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jueves, 21 de octubre de 2010

la existencia de cientos de pandillas juveniles afecta a la comunidad

Pandillas juveniles por cientos

Mauricio Aira

Tema preocupante no sólo en Bolivia. Se podría decir en todas las naciones. Jóvenes que tratan de identificarse con un estilo de vida que llame la atención buscan hoy una solución en el pandillaje. Una mirada a las causas ayudará a comprenderlo. Los pandilleros suelen proceder de hogares en crisis o destruidos donde sus necesidades no son atendidas, falta de educación que le brinde los valores para encaminarse bien sin caer en el pandillaje.

La pobreza y el desempleo alimentan la vía de conseguirse dinero fácil, por medio de robos, distribución y venta de drogas. Sin ocupación los jóvenes trabajan en las pandillas como fichas de ajedrez para cualquier tarea especialmente las que están al margen de la ley, no tienen valores y son maltratados y se unen para protegerse, obtener ayuda mutua, defender “su territorio” y lo que consideran sus derechos.

“Llega la policía los encierra y no tardan nada en regresar. Se ríen de nosotros y siguen delinquiendo” nos expresa un sacerdote de Hospicio en pleno centro de Cochabamba. “Hemos ensayado todas las soluciones y terminamos llevándoles ropa y comida a su lugar de encierro”, concluye. Estos pandilleros son rebeldes sin causa, protestan contra todo, y todas las demás personas que no están en su grupo son sus enemigos. Y no se crea, entre ellos encontramos a “hijitos de papá” que teniéndolo todo abandonan el hogar rehuyendo a sus obligaciones de estudio o de trabajo y se convierten en lideres.

Recientemente la autoridad policial ha ratificado que en Bolivia existen 1.200 pandillas juveniles. En todas las ciudades grandes y chicas, al margen de todo control. Pobres y descarriados son una parte otra los que salen de casa entre las 18.00 y las 23.00 sólo para delinquir. Robar, ingerir droga, emborracharse, “pasarla bien” sin límite alguno. ¿Y los padres? Bien gracias, andan en lo suyo mientras los hijos están librados a su suerte. Muchos se llevan consigo el vehículo de la casa, las bebidas, el sonido. La novedad es que muchas chicas son también pandilleras, compiten con los chicos en la maldad, se venden en la calle para obtener los recursos para “sus compras” y así noche tras noche, no sólo de los jueves hasta domingo, en una espiral que gira cada vuelta a mayor velocidad convirtiéndose en una vorágine destructiva de la familia, la sociedad, el individuo.

¿Qué hacer? Es la gran pregunta compartida por padres de familia, maestros, Iglesia, policía. La receta no está dada. Se ensayan soluciones como en Europa, mantener ocupados a los jóvenes facilitándoles actividades deportivas, sitios de reunión abierta, medios para practicar cultura. Ya el gran educador Juan Bosco precursor del método preventivo, logró institucionalizar el deporte, el teatro, la música incluyendo el baile en sus famosos “oratorios dominicales” donde impartía el catecismo y que todavía funcionan en toda obra salesiana. Algo más tarde introdujo los talleres artesanales mecánica, carpintería, sastrería, zapatería, etc. y pudo salvar sin número de jóvenes de ir a formar las pandillas que hoy asolan nuestras urbes.

La TV oriental ha filmado una sesión de actividad de las pandillas más violentas. Se agrupan en determinado sitio, abordan el transporte público sin pagar, claro está y se trasladan a un sitio determinado donde les espera otra pandillas de unos 20 miembros, reforzados se lanzan al saqueo de pequeños negocios, quioscos y tiendas donde roban abiertamente comestibles, golosinas, cigarrillos, bebidas. La pandilla rival está al afronte se traban en verdaderas batallas campales, caen algunos heridos y después desaparecen. Persona que topan en su alocada carrera es golpeada, empujada, ultrajada. Hay mucho en el tintero para tratar las soluciones que deben empezar por la atención que piden a gritos estos muchachos. Es que no se les escucha y luego brindarles apoyo para sacarlos de la delincuencia incipiente de las garras de la droga y la prostitución.

Con premura los actores citados deben convocar a talleres comunes y no bajar el telón hasta emprender verdaderas soluciones urgentes, a mediano y largo plazo. No basta derramar lagrimones ha llegado la hora de la acción ante los cientos de pandillas juveniles que aparecen con la oscuridad.








miércoles, 20 de octubre de 2010

"es evidente la soberbia de Evo. no escucha. no ve. no siente al pueblo"clarísima descripción del diputado Muñoz sobre la Ley Mordaza


El diputado Mauricio Muñoz, Jefe de la Bancada de PPB – Convergencia Naciona, manifestó a los medios de comunicación en Cochabamba, una fuerte crítica hacia el presidente Morales y su negativa para reunirse con la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP).

“Ya es demasiado evidente la soberbia del Presidente, que prefiere no escuchar, no ver y no sentir las demandas de la gente que no necesariamente comulga con su ideología”, dijo el legislador de la oposición en alusión a las declaraciones del presidente Morales quien dijo tener una agenda muy apretada para poder dar un espacio a la SIP.

La posición del Gobierno es firme en cuanto a la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, ya que mantienen la postura de no modificar los artículos 16 y 23 que generan la protesta de los periodistas con varias medidas de presión en todo el país.

“El que tiene la conciencia tranquila no tendría porque rehuir al dialogo, y mucho más sobre este tema que es de gran importancia para la continuidad o la desaparición de la democracia en Bolivia”, señaló Muñoz, quien además indicó que con esta actitud se habría desperdiciado una inmejorable oportunidad para encontrar una solución consensuada a estos polémicos artículos.

Finalmente, el diputado por Convergencia Nacional, señaló que esta es una lucha a la que se debe unir toda la población porque en última instancia también será afectada.

la basura está infestando Buenos Aires. La Nación hoy

Transcurrieron más o menos 48 horas entre el momento en que el personal de la Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse) decidió paralizar sus tareas y el acuerdo de los huelguistas con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el ministro de Medio Ambiente y Espacio Público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Diego Santilli, tras el cual decidieron retomar sus labores en forma normal. Bastaron para que la ciudad y varios municipios de su conurbano quedaran semicubiertos por una densa acumulación de residuos, con el riesgo sanitario que esa irregularidad acarrea.

Ni los huelguistas ni tampoco una gran mayoría de vecinos se compadecieron del probable desastre ecológico que estaban provocando en zonas que de por sí han dejado de ser limpias desde hace muchos años.

Los primeros, alarmados por el presunto, según ellos, vaciamiento de la Ceamse, ni siquiera repararon en que hay profesiones y oficios que por estar al puntual servicio de la sociedad no pueden darse el lujo de declararse en huelga perjudicando a terceros ajenos a la naturaleza de su demanda. Un descarnado procedimiento piqueteril que pone de manifiesto conductas egoístas, extorsivas y desprovistas de sensibilidad social.

No resulta extraño, entonces, que tras este deletéreo paro se moviesen los intereses políticos y económicos que suelen caracterizar a las intervenciones del secretario general de la CGT y líder de los camioneros, Hugo Moyano.

En lo que respecta a los vecinos, su actitud estuvo caracterizada por una angustiante falta de solidaridad para con su prójimo (alrededor de 14 millones de seres humanos). A pesar de las solicitudes en contrario, buena parte de ellos no vaciló en sacar a la calle sus desperdicios, cuando era evidente que no habría recolección por causa de la inactividad de las plantas de transferencia de la Ceamse.

Miles de bolsas de basuras quedaron abandonadas en los bordes de las aceras o apiladas en las esquinas; algunas de ellas ya despanzurradas por los cartoneros, que tampoco se privaron de llevar a cabo su trabajo como si nada ocurriera. Durante la madrugada de ayer, como era de esperar, además de los malos olores y los líquidos, hubo que registrar la presencia ocasional de roedores e insectos. Poco o nada pudieron hacer los servicios de emergencia implementados de urgencia por las autoridades porteñas con el objeto de paliar esa situación. Una situación incontrolable, porque sólo la ciudad de Buenos Aires produce 5000 toneladas de desperdicios por jornada. Poco justificada, entonces, pareció la opinión de un delegado de la Ceamse acerca de que uno o dos días de basura en las calles no justificaba la declaración de la emergencia sanitaria que, en algún momento, previó dictar el gobierno local.

Este paro desnudó una vez más cuán apremiante es resolver de una vez por todas el problema provocado por la progresivamente más y más dificultosa eliminación de la basura urbana.

Los tres rellenos sanitarios a los cuales van a parar los desperdicios, ubicados en Ensenada, González Catán y a la vera del camino del Buen Ayre, tienen entre ocho meses y tres años de vida útil. Y de manera casi unánime la población de los municipios bonaerenses rechaza la intención de albergar otros emprendimientos de esa laya.

Mientras tanto, en 2009 la ciudad incrementó en un 24 por ciento la masa de residuos que envía a los rellenamientos de la Ceamse. Como era previsible, a fines del año actual no se habrán podido alcanzar los objetivos del denominado plan de basura cero, que se había comprometido a disminuir en un 50 por ciento el casi millón y medio de toneladas de basura que fueron producidas en 2004; de hecho, el año último, esa cifra ascendió a 1.847.748 toneladas de desperdicios.

Los operarios de la Ceamse dispusieron reanudar sus tareas una vez que el mandatario bonaerense y el ministro de Medio Ambiente y Espacio Urbano porteño les aseguraron que ese organismo continuará funcionando igual que hasta ahora. Esa garantía no obsta para que las autoridades y los expertos se movilicen con premura y se aboquen a solucionar, sin que medie toda clase de interesados preconceptos, el problema de cómo eliminar la basura en los próximos años.

Sería muy grave que quienes ocupan responsabilidades de gobierno así no lo hicieran. Deben poner manos a la obra sin esperar otra preocupante advertencia de desastre ecológico, por el estilo de la presente, agravada por la falta de solidaridad y por la extorsión gremial que quedaron claramente en evidencia.

martes, 19 de octubre de 2010

admira la valentía de La Prensa en plantear la Ley Mordaza

La prensa independiente de Bolivia acaba de librar una de sus más históricas batallas, tal vez de toda su vida y, con seguridad, de sus últimos tiempos, hoy contra dos cuestionados artículos de la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación con que el Gobierno, de torpe manera, ciego y sordo a toda invocación y protesta, ha vuelto a polarizar al país. Nunca antes, desde la recuperación de la Democracia hace 28 años y de la que siempre se erigió en formidable puntal, la buena prensa nacional, férreamente unida en torno a una misma, legítima y noble causa, había alcanzado tanto protagonismo al salir resuelta y decididamente por los fueros de la libertad de expresión gravemente amenazada y al canalizar, además, la inquietud ciudadana que también percibió claramente los riesgos de su derecho constitucional a expresarse sin mordaza de ningún tipo.

Durante dos semanas ininterrumpidas, un grupo de comunicadores llevaron adelante una serie de protestas, incluida una huelga de hambre contra los mencionados artículos, 16 y 23, que desvirtúan por completo la esencia y el noble propósito de una ley a la que no podía oponerse ningún boliviano con dos dedos de frente y dotado de un mínimo de sensibilidad social.

El pedido de la Iglesia Católica, en sintonía con la demanda de los comunicadores, hizo que la medida de protesta que se llevaba a cabo en pleno corazón de la ciudad fuese levantada el fin de semana reciente. El corolario de la histórica protesta que el ensoberbecido régimen masista se empeñó —pese al resultado adverso— en minimizar y descalificar fue la presentación por los huelguistas de los libros notariados con el registro de miles de firmas que, de manera voluntaria y espontánea, estamparon cientos de miles de ciudadanos de toda condición social en todo el territorio del país.

También fueron ciudadanos únicamente comprometidos con los principios de la democracia y celosos de su derecho a expresarse sin mordaza alguna, los que acudieron por miles a marchas, vigilias y concentraciones en las que con su espontánea presencia y de viva voz elevaron su vehemente protesta que flota aún en las vigorosas alas de los cuatro vientos.

La ya histórica movilización de la prensa independiente ha reavivado aquella vocación por la que el pueblo boliviano ha sabido enfrentar a los más sanguinarios déspotas, vocación que se ha propagado a lo largo y ancho del país con la libertad de expresión como única bandera de lucha.

Que esa llama nunca se apague y que, por el contrario, se mantenga siempre encendida aun en los pliegues de la insensibilidad que hace presa del espíritu resentido de los que se suponen a sí mismos todopoderosos.

Porque aquella demanda que impulsó al movimiento de la prensa no se contaminó de politiquería ni de otros dudosos intereses políticos o sociales, los detractores de oficio se vieron con las voces embargadas. A blasfemia habría sonado con estruendo cualquier alusión a un presunto trasfondo turbio en el ayuno sustentado sin dobleces ni flaquezas por el periodismo en acción. Todo fue claro y radiante como la luz del sol y allí están los protagonistas de esta movilización, intactas su fuerza y razón en defensa de la libertad de expresión, para volver a las trincheras tan pronto como lo exijan las circunstancias.

domingo, 17 de octubre de 2010

Humberto Vacaflor como otros analistas "muchos errores de Evo"


El presidente Evo Morales está cometiendo demasiados errores. Quizá el tema merezca un tratamiento muy serio de parte de los bolivianos.

El último error que cometió fue llegar tarde al rescate del minero boliviano en la mina chilena de San José. Nuestro Presidente estaba muy ocupado en Quito, hablando –o quizá solamente escuchando- con Hugo Chávez. Todos los presentes en el lugar, comenzando por los periodistas chilenos, comentaron que Morales cometió un grave descuido al faltar a la cita a la que había sido convocado por Sebastián Piñera con tanta anticipación. Y no hacía falta ser muy precavido para observar que Piñera dedicó una frase a Morales en su discurso final: “Cuando los pueblos se lanzan a peleas fratricidas, no tienen futuro; en cambio, cuando actúan unidos pueden incluso producir milagros”. Para impactar en los bolivianos, la frase no hacía falta: todos habíamos quedado impresionados por el milagro de San José y sobre todo por la calidad del presidente chileno.
Pocos días antes de este error, Morales había criticado a la Academia Sueca por conceder el Premio Nobel al peruano Mario Vargas Llosa, en una frase en la que no se pudo establecer si el Presidente estaba hablando del Premio Nobel de Literatura o del Premio Nobel de la Paz al que él aspira, según dice mi hermano Pedro Shimose, sin ninguna esperanza. Esta protesta provocó una dura respuesta de Alan García, que llegó a decir que Evo Morales podría recibir el ‘Premio Nobel a la reelección’, todavía no instituido.
La epopeya de fe y unidad de los chilenos vino a desplazar de las páginas de YouTube y Facebook del mundo el caso del rodillazo que propinó Su Excelencia a un pobre empleado de la Alcaldía de La Paz en un partido ‘amistoso’. Había comentarios del hecho incluso en caracteres chinos.
El mundo no se enteró con tanto detalle de otros errores del presidente Morales, como el haber admitido que él fue quien ordenó la intervención de la oficina de los abogados que defienden a los deudos de los muchachos asesinados en mayo pasado en Caranavi durante una intervención policial. Tampoco sabe el mundo en detalle que el Presidente se adjudicó la responsabilidad directa también sobre esa intervención policial.
Unos días antes de ir a Quito, Su Excelencia admitió que su Gobierno había hecho trampa en el Parlamento para habilitarse como candidato para un tercer mandato.
Antes de embarcarse en su lujoso avión dijo que él fue quien ordenó la destitución del senador potosino Eduardo Maldonado del cargo de presidente de la comisión que debía escuchar a los periodistas sobre la Ley contra el Racismo, que terminó siendo una ley contra la libertad de expresión. Maldonado deberá ahora “devolver” el curul que ocupa en el Senado, por orden de no se sabe quién.
Esta enumeración es incompleta. Sólo menciona algunos errores de Su Excelencia cometidos en las últimas semanas. Para mi gusto, el que hasta ahora se lleva la flor es cuando dijo que los aimaras derrotaron al imperio romano.
Por todo esto, quizá haya que convocar a profesionales especializados en esta clase de desórdenes para que ayuden al Presidente. Sería bueno para él y para el país.

* Periodista