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viernes, 19 de agosto de 2016

tiene razón Karen, el quéchua y supongo que también el aymara aportan vocables intraducibles, ricos en concepto y expresión, como "konichi" recalentado, puesto a calentar después de cocido, generalmente al dia siguiente, se refiere al sofista que habló de ser la oposición "recalantada" y resulta que en Quillacollo fue tal la silbatina y repudio a su persona que apresuró el paso lleno de nerviosismo y volvió "al verbo recalentado" el que cabrea y provoca esa conducta masiva, espontánea y oportuna.


RECALENTANDO SOBRAS

El primero en adaptar el término "koñichi" a la política para referirse a la oposición,  fue el otrora ilustre vice- presidente García Linera. En el lenguaje cotidiano, apelamos con frecuencia a palabras  de origen quechua o aymara que nos nutren de una fuente rica de términos únicos e irremplazables. Chaqui, sorojchi, makurka,  koñichi, sirwiñaku,  son usados constante y naturalmente. Interesante el que puedan ser  adaptados a una situación ajena al significado original.

En 2009, en Radio Noticias de Panamericana, el sofista más conocido del país, afirmaba que ‘La oposición se presenta como un conjunto de fuerzas dispersas y decadentes, no solo que no hay idea, no hay programa, no hay alternativa de sociedad, es una derecha derrotada, intelectual, moralmente, no tiene liderazgo nuevo, es un reciclamiento, una especie de koñichi’. (eju.tv,2009)

Ha corrido mucha agua bajo el puente desde entonces, incluido el referendo del 21 de febrero, en el que  la "oposición" tomó carta de ciudadanía como lo que es: resistencia. La postura asumida por la mayoría de la sociedad, no da cabida al término peyorativamente empleado. Y se lo asume espontáneamente, cada vez más alejado del miedo que se pretendió instalar. La persecución y judicialización sin ton ni son, está perdiendo la batalla. Según los indicadores  -aunque persista la idea de encarcelar a todo aquel que le haga frente al gobierno sobre todo denunciando corrupción-, es una pulseta que eventualmente, perderán.

Hace unas horas, el infortunado Vice- presidente enfrentó una muestra más que patente, que el término koñichi les está calzando mejor a ellos que a los otros. Cochabamba -en la fiesta de Urkupiña-, propinó al dialéctico ex licenciado, una soberana silbatina de repudio cuando aún le debían estar vibrando los tímpanos con la recibida en Tarija solo unos días atrás. Es claro que se está instalando la percepción de que el sirwiñaku entre gobierno y movimientos sociales, está llegando, inexorablemente,  a las puertas de la ruptura a la mala. Los cooperativistas mineros, una de las joyas de la corona masista, han salido por la tangente sin miramientos. La genialidad de levantar la prohibición del uso de explosivos en la mala lectura de que tienen a todos los mineros de su lado, resultó un tiro por la culata. Si los entenados más mimados, se rebelan, es que han perdido el control.

Hablando de koñichi, el presidente Evo, encaprichado y aburrido de tener que obedecer las órdenes médicas, se trepa con precaria agilidad a su avión de jeque y parte a la asunción de mando del nuevo presidente de República Dominicana previo besa- manos en Cuba por supuesto.  Eso refleja que el koñichi está escaso. Con Dilma y Cristina en la lona, Humala fuera (pese a su tibieza),  Maduro desafiando a los siquiatras del mundo, Correa embelesado con su imagen en el espejo mágico, Fidel y su sistema más allá que acá, se evidencia la necesidad de raspar ollas para tratar de  juntar las sobras suficientes para sobrevivir.

Con la gran habilidad de irritar que tan afanosamente se ha granjeado Remy Ferreira, lo vemos  muy alborotado con la creación de la escuela militar antiimperialista. Es muy complicado pensar en esto sin sucumbir a la tentación de caer en comentarios cáusticos cuando nos enteramos que la estrella que iluminará (y adoctrinará) a los flamantes alumnos será Atilio Borón, un marxista trasnochado cuya inteligencia hubiera sido mejor aprovechada sin sus contradicciones entre progresistas y retrógrados. Tal lanzamiento contará también con la presencia de otros dos ministros de defensa, obvio,  Venezuela y Nicaragua.  El aporte argumental de Quintana, sí que es gracioso. Si consideramos que fue alumno de la Escuela de las Américas, se esperaba un cierto grado de aprovechamiento y no la habilidad  para convertirse en el monje gris de laxa moral, que ha sacado las mayores ventajas posibles  a la década del MAS. Decir que es una necesidad para instruir a los oficiales del ejército para sentar soberanía y aprender a identificar a los enemigos de Bolivia alejada de cualquier injerencia extranjera es al menos, jocoso. Como si Cuba, Castro y su engendro socialista, fueran originarios. Tenemos muy claro quiénes son los enemigos de Bolivia. Empecemos por la obscena corrupción estatal.

Si son tan apasionados para erigirse en los paladines de la soberanía, los progres pudieron haber hecho lo correcto para que en nombre de esa soberanía,  primero, no hubieran destruido la patria bolivariana tan vituperada ni tendrían 50 mil venezolanos cruzando a diario la frontera colombiana para comprar alimentos y medicinas. Si ésa es la clase de soberanía que van a inculcar en los jóvenes soldados estamos lucidos. Y agradezcan que por hoy, soslayamos el tema chino. Soberanía sí señores,  pero ahorrémonos el bochorno  de tener que observar a tiempo de pasar el sombrerito en Nueva York o Londres, al gurú de las finanzas públicas parchando frenéticamente  las filtraciones de la blindada economía nacional.

Karen Arauz








martes, 16 de agosto de 2016

El Deber destaca el informe del Observatorio Boliviano de DDHH, que revela la conducta de jueces y fiscales (Obedientes a Evo y García) violaron derechos de José María Bakovic y lo condujeron a la muerte, los matadores gozan de completa impunidad, aunque sí están identificados ante el mundo.

Un informe del Observatorio Boliviano de Derechos Humanos ha revelado que los jueces y fiscales que tuvieron a su cargo los procesos contra el expresidente del Servicio Nacional de Caminos (SNC) José María Bakovic violaron al menos 13 de sus derechos fundamentales garantizados por la Constitución Política del Estado.
                        
un par de anos antes de su holocausto, José María con Mauricio Aira en la llajta


Agobiado por 76 juicios como parte de una sañuda persecución judicial que, en inusual y perverso periplo, lo hizo ir y venir por diferentes regiones del país, el ingeniero Bakovic, desgastado física y sicológicamente, falleció en octubre de 2013 en su natal Cochabamba. Su corazón no resistió más y su vida se apagó tras un viaje obligado a La Paz, donde debía presentarse a dos audiencias. Se trasladó a la sede del Gobierno para no ser declarado 'rebelde', no obstante las recomendaciones en contrario de médicos especialistas que temían por los riesgos que corría su quebrantada salud.

Bakovic no tenía ninguna filiación política y llegó a Caminos avalado únicamente por sus méritos profesionales, reconocidos incluso por organismos internacionales a los que tuvo oportunidad de servir antes de retornar al país.

Su pecado mortal fue haber denunciado presuntas irregularidades en la adjudicación, por decreto supremo, del tramo carretero entre Potosí y Uyuni. Esa denuncia obligó al Gobierno a revocar tal decreto y ordenar una licitación, como correspondía hacerlo. En realidad, las acciones en su contra dieron comienzo después de que el jefe de Estado, al asumir el mando a principios de 2006, pidiera la apertura de un proceso contra los administrativos del SNC porque era un "nido de corrupción".

El ingeniero Bakovic fue convertido en 'objetivo político' de sus detractores y de la satrapía empoderada, que, sin remordimiento alguno, puso en marcha el hostigamiento despiadado y el calvario inenarrable de un hombre probo y sin tacha, a la vez que profesional competente.

Ni siquiera el primigenio derecho a la vida o a la dignidad humana le fue respetado al ingeniero José María Bakovic. Indigna saber que los responsables de semejante atropello, que derivó en luctuoso suceso, gozan de espantosa impunidad, aunque están identificados plenamente

domingo, 14 de agosto de 2016

fue como "un permiso para matar" el uso de la dinamita por los irresponsables de las mal llamadas "cooperativas mineras" da por resultado más de un centenar de policías heridos. fueron sin armas a "la boca del lobo" LTD

Hace algo más de tres meses, cuando entre el paquete de “regalos” que el Gobierno nacional dio a los trabajadores el 1 de mayo se incluyó el Decreto 2754 y que al abrogar el DS 1359 de 2012, en el que se prohibía el uso de dinamita en manifestaciones públicas, se “devolvía” a los mineros ese “derecho”, el país reaccionó con unánime estupor e indignación. La medida fue desde un principio condenada y, más condenados aún fueron los argumentos con que las autoridades estatales pretendieron defender y justificar tan enorme aberración.

Durante los tres meses transcurridos desde entonces, de nada valieron las expresiones de repudio. Ni siquiera se dio curso a las demandas de inconstitucionalidad presentadas ante el Tribunal Constitucional.

Ahora, cuando los mineros cooperativistas esgrimen ese decreto para justificar la ferocidad con que se han dado a la tarea de destruir carreteras para imponer al Gobierno sus exigencias, son los mismos ministros que con más ardor defendían el decreto y minimizaban su incompatibilidad con la Ley de Armas que prohíbe el uso de armas de fuego o explosivos en “manifestaciones públicas, movilizaciones sociales, marchas, huelgas y mítines”.

Visto el asunto con cierta condescendencia, podría decirse que el radical giro dado por los ministros de Gobierno y Defensa sobre el tema es digno de aplauso. Sin embargo, más allá de las dramáticas circunstancias que los motivaron a reconocer su error, lo cierto es que esa medida, como muchas otras, no hace más que poner en evidencia la irresponsabilidad que guía muchos de los actos de nuestros gobernantes. Y eso es algo ante lo que los declaraciones de arrepentimiento no son suficientes.