democracia, quien invierta sabe dónde y con quién se mete. Evo Morales demostró en su “cumbre” del 26 de octubre en Nueva York, que es un anticapitalista que mendiga inversiones y  que también amenaza.
*Abogado y Politólogo.  Director del Interamerican Institute for Democracy

mucho dinero gastado en volar ida y vuelta a NY para ser convencidos por Evo sobre el doble aguinaldo que empresarios se niegan a pagar.

No hacía falta gastar tanto dinero ni trasladarse hasta Nueva York para promocionar las grandes ventajas de invertir en Bolivia. A no ser que el verdadero motivo del viaje haya sido otro. Ahí no hay materia de discusión pues turismo y fiesta es lo que mejor se viene haciendo en los últimos tiempos.
Desde hace años el régimen nacional viene ampliando las ventajas para las empresas extranjeras, especialmente las petroleras. Todos los años organiza grandes eventos donde reúne a los ejecutivos de las compañías más renombradas. Al principio se las amenazaba, después vinieron las propuestas más coherentes y ahora se les ruega, se les implora, se les ofrece pagarles y recompensarles, entregarles en bandeja de plata las áreas protegidas y los parques nacionales , pero no hay manera, los capitales no llegan y no se atreven, porque aún está fresco el trauma de la nacionalización; nadie confía en las promesas de que ya se acabaron las confiscaciones y lo que es peor, todos piensan que les podría ir mal en un supuesto litigio, pues el Estado Plurinacional suele desconocer las instancias internacionales de arbitraje.
El miedo entre las empresas cunde cuando se observa lo que le pasó a Ostreicher, a varias mineras extranjeras víctimas de ocupaciones ilegales, a agricultores brasileños que tuvieron que recurrir a su embajada porque las autoridades nacionales  las ignoraron cuando denunciaron el avasallamiento de sus tierras a manos de delincuentes con altos contactos políticos. Temen que les pase lo mismo que a compañías españolas y estadounidenses que enfrentaron expropiaciones y que se vieron en figurillas al cobrar su plata porque nuestros líderes respetan a los organismos internacionales solo cuando les conviene.
Muchos creen que en Bolivia reina el capricho de los mandamases y justamente el presidente lo dejó patente en Nueva York cuando afirmó que a las empresas que hacen política se las expulsa. Y este país todos saben que esa determinación depende de lo mal que se hayan levantado los dueños del poder, con capacidad para denunciar, juzgar y condenar al mismo tiempo.
El vicepresidente García Linera hizo muy bien el otro día en poner de ejemplo a Lenin para justificar el hecho de que un socialista busque socios capitalistas. La Unión Soviética lo hizo poco tiempo después del triunfo de la revolución bolchevique, pues rápidamente se dieron cuenta que el socialismo no servía para producir y darle de comer a la gente. A través de un proyecto denominado Nueva Política Económica, los comunistas consiguieron inversiones privadas, pero la mayoría no prosperó por falta de condiciones y porque la inmensa mayoría de los obreros prefería trabajar en las empresas del estado, donde cobraban por el mínimo esfuerzo y gozaban de todas las ventajas que la demagogia les había ofrecido.
Las pocas empresas privadas que prosperaron en la Unión Soviética fueron de las de una pequeña élite mafiosa vinculada al poder, con contactos y privilegios que les permitieron lograr excedentes que fueron enviados al exterior lejos del alcance de los angurrientos comunistas. Esas mismas mafias son las que controlan hoy el poder en Rusia, las que apuntalan la dictadura de Putin y las que seguramente estarían dispuestas a venir a Bolivia.
Desde hace años el régimen nacional viene ampliando las ventajas para las empresas extranjeras, especialmente las petroleras. Todos los años organiza grandes eventos donde reúne a los ejecutivos de las compañías más renombradas.

martes, 27 de octubre de 2015

hace pocas horas, mientras se reúnían los interesados con Evo, fuera del salón del lujosísimo Four Seasons sucedía que dos ciudadanos pedían la devolución de sus bienes confiscados por Evo. Jacob sostuvo invertí 50 millones de dólares que no se me devuelven hasta hoy. Roca dijo ser injustamente tratado y acosado por Evo. las imágenes son del ABI (agencia oficialista del Régimen)

Roca y Ostreicher reaparecen en Nueva York y generan incidentes en foro para atraer inversiones

En el foro ‘Invirtiendo en la nueva Bolivia’, desarrollado en el hotel Four Seasons, estuvieron más de una centena de empresarios. Un periodista de la red Gigavisión relató que personal de Inteligencia intervino y logró sacar de los ambientes del hotel a las dos personas, que radican en Estados Unidos.


en la primera imagen Humberto Roca(condenado en su ausencia a 5 años dialoga con Jacob Streicher (estafado, encarcelado y a punto de morir en una huelga de hambre en la cárcel de Palmasola) reclama de Evo, la devolución de al menos 50 millones de dólares que invirtió en Bolivia. el efecto de estos dos denuncias contradice la "oferta de un paraíso para las inversiones" que Evo preconizaba simultáneamente dentro del Hotel. una real paradoja! en la segunda Roca confronta a Luis Arce (el propagandista del milagro económico) y en la tercera el judio estadounidense que pasó 18 meses en la cárcel, por reclamar los bienes que le asaltaron.

lunes, 26 de octubre de 2015

empresas chinas a las que se encargan obras del Estado o la Alcaldía. empresas que no responden en la medida de su responsabilidad. las fallas son mucha,de diversa índole y el empeño oficialista de entregarles contratos que luego no cumplen.LTD sobre el rol de las empresas chinas.

Hace algo más de un año, en el espacio subeditorial de esta página correspondiente al 20 de febrero de 2014, nos referíamos con sorpresa y preocupación a un tema cuya importancia ha ido creciendo durante los últimos meses. Nos referíamos a “la agilidad con que se suscriben millonarios contratos vía la adjudicación directa y a la creciente frecuencia con que las beneficiadas son empresas chinas”.
Sobre el primer aspecto del asunto recordábamos que “ya nos hemos ocupado en estas páginas en más de una oportunidad a lo peligrosa que es esa manera de actuar elevada últimamente a la condición de política oficial del Estado, por las obvias dudas a las que da lugar en cuanto a las condiciones contractuales, precios, calidad de obras y servicios contratados”.
Y en cuanto al segundo aspecto, el relativo a la frecuencia con que son empresas de origen chino –estatales, privadas o mixtas– las que se benefician con esas adjudicaciones, decíamos que por ser un fenómeno novedoso en nuestro medio resultaba algo difícil de abordar. Y aunque reconocíamos que resultaba prematuro emitir cualquier juicio de valor sobre la inusitada presencia china en las obras públicas de nuestro país y nuestra región, sosteníamos también que la falta de transparencia con que se realizaba la mayor parte de esas adjudicaciones no era una señal tranquilizadora, ni mucho menos.
Los meses transcurridos desde entonces no han hecho más que dar sólido fundamento a esos temores. En efecto, basta ver de cerca lo que está pasando en la mayor parte de las principales obras públicas en nuestro país –y muy especialmente en Cochabamba— para constatar que los resultados no son de los mejores.
En efecto, y tal como lo reflejan las noticias que a diario se publican sobre el tema, son muchas y muy frecuentes las muestras de irregularidades de diversa índole en las obras adjudicadas a empresas chinas.
Entre las más recientes de las noticias a las que nos referimos se destacan las denuncias que pesan sobre Camce, Vicstar y Sinohydro por vulnerar la Ley de Higiene y Seguridad Ocupacional, malos tratos a los trabajadores, falta de alimentación y, la última constructora, por deficiente dotación de viviendas. En el caso de la segunda, hay observaciones a la calidad de las obras.
Además, en febrero pasado el Gobierno rescindió contrato con la estatal china Railwail por incumplir plazos en la ferrovía Montero-Bulo Bulo.
Cochabamba es el departamento que más directamente sufre las consecuencias de esas anomalías. Y  no sólo porque es uno de los que más concesiones ha hecho a empresas chinas, sino porque su principal proyecto de desarrollo, Misicuni, ha sido puesto en manos de una de las que se destaca por su falta de cumplimiento de normas laborales y de los plazos que se le otorga para la realización de las obras que se adjudica.
Se trata, como los hechos lo demuestran, de un asunto que no puede ser tomado a la ligera.

domingo, 25 de octubre de 2015

El Dia titula:  Esfuerzo por destruir Bolivia

nosotros podríamos agregar Beneficio Aguinaldo desalienta al inversionista

El Gobierno ha confirmado nomás el pago del doble aguinaldo, con el cuento de que somos la mejor economía del continente, el crecimiento, el INE y bla, bla, bla. De cualquier forma y por más que se hayan caído las exportaciones, que se esté comprimiendo el Producto Bruto Interno y que estemos recurriendo al endeudamiento irresponsable para seguir manteniendo una bonanza artificial, se iba a mantener ese beneficio por una cuestión netamente política, porque ni siquiera posee un gran impacto social, en el trabajo, el empleo y la productividad.
No hay datos oficiales, pero en el mejor de los casos, solo el 20 por ciento de la clase trabajadora del país se beneficiará con el doble aguinaldo pues el resto ni siquiera percibe uno de los bonos navideños, como tampoco tiene seguridad social, jubilación y ninguna de las otras ventajas de los asalariados de las empresas y entidades formales y legalmente establecidas.
La ganancia es absolutamente política y de muy corto alcance. Es más, si los trabajadores fueran verdaderamente conscientes de daño que causa en la economía este “regalito” deberían ser los primeros en oponerse, porque no hacen más que cortar la rama donde están apoyados; hacerse el harakiri.
En el caso boliviano, el doble aguinaldo viene a ser la cereza en la torta que le coloca el Estado a un sector productivo agobiado por trámites, impuestos y toda una serie de obligaciones que han sido definidas últimamente como “terrorismo fiscal” por los pequeños empresarios que han comenzado a salir a las calles a protestar para ponerle freno a la hiperfiscalización. No es una percepción coyuntural, pues los organismos internacionales colocan a Bolivia como uno de los países más burocráticos, más acosadores y bloqueadores de las empresas, sin importar si son pequeñas, grandes o medianas.
El sesgo antiempresarial del Gobierno, que solo se manifiesta hacia los locales (porque en Nueva York anda pidiendo que vengan todas), se puede entender en el contexto de la demagogia y la catarsis que promueve entre los “pobres”, “campesinos”, “oprimidos” y “explotados”, pero son justamente ellos los principales perjudicados por esta política que cercena el empleo,  elimina la seguridad, disminuye la calidad del trabajo y combate el bienestar social.
De acuerdo a los datos de la OIT, el auge del populismo, la crisis económica y el liderazgo que tomaron las economías de la India y de China, permitieron el incremento de la informalidad y muchos teóricos advenedizos afectos a los sofismas vieron este fenómeno como positivo, puesto que se lo observó como un paliativo contra la pobreza, como un evento pasajero, pues en su momento, las empresas informales “descubrirían” los beneficios de someterse a las normas.
Es verdad que en Perú, por ejemplo, se ha dado ese avance, pero es gracias a políticas públicas que han inducido la evolución, pero lo que ocurre frecuentemente y está pasando en Bolivia, es que los líderes estimulan la informalidad como una forma de clientelismo político, sin prever las graves consecuencias sociales, económicas y también políticas, pues los Estados se van debilitando sin una estructura productiva sólida que lo sostenga.
En el caso boliviano, el doble aguinaldo viene a ser la cereza en la torta que le coloca el Estado a un sector productivo agobiado por trámites, impuestos y toda una serie de obligaciones que han sido definidas últimamente como 'terrorismo fiscal'.