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jueves, 17 de mayo de 2012

resulta que Evo reaccionó brutalmente contra Carlos Valverde y se puso "a leer apenas" los contenidos del Facebook, lanzó imperdonable intriga en su contra


 Hay que matar al chasqui

Mauricio Aira
Se ha introducido al debate público el tema del internet, aparece como el mensajero, el chasqui moderno portador de un correo algunas veces de un contenido muy peligroso para la estabilidad de ciertos regímenes autoritarios que no toleran crítica alguna así venga de la radio, la tevé, los diarios o el internet. Recordar que en Luxemburgo la Corte Europea falló a favor de privacidad del medio, rechazando un sistema de filtros antipirata que pudiera violar el derecho de los usuarios.
Los magistrados decidieron que las redes sociales como Facebook o You Tube no pueden ser forzadas a instalar sistemas antipiratería. Estamos hablando de la protección de los derechos de autor que músicos y escritores reclamaron estar siendo vulnerados. Filtros es lo que exigían, lo que no concuerda con la libertad de información vigente en los 28 de la UE.
El punto neurálgico es si los proveedores tienen el derecho de controlar los contenidos, la respuesta fue un contundente NO es posible. Los usuarios velan celosamente ante el intento de algunas autoridades de irrumpir en su “espacio personal”. Protestan por la intromisión del Estado en su vida privada. Lo que hacen es “dar muerte al mensajero” que trae la mala noticia, en lugar de perseguir a quién envió “al chasqui”.  El fallo frena todo intento de bloquear iniciativas dañinas y ratifica que todos los filtros funcionan mal.
Convenir que la antigua costumbre de dar muerte al mensajero (chasqui) portador de malas nuevas no rige más. Lo que tenemos son expertos en cambiar el mensaje. La noticia perjudicial transformada en beneficio, dar gato por liebre, usar al mensajero a favor del poderoso.
Viene a cuento a propósito de la furia con que desde la jefatura de Estado se replica de mal modo a un comunicador que criticó con toda razón una especie de “elogio a la ignorancia” que provino de esa autoridad y que publicada y comentada en el Facebook, desencadenó la diatriba, con el condimento inaceptable de una falaz intriga. “No diré las veces que cayó con narcótico” que originó la contraréplica “Jamás nadie me acusó de tráfico de drogas”. Porque tramar, maquinar una mentira (haber caído con droga sin decir cuándo, ni dónde) es una forma de conspirar, de enredar, de urdir una acusación contra el periodista que provoca enorme daño por venir de quién vino.
Qué casualidad de ser “El Dia del Internet” como nos lo recuerda Los Tiempos  “la creciente intensidad de la animadversión con que las nuevas tecnologías son vistas por los más altos niveles de la jerarquía” y referirse al tema que nos ocupa “es el caso de la reciente ofensiva contra el uso del Facebook” lo que sin duda constituye un contrasentido, frente al escaso número de conexiones, la deficiente calidad de la banda ancha, su elevado costo, reducido porcentaje de acceso a la red, y la restringida utilización del internet en empresas, colegios y universidades y casas de familia que comparativamente arrojan cifras muy por debajo de la media.
En lugar de ir “tras el mensajero y pretender su desaparición” bien haría el Gobierno en emprender acciones efectivas para facilitar la asimilación y el uso práctico de la variada gama de alto beneficiosas aplicaciones que ofrece esta moderna tecnología al servicio de la colectividad.
Muy lejos de ofrecer lecciones de moral, nuestra demanda es por el uso racional del mensaje que debe estar siempre apegado a los hechos, ser claro y contundente cuando se trata de criticar la conducta pública que resulte en ofensa e intriga para cualquier ciudadano en particular.




lunes, 14 de mayo de 2012

Johannes Aira captó las catedrales de Santa Cruz y Cochabamba y otros escenarios imborrables de ambas ciudades






he aquí Cochabamba nos enseña Johannes en una toma desde el Cerro San Pedro, al pie del gran monumento al Cristo de la Concordia (Bolivia, marzo y abril 2012)