En estos últimos años se escuchó mucho sobre los famosos falsos inversores para el LAB y últimamente para Aerosur. Hubo uno que dijo que pondría 25 millones de dólares y otro empezó con 150 y elevó su oferta a 300 millones de dólares sin demostrar nunca si tenía en su cuenta 500 dólares de capital. Como dijimos muchas veces, son los famosos buitres del aire que no sólo buscan protagonismo para sus fines oscuros en nuestro país, sino en otros. Últimamente en Uruguay, donde hicieron creer que invertirían 150 millones en Pluna, hasta dieron una boleta de garantía de 10 millones y al final les tomaron el pelo y vendieron acciones por valor tres veces mayor y desaparecieron.
En nuestro país no se pide boletas de garantía, sino se recibe como grandes inversores a personajes que no tienen ni dónde caerse muertos, como era el caso de todos los que ofrecieron grandes inversiones para resucitar al LAB.
¿Cuánto se necesitaría para hacer una empresa tan grande como era el LAB o Aerosur? No se necesita más de 30 millones. Estoy seguro de que el capital de BoA no pasa de 20 millones). ¿Cómo se haría la empresa con un capital de 30 millones? Primero, antes de gastar es necesario saber si el Estado autorizará las rutas ya que éstas son del Estado, algo que muchos ignoran. Se alquilaría con ese capital nueve aviones 737/300, cuyo alquiler está en alrededor de 100 mil mensuales por aeronave. Como piden seis meses de anticipo de alquileres, gastaríamos 4.500.000 dólares. Tres oficinas propias en las tres capitales importantes de Bolivia a 400.000 cada una hacen 1.200.000 dólares. Otros gastos de montaje, 200 mil dólares como campus y escritorios y material. Para capital de trabajo, ya que seguramente se volará unos cuatro meses a pérdida, por ser empresa nueva y su clientela recién en ese tiempo le agarrará confianza, debemos calcular unos 5.400 dólares por hora de vuelo, por lo que se perderían unos 2 a 3 millones de dólares si operamos las nueve aeronaves. Claro que será menos porque empezaremos con menos aeronaves y menos rutas. Pero no importa, exageremos para que los números cuadren.
El mantenimiento se lo puede hacer con exmecánicos del LAB a contrato y tener unos 700 mil dólares en repuestos de emergencia.
Los seguros bien negociados serían de unos 3 a 4 millones al año. Con 30 millones sobraría bastante dinero para cualquier otra emergencia y no se necesitaría el cuento que hacen los inversores falsos de 250, 150, 300 millones para reactivar justamente empresas que tienen deudas.
En una empresa nueva sólo se invertirían 30 millones y sin ningún problema laboral, ni deudas a nadie y sería una empresa limpia.
Pero está claro que para formar una empresa los que alquilan las aeronaves pedirán garantías por otros seis meses más. Como podemos ver, no es necesario tanto capital para abrir una empresa aérea. Pero debemos aclarar que los riesgos son altos. En la historia de la aeronáutica mundial ninguna empresa quebrada privada o semiprivada se rehabilitó, salvo Avianca. Nuestros paisanos, los Efronovich, la reactivaron y ahora es una empresa con éxito y es una de las pocas que ganan dinero en el mundo.
El autor es experto en aeronáutica
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