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sábado, 8 de noviembre de 2014

dónde está el satélite? cuál será su órbita cuando pasa por encima? talvez nuestro Tupac Katari ha chocado con otro en el espacio infinito. cómo se gastaron los 300 millones de dólares? además el inefable EM quiere tener otro Bartolina Sisa. a esta altura, podríamos saber para QUÉ SIRVE ESO? M. KEMPPF, pregunta.

Una de las características de los bolivianos es que no somos constantes en muchas cosas. Vociferamos contra algo pero luego nos olvidamos, hasta que a alguien se le ocurre hacernos recuerdo. Por ejemplo, nos hemos olvidado de la existencia del satélite Tupac Katari. Con esto de las elecciones, de las encuestas y los verdaderos resultados, con la re-reelección de S.E. que nos parecía algo indigerible, con los dos tercios fulleros, con las idas y venidas del Tribunal Supremo Electoral, y para colmo con nuevas elecciones a la vista a fines de marzo próximo, no hemos oído a los políticos – oficialistas u opositores – que se hayan preguntado por dónde corno navega el satélite chino-boliviano.
Esto nos viene a la mente cuando leemos en la prensa sobre el millón de dólares que un jeque árabe está ofreciendo por el viejo Volkswagen del presidente uruguayo “Pepe” Mujica. Aquel ahorrativo anciano que proviene de las filas de los Tupamaros y que fácilmente los niños lo confundirían con el Papá Noel, ha dado muestras de reconciliación, templanza e inteligencia. En vez de haber gastado más de 300 millones de dólares en un satélite inservible, sacrifica su propia comodidad, junta platita para los miserables, y hasta se ha puesto a pensar seriamente en vender su cacharro celeste a un lunático millonario del desierto y destinar esa inmensa suma al Plan Juntos en que está empeñado, destinado a la construcción de viviendas para personas sin recursos, dice la agencia AFP.
Ese don “Pepe” Mujica no entendería cómo Bolivia – tan pobre aunque ahora despilfarre la platita del bingo – se gaste 300 millones de dólares en algo incierto e innecesario como un satélite hecho en China. O que su presidente gaste casi 40 millones de dólares en un avión oficial para su uso. O que S.E. quiera gastarse otra ponchada de millones en la construcción de un edificio monumental que se llamará la Casa Grande del Pueblo y que no será para el pueblo sino para su comodidad. O que haga Cumbres como la del G-77 que de tan caras están produciendo un déficit en el Presupuesto.
Lo que no sabe don “Pepe” Mujica es que en Bolivia existe una fiebre derrochadora porque esa es una manera de aparentar bonanza y recibir los votos de la gente ingenua, aunque las vacas flacas vengan trotando a la vuelta de la esquina, dispuestas a embestir a los desnutridos que serán los únicos que estén desamparados en la calle. Eso, en el pequeño pero grande Uruguay, no se podría concebir. Sería imposible que les entrara en la sesera.
Bueno, ¿y dónde está el satélite chino-boliviano? ¿Para qué sirve? ¿Por qué galaxias vaga y que beneficios le da a Bolivia? Porque no se ha oído hablar nada del provecho que hayan reportado esos 300 millones de dólares. Ya se ha afirmado que no es un satélite para desentrañar las serranías ni los bosques en busca de riquezas desde el espacio. Tampoco había servido para prever cataclismos climáticos. Y aparentemente hasta hoy no presta servicios apreciables en las comunicaciones. Pero la tuti es que dicen que ni siquiera sirve para fotografiar la Tierra y poder saber si es evidente que en Bolivia se está sembrando menos coca que en años anteriores.
¿Dónde está el satélite? ¿Cuál será su órbita para saber siquiera cuándo pasa por encima de nosotros? Nuestro Centro Espacial (la NASA boliviana) debería informar si el satélite está en algún lado o si se ha perdido. El espacio es infinito, fácil de extraviarse, y además una terrible mala pata la puede tener cualquiera y tal vez nuestro Tupac Katari ha chocado con otro satélite y se ha desintegrado. O se ha incrustado en un aerolito. Al no ser tripulado (debió tripularlo S.E.), al ser un artefacto ciego, puede haberse llevado por delante a un satélite norteamericano y los gringos se han callado de pura vergüenza e indignación. ¿Saben la fiesta que se produciría en Bolivia si se hiciera público que nuestro satélite hizo polvo a una nave Challenger en la inmensidad del espacio?
Seriamente hablando, ya es hora de saber para qué se gastaron esos 300 millones de dólares. Si el aparato ha reportado ventajas proporcionales al gasto o no. Porque se trata de un verdadero dineral. Y como se anuncia que está planificada la construcción de otro satélite chino con el nombre de Bartolina Sisa, es necesario conocer de su utilidad. Es lo menos que se debe exigir: saber qué es del satélite.
No hay que olvidar que S.E. ya ha anunciado la construcción de una planta nuclear (menos mal que ha dicho que será con fines pacíficos) y eso debe costar mucho más que el Tupac Katari. Así que antes que lancen desde China el Bartolina Sisa y que se construya la planta atómica (¿en el Chapare?), es mejor sacar cuentas. Es mejor sumar y restar como hace don “Pepe” Mujica para después no andar en apuros.

jueves, 6 de noviembre de 2014


agradecer a mis lectores que me proporcionan una tan grande alegría.

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con la pasión periodística de comunicar e informar.

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miércoles, 5 de noviembre de 2014

con energía reclama Los Tiempos mayor preocupación de cívicos en el tema de Misicuni. nada se sabe de los procesos legales, los acusados dicen defenderse ante Evo Morales. la Contraloría no ha iniciado acciones contundentes para recuperar los muchos millones de dólares que no aparecen. pasa el tiempo yno se reanudan las obrasen Misicuni.

Hace algo más de una semana, en la edición dominical de este matutino, se publicó un extenso y muy bien fundamentado reportaje sobre la situación actual del Proyecto Múltiple Misicuni y sobre las enormes dificultades legales, técnicas y financieras que mantienen paralizadas las obras, mientras las perjuicios económicos, que ya suman varias decenas de millones de dólares, continúan sumándose sin cesar.
Han transcurrido 10 días desde entonces y ninguno de los anuncios hechos por las empresas e instituciones involucradas en el caso se ha hecho efectivo. Nada se sabe de los procesos legales anunciados por la Contraloría General del Estado para llevar ante la justicia a los representantes del Consorcio Hidroeléctrico Misicuni (CHM); tampoco se ha conocido ningún informe complementario para establecer el nivel de responsabilidad que corresponde a los ejecutivos directa o indirectamente involucrados en las malas decisiones tomadas durante los últimos años.
La Empresa Misicuni, que desde hace más de un año amenaza con iniciar acciones penales contra quienes acusa de haber estafado más de 26 millones de dólares, no ha dado ninguna señal efectiva en ese sentido. Y la parte acusada, el CHM, cuyos representantes se niegan a dar su versión de los hechos, afirma que es directamente con el presidente Evo Morales que asumirá su defensa, para lo que habría enviado una misiva en la que le informa sobre lo que desde su punto de vista son las verdaderas causas del descalabro actual. Muy convincente debe haber sido la carta, pues ninguna autoridad del Órgano Ejecutivo se ha manifestado al respecto y mucho menos ha mostrado algún interés en que el asunto se aclare públicamente.
En medio de tanta confusión, los últimos días no han sido suficientes ni siquiera para que la Contraloría General del Estado y la Empresa Misicuni armonicen sus respectivas versiones sobre la súbita aparición de los documentos en los que se basarían las acciones penales anunciadas. Y aunque ya se ha denunciado que todos los ejecutivos involucrados en las negociaciones que se plasmaron en el contrato tenían pleno conocimiento de la verdadera naturaleza de la sociedad constituida para adjudicarse el contrato, nada se hace para confirmar o negar tal extremo.
Para empeorar el panorama, los días, las semanas y los meses siguen transcurriendo sin que se reanude la construcción de la represa. Como lo ha constatado una inspección realizada el pasado viernes, la empresa china Camce Engineering Bolivian Bronch, que se adjudicó tres de los cuatro paquetes para la conclusión de las obras, no da ninguna muestra de su real capacidad operativa. Sus  representantes se niegan a dar información al respecto con el argumento de que no cuentan con un traductor de chino, lo que impediría la comunicación con los responsables de la construcción. La empresa no tiene ni una oficina en nuestra ciudad, pero asegura que hasta el próximo 17 de noviembre presentará toda la maquinaria necesaria para reanudar los trabajos.
Mientras tanto, con una paciencia que al parecer no tiene límites, las instituciones cochabambinas no dan ninguna muestra de preocupación.

lunes, 3 de noviembre de 2014

hablando de mastodontes. les mostramos el Palacio de Duvalier en Haití, destruído por un terremoto. hoy La Casa del Pueblo, del dictador rumano que incluye un refugio antiatómico, estuvo a punto de ser demolido cuando asesinaron al dictador. hoy sirve de museo entre otros, ver más fotos.

LA CASA DEL PUEBLO (Grande, claro con 1.100 habitaciones. un millón de m3. de mármol ruso)


El Palacio del Parlamento (o Palacio del Pueblo) en Bucarest, Rumanía, es el segundo mayor edificio del mundo en cuanto a superficie (350.000 m²), unicamente superado por El Pentágono, y el tercero en cuanto a volumen (2.550.000 metros cubicos). Mide 270 m. por 240 m., 86 m. de alto y 92 m. bajo rasante. Tiene 12 plantas de altura y 1.100 habitaciones, ademas de varias plantas de sotano (refugio antiatómico incluido). Para su construccion se empleo casi un millon de metros cubicos de marmol de Transilvania, provocando tal escasez del material que los rumanos tuvieron que fabricar las lapidas para las tumbas de cualquier cosa que no fuera marmol. Su construccion se inicio en julio de 1984, durante el régimen de Ceauşescu, y para 1989, año en que fue derrocado y ejecutado el dictador, estaba practicamente terminado, habiendose empleado casi 20.000 trabajadores para levantarlo.  Una quinta parte de las construcciones de Bucarest, incluyendo iglesias y edificios históricos, fueron demolidas para la construccion de este edificio y del Centro Civico. Actualmente, la Camara de los Diputados, el Senado y el Museo Nacional de Arte Moderno estan albergados en el Palacio.