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sábado, 7 de diciembre de 2013

Carlos Sánchez Berzaín

se refiere al doble aguinaldo y a
la destrucción de todo el aparato judicial
en un emprendimiento contra los empresarios

Durante todo el gobierno de Morales se ha procedido sostenida y sistemáticamente al desmantelamiento de la institucionalidad democrática de la República de Bolivia
Desde octubre de 2003 se produjo en Bolivia un proceso que ha llevado al país a que hoy ya no sea una democracia. Es simplemente parte de las “dictaduras del siglo XXI”, donde un dirigente cocalero ha concentrado el poder total para perpetuarse en el gobierno, haciendo de la justicia un brazo opresor, criminalizando la política y judicializando la represión. La libertad de prensa no es ni una fracción de la que había el 2003. Existen más presos, exiliados y perseguidos políticos que en cualquiera de las dictaduras militares del siglo pasado. La corrupción está institucionalizada desde el gobierno. La denominación de “narcoestado” es reiterada en el exterior. Rige como constitución un “reglamento de la dictadura” para aparentar legalidad y democracia. Han liquidado la República y en su lugar imponen un “estado plurinacional” dividiendo y confrontando a la nación boliviana.
En ese medio político y social la economía se muestra aún exitosa, gracias a la siembra realizada en tiempos de democracia, al boom de los precios internacionales de los minerales y materias primas, y al flujo de recursos que produce el narcotráfico alentado por el incremento de los cultivos de coca bajo el liderazgo de Evo Morales, hoy presidente del estado plurinacional. Evo Morales ha declarado a la coca en su constitución del estado plurinacional como “patrimonio cultural, recurso natural renovable y factor de cohesión social” (Art. 384).
Durante todo el gobierno de Morales se ha procedido sostenida y sistemáticamente al desmantelamiento de la institucionalidad democrática de la República de Bolivia, siguiendo la hoja de ruta diseñada por el castrismo y aplicada en Venezuela, Ecuador y Nicaragua. Pero en ese mismo tiempo los “negocios han funcionado bien”, los empresarios han ganado dinero, y esta situación los llevó a creer que independientemente de lo que pudiera estar pasando en la política, con o entre los políticos, ellos –los empresarios- podían mantener sus empresas y patrimonio. En la primera etapa del socialismo del siglo XXI en Bolivia les hicieron creer que respetarían la propiedad privada, la libre empresa y la iniciativa. Abusos, persecuciones y confiscaciones a algunos importantes empresarios, fueron atribuidas a la politización de las víctimas y el empresariado se creyó la consigna oficialista de que “si haces empresa y no te metes en política todo estará bien”.
Lo que el bien lubricado optimismo empresarial no entendió es que mientras ellos tenían buenas utilidades y soslayaban la realidad nacional, el gobierno terminaba con la libertad, con la independencia de los poderes del estado, controlaba el sistema de justicia y lo instituía como instrumento de represión, terminaba con la regulación independiente, limitaba la libertad de prensa, acallaba a los opositores, líderes cívicos y sociales encarcelándolos o forzándolos al exilio, se apoderaba de medios de comunicación, en suma destrozaba la institucionalidad democrática para sustituirla por un sistema centralista, estatista y totalitario.
Ahora, el socialismo del siglo XXI con Evo Morales como su ejecutor, da la señal que les toca a los empresarios (sin importar su capital ni tamaño). Para eso ha decretado el pago de “doble aguinaldo”, o dos sueldos mensuales extras en lugar de uno por las fiestas de fin de año, destinado a descapitalizar a los pequeños y medianos, y ablandar a los grandes empresarios. Esta es solo la medida más notoria o dolorosa de momento, ya que el conjunto de leyes y disposiciones destinadas a buscar la quiebra y la liquidación de la empresa privada están en marcha y en ejecución. Cuando los empresarios quieran defenderse no encontrarán ni libertad de prensa, ni justicia, ni oposición, ni regulación, ni institucionalidad que proteja sus legítimos derechos… La liberad y el sistema de garantías fueron liquidados mientras ellos pensaban que nunca les tocaría, que con un poco de billete todo se podría arreglar.
¿Será que como decía Lenin, vendieron a la dictadura la soga con la que los van a ahorcar? ¿Seguirán el camino que vemos hoy en Venezuela? ¿Ahora les toca a los empresarios? ¿Y después de ellos… qué… o a quién?
*Director del Interamerican Institute for Democracy
Diario Las Américas – Estados Unidos

miércoles, 4 de diciembre de 2013

soldados serán 40.000

se registra incremento del 31%
pregunta. es necesario el gasto?
no se trata de una provocación?


lunes, 2 de diciembre de 2013

es que en el Gobierno no hay inteligencia, ni sensibilidad social. se echaron la carga de los jubilados decenas de miles, porque no hubo criterio de equidad y es peor que le ocurrió a EVO para ser odiado, justamente por los más pobres del colectivo Boliviano. Moira Sandoval

Desde días atrás vemos circular por el centro a los jubilados caminando bajo el sol, marchando disciplinadamente, rogando por su segundo aguinaldo “Esfuerzo por Bolivia”.
Presenciar el espectáculo de personas de la tercera edad, que ante la exclusión del beneficio del segundo aguinaldo, van marchando en total impotencia y humillación, no es algo fácil de digerir.
Con una lógica demoledora, ellos consideran que si cobran un aguinaldo, por què no pueden tener el segundo. Y ello se justifica en el criterio humano de que requieren aplicarlo en medicinas, en el sustento de sus familiares -que no cuentan con empleo- y en una Navidad y una vida mas digna.

El panorama completo empeora si recordamos las declaraciones del Ministro de Economía, que los tildó de improductivos, para justificar la discriminación con la cual omitió a estos ciudadanos, y si comparamos las míseras rentas de la mayoría de ellos, vs. las dietas parlamentarias de quienes sì cobrarán el “Esfuerzo por Bolivia”. Curiosamente, los asambleístas sí están contemplados en la visión de productividad que maneja el Ministro Arce.

Cuando en el mes de noviembre, el presidente Evo Morales lanzó un regalo de Navidad anticipado, promulgando el Decreto Supremo N° 1802, que instaura un doble aguinaldo a trabajadores del sector público y privado, comenzando su exposición de motivos con la referencia al Artículo 316, numeral 7  de  la Constitución Política del Estado, como sustento jurídico, lo menos que podría esperarse es que este doble aguinaldo, cumpla el objeto de evitar la desigualdad social y económica, cual establece dicha norma superior.

Empero, el pago del “Esfuerzo por Bolivia”, violenta el precepto constitucional enunciado en el Artículo 316, numeral 7, donde señala que es función del Estado promover políticas de distribución equitativa de la riqueza y de los recursos económicos del país, con el objeto de evitar la desigualdad, la exclusión social y económica y erradicar la pobreza, al no estar destinado a la TOTALIDAD de los ciudadanos bolivianos -como expliqué en un artículo anterior-  mayor es la discriminación cuando ni siquiera va dirigido a la totalidad de quienes perciben un ingreso mensual y un aguinaldo de las arcas estatales, al omitir entregarles este beneficio a los jubilados.

Tanto el ministro de economía y el viceministro de Pensiones, intentaron justificar tan odiosa decisión, arguyendo que los recursos que se requerirían para el pago a dicho sector, ocasionaría un desbalance en la economía nacional.

Sin embargo, así como es una medida discrecional y sorpresiva, no contemplada en el Presupuesto General del Estado, también pudo haberse diseñado con algo más de creatividad y sentido humano. Para que alcancen estos recursos, se debió dictar una medida con inteligencia  – justamente esa que está proscrita en el gabinete de gobierno y en la asamblea legislativa- estableciendo una escala diferenciada, según el monto de aguinaldo, de modo que alcance al universo de quienes cobran mensualmente renta y salario.  

Ejemplo sencillo: quienes perciben mas de 5.000Bs (jubilados o trabajadores activos) podrían solo recibir 50% del aguinaldo doble y quienes ganan menos de ese monto, podrían recibir el 100% de doble aguinaldo.  Sencillo, alcanzaría para los jubilados incluidos.
El monto destinado al doble aguinaldo es de 380 millones de dólares, cifra que no es menor si consideramos que podría utilizarse en dotar de equipamiento e insumos básicos que requieren los hospitales públicos, o las escuelas fiscales.

Aunque de hecho se estaría discriminando a quienes no tienen relación de dependencia laboral, al menos, cubriría a la totalidad de quienes viven de una renta.

Para una decisión de esa naturaleza, no se requiere cálculos diferenciales complicados, ni manejo estadístico sofisticado, sólo una matemática simple, aritmética elemental. Esa que incluso los abogados como yo, podemos realizar.

Si se pretendía evitar la exclusión social y económica, obviamente este propósito no podrá ser cumplido a cabalidad con el D.S. Nº 1802, pues además de incluir a los jubilados, podría haberse creado un fondo para apoyar a toda la población que no cuenta con fuente laboral, como otros países que contemplan en sus presupuestos el pago de un bono de cesantía. Sobre todo considerando que quienes perciben ingresos fijos, constituyen un sector privilegiado y minoritario inferior al 18%.

Para esta Navidad, yo le pediría a Papá Noel, un doble aguinaldo a los jubilados que tienen rentas inferiores a 5.000Bs, y un porcentaje menor a quienes perciben por encima de ese monto.
Pero lo más importante, le pediría a Papa Noel, que traiga de regalo una dosis de inteligencia, sentido común y sensibilidad para  nuestros gobernantes y ministros.