La ciudad de Cochabamba, su gente, sus calles y plazas. Sus ríos y montañas. Su historia y geografía, su futuro promisorio. Su siempre renovada imagen.
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viernes, 5 de noviembre de 2010
El Gobierno avanza en un proceso de colonialismo interno a través de la educación, destinado al adoctrinamiento de la niñez y la juventud.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Nina, en una entrevista exclusiva concedida al programa “La mañana en directo” de Erbol con Amalia Pando,pidió no culpar a la Policía por las muertes de Caranavi porque incluso posiblemente podrían haberse suicidado las dos víctimas.
“No nos echen la culpa de los muertos por favor, no tenemos nada que ver con esas muertes”, afirmó Nina, a lo que la periodista Pando respondió: “¿Qué, se suicidaron?”; y el Comandante continuó: “puede ser, no sé, al final las investigaciones determinarán lo que ha pasado”.
Sin embargo, los familiares de las dos víctimas de Caranavi, Fidel Hernani (19) y David Calisaya (18), creen que los policías dispararon a los jóvenes, por lo que iniciaron un proceso judicial contra autoridades del Ministerio de Gobierno y jefes policiales. Aunque ahora Nina piensa que eso es simplemente un justificativo de la denuncia que presentaron en la Fiscalía en su contra.
Los padres de los dos jóvenes “pueden decir cualquier cosa, es una justificación, es una pugna entre nosotros (los policías involucrados) y ellos, pero nosotros hemos demostrado fehacientemente que hemos usado agentes químicos, balines de goma, que no matan”, aseveró.
También indicó que de la esfera de la Presidencia del Estado partió la orden de la intervención policial y que los efectivos fueron a rescatar a miles de personas que estaban atrapadas en el bloqueo en una acción de ayuda humanitaria.
Agregó que el Comando Departamental evaluó la situación que se vivía en el norte paceño tras el prolongado bloqueo de caminos y el plan de intervención, medida que posteriormente fue aprobada por las autoridades superiores, pero sin imaginar que iban a ser recibidos a balazos y dinamitazos.
lunes, 1 de noviembre de 2010
El comandante nacional de la Policía, general Oscar Nina afirmó que la institución del verde olivo está dispuesta a cualquier evaluación o investigación por parte de la Defensoría Del Pueblo o cualquier otra instancia por abusos y hechos delincuenciales.
"Estamos dispuestos a ser sometido a cualquier tipo de de evaluación (…) la policía es una institución abierta. Uno de los pilares de la transformación institucional tiene que ver rendición de cuentas por lo tanto no sólo el Defensor del Pueblo o cualquier instancia de la sociedad debe ejercer su derecho y puede acceder a todo tipo información", afirmó Nina.
El defensor del Pueblo, Rolando Villena, adelantó que iniciará una evaluación a la formación que imparte la Policía Nacional a sus efectivos, algunos de los cuales se vieron este año implicados en hechos delincuenciales. El caso más notorio fue el deceso de David Olorio Apaza, presuntamente en dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto.
"Lo que pasa es que vivimos un periodo de transición, hoy más que nunca la policía es una institución transparente, no tenemos nada que ocultar. Los policías hemos sido capaces de identificar e individualizar a todos a aquellos camaradas que han hecho mal uso del uniforme y ponerlos a disposición de las autoridades correspondientes", dijo el comandante de la Policía.
Por su parte, el ex defensor del Pueblo, Waldo Albarracín calificó de saludable esta evaluación y afirmó que los resultados no deben politizarse. Señaló que los hechos servirán para potenciar a la Policía Nacional.
"Los resultados de esa evaluación no lo tenemos que ver como un ataque a la policía sino como una forma de encontrar las limitaciones, errores y defectos pero también sus virtudes", afirmó Albarracín
domingo, 31 de octubre de 2010
en medio de la droga también la prostitución de menores
Es domingo por la noche en Ivirgarzama. La vida está en su auge cuando un operativo de la Felcc comienza en la zona rosa de esa localidad tropical, donde la demanda de prostitutas sube. Una decena de policías ingresa en “los baldes rojos” –lenocinios– para destapar el vertiginoso crecimiento de la trata y tráfico de adolescentes y niñas con fines de explotación sexual.
La escena del 24 de octubre pasado en Ivirgarzama reveló que el negocio más viejo del mundo está de moda en el trópico: operan redes de tratantes según la investigación policial, hay niñas de 12 años prostituidas, al menos unos 18 “baldes rojos” entre Villa Tunari y Entre Ríos, adolescentes que se curan entre ellas de enfermedades venéreas y el día del operativo no se halló un fiscal en todo el trópico que acompañe la operación, remarcaron policías que intervinieron en el hecho y posteriormente la defensora de la Niñez y Adolescencia, Cira Castro. Hace tres semanas la Defensoría fue testigo de la búsqueda de una madre que halló a su hija de 12 años en un lenocinio de Ivirgarzama.
“La Bahía”, “La Garza” y “La Cueva”, los tres “baldes” intervenidos, eran parte de un negocio que es combatido incipientemente en el trópico: sólo una de las cuatro personas detenidas –tres aprehendidos y un arrestado– llegó ante un juez y está presa en San Pedro (Sacaba) por explotación sexual.
Ahí, en los tres “baldes”, se halló a siete adolescentes de 15, 16 y 17 años. Sheira, de 15, además era concubina del hijo de la administradora de “La Cueva”. La Felcc se llevó a la pareja, Fernando Vaca Méndez (23), por estupro, pero éste no fue visto por el fiscal de turno. Lo mismo sucedió con el responsable de “La Garza”, Gerson Rosel Fernández.
¿Por qué no están procesados? fue la pregunta obligada para el fiscal de turno, Moises Chiri, quien respondió que a él la división de Trata y Tráfico de la Felcc sólo le pasó una detenida en el informe de “acción directa”. La Policía prefirió no entrar en debates y presentó el polémico informe, que no hizo más que contradecir a Chiri. El documento detalla que el 24 de octubre se aprehendió a tres personas por denuncias de explotación sexual (Juna Macías, administradora de La Bahía), proxenetismo (Gerson Rosel, de “La Garza”) y estupro (Fernando Vaca).
Ése fue el informe que la Felcc dio al investigador del caso en la filial de Ivirgarzama, Filiberto Álvarez. En un contacto telefónico el fiscal de Distrito, Camilo Medina, mantuvo la versión de Chiri pero dijo que no conocía el informe de acción directa.
En los “baldes rojos” los señores pagan entre 50 y 70 bolivianos por las niñas. Como algunas “no se dejan”, las inducen a beber y cada una atiende a unos cinco clientes por noche, según una de las investigadoras.
“Tres semanas más o menos estoy aquí. Antes trabajaba en pensiones por 500 bolivianos, aquí gano 1.500 bolivianos semanales. Aquí duermo, como y también trabajo todas las noches desde las siete hasta las cuatro de la mañana. Sólo descansamos los miércoles. Ese día lavamos nuestra ropa, ordenamos y limpiamos nuestros cuartos y la casa. Sólo algunas salen al pueblo a pasear o comprarse ropa”, contó a la prensa una de las siete adolescentes rescatadas el domingo en Ivirgarzama. La Felcc anunció que los controles serán permanentes en los lenocinios.
MATERNIDAD Y ALCOHOL EN LOS LENOCINIOS
Algunas de las adolescentes explotadas sexualmente combinan la actividad con su maternidad. Es común que lleven consigo a sus hijos Cuando la Felcc intervino los locales, halló adolescentes de 15 y 16 años con sus hijos y otras embarazadas. Ninguna de las víctimas ni de las trabajadoras sexuales mostró su carnet de sanidad, tampoco una cédula de identidad.
Según Cira Castro, las redes de tratantes captan a las adolescentes en provincias como Tapacarí, Punata y el oriente. En varios casos las víctimas se fugan de sus casas por problemas familiares.
LAS INDUCEN A BEBER PARA GANAR MÁS
Además de la explotación sexual, las adolescentes son inducidas a la bebida como parte del negocio. Por cada botella de cerveza de 20 bolivianos, ellas reciben cinco bolivianos, relató un investigador.
Las víctimas deben dar la mitad de sus ganancias a la administración, que es la que habilita los ambientes, cuartos insalubres y payasas –colchón de paja–.
Son las dueñas las que arreglan a las adolescentes. Una de las víctimas, de 12 años encontrada por su madre, tenía el cabello teñido, poca ropa y tacones. (Foto y texto de Los Tiempos)