Por: JAIME LIENDO RAMOS Ingeniero. jeliendo@hotmail.com
El Estado Plurinacional Boliviano, mediante su poder parlamentario que tiene mayoría masista ha denunciado el tratado de Viena de 1961 por motivos constitucionales internos en razón de que dicho tratado considera el “acullico” como una forma de drogadicción y perjudicial para la salud biológica y mental, así mismo lo considera el Tratado de New York de 1961 sobre la prohibición de la masticación de la hoja de coca (acullico).
Sobre éste asunto existen dos versiones completamente contradictorias, la una que maneja el gobierno del MAS que asume sin fundamentos científicos que el acullico proporciona al practicante de esa costumbre andina muchos beneficios físicos como mentales, insistiendo que tal práctica fortalece al consumidor como ningún otro “alimento” lo hace; en tanto que en las Naciones Unidas de acuerdo a investigaciones científicas determina que es perjudicial para la salud en todo sentido, para establecer una verdad comprensible para la mayoría de los lectores del presente artículo, veamos en forma sencilla qué es lo que se produce en el proceso del acullico.
Se masca la hoja de coca previamente extrayendo los nervios de la hoja para facilitar la realización del bollo de coca simultáneamente se introduce en el proceso de masticación la llamada llijta que se mezcla con el bollo de coca y naturalmente con la saliva, en este punto del proceso es necesario saber en qué consiste la llijta y cual es su función. Ella es una mezcla de cenizas de un arbusto determinado, más una finísima arcilla de color blanco con un gran contenido de calcio. Naturalmente la ceniza del arbusto en cuestión tiene un alto índice de acidez lo cual hace que ayude en el bollo a realizarse un proceso químico de extraer conjuntamente con la saliva la cocaína, produciéndose un jugo que pasa al estómago donde en contacto con el ácido clorhídrico del estómago se produce un clorhidrato de cocaína que es asimilado por el organismo del consumidor, en consecuencia esa costumbre de masticar la hoja de coca resulta una forma de drogadicción de bajo índice. Ello produce los siguientes efectos: Mitigación del cansancio, luego abstracción de la necesidad de consumir alimentos líquidos o sólidos y la supresión del sueño y fatiga, pero reduce la capacidad del individuo de reaccionar oportunamente ante situaciones de emergencia, tales como se presentan en la conducción de vehículos; en el aspecto netamente psicológico reduce notablemente la capacidad de usar los cinco sentidos en forma normal. Sin embargo con la adición de alcohol en el proceso de masticación pueden presentarse condiciones tales como la de sentirse capaz de fantasear místicamente y de predecir acontecimientos futuros. La práctica excesiva del acullico puede producir adicción y alteraciones en el normal funcionamiento biológico y psíquico del adicto. Saque el lector sus conclusiones sobre ésta práctica del masticado de hoja de coca. Es de hacer notar que la hoja de coca considerada como sagrada en los pueblos andinos, durante la vigencia del incanato era usada exclusivamente por la nobleza y el sacerdocio inca y estaba vedada al pueblo bajo severos castigos. Además el uso de la hoja sagrada solamente se consumía en ocasiones especiales, siempre por el sacerdocio y la nobleza.
La costumbre del acullico la implantaron en el pueblo los conquistadores españoles durante su dominación colonizadora y luego de la independencia de los países andinos quedó establecida la costumbre del masticado que poco a poco va desapareciendo.
Sobre éste asunto existen dos versiones completamente contradictorias, la una que maneja el gobierno del MAS que asume sin fundamentos científicos que el acullico proporciona al practicante de esa costumbre andina muchos beneficios físicos como mentales, insistiendo que tal práctica fortalece al consumidor como ningún otro “alimento” lo hace; en tanto que en las Naciones Unidas de acuerdo a investigaciones científicas determina que es perjudicial para la salud en todo sentido, para establecer una verdad comprensible para la mayoría de los lectores del presente artículo, veamos en forma sencilla qué es lo que se produce en el proceso del acullico.
Se masca la hoja de coca previamente extrayendo los nervios de la hoja para facilitar la realización del bollo de coca simultáneamente se introduce en el proceso de masticación la llamada llijta que se mezcla con el bollo de coca y naturalmente con la saliva, en este punto del proceso es necesario saber en qué consiste la llijta y cual es su función. Ella es una mezcla de cenizas de un arbusto determinado, más una finísima arcilla de color blanco con un gran contenido de calcio. Naturalmente la ceniza del arbusto en cuestión tiene un alto índice de acidez lo cual hace que ayude en el bollo a realizarse un proceso químico de extraer conjuntamente con la saliva la cocaína, produciéndose un jugo que pasa al estómago donde en contacto con el ácido clorhídrico del estómago se produce un clorhidrato de cocaína que es asimilado por el organismo del consumidor, en consecuencia esa costumbre de masticar la hoja de coca resulta una forma de drogadicción de bajo índice. Ello produce los siguientes efectos: Mitigación del cansancio, luego abstracción de la necesidad de consumir alimentos líquidos o sólidos y la supresión del sueño y fatiga, pero reduce la capacidad del individuo de reaccionar oportunamente ante situaciones de emergencia, tales como se presentan en la conducción de vehículos; en el aspecto netamente psicológico reduce notablemente la capacidad de usar los cinco sentidos en forma normal. Sin embargo con la adición de alcohol en el proceso de masticación pueden presentarse condiciones tales como la de sentirse capaz de fantasear místicamente y de predecir acontecimientos futuros. La práctica excesiva del acullico puede producir adicción y alteraciones en el normal funcionamiento biológico y psíquico del adicto. Saque el lector sus conclusiones sobre ésta práctica del masticado de hoja de coca. Es de hacer notar que la hoja de coca considerada como sagrada en los pueblos andinos, durante la vigencia del incanato era usada exclusivamente por la nobleza y el sacerdocio inca y estaba vedada al pueblo bajo severos castigos. Además el uso de la hoja sagrada solamente se consumía en ocasiones especiales, siempre por el sacerdocio y la nobleza.
La costumbre del acullico la implantaron en el pueblo los conquistadores españoles durante su dominación colonizadora y luego de la independencia de los países andinos quedó establecida la costumbre del masticado que poco a poco va desapareciendo.