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sábado, 26 de enero de 2013

Ramón Rocha fotografía esa "clase emergente de mujeres empresarias" que se forma y profesionaliza en La Cancha, universidad popular para construír pequeñas grandes fortunas en este tiempo de bonanza


Cierta vez me invitaron a un simposio en la sala de la Gobernación, para hablar sobre el desarrollo de Cochabamba. Un enviado de la federación de profesionales se había copiado el modelo de análisis de una profesora española, y entonces insistió en que Cochabamba no despegaba por falta de doctores o al menos magísteres. La española había encontrado esa falencia en España y el señor la aplicaba al caso de Bolivia.
Me tocó el turno y previne que no podía hablar, sino a título personal. Si tuviera la inquietud de preguntar qué está pasando con la economía boliviana, lo último que haría es ir al ministerio del ramo, les dije. Me iría en cambio a La Cancha, donde se toma el pulso al verdadero movimiento económico, como ocurre también en Oruro, en La Paz y Santa Cruz.
Uno piensa que la Cancha, con sus 40 hectáreas, es un caos, pero no es así porque todo está ordenado por gremios, y los gremios por calles, y cada calle tiene su sindicato y su santo patrono. Ahora, las vendedoras no van solamente a la feria de Oruro, Iquique u otra zona franca de Sudamérica. Se acuotan y compran un “container” de mercadería en la feria de Cantón, en China, y no van todas, envían solamente a uno o dos responsables colectivos. Ellas mismas se hacen préstamos grupales en las cooperativas, y éstos tienen cero de mora, porque las caseras son muy honradas, y no se puede fallar a la cuota que se han comprometido a dar, como en un pasanaku. Llega el “container”, se reparten entre ellas y venden que es un contento.
Los varones son por lo general unos clavos. Si no es el papá que le ha reventado la vesícula, es el hermano mayor, que se ha fracturado la pierna en un asalto, y hay que olvidarse de los ahorritos para pagar esas curaciones. Porque las caseras son esposas y madres muy solidarias, aunque el negocio se les vaya al tacho y el ahorrito que acumularon apenas se les agote en la emergencia.
Pero para eso están en grupo y vuelven a salir adelante. Su sueño es comprar un terrenito y construir la casita propia, no importa cuán humilde sea, y luego dar profesión a los hijos, incluyendo a las hijas.
Las hijas son las que más colaboran con sus mamás, las que atienden con ellas el puesto y también van a la universidad. Entretanto, los varones despilfarran el poco dinero que tienen porque el ahorro es cosa de mujeres. He examinado cientos de casos y el problema se repite continuamente. Las mujeres construyen su hogar, crían a sus hijos, los hacen estudiar, compran el terrenito y levantan la casa. Luego se retiran con achaques tempranos, porque han trabajado demasiado desde pequeñas, y ya se sabe, cualquier exceso es malo, cuánto más el exceso de trabajo.
No sé qué cosas más hablé, mientras el profesional que me antecedió no quería ni mirarme, como si sintiera vergüenza ajena. Sin embargo, las mujeres allí presentes me premiaron con una ovación. Me dijeron que por fin alguien hablaba las cosas que ellas sienten y me invitaron a dar una charla en la sede de su sindicato.
Eso es La Cancha. Es el pulmón económico del país y el refugio de todos los desamparados que llegan a nuestra ciudad con una mano adelante y la otra atrás. Porque en La Cancha se puede acarrear agua desde las 4 de la mañana, y descargar papa o cebolla, o cargar otros bultos, o cumplir cientos de faenas para ganarse el sustento. Los economistas más lúcidos lo han visto, y también los banqueros, porque allí las cosas se mueven y se está gestando una clase media pujante y emprendedora muy distinta a la nuestra, la que vejeta en sus rencores y sus derrotas, la que se siente presionada por todos lados, en especial por esa clase emergente que pronto los pasará en prosperidad y buenas inversiones. En La Cancha se mide el pulso del país y se aprovecha la bonanza económica para construir pequeñas grandes fortunas.
El autor es cronista de la ciudad

jueves, 24 de enero de 2013

el aumento de accidentes de tráfico es inaceptable. no es posible quedar de brazos cruzados ante tantas vidas humanas que desaparecen por las carreteras algo urgente se tiene que hacer. licitar servicios.




Inaceptable pérdidas por accidentes

Mauricio Aira


63 muertos en menos de un mes en las carreteras de Bolivia y una cifra de varios cientos de heridos, algunos con daños físicos irreversibles. Hecho noticioso que rebela la sangre y obliga a la adopción de medidas drásticas, en defensa del mayor bien que tiene la sociedad, la vida del ser humano.
Mientras en Europa y otras regiones se desarrollan políticas muy severas para disminuir el número de accidentes vehiculares mejorando el mantenimiento de las vías, controlando que máquinas y conductores se encuentren en condiciones mínimas de seguridad y de conducción según las regulaciones ya uniformadas y que forman parte de las obligaciones primordiales, irrenunciables de los Estados y que bien se pueden resumir así, en Bolivia dista mucho de existir un tangible esfuerzo que guarde proporción con la enormidad del problema.
Otorgar permisos de conducir a ciudadanos mayores de 18 años y que rindan severas pruebas teóricas y prácticas previa preparación responsable. La entrega de los brevets, o certificado de conducción no puede darse como prebenda, un regalo, una mercadería que se vende a cambio de algo.  Al parecer ha mejorado un tanto desde que la Policía transfirió sus atribuciones, sin embargo los reglamentos siguen siendo incumplidos. La autoridad debe efectuar una prueba contundente para calificar al aspirante. No valen “muñecas ni manipulaciones”, todos los jóvenes tienen las mismas oportunidades a condición de haber estudiado el manual de conducir. La prueba práctica a cargo de profesionales, debería ser la condición “sine qua non” para el beneficio. Cualquier inseguridad o improvisación tiene que significar un aplazo, por tanto la repetición de la prueba ante un tribunal totalmente imparcial y cien por ciento profesional.
El estado de las máquinas tiene que ser examinado minuciosamente y documentado, hoy se puede hacerlo con ayuda de la electrónica que facilita un acierto del 98% sobre la simple inspección ocular. Esto va más allá del SOAT, que no difiere en mucho de la antigua “roseta de seguridad” o sea un remedo de examen, reducido al pago del valor fijado o alguito más, sin hacer caso de las recomendaciones técnicas. Aquello de “prenda luces, aplique frenos, toque bocina, vire a la derecha, a la izquierda, encienda, apague el motor”, etc. tiene que haber pasado de moda. Ahora la tarea de inspección tiene que ser de todos los días, incluyendo sábados y domingos. En muchos países la inspección vehicular está confiada a verdaderas empresas, por lo menos dos por cada 50 mil vehículos, merced a un rol del que nadie queda al margen, absolutamente todos los que figuran por ejemplo en la base de datos de la Aduana, o de la Policía de Tránsito o de Impuestos, o de todas ellas coordinadas por una brigada de seguridad. Cuando un vehículo no reúne las condiciones mínimas, le conceden una oportunidad más, resuelto que sea el problema técnico, hasta la siguiente inspección aprueba o simplemente sale de la circulación, al cementerio de vehículos.
Optar por un remedio salvador. Licitar el servicio permitiendo que empresas extranjeras participen también asociadas con nacionales de reconocido prestigio. El costo tendría que ser asumido por cada propietario o conductor del vehículo, aunque en Bolivia a fin de incentivar este proceso, se podría crear un fondo inicial financiado por el Estado, las Municipalidades y las empresas de taxis o transportes a todo nivel. Ahora que existe un ambiente de creación de nuevas empresas y de otorgar financiamiento bien podría constituir un ítem atractivo.
A los factores mencionados se suma el estado de las carreteras, harto deficiente no obstante los esfuerzos de mantenimiento realizados, carencia de suficientes obras de arte en la infraestructura y señalización y servicios de auxilio y asistencia, una policía caminera moderna, ágil, movilizada sobre las carreteras las 24 horas al día, 365 días al año especialmente en zonas de difícil acceso y de altos volúmenes de tráfico. Duplicar el control ante conductores ebrios o insomnes.Todos los esfuerzos que se hagan en esta dirección, con la voluntad puesta en disminuir los accidentes para salvar vidas, serán aplaudidos por una ciudadanía que está próxima al paroxismo de la desesperación nunca antes conocida.

martes, 22 de enero de 2013

por la buena salud de la Democracia, sorprende gratamente el triunfo de Carmelo Lens en el Beni que pone freno a la insaciable voracidad de Evo y el MAS.


Le hace mucho bien a la salud de la democracia en Bolivia lo ocurrido el domingo en Beni donde, en medio de justificada expectativa, se registró la elección a gobernador y cuyo desenlace fue la sorprendente victoria del candidato opositor Carmelo Lens sobre la oficialista y exreina de belleza Jessica Jordan, obtenida en condiciones claramente desventajosas. Además de sorprendente, una relativamente cómoda ventaja a favor de Lens hizo que quedara descartada la segunda vuelta prevista entre los dos candidatos más votados.
Algunos desbordes propios de las tensiones del momento no alcanzaron a ensombrecer el acto electoral que destacó por la actitud de los benianos para cumplir, disciplinada y conscientemente, su deber ciudadano ejercitando su derecho al voto.
 Aunque los datos oficiales finales todavía son procesados por el Tribunal Electoral Departamental, el triunfo de Lens ya es irreversible con más del 52% de los votos contra el 44,1% de su oponente que, a regañadientes, dejó traslucir su nuevo revés electoral. Arropada por su partido, algún consuelo podría hallar en el crecimiento de la votación obtenida en los últimos siete años en un departamento todavía impenetrable para el masismo, una plaza política ‘muy dura’, según la definió el vicepresidente del Estado.
Además de significar el fortalecimiento de las fuerzas opositoras en torno a una candidatura de unidad y de su resurgimiento en un año prelectoral, el resultado de la elección en Beni pone freno en seco a la insaciable voracidad del Movimiento Al Socialismo (MAS) por extender, de cualquier manera, el dominio de su poder político a toda la geografía nacional.
Como para aguar cualquier festejo, la derrota del masismo se produjo en vísperas de la conmemoración del septenio de Evo Morales en el Gobierno. Y debe ser el jefe de Estado uno de los más afectados por el traspié en las urnas, después de haber encabezado la campaña proselitista de la bella Jessica, utilizando arbitraria y abusivamente recursos del Estado y pisoteando a su regalado gusto las reglas del juego de la justa electoral. No obstante, la democracia practicada a conciencia se impuso por encima de todas las maniobras por desvirtuar su limpio ejercicio en el hermano departamento beniano, larga e injustamente postergado, a despecho de su extraordinario potencial. Es también el triunfo incuestionable de los benianos cansados de cantos de sirena y de esperar la llegada de tiempos mejores que se merecen.

domingo, 20 de enero de 2013

según datos de El Deber. Crónica de Harold Olmos



paliza a Evo. Victoria de la Oposición

El candidato opositor Carmelo Lenz parecía esta noche encaminado hacia una victoria arrolladora sobre la aspirante oficialista, Jessica Jordan, cuya candidatura ha estado apoyada con alma, vida, corazón y billetera del estado por el presidente Evo Morales.
La encuestadora Ipsos, que hace un mes daba por ganadora a Jordan, asignaba esta noche el 54% de los votos al riberalteño Lenz y un 42% a la ex reina de belleza. Los resultados venían de una conteo rápido y representaba el 94% del universo de ese muestreo en todo el departamento. Con el conteo del 100% de la encuesta, Lenz se mantenía a la cabeza con el 52% y Jordan aumentaba al 44%.
Si estos resultados se consolidan oficialmente, el Beni se erige en un bastión opositor con el que el presidente Morales tendrá que convivir. La influencia del triunfo de Lenz y la derrota de Jordan son un campanazo de alerta para el gobierno. No bastó que el presidente ofreciera el oro y el moro a los benianos para convencerlos de apoyar a su candidata. Las peores tendencias de las que hablaban representantes gubernamentales dibujaban una segunda vuelta. Que Lenz hubiese ganado por K.O. en la primera vuelta tiene un inocultable sabor a victoria abrumadora que abre una interrogante mayúscula sobre las elecciones presidenciales de 2014.
Un perdedor adicional es el Movimiento Sin Miedo (MSN), que había echado todas sus cartas al lado del candidato indígena Pedro Nuni: no obtuvo sino el 2.5% de los resultados parciales de Ipsos.
Al escribir estas líneas, Lenz daba por segura su victoria, y se aguardaba una conferencia de prensa que Jordan había ofrecido para antes de la medianoche.
La victoria de Lenz, como estaba pintada esta noche, abruma el séptimo aniversario del presidente Morales, cuyo gobierno se prepara para festejar este miércoles.