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jueves, 30 de octubre de 2014

Alvaro Puente, penetra en el meollo del asunto. se refiere al Tribunal Constitucional que está sentado en el banquillo de los acusados, está siendo juzgado por el Legislativo. en qué país del mundo puede el reo juzgar a su juez? se pregunta y Alvaro se responde. sólo aquí en Bolivia y sólo con la política delMAS

Los miembros del Tribunal Constitucional están sentados en el banquillo de los acusados. Es uno de los muchos tribunales que seleccionó a dedo el Gobierno para que sin escapatoria respaldáramos con el voto. Es uno de los muchos tribunales que debiéramos examinar nosotros. Pero, antes de que digamos nada, los están juzgando ellos mismos, los únicos que no pueden hacerlo, los únicos que no debieran jamás hacerlo. Es cuestión de ética. Es cuestión de estética. Es el absurdo.

Los están juzgando los parlamentarios, porque el Tribunal falló contra ellos sobre alguna ley de notarios. ¿Cómo pueden hacerlo, si son precisamente la parte interesada? ¿En qué país del mundo puede el reo juzgar a su juez? Solo aquí y solo con la política típica del MAS. 

Quizás pudieran juzgarlos en alguna otra ocasión, pero nunca porque les llamaron la atención. Nunca porque fallaron contra ellos. Aunque los del tribunal pudieran haberse equivocado, nunca pueden juzgarlos porque en su rol de jueces hayan dictaminado que el trabajo del Parlamento era anticonstitucional. Los está juzgando el Poder Legislativo cuando está obligado a acatar lo que decida el tribunal. Los está juzgando el Poder Legislativo, por la única razón que la separación de poderes prohíbe que se los juzgue, cuando son símbolo y realidad del mutuo control que deben ejercer los distintos poderes entre sí. 

Los están juzgando precisamente los que no debieran hacerlo, porque fueron ellos los que nos los impusieron contra leyes y normas. Están juzgando a los constitucionales, porque no obedecen las órdenes del jefe. Es verdad. Fueron obsecuentes y sumisos hasta la vergüenza, hasta inventarse una constitución que le permitiera al jefe la nueva elección. Pero en una ocasión se insolentaron. 

Bastó que en una ocasión mostraran algo de corrección, que dieran tímidas señales de independencia, para que los parlamentarios decidieran mostrarnos a todos que el que no se somete, cava su tumba. 

¿Se ha dado cuenta de que con los constitucionales en el banquillo, ahora son los parlamentarios los que proclaman la constitucionalidad de sus leyes? ¿Se imagina que sean los narcotraficantes los encargados de decidir la legitimidad de la famosa 1008? ¿Se imagina que los árbitros de fútbol fueran todos empleados de uno de los equipos? 

Como verá, la federación política que nos gobierna está peor que la de fútbol, más arbitraria, más oscura, más sorda

domingo, 26 de octubre de 2014

Carlos Valverde lo tiene muy claro. Chaparina quedará IMPUNE mientras su protagonista esté de Embajador. Chaparina no tendrá juicio mientras que "el soberano" que dió la orden esté en el trono, o sea IMPUNIDAD mientras riga la Injusticia coaligada con el Poder y el Club del Poder que es la ONU. una verguenza. hasta cuándo?


La paradoja del Consejo de Derechos Humanos

- Carlos Federico Valverde Bravo



La ONU sentó a nuestro país en el Consejo de Derechos Humanos. No deja de ser curioso que un país donde los DDHH no son ni protegidos ni respetados en su plenitud y, en el que la representación de la ONU reclama, muy tibiamente, por violaciones de DDHH, se siente en esa mesa. Claro, la ONU es el Club del Poder y, más allá de reclamos de su representación en el país, la tómbola dice que ahora nos toca estar en esa mesa, lo demás son cuentos. 

Así, el embajador boliviano, Sacha Llorenti, se dio el gusto de abrazarse para ‘festejar’ la designación y los que le entregan a él la notificación, lo hacen sin tomar en cuenta que carga con el estigma de haber violentado los derechos de los indígenas de tierras bajas en la marcha por la defensa del Tipnis.

Los argumentos para ‘tan merecido homenaje’ se basan en que se han escrito leyes a favor de la mujer y de los indígenas, políticas en justicia y por la sugestiva valoración de reducción de la pobreza (se deja de ser pobre si se vive con más de $us 1 al día). Lo cierto es que la situación de indefensión de las mujeres en una sociedad machista y patriarcal no ha cambiado nada; feminicidios, golpizas, desatención en las instancias que debieran trabajar por la protección de sus derechos son cosas de todos los días, de manera que es un hecho irrefutable: la ley no garantiza su ejecución ni el Estado encuentra la manera de hacerla cumplir.

Los derechos indígenas son constitucionales; estos no se respetaron ni se respetan; la violencia sufrida en Chaparina no encuentra responsables y el Gobierno no esclarece el tema en el que está involucrado; están esperando que el tiempo ‘extinga’ la acción; la memoria parece que no lo va a hacer. 


Nuestro país tiene deudas con los ciudadanos a quienes les intervino políticamente su derecho a una mejor justicia; aquí no está señalado solo el caso de la masacre de Las Américas, por el cual se tienen demandas en cortes europeas, sino todo el andamiaje judicial; el Gobierno ha reconocido el fracaso de su experimento ‘electoral’ (vaneado como único en el mundo), pero demora en aplicar mecanismos de reparación porque puede implicar la pérdida de influencia en el Órgano Judicial. Como sea, Bolivia está ahí ‘porque le tocó’, no por méritos. Ojalá sirva para mejorar la situación de los DDHH...