Mal de muchos consuelo de tontos cuando Evo hace lo que otros hicieron
La última declaración de EVO ratificando a sus ministros que fueron señalados por los senadores como sujetos de investigación al encontrar indicios de culpabilidad en el bochornoso e incalificable delito de corrupción en YPFB, nos llena de decepción, inquietud y de pena.
El presidente comienza por estrellarse contra tres de los cinco miembros de la comisión de senadores que acumuló la documentación para extraer conclusiones y remitirla al Ministerio Público. Los insulta, descalifica y responsabiliza de haber cometido actos de corrupción cuando ellos Guiteras y Vásquez ocuparon ministerios en regímenes pasados. "si ellos gobernaron con decretos de fideicomiso porqué no lo voy a hacer yo mismo?" o sea se consuela con el mal de muchos como rebajando el peso y la gravedad de su culpa al dictar los decretos ganzúa que son el colchón de fondo en que yace la corrrupción de Santos Ramírez.
Evo se estrella también contra los dos senadores del MAS que formaron parte de la comisión, especialmente contra Antonio Peredo, uno de sus más leales colaboradores a quién acusa de haber sido engañado por la oposición. Desconoce el gobernante que no fueron cinco senadores sino la Cámara Alta en pleno que dió por bien hecho el informe que condena la corrupción en Yacimientos y pide el enjuiciamiento de los ministros corresponsables del manejo. En lugar de aceptar como un hecho político la acción de los legisladores, que por ahora le liberaron de culpa y no lo incluyeron en el enjuiciamiento, va contra la corriente, aplaude y ratifica la inconducta de Villegas, Arce, Arequipa, Avalos en quienes los senadores han descargado el peso de los desfalcos millonarios que necesariamente dejarán en mal pie a la entidad petrolera, instrumento que debía ejecutar "el cambio" en materia hidrocarburífera despues de "la nacionalización" del MAS.
Causa decepción porque está mostrando el nivel de inconsecuencia gubernamental, de sentirse ofendido porque los legisladores hubiesen puesto de relieve la rapiña, desbarajuste, arbitrariedad e ilegalidad con que se arrojó por la borda una ponchada de millones de dólares irrecuperables. Menos mal que no dijo que había sido la CIA que dictaminó el informe y que había pagado inclusive a sus correligionarios por la desverguenza del número tres masista Santos Ramírez.
El lenguaje del presidente es innoble, injurioso, lleno de resentimiento y vanidad. Qué triste!, pero hay mas. El ampliado de su partido en Cochabamba, no se atrevió a echar a Santos Ramírez de sus listas, sino que remitió el tema a un Tribunal de Honor (inexistente) y que talvez termina por perdonar al reo todos sus pecados y salvarlo de la cárcel.
Como le es ya habitual Evo ha matizado su declaración retrotrayendo escenarios del pasado político de la Nación, retomando lugares conocidos, repitiendo los mismos adjetivos de siempre. Los observadores advierten cansancio y desesperación en la actitud del jefe de estado.
La última declaración de EVO ratificando a sus ministros que fueron señalados por los senadores como sujetos de investigación al encontrar indicios de culpabilidad en el bochornoso e incalificable delito de corrupción en YPFB, nos llena de decepción, inquietud y de pena.
El presidente comienza por estrellarse contra tres de los cinco miembros de la comisión de senadores que acumuló la documentación para extraer conclusiones y remitirla al Ministerio Público. Los insulta, descalifica y responsabiliza de haber cometido actos de corrupción cuando ellos Guiteras y Vásquez ocuparon ministerios en regímenes pasados. "si ellos gobernaron con decretos de fideicomiso porqué no lo voy a hacer yo mismo?" o sea se consuela con el mal de muchos como rebajando el peso y la gravedad de su culpa al dictar los decretos ganzúa que son el colchón de fondo en que yace la corrrupción de Santos Ramírez.
Evo se estrella también contra los dos senadores del MAS que formaron parte de la comisión, especialmente contra Antonio Peredo, uno de sus más leales colaboradores a quién acusa de haber sido engañado por la oposición. Desconoce el gobernante que no fueron cinco senadores sino la Cámara Alta en pleno que dió por bien hecho el informe que condena la corrupción en Yacimientos y pide el enjuiciamiento de los ministros corresponsables del manejo. En lugar de aceptar como un hecho político la acción de los legisladores, que por ahora le liberaron de culpa y no lo incluyeron en el enjuiciamiento, va contra la corriente, aplaude y ratifica la inconducta de Villegas, Arce, Arequipa, Avalos en quienes los senadores han descargado el peso de los desfalcos millonarios que necesariamente dejarán en mal pie a la entidad petrolera, instrumento que debía ejecutar "el cambio" en materia hidrocarburífera despues de "la nacionalización" del MAS.
Causa decepción porque está mostrando el nivel de inconsecuencia gubernamental, de sentirse ofendido porque los legisladores hubiesen puesto de relieve la rapiña, desbarajuste, arbitrariedad e ilegalidad con que se arrojó por la borda una ponchada de millones de dólares irrecuperables. Menos mal que no dijo que había sido la CIA que dictaminó el informe y que había pagado inclusive a sus correligionarios por la desverguenza del número tres masista Santos Ramírez.
El lenguaje del presidente es innoble, injurioso, lleno de resentimiento y vanidad. Qué triste!, pero hay mas. El ampliado de su partido en Cochabamba, no se atrevió a echar a Santos Ramírez de sus listas, sino que remitió el tema a un Tribunal de Honor (inexistente) y que talvez termina por perdonar al reo todos sus pecados y salvarlo de la cárcel.
Como le es ya habitual Evo ha matizado su declaración retrotrayendo escenarios del pasado político de la Nación, retomando lugares conocidos, repitiendo los mismos adjetivos de siempre. Los observadores advierten cansancio y desesperación en la actitud del jefe de estado.