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sábado, 16 de febrero de 2008

Antecedentes del zarpazo al Litoral por Chile

Jorge Soriano Badani


El 10 de agosto de 1866, en el régimen despótico del presidente Mariano Melgarejo, la cancillería chilena, con halagos a la vanidad del "héroe" del sexenio, consiguió la suscripción de un acuerdo por el que Bolivia y Chile se repartirían por mitad todos los productos explotados entre los grados 23 y 25, estableciéndose simultáneamente un régimen aduanero y administrativo obligatorio para las dos naciones. Chile conseguía por ese procedimiento un canal de penetración al litoral boliviano donde el descubrimiento de yacimientos de salitre y otros minerales despertó la ambición de intereses foráneos, que ya estaban instalados en el vecino país, confabulando desde 1843 el asalto a la costa marítima boliviana. Consumados los nefandos propósitos de Chile en el gobierno del general Melgarejo, capitalistas ingleses, franceses y chilenos explotaron el guano y el salitre en comandita con los propios parientes del mandatario boliviano. Tal es el caso del coronel Severo Melgarejo, que obtuvo concesiones con un capitalista chileno y hombre de influencia en los círculos políticos de Santiago. Por otro tratado suscrito el 6 de agosto de 1874, Bolivia adquirió la obligación de mejorar los puertos de Antofagasta y Mejillones para las operaciones de los buques chilenos, eximiendo de todo impuesto y gravamen la producción salitrera y minera comprendida en el ámbito geográfico delimitado por el acuerdo de agosto de 1866. El artículo 4° del nuevo tratado complementario estipulaba que: "los derechos de exportación que se impongan sobre los minerales exportados en la zona del territorio de que hablan los artículos precedentes, no excederán la cuota de la que actualmente se cobra; y las personas, industrias y capitales chilenos no quedarán sujetos a más contribuciones de cualquier clase que sean, que las que al presente existan". Entre 1871 y 1874 la nación boliviana, que estuvo sometida a seis años de despotismo militar bajo las fuerzas pretorianas del melgarejismo y la codicia de los grupos de civiles y militares encaramados al gobierno en el mandato del presidente Agustín Morales, descuidaba la protección de sus fronteras viviendo aún en el fárrago de las luchas por el control y abuso del poder. Chile observaba la anarquía imperante en Bolivia por los golpes de cuartel, acechando agazapada el momento preciso en que pudiera clavar sus garras en el litoral boliviano y las riquezas que guardaban sus entrañas. Ese instante se produjo cuando el general Hilarión Daza, en cumplimiento de una ley y de un derecho, puso en vigencia un impuesto que gravaba con diez centavos a cada quintal de salitre exportado por la "Compañía Chilena de Salitres y Ferrocarriles", que había adquirido las acciones de la firma inglesa Melbourne, Clark y Cia. El gobierno de Chile simuló una reclamación diplomática, pretextando que Bolivia había infringido los tratados del 6 de agosto de 1874 y el protocolo complementario del 21 de julio de 1875. El régimen del general Daza, en uso de sus legítimas atribuciones por decreto del 10 de febrero de 1879, reinvindicó la propiedad de las adjudicaciones al Estado boliviano, dejando sin efecto concesiones anteriores extendidas a firmas anglo-chilenas por el presidente Melgarejo. El 11 de enero de 1879 el Prefecto del Departamento del Litoral, coronel Severino Zapata, expedía un decreto disponiendo el apresamiento y conducción a la cárcel pública del gerente y representante de la Compañía de Salitre y Ferrocarriles de Antofagasta, Jorge Hicks, por deudor al Estado boliviano y el embargo de sus bienes. El súbdito inglés había solicitado asilo en el acorazado de la armada chilena "Blanco Encalada", que apareció sugestivamente en la bahía de Antofagasta, puerto indefenso custodiado por 40 carabineros. Las autoridades bolivianas continuaron las diligencias de embargo y ordenaron la suspensión inmediata de los embarques de salitre de la compañía anglo-chilena, decretando el remate de sus bienes para el 14 de febrero de 1879. Ese día, buques de guerra y efectivos de la marina chilena ocuparon el puerto de Antofagasta, perpetrando el zarpazo a nuestra costa marítima. El autor es Presidente del Comité Cívico Pro Mar Cochabamba


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El autor, Jorge Soriano junto a su esposa y el Editor, en reciente encuentro realizado en Cochabamba (noviembre de 2007), es Presidente del Comité Pro Mar y ocupó importantes funciones de gobierno en el campo de sus conocimientos hasta el segundo puesto en el Ministerio de Comunicación llegando a presidir y organizar la labor de la Radiodifusión Boliviana desde cuyo puesto cooperó eficazmente a los trabajadores de Radio y Televisión en el ordenamiento jurídico-técnico del ramo. Por sus labores distinguidas y de apoyo a los trabajadores de Radio recibió el Primer Micrófono de Oro de manos del gran líder laboral hoy desaparecido Hugo Sánchez Careaga. (Don Jorge nos confesó que conserva con mucho afecto la joya que le entregaran los locutores bolivianos en 1961)

viernes, 15 de febrero de 2008

continúa el seguimiento. la superintendencia de bancos pregunta dónde están los 15 millones que Roghel captó (recogió del público)de los que ni siquiera el 10% estaría en el Banco Bisa. la super ha encontrado muchas mentiras y medias verdades en las declaraciones del propietario Goitia. como los Arévalo en su momento construyeron fantasías que a la hora de la verdad no llegaron a cubrir de lejos el capital popular depositado en FINSA. Eso sí, debe haber algún dinero en caja chica que está permitiendo pagar sueldos a los empleados, pagar alguna propaganda y otros gastos, aunque la super considera que a fines de febrero vendrá el colapso:

La Superintendencia de Bancos presume que Roghel Bolivia, clausurada por efectuar presunta intermediación financiera ilegal, captó al menos 15 millones de dólares de sus clientes. Y como se le congeló alrededor de un millón, cuenta con un remanente de 14 millones para devolver al público.

El superintendente interino, Marcelo Zabalaga, explicó a la red ATB que ésa es la cantidad de dinero que la empresa recogió de los 15 mil socios con los que cuenta en todo el país, si es que cada uno le confió un promedio de mil dólares.

Hace dos días, en una entrevista con La Prensa, el dueño de Roghel Bolivia, Windsor Goitia, reveló que desconocía la cantidad exacta de dinero que percibió de los clientes, a los que les llama socios. Además aseguró que el 10 por ciento de interés que pagaba a todas las personas —que ninguna otra compañía entrega porque es muy elevado— se originaba en sus inversiones en la Bolsa de Nueva York y en el rendimiento de otras empresas locales que está a punto de crear, entre ellas una generadora eléctrica en Cochabamba, una lapidadora de piedras preciosas y una casa de cambios.

“Pero, ¿en qué se invirtió el dinero de la gente? —se preguntó Zabalaga—. (Goitia) habla de una generadora eléctrica, lapidadora de diamantes, que son pequeñas inversiones y casi sin movimiento, de acuerdo con las investigaciones”.

“Si captó esa cantidad de dinero y pagaba 10 por ciento de interés a la gente, debería generar utilidades por otros 15 millones de dólares. Por esto, es falso que el dinero recogido se hubiera dirigido a otras actividades”.

“Para que las utilidades sean de 15 millones de dólares —agregó el Superintendente— Roghel estaría moviendo 30 millones de dólares de negocio como mínimo. Pero no tiene empresas suficientes registradas para mover tal cantidad de dinero”.

Zabalaga informó que en la gestión pasada, Goitia registró bastantes salidas y entradas de dinero en el sistema bancario, pero después se alejó, y se presume que maneja el capital fuera de los bancos.

El Superintendente agregó que la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), dependiente de la reguladora, indagó el año pasado estos movimientos; sin embargo, no detectó el delito de lavado de dinero. La entidad continúa con las investigaciones.

“Todo hace presumir que estamos frente a una pirámide financiera, que es el procedimiento que eligió para captar dinero”. Mediante este proceso, con el dinero que depositan los clientes nuevos, Roghel pagaba los intereses a los antiguos.

Goitia negó a este diario que haya incurrido en intermediación financiera y aseguró que devolverá el dinero a los clientes, siempre que éstos así lo soliciten y una vez que la reguladora levante el congelamiento de cuentas a Roghel, que invirtió un millón de dólares en el Banco Bisa. Ayer, los socios de la empresa protestaron en la puerta de la Superintendencia en favor de Roghel.

(Crónica aparecida en La Prensa de LP)

jueves, 14 de febrero de 2008

Seguimiento a la noticia. El dueño de Roghel no puede responder a las preguntas que le planteó La Prensa y que publica en una crónica que está siendo leída con avidez. Juzgue usted mismo:

Se devolverá la plata a los ahorristas cuando la Superintendencia levante sus medidas contra la empresa Roghel” A los 21 días de la clausura de la empresa Roghel Bolivia por, supuestamente, efectuar intermediación financiera de forma ilegal, su dueño, Windsor Goitia, dio la cara. Aseguró que se devolverá el dinero a los clientes, que él llama socios, sólo si éstos lo piden y después de que la Superintendencia de Bancos descongele sus cuentas y levante la intervención de sus oficinas. En una entrevista con La Prensa, el ejecutivo de la compañía aseguró que invirtió los recursos de 15 mil personas en la Bolsa de Nueva York y en diferentes empresas locales que está por crear. Explicó que ese movimiento le permitió ganar réditos para otorgar cada mes un interés del 10 por ciento. Además reveló que ha colocado recursos de sus clientes en acciones del Banco Bisa. Goitia se calificó a sí mismo como un hombre visionario que comenzó como vendedor callejero y que llegó a ser dueño de su propia empresa. —¿Cuándo nace Roghel Bolivia? —Fue creada hace cuatro años con el único fin de generar inversiones en el país. Con los réditos pagamos un interés a la gente. —¿Desde qué montos de inversión recibía de la gente? —Lo básico era 100 dólares. Actuamos dentro de las normas legales, somos una empresa de inversiones comerciales. La Superintendencia no tiene competencia, por eso, cuando nos mandaron una nota para que regularicemos nuestra situación, respondimos que no tenían por qué molestarnos. —¿Qué cartera de inversiones maneja Roghel Bolivia? —Tenemos 15 mil clientes en todo el país. —Está bien, pero le hablo de los montos colocados por la gente y que luego la empresa canalizó como inversión… —Tenemos montos e inversiones diferentes, sería cuestión de calcular con ellos, los socios tienen la obligación de saber en qué invertimos. —¿Dónde invierte la plata de la gente? —En el país. Tenemos varias empresas donde invertimos. Obtenemos los réditos y pagamos a la gente. Paralelamente, creamos nuevas empresas y generamos empleos. Tenemos cuatro actividades paralizadas por la acción de la Superintendencia de Bancos pero que vamos a resolver por la vía legal para seguir trabajando. Tenemos un 80 por ciento de la plata de los clientes en maquinaria y el resto en bienes inmuebles. —¿A cuánto asciende la cartera de inversiones? Insisto. —En la cabeza no tengo el dato, puedo decir que tenemos cerca de un millón de dólares. —¿Qué empresas tiene Roghel? —Como sociedad puedo citar a la empresa Goitia-Pareja, que es una generadora eléctrica que tiene su base en Cochabamba, tiene su propio Número de Identificación Tributaria (NIT), máquinas nuevas que han llegado a la Aduana. Tenemos una lapidadora de piedras preciosas y joyería; en fin…, podría citar muchas empresas. —Pero, precisamente, para que a la gente le quede claro, ¿por qué no nos habla de las otras empresas que posee? —(Se apresura a hablar) La Superintendencia tiene conocimiento bien claro de todo esto porque ha hecho investigar. —¿Tiene una casa de cambios? —Tenemos Devoil Change, que está ubicada en la avenida 25 de Mayo en Cochabamba. Paralelamente, ahí va a funcionar una operadora de viajes porque nosotros queremos apoyar el turismo y generar ingresos con esta actividad. —Es decir que son empresas nuevas. Pero si funcionan hace cuatro años, ¿en qué invertían antes? —En la Bolsa de Valores de Nueva York, yo estoy inscrito, pero ya no es nuestra actividad principal porque se ha decidido que todas las inversiones se hagan en el país. —¿Durante cuánto tiempo invirtió en la Bolsa de Nueva York? —Bueno, ha sido en dos compañías, no recuerdo bien. Pero alrededor de un año y medio en una de ellas. —¿En qué compañías invirtió allá? —Prefiero no mencionarlas para no generar problemas y porque se ha despertado mucha susceptibilidad… (Su abogado interviene y aclara que se ha solicitado información a las compañías para que certifiquen las operaciones realizadas y se tenga documentos para divulgarlos a la opinión pública.) —Si no puede decir las empresas donde invirtió, al menos díganos los rubros. —Bolsa de valores y compra de acciones. —¿Cuánto se paga como rentabilidad a los clientes? —Oscila, y el tope es 10 por ciento mensual. Todo depende de las utilidades que obtengamos. Siempre se ha cumplido hasta ahora. —Pero los analistas dicen que es muy difícil que una empresa obtenga semejante rentabilidad por una inversión en el país. —Hacemos inversiones en varias empresas. Donde se rinda, metemos la plata. —Pero aun así se dice que ni en Wall Street se gana tanto. —Bueno (reflexiona), es cuestión de dónde hayan aprendido, dónde se maneja. De hecho, tampoco le puedo decir que exclusivamente ganamos ahí. Sí, efectivamente, los réditos no son muy altos y por eso pensamos hacer inversiones en Bolivia. —Pero los réditos debieron ser altos en Nueva York para que garanticen 10 por ciento de interés a la gente. —No necesariamente, ya teníamos inversiones acá. Hay productos que nosotros estamos acumulando para vender, es el caso de Ecoagua, un producto que se pone en la cañería de las casas y ayuda a economizar el gasto de agua. Distribuíamos también un producto Ecotax y Guarana (no precisó de qué se trata). En fin, puedo citar muchos casos. (Piensa.) Lo que es la curiosidad de la gente, ¿por qué?, ¿de dónde?, ¿cómo?… Roghel Bolivia no tiene ningún secreto, se ha invertido en ene cosas, puedo mencionar hasta champú. —Pero dígame alguna actividad que genere una ganancia de 10 por ciento. —Repito, esto se invierte en diferentes actividades y con la diversificación se logra esa rentabilidad. —¿A cuánto asciende el patrimonio que tiene Roghel? —Tenemos las oficinas y maquinarias de industrias que estamos pensando impulsar, es el caso de industria plástica. En el caso de la lapidadora, la maquinaria es propia. —La Superintendencia dice que usted hacía intermediación que se reflejaba en que la gente obtenía vehículos y casas. —Es el programa de vivienda propia. Un cliente daba su capital y daba la orden de que se lo hiciéramos trabajar y le proporcionáramos una casa o vehículo. —¿Van a devolver la plata a la gente que se lo pida? —A la gente que quiere retirarse de Roghel, sí, cuando la Superintendencia levante la clausura y nos deje operar. Tenemos plata en los bancos, pero está congelada y nuestras inversiones están paralizadas. —¿Cuánta plata tienen congelada? —Sería cuestión de que lo vieran en el Banco Bisa. —¿Usted es accionista del Banco Bisa? —Efectivamente. Tenemos una importante inversión. No recuerdo, pero es 0,003 por ciento, se compraron acciones del banco y también tenemos inversiones en las cuentas Premier. —¿Se compró acciones con plata suya o de los clientes? —De los inversionistas. Es una inversión. Tenemos plata en el Bisa, en las cuentas Premier, pero todo está congelado. Ya se imaginarán lo molestísimo que estoy con la Superintendencia de Bancos. —¿Cómo van a solucionar el problema? —A aquellos que busquen retirarse de Roghel se les devolverá su dinero una vez que la Superintendencia levante sus medidas en contra de la empresa. —Las personas que confiaron su dinero esperan su cuota de rendimiento el 17 de febrero. ¿Se les pagará este mes? —Depende de que se levante la clausura.

miércoles, 13 de febrero de 2008

la autoridad bancaria recomienda retirar los depósitos de Roghel. Importante para no perderlos!
La Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras (SBEF), a través de un comunicado, instó este miércoles a los ahorristas de Roghel Bolivia a recuperar su dinero aprovechando la aparición del propietario en una estación televisiva.
En el comunicado el ente regulador celebra la aparición pública de Windsor Goitia, propietario de la firma y considera que es una señal oportuna para que los ahorristas y depositantes hagan las gestiones del caso para la recuperación de dineros retenidos ilegalmente por la empresa Roghel.
Asimismo, se reitera que en el marco de la ley y de la autoridad, Goitia no puede continuar manteniendo dinero del público, el mismo que ya está advertido de los riesgos que corre, de la ilegalidad de esa captación y de la pertinencia de ejecutar acciones concretas para la correspondiente devolución.
La Superintendencia de Bancos recuerda al público en general que la empresa Roghel Bolivia no es una empresa de intermediación financiera, sino de comercio. Por lo tanto, captar y retener dineros del público es ilegal.
El 25 de enero la Superintendencia de Bancos clausuró las oficinas de Roghel en todo el país debido a que percibía dinero del público de manera ilegal.
atención...mucha atención. beca de ASDI (Cooperación sueca para el Desarrollo) para un investigador en coordinación con CESU.

El "Programa ASDI/SAREC-UMSS de Cooperación a la investigación Científica", mediante el Componente: "Acción de gobernar: escenarios, instituciones y actores estratégicos en el diseño e implementación de políticas públicas en Bolivia (2000-2010)", que ejecuta el Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU), ofrece una beca para realizar estudios de Doctorado a docentes e investigadores de la UMSS que estén interesados en alcanzar este nivel de formación e investigación e integrarse al equipo del Proyecto.
(Se puede solicitar mayores referencias a: sheila.salinas@gmail.com )