Esos criminales que estrangulan a sus víctimas sorprendiéndolas por la espalda, para robarles dinero, celulares, joyas y cualquier pertenencia, ya han causado luto y dolor a cientos de familias en todo el país. El último caso ocurrido en El Alto, todavía en proceso de investigación, con la muerte de los hermanos Peñasco Layme, ambos periodistas, conmociona a la población boliviana que clama a las autoridades seguridad en las calles y castigo para los delincuentes.
Pobladores de El Alto dieron un plazo a la Policía para esclarecer y hallar a los culpables de este crimen, caso contrario, amenazan con un levantamiento popular y con hacer justicia de "propias manos" e incluso piden que se aplique la pena de muerte para los asesinos y violadores. Esas advertencias y pedidos reflejan la impotencia, la desesperación y el temor que sienten los vecinos ante esos asesinos.
Corresponde a la Policía y al Ministerio de Gobierno responder con acciones inmediatas para calmar la incertidumbre y la intranquilidad de la población de La Paz y de todo el país, donde operan “cogoteros”, “carteristas”, “timadores” y otro tipo de delincuentes, todos potenciales asesinos que amenazan y dañan permanentemente a la gente.
El tema de la seguridad ciudadana, es un asunto de Estado que merece, ahora más que nunca de toda la atención. La Policía y los operadores de justicia deben demostrar que están del lado de los ciudadanos y que su principal tarea es lograr el bienestar de éstos.
El cruel asesinato de Verónica y Víctor Hugo Peñasco Layme, periodistas de radio y televisión, reconocidos en La Paz, vuelve a hacer visible el creciente riesgo que vive la población. Estas dos figuras notables, ahora se convierten en la bandera de miles de vecinos que ya sufrieron la tragedia y de otros tantos que temen convertirse en víctimas.
El pedido es unánime y nacional y seguramente también habrá apoyo y aprobación inmediata para que el Gobierno mejore el presupuesto para seguridad y las acciones para hacer del país, sus calles, campos y hogares, lugares seguros para todos.
Pobladores de El Alto dieron un plazo a la Policía para esclarecer y hallar a los culpables de este crimen, caso contrario, amenazan con un levantamiento popular y con hacer justicia de "propias manos" e incluso piden que se aplique la pena de muerte para los asesinos y violadores. Esas advertencias y pedidos reflejan la impotencia, la desesperación y el temor que sienten los vecinos ante esos asesinos.
Corresponde a la Policía y al Ministerio de Gobierno responder con acciones inmediatas para calmar la incertidumbre y la intranquilidad de la población de La Paz y de todo el país, donde operan “cogoteros”, “carteristas”, “timadores” y otro tipo de delincuentes, todos potenciales asesinos que amenazan y dañan permanentemente a la gente.
El tema de la seguridad ciudadana, es un asunto de Estado que merece, ahora más que nunca de toda la atención. La Policía y los operadores de justicia deben demostrar que están del lado de los ciudadanos y que su principal tarea es lograr el bienestar de éstos.
El cruel asesinato de Verónica y Víctor Hugo Peñasco Layme, periodistas de radio y televisión, reconocidos en La Paz, vuelve a hacer visible el creciente riesgo que vive la población. Estas dos figuras notables, ahora se convierten en la bandera de miles de vecinos que ya sufrieron la tragedia y de otros tantos que temen convertirse en víctimas.
El pedido es unánime y nacional y seguramente también habrá apoyo y aprobación inmediata para que el Gobierno mejore el presupuesto para seguridad y las acciones para hacer del país, sus calles, campos y hogares, lugares seguros para todos.