Definitivamente, el nerviosismo no es un buen amigo en ninguno de los escenarios, ni cuando se presenta en el hogar, donde la madre termina lanzando un chancletazo al malcriado hijo ni cuando aparece en las esferas del poder y un ministro termina lanzando frases poco afortunadas que hubiese sido mejor que se las guardara en alguna de las gavetas de su escritorio. Sucedió en la última semana…
Todo comenzó con la muerte de cuatro personas (dos colombianos, un venezolano y un mexicano), en manos de la Policía. La institución del orden había informado que después de una balacera, dichos extranjeros murieron. Sin embargo, luego comenzaron a circular en las redes sociales fotografías que mostraban que, en realidad, tres de esas personas habían sido detenidas horas antes y luego, en las siguientes tomas, aparecían muertas sin, aparentemente, haber ofrecido resistencia alguna. Al Jefe de la Policía de Santa Cruz no le quedó otra que reconocer el hecho; aunque dijo que, en realidad, los extranjeros habían sido detenidos y luego liberados para, finalmente, producirse las muertes posteriormente. Sin embargo, testigos señalaron que fueron enmanillados y llevados en una camioneta. Cerca de las 14.00 aparecieron muertos con impactos de bala
Al Defensor del Pueblo le pareció el asunto delicado porque por un lado está el informe policial y por otro fotografías aparecidas en las redes sociales que aportan con elementos que ponen en duda la versión policial. Indicó que "si la Policía estaría apartándose de sus normas, sería muy grave". La respuesta del Ministro de Gobierno no se dejó esperar: "Lamento que el Defensor del Pueblo se haya convertido en un defensor de delincuentes (…). Lamento mucho que la acción de la Policía esté, en materia de lucha por la seguridad ciudadana, siendo obstaculizada por algunos desubicados"
El Ministro de Gobierno está, por lo menos, nervioso… Pero no es el único…
Durante la misma semana, al ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, se le ocurrió lanzarle dardos a la cadena internacional CNN, a la que, además, le impartió algunas clases de periodismo
Y como todo tiene algún principio, el de esta historia comenzó con la revelación del periodista Carlos Valverde, quien el 3 de febrero de este año dijo que el Primer Mandatario había tenido un hijo con la señora Gabriela Zapata, quien, además, era gerente comercial de una empresa con la que el Gobierno había hecho negocios millonarios. Acto seguido, Valverde se hizo famoso y CNN no tardó mucho tiempo en entrevistarlo, lo que no fue del agrado del Gobierno porque el Presidente acusó a dicha cadena de tener en Bolivia a un narcotraficante como corresponsal, dañando de ese modo a una periodista que cumple tal rol y no tenía, de hecho, nada que ver con el asunto. Por ello, el Ministro de la Presidencia tuvo que salir para pedir disculpas a CNN por el ataque presidencial
Tal vez hubiese sido bueno quedarse con la disculpa y no decir nada más; pero el ministro está nervioso. "Lo que nos extraña es que CNN, que se presume un medio de comunicación de prestigio, de tanta cobertura, que se supone responsable, con ética periodística y que por supuesto ejerce, presumimos, el noble oficio del periodismo, no nos deja de sorprender, que tenga que utilizar interlocutor vinculado al narcotráfico”, dijo Quintana a los periodistas. Acto seguido, el Ministro indicó que la entrevista a Valverde puso “en ridículo el papel del periodismo”
Estos dos casos son solo una muestra del nerviosismo que se ha apoderado del Gobierno después del 21 de febrero, día en que el Presidente perdió la posibilidad de repostularse a la presidencia del país en 2019, y estas reacciones no son, ni en estos ni en otros asuntos, buenas compañeras.
La ciudad de Cochabamba, su gente, sus calles y plazas. Sus ríos y montañas. Su historia y geografía, su futuro promisorio. Su siempre renovada imagen.
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sábado, 12 de marzo de 2016
viernes, 11 de marzo de 2016
estamos siendo enajenados. cada boliviano arrastrará una deuda de por vida, a cambio del robo, del latrocinio, del despojo que comete EVO al entregar obras y servicios sin licitación ni seguridad alguna. una tropelía inaceptable. El Dia de SC.
Las primeras incursiones en la investigación del escándalo que rodea a la empresa CAMC revelan que faltan papeles, la documentación no cumple con las normas, que se compró material de dudosa calidad, que no hubo verificación y que por último, las personas que deberían responder por las irregularidades están en China, libres de cualquier alcance legal.
Ese es sólo un ejemplo, pero para ser equilibrados, también podríamos citar lo que ocurre con el dichoso dron que ha enfrentado a la Alcaldía de Santa Cruz con la Policía departamental y que podría derivar también en problemas de sobreprecios, malversación e incumplimiento de deberes, con el saldo final de un artefacto inservible que terminará refundido en algún depósito polvoriento.
Podríamos citar también el caso del Fondo Indígena, pero aquello rebasa los límites de la racionalidad, pues la manera cómo se “volantearon” (término usado por el presidente Morales) los recursos parece una imagen sacada de una película surrealista. Fue un saqueo, a la manera de las hienas que despedazan su presa mientras los buitres esperan por las sobras.
Aquí no hay una pizca de exageración y lo peor de todo es que, según algunas investigaciones de prensa, más del 60 por ciento de las compras, los contratos y adquisiciones hechas por el Estado durante los últimos diez años han sido de acuerdo a la figura de la “invitación directa”, sin pasar por la licitación y en algunos casos sin cumplir los mínimos requerimientos de un contrato privado, por citar el documento más básico que suelen usar las personas particulares para formalizar de alguna manera sus transacciones.
Miremos sólo las circunstancias que rodean a la empresa CAMC, cuya relación con el Estado era conducida por una dama sin cargo ni memorándum, que se paseaba por el Palacio como Pedro por su casa, que ingresaba a los ministerios, ocupaba las oficinas públicas, daba órdenes a los funcionarios cuyas acciones están regidas por ley y que por último, tenía carta blanca para presionar y decidir sobre contratos valuados en cientos de millones de dólares y obras calificadas como estratégicas para el Estado Plurinacional.
De acuerdo a algunos estudios, el 2013 se fue agravando este carnaval administrativo; este periodo de oscurantismo y danza de improvisaciones, pues apenas el 8 por ciento del movimiento económico que hizo el Gobierno central se hizo en base a licitaciones y más del 90 por ciento del dinero público fue asignado sin competencia legal, administrativa ni de sentido común. El 2014 las cosas llegaron al colmo, pues sólo se licitó el 1,3 por ciento de la plata de la gente, dinero que no se sabe dónde está, que es irrecuperable y en muchos casos, inservible ya que el resultado final de todo aquello son obras fantasmas, elefantes blancos, edificaciones inconclusas y de pésima calidad.
Cuesta creer que hemos caído tan bajo, es decir, de un 76 por ciento de licitaciones en el 2004, a ese irrisorio 1,3 por ciento en la actualidad, hecho que obviamente produce un desborde de corrupción que estamos presenciando y que inunda la propia parafernalia del proceso de cambio que hoy no sabe cómo salir de este grotesco banquete.
jueves, 10 de marzo de 2016
cuando una persona ha perdido la confianza en otra, cuando por la fuerza de necesidad está obligada a relacionarse, a pedir o dar, entonces esa "relación natural nacida de la confianza" desaparece y se convierte en "desconfianza", en falta de fe y poco a poco se debilita y desaparece. esto ha de pasar, está pasando con Evo Morales y Alvaro García,, perdida la confianza se rompe la relación y da lugar a la enemistad y la fricción:
Carencia
total de credibilidad
Mauricio
Aira
Un japonés se
hizo el “harakiri” se apuñaló el vientre delante del Parlamento, de 39 anos el
hombre logró sobrevivir y declaró que tomó la extrema determinación porque
había aceptado una donación de 439 euros que puso en duda su honor. Historias similares
leemos a menudo de samuráis, (guerreros solitarios) que ofrecen su vida a
cambio de no perder la credibilidad.
Es que cuando se pierde esta virtud social, una
persona puede estar diciendo la verdad, pero nadie ya le cree. O que mienta y
sus interlocutores crean en su palabra al pie de la letra. Durante las últimas
semanas Bolivia atraviesa por una severa crisis de verdad, de credibilidad
desde el alto mando de la Nación.
Cuanta mayor cultura tenga un colectivo, mayor sea su
respeto por la verdad y por ende la credibilidad ante los ciudadanos. La
honestidad sobre la que una persona construye su vida, al margen de mentiras y
de falsedad. Por mucho que alguno hubiese logrado convencer al resto, si no
hubo honestidad, esta estructura se cae. Puede suceder en cuestión de días, o
de horas, de ayer para hoy. Así si Bolivia fuese Japón, hace rato que el
vaciamiento de los intestinos habría tenido lugar en un escenario público.
Tanto teólogos como sociólogos están de acuerdo cuando
afirman que la credibilidad nace de la confianza y del grado de componentes que
generen esa confianza nutrida por afinidad ética, ideológica, de estética. Por
ello siempre que se confiera responsabilidad a determina persona estamos
interesados en sus acreditaciones, en su nivel de solvencia, de prestigio, si
bien su dinamismo o carisma también se toma en cuenta, lo básico es que esa fe
y confianza resultan de la mano de la verdad y del consenso. Los bolivianos
solemos ser tolerantes, aunque cada vez en menor escala, y crédulos y aceptamos
los testimonios que nos ofrecen sin dudas de deshonestidad, ni siquiera tomamos
en cuenta la acumulación de errores, de incongruencias en la hoja de vida de
los políticos que nos dan “gato por liebre” y nos engañan las más de las veces sin
mayor trámite.
Lo descrito ha venido sucediendo consuetudinariamente,
los bolivianos hemos resultado engañados, hemos confiado demasiado y nuestro
recelo no ha sido suficiente para rechazar de plano a personajes que se
propagandeaban como “hechura de corrección y de honradez”, vaya ingenuidad del
ciudadano, ahora arrepentido cuando comprueba tanta desfachatez y falsía, que
se descubre con las mentiras institucionales “proclamadas a voz en cuello” sin la
mejor indulgencia ni consideración al ciudadano sólo interesado en Bolivia.
Internet se ha convertido desde los noventa en un
instrumento incomparable para descubrir la verdad y denunciar la mentira, tiene
como fuente de información la red universal comenzando por el Google, cualquier
cibernauta armado de un simple ordenador penetra muros anteriormente
insalvables, hoy con un clic está dentro de archivos insondables, porque los
Estados exigen de sus instituciones, de sus funcionarios “transparencia” no tanto
para el público cuanto para el control estatal, pero que “sin quererlo” se
abren globalmente.
Las universidades De California y Stamford han
implementado cursos, análisis sobre la credibilidad en Internet, también España
los periodistas están integrados en estudios similares así como en Suecia y
Finlandia para verificar datos, enlaces, búsqueda y consultas avanzadas,
finalmente está la credibilidad de la calle, que está ofreciendo resultados
patéticos.
Cuando el colectivo ha perdido la confianza en sus
mandatarios y la carencia de credibilidad está presente en los actos de
Gobierno, resta una vía de purificación y devolución de esta virtud. La
renuncia y la vuelta a empezar.
miércoles, 9 de marzo de 2016
Susana Seleme toma en cuenta la amenaza de "otras formas de lucha" con que Evo Morales amenazó desde Caracas, al comprobar que "no tiene a todo el pueblo boliviano bajo su férula", conforme los modelos a seguir desde Stalin, a Castro y Chávez. nunca fueron demócratas y actuaron contra la libertad y la Justicia. Susana revista el menú de "la revolución".
Susana
Seleme Antelo
El ‘caudillísimo’ Evo Morales, amenazó con buscar “otras formas de lucha” si “la oligarquía” no respeta su “democrática y pacífica” revolución. Fiel a su estilo pendenciero, exacerbado luego de la derrota del 21F, cuando Bolivia le dijo NO a su re-re-elección, lanzó la amenaza desde Caracas, en el tercer aniversario de la muerte de Hugo Chávez.
¿A qué otras formas de lucha se habrá referido? No es de menor calibre tamaña intimidación, quizás estimulada por la congoja de haber perdido a su millonario mentor con dineros del pueblo venezolano, quien convirtió a Bolivia en otro escenario de la confrontación político-ideológica del Socialismo del siglo XXI. Trataba de exportar ‘la revolución’ a imagen y semejanza de la suya, con “el indito” como le decía a Morales. Revolución calcada de la cubana, sin lucha armada ni ejercito irregular, pero con el patrón de control absoluto sin fisuras en y desde el poder, en el territorio y en la población. Es decir, la receta leninista-estalinista: cero Estado de Derecho y violencia sistémica y sistemática.
Esa es la fórmula que garantiza la eficacia represiva contra disidentes, la prensa independiente y el pensamiento diferente. En Bolivia, contra la libertad y la acción políticas, con secuelas de innumerables víctimas reales y simbólicas, amén de la destrucción del aparato productivo, en ciernes o en vías de consolidación, con su fatal anclaje extractivista, su sistema presidencialista y centralismo depredador. Sin olvidar ‘la lucha contra el imperialismo norteamericano’.
Aupado por muchos, Morales, buscó el control total del poder político, del territorio y de la población, desde el año 2002. Entonces se camufló en un sistema democrático que avanzaba, más allá de sus falencias, desde hacia más de dos décadas. Ahí se cobijó pese a su autoritaria e intolerante práctica sindical cocalera, con daños materiales y humanos. ¿Volverá a esa forma de lucha?
Nunca fueron demócratas, ni él ni los suyos. Algunos se dicen creadores de pensamiento teórico, como el Vice, jacobino confeso y afín radical a la teoría leninista-estalinista: arrasar con el enemigo principal, con los otros y los demás también. De Carlos Marx, no ha leído “La contribución a la crítica de la economía política”, el abc de la buena teoría marxista. Si lo hubiese hecho, sabría que “lo concreto es concreto, porque es síntesis de múltiples determinaciones, es decir unidad de lo diverso”. Para el Vice y los del oficialismo, los de antaño y los recién arrimados, las realidades y sus múltiples determinaciones no existen. Y si existiesen, deberán ser barridas y borradas de la historia, como toda la anterior al llamado ‘proceso de cambio’.
Impostores todos, han embaucado con el concepto de revolución. ¿Qué revolución? Es un deber aclararles a unos y otros, que la “intención de liberar no coincide con el deseo de libertad” como bien escribió Hannah Arendt. Y lo hizo para afirmar que el empleo justificado de la violencia, es una limitación política: “ya no es política, es antipolítica.” Agregaba que “la idea de la libertad ha quedado sepultada sin que nadie se conmueva”, para concluir que solo se puede hablar de verdadera revolución “cuando la liberación de la opresión conduce, al menos, a la constitución de la libertad.”
¿Qué revolución va a defender, Morales “con otras formas de lucha”, si en los 10 años de su gobierno, las empleó casi todas, siempre violentamente? A falta de paredones y Gulags, que eliminaron la igualdad y la libertad, su revolución acribilló a campesinos y citadinos en Porvenir, Pando, cuyo entonces Prefecto está preso hace casi 8 años, sin haber disparado un tiro; asesinó sin contemplaciones a tres extranjeros en un hotel de Santa Cruz, donde también mató a dirigentes cívicos juveniles, durante un cerco a la ciudad: iban tras la conquista del territorio. Y están La Calancha y sus muertos, así como el maltrato sin piedad a los indígenas del TIPNIS, quienes se oponían a la carretera cocalera y al destrozo de su hábitat. Mantiene presos a los hombres del llamado caso ‘terrorismo-separatismo’, sin prueba alguna, a otros los obliga al exilio, forma de violencia detestable, tanto como haber arrebatado el derecho al voto a ciudadanos de Beni. Creó redes de extorsión jurídica, guillotinas judiciales a opositores y a la libertad de prensa, y ahora las tributarias, sin ser menor la corrupción, entre otros mecanismos de violencia estatal y gubernamental. En todos, la condición humana de la ética se perdió en el ejercicio del poder total.
El escritor Emilio Martínez (eju.tv. 29/12/2013) alertaba que La Ley de Empresas Públicas promulgada por Morales aquel año, podía convertirse en una auténtica “Ley de Impunidad”, pues eliminaba los procedimientos anti-corrupción para las 45 compañías estatales. La Ley eludía los controles gubernamentales, abría las puertas a compras sin control y se escudaba tras el “muro de silencio”, impuesto por las cláusulas de confidencialidad. Así se explica la ausencia de licitaciones para obras públicas: solo 1% se licita, según expertos. Entre las ausencias están los contratos con la corporación china CAMC, conocidos a raíz del tráfico de influencias que habría efectuado la señora Gabriela Zapata, ex compañera adolescente del ‘caudillísimo’ Morales.
¿A qué “otras formas de lucha” nos piensa enfrentar, quien luego de perdido el referéndum dijo que había “perdido una batalla, no la guerra”? ¿Quiere la lucha armada, radical sueño truncado del Vice? ¿O nos quiere convertir en una Bolivia camboyana, la del genocida Pol Pot?
Como escribió José Ingenieros, a los mediocres, “la impunidad los tranquiliza”, la mediocridad es lo que “facilita la existencia de políticos ignorantes y rapaces."
lunes, 7 de marzo de 2016
cansada de mentiras e incertidumbre, la sociedad desconfía del Gobierno y del MAS que soberbios, prepotentes y amenazantes ignoran la realidad,caen en contradicciones en un proceso que hace daño a la autoridad y al pueblo. LT clama por la recuperación de la moralidad, de la confianza y legimitidad enmendando los yerros.
Al parecer, una mezcla letal de soberbia, prepotencia y temores, impide que las autoridades del Gobierno y los dirigentes del MAS puedan leer correctamente la realidad y, sobre todo, los sentimientos de una población que está cansada de tanta incertidumbre y mentira, y que desconfía cada vez más de sus palabras y actitudes.
Así, en cada declaración o discurso las autoridades caen en nuevas contradicciones y abren el espacio para que reales o presuntos nuevos “escándalos” salgan a luz pública. Se trata, en definitiva de un proceso que hace mucho daño no sólo a las propias autoridades sino a la población misma, más si se sigue buscando culpables de esa situación en otros, a través de elucubraciones a cual más inverosímil.
En ese marco hay algunos temas clave sobre los que una transparente posición oficial permitiría doblar de una vez la página coyuntural para poder mirar al futuro. El más importante, sin duda, es el reconocimiento explícito, claro y sin ambigüedades de los resultados del referendo constitucional del 21 de febrero. Otro, permitir una investigación imparcial y completa, a cargo de personalidades idóneas de las denuncias de corrupción como los casos del Fondo Indígena y el presunto tráfico de influencias en la adjudicación de importantes obras de construcción, particular, pero no exclusivamente, al consorcio chino Camce.
Asimismo, como una muestra de recuperación de valores morales, es necesario que quienes han mentido a la ciudadanía en temas disímiles en importancia, reconozcan ese error y asuman el compromiso de no hacerlo más.
Ese camino, hay que insistir, parece ser el único si se quiere recuperar la confianza y legitimidad de las que el Gobierno y el MAS recibieron desde su llegada al poder.
domingo, 6 de marzo de 2016
Valverde tiene razón, en tono jocoso se refiere a la actitud de Quintana y García Linera, que emprendieron contra el periodista. estos dos personajes del Gobierno consideran que Valverde es culpable de todos los males de Evo, sus amoríos y los negociados de su amante, por ello cuando Ferreira confirma que Gaby recorría ministerios con el certificado de nacimiento del hijo con Evo, para obtener favores...leamos este original alegado del gran comunicador
Ese calvito gritón y malhablado (no malcriado, porque fue bien criado) simplemente ha puesto en conocimiento de la opinión pública un caso de probable tráfico de influencias
Álvaro García Linera y Juan Ramón Quintana creen que el comienzo y el fin de sus problemas es un periodista medio calvo que tiene mal vocabulario, gesticula mucho, tiene mala postura en la TV y, a veces eleva su voz demasiado.
Mal por ellos, porque no se dan cuenta de que ese calvito gritón y malhablado (no malcriado, porque fue bien criado) simplemente ha puesto en conocimiento de la opinión pública un caso de probable tráfico de influencias en el que el Primer Mandatario del país se ve involucrado y no atinan a otra cosa que incitarlo a mentir al Presidente, que diga lo que dijo y que después, en otra declaración, en vez de arreglarlo, lo embrolle todo mucho más.
Claro, es más fácil pegarle al periodista, al que llaman narcotraficante (el gritón tiene sentencias judiciales para demostrar que fue excluido del caso y que, al fiscal que lo encausó, se pidió su “suspensión y procesamiento, por abuso de autoridad y otras irregularidades al haber dispuesto injusta e ilegalmente la detención del ciudadano” objeto de estas letras. Goebbles decía “miente que algo queda” y se largan con la enseñanza del publicista/relacionador de Hitler (hasta en eso se parecen).
Y la cosa es que Valverde se quedó chico, porque ahora se sabe (Min. Reymi Ferreira) que la madre del hijo del Presidente iba por las oficinas del Gobierno blandiendo el certificado de nacimiento para lograr sus objetivos; era habitué del Ministerio de la Presidencia (el fiscal habla de unas 40 presencias confirmadas); que usaba esas oficinas para hacer sus negocios y más, pero, el culpable parece ser nomás el tal periodista morboso (morboso sería, en todo caso, mirar furtivamente los encuentros amorosos o, dedicarse a tratar de ensuciar lo que se sabe para que todo se oscurezca y nunca se sepa qué pasó)
La culpa de Valverde (no Fatmagul) debe haber sido poner en evidencia, una vez más, la corrupción del Gobierno; desde el tema YPFB-Catler; los sobreprecios de la Planta de Río Grande; los taladros que no funcionaban, el probable sobreprecio del Ingenio de San Buenaventura; las barcazas; parte del Fondo Indígena, el Programa Evo Cumple, se llega a este de la Sra. Zapata y su relación nada clara con el presidente Evo Morales; las culpas anteriores, hasta esta última no importaban mucho, “no se llegaba al Presidente”, ahora que se llegó… hay que atacar al “morboso-traficante-agente de la CIA (y representante de Cristiano Ronaldo y Messi de escondidas).
Habrá que seguir… dijo el “culpable”.
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