Lo cierto es que, a veces, S.E. nos sorprende con algunos términos divertidos que los saca de la manga, así como la mayoría del tiempo nos hace transpirar con palabras que utiliza mal. Pero existen cosas que, por lo menos, son graciosas. En ese sentido se explayó a su gusto en el gabinete ‘ampliado’ de hace algunos días, donde dijo que no quería “servidores públicos que estén chupándome las tetillas...”. Eso es algo desconocido porque sabíamos de chupamedias, lameculos, tirasacos y otras muchas que se aplican a los adulones.
Pero he ahí que S.E. nos sorprende diciendo que no le gustan los ‘chupatetillas’, cuando todos somos testigos de que no hay nada que le agrade más que los homenajes, las loas y las atadas de guatos que recibe de sus partidarios y, en especial, de sus ministros y de los jefes del MAS. El ‘chupatetillas’ número uno es su propio ‘vice’, clamando que sin S.E. a la cabeza del liderazgo nacional es preferible la muerte. “El hermano Evo” está en boca de la mayoría de sus ministros que han caído en una idolatría total hacia el caudillo y que hacen alarde de una lealtad perruna, porque saben que lo contrario significa irse a su casa.
Pues bien, en el gabinete ‘ampliado’ S.E. disparó sus dardos contra los adulones, aunque dudamos de su sinceridad, porque hay razones. Dijo, además, que no quería a los viceministros “serruchos”, es decir, a los que ‘serruchan’ a sus jefes para sucederlos en el cargo. Y además deploró que algunos funcionarios públicos no sean masistas, lo que significaría tener una peligrosa quinta columna en el seno del Gobierno. Alguien le debe contar lo que se habla en los pasillos palaciegos.
La inauguración del museo dedicado a S.E. en Orinoca (Oruro) nos ha hecho pensar que el gasto insulso ha sido inspiración de los ‘chupatetillas’ que han llegado a sacarle leche dolorosamente. Porque un museo que ha costado alrededor de Bs 50 millones en un pueblo de 600 habitantes es un absurdo. En un lugar donde ni siquiera se puede hallar un anticucho para comer, es increíble que se hayan gastado Bs 90.000 per cápita solo para ver unos ponchos y fotos de S.E.
Sorprende lo de los ‘chupatetillas’ porque justamente el mismo día en que S.E. los descalificaba, juraba, como viceministro de Defensa, un general que había hecho nada menos que la convocatoria para escribir la letra de la Marcha Evo Morales. Es inconcebible que S.E. siga metiéndose con estrofas del himno cruceño y goce como chino con las letras de himnos que lo endiosan a él.
La ciudad de Cochabamba, su gente, sus calles y plazas. Sus ríos y montañas. Su historia y geografía, su futuro promisorio. Su siempre renovada imagen.
Vistas de página en total
sábado, 4 de febrero de 2017
miércoles, 1 de febrero de 2017
Los Tiempos se pregunta en verdad, cuánto le cuesta el Dakar al Tesoro de la Nación, es decir a todos los bolivianos? y la respuesta no llega, no llegará aunque insiste LT en proveer de ayudas a los estudiantes que participarán en los plurinacionales. Ojalá no se trate de una discrminación.
Al otorgar el Gobierno un presupuesto anual de 28 millones de bolivianos a 35 disciplinas deportivas y pagar casi ese mismo monto por la franquicia del rally Dakar 2017 por una semana en Bolivia, descontando el daño ambiental por la erosión de suelos y la emisión de gases invernadero, ha dejado bien establecido cuáles son sus prioridades para los jóvenes y el fomento del deporte en el país.
Ello explica que cuando algunos deportistas —hombres y mujeres— viajan en representación de nuestro país, estén obligados a dedicar mucho esfuerzo y tiempo para buscar el apoyo de algún “sponsor”. Mientras tanto, en contraste, las empresas estratégicas del Estado dan su apoyo, antes y durante el paso del rally, a los connacionales que participan, tanto en publicidad como en promoción; es decir, el Estado eroga importantes sumas de dinero a través de varias entidades, como comprueba el hecho de que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) pagó a una sola empresa del rubro publicitario alrededor de medio millón de bolivianos.
Sumando estos “gastos”, ¿cuánto, en verdad, habrá gastado el Estado boliviano en el Dakar 2017?
Como demuestran los juegos plurinacionales estudiantiles, si Bolivia quiere buenos deportistas se debe invertir en su formación, y, luego, el Estado debe ayudarlos a mejorar sus marcas en centros de alto rendimiento en el país, donde deben perfeccionar su técnica. Y si son los mejores, debe apoyarlos y premiarlos por representar a Bolivia, dotándoles de ropa e implementos para reponer lo que demanda la práctica de su deporte. Eso sería fomentar verdaderamente a los deportistas.
Ello explica que cuando algunos deportistas —hombres y mujeres— viajan en representación de nuestro país, estén obligados a dedicar mucho esfuerzo y tiempo para buscar el apoyo de algún “sponsor”. Mientras tanto, en contraste, las empresas estratégicas del Estado dan su apoyo, antes y durante el paso del rally, a los connacionales que participan, tanto en publicidad como en promoción; es decir, el Estado eroga importantes sumas de dinero a través de varias entidades, como comprueba el hecho de que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) pagó a una sola empresa del rubro publicitario alrededor de medio millón de bolivianos.
Sumando estos “gastos”, ¿cuánto, en verdad, habrá gastado el Estado boliviano en el Dakar 2017?
Como demuestran los juegos plurinacionales estudiantiles, si Bolivia quiere buenos deportistas se debe invertir en su formación, y, luego, el Estado debe ayudarlos a mejorar sus marcas en centros de alto rendimiento en el país, donde deben perfeccionar su técnica. Y si son los mejores, debe apoyarlos y premiarlos por representar a Bolivia, dotándoles de ropa e implementos para reponer lo que demanda la práctica de su deporte. Eso sería fomentar verdaderamente a los deportistas.
Copyright © 2016 Editorial Canelas Condiciones de uso
lunes, 30 de enero de 2017
Evo gobierna un engendro nacido del fraude y la violencia. críenes de los eposos Andrade, Villa 14, masacre de Sacaba de Octubre del 2003, 20 masacres sangrientas, miles de perseguidos. se mantiene en base al miedo, liquida la libertad y recluta a empresarios privados. Carlos Sánchez describe la infamia de un Estado decreciente.
Haciendo gala del aniquilamiento de la democracia que ha perpetrado contra el pueblo de Bolivia, Evo Morales festejó el 22 de enero sus 11 años en el poder, convirtiendo el día que tomó el Gobierno en feriado nacional con la pretensión de imponerlo como fecha histórica. El dirigente cocalero y jefe de Estado del expansionismo castrochavista, ha querido presentar como exitosa su gestión que es -en verdad- el mayor de los retrocesos y desgracias de la historia de Bolivia, que supera todo récord de impostura, crímenes, corrupción y narcotráfico.
Impostura es el “fingimiento o engaño con apariencia de verdad”. Esta es naturaleza esencial de Evo Morales presentado como indígena siendo un mestizo que no habla ni quecha ni aymara; como campesino cuando en verdad es el dirigente cocalero del primer eslabón del narcotráfico; como demócrata siendo un dictador del socialismo del siglo XXI; que se jacta del mayor crecimiento económico del país cuando es el responsable de su postración y crisis; como víctima cuando es el autor de los mayores crímenes y violaciones a los derechos humanos; auto proclamado nacionalizador cuando ha enajenado e hipotecado los recursos nacionales por varias generaciones.
El acceso al poder de Evo Morales está precedido por más de 15 años de violencia defendiendo la coca-narco con financiamiento del circuito coca-cocaína, el apoyo de dictadores como Gadafi, hasta acciones directas de Castro y Chávez que convirtieron en movimiento político a sindicatos cocaleros similares al modelo de las FARC. Punto importante del iter criminis es la conspiración, sedición y derrocamiento del Gobierno constitucional de Sánchez de Lozada que culminó el 17 de octubre de 2003 y que Morales reivindica públicamente, confesando los delitos cometidos como el triunfo sobre el neoliberalismo. Estas acciones criminales están temporalmente impunes por la “amnistía” con que Evo Morales y sus cómplices se protegen y con la que persiguen, han convertido en presos y exiliados políticos a sus víctimas.
Evo Morales no hubiera llegado nunca al poder y ni permanecido en él sin la intervención política, económica y de fuerza de Hugo Chávez y Fidel Castro (a quien llamaba papá). El Gobierno de Morales es un satélite del Alba o bolivariano, ahora SSXXI. Han construido para Morales un estado destinado a “terminar con la Nación Boliviana” y para eso han suplantado la Constitución Política y la República de Bolivia con su estado plurinacional: es el jefe del estado plurinacional no es el Presidente de la República de Bolivia; gobierna un engendro nacido del fraude y de la violencia, diseñado para su permanencia indefinida en el poder sirviendo los intereses transnacionales del SSXXI. Antes de ser Gobierno Evo cometió innumerables crímenes como de los esposos Andrade, Villa 14, masacre de Sacaba y de Octubre de 2003; pero para llegar a 11 años de Gobierno perpetró 20 masacres sangrientas, tiene miles de perseguidos políticos con la “judicialización de la represión política”, presos políticos y más de 1.200 exiliados. Se mantiene en el poder en base al miedo, aplicando el modelo castrista de control social que incluye asesinato de reputaciones, liquidación de la libertad de prensa y reclutamiento de empresarios privados.
Morales ha construido un “narco estado” basado en los sindicatos cocaleros, cuyos dueños además de no pagar impuestos, están integrados en la producción de droga. Los sindicatos de la coca-narco son base principal de la estructura política de Morales, quien para protegerlos expulsó de Bolivia a la DEA, a USAID, al Embajador de los EEUU, disfrazando la expansión del narcotráfico como antiimperialismo. Así logró el control absoluto de la lucha antinarcóticos, convirtiéndola en otra impostura y en apología del delito, con leyes infames y propuestas como la despenalización de la coca. La producción de cocaína así incrementada, sumada a la de las FARC configura hoy el mapa de crimen y política. Con la expansión de su base político-cocalera Evo ha inundado de cocaína Argentina, Brasil, Chile y ha determinado que Bolivia -además de batir récord de consumo interno de droga- sea aislada y estigmatizada.
El “jefazo” ha concentrado todo el poder en un modelo centralista, estatista y personalista. En Bolivia no existe “estado de derecho” ni institucionalidad, no hay “división e independencia de los poderes públicos”, no hay “libertad de prensa”, los procesos electorales son simulaciones con “fraude”. La corrupción es política de estado, solo superada el sistema de impunidad imprescindible para proteger a Evo Morales y su régimen de nuevos ricos (casos Zapata, Fondioc, Lamia, cartel de la mentira y decenas más). Trata de evitar que el “lava jato” se destape en Bolivia. Ha superado el récord de deuda externa e interna públicas que son de cuantía indeterminada por la liquidación del sistema independiente de contraloría. Transparencia Internacional ubica a Bolivia entre los países más corruptos en aumento cada año.
Morales aprovechó mostrando como propios los éxitos de la democracia boliviana (1982-2003) a la que llama neoliberal, pero su fracaso económico es estrepitoso: redujo la producción de gas por falta de inversión, paga más que nunca a transnacionales y pierde mercados. De la negación de crisis económica ha pasado a “proyectos para superar la crisis”. La manipulación de cifras y encuestas es la regla. La economía del narcotráfico aún sostiene la impostura. Tiene “crisis de agua”. Los créditos, compras y obras chinas son cuentos chinos de corruptela y deudas secretas. Las FFAA son del régimen y están plagadas de corrupción. Los niños son manipulados para recibir prebendas. El tráfico de personas se ha disparado. Evo ha volado más de 11.000 horas con un costo de más de 40 millones de dólares……y tiene más logros, éxitos y records, pero son de impostura crímenes y corrupción.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy
Impostura es el “fingimiento o engaño con apariencia de verdad”. Esta es naturaleza esencial de Evo Morales presentado como indígena siendo un mestizo que no habla ni quecha ni aymara; como campesino cuando en verdad es el dirigente cocalero del primer eslabón del narcotráfico; como demócrata siendo un dictador del socialismo del siglo XXI; que se jacta del mayor crecimiento económico del país cuando es el responsable de su postración y crisis; como víctima cuando es el autor de los mayores crímenes y violaciones a los derechos humanos; auto proclamado nacionalizador cuando ha enajenado e hipotecado los recursos nacionales por varias generaciones.
El acceso al poder de Evo Morales está precedido por más de 15 años de violencia defendiendo la coca-narco con financiamiento del circuito coca-cocaína, el apoyo de dictadores como Gadafi, hasta acciones directas de Castro y Chávez que convirtieron en movimiento político a sindicatos cocaleros similares al modelo de las FARC. Punto importante del iter criminis es la conspiración, sedición y derrocamiento del Gobierno constitucional de Sánchez de Lozada que culminó el 17 de octubre de 2003 y que Morales reivindica públicamente, confesando los delitos cometidos como el triunfo sobre el neoliberalismo. Estas acciones criminales están temporalmente impunes por la “amnistía” con que Evo Morales y sus cómplices se protegen y con la que persiguen, han convertido en presos y exiliados políticos a sus víctimas.
Evo Morales no hubiera llegado nunca al poder y ni permanecido en él sin la intervención política, económica y de fuerza de Hugo Chávez y Fidel Castro (a quien llamaba papá). El Gobierno de Morales es un satélite del Alba o bolivariano, ahora SSXXI. Han construido para Morales un estado destinado a “terminar con la Nación Boliviana” y para eso han suplantado la Constitución Política y la República de Bolivia con su estado plurinacional: es el jefe del estado plurinacional no es el Presidente de la República de Bolivia; gobierna un engendro nacido del fraude y de la violencia, diseñado para su permanencia indefinida en el poder sirviendo los intereses transnacionales del SSXXI. Antes de ser Gobierno Evo cometió innumerables crímenes como de los esposos Andrade, Villa 14, masacre de Sacaba y de Octubre de 2003; pero para llegar a 11 años de Gobierno perpetró 20 masacres sangrientas, tiene miles de perseguidos políticos con la “judicialización de la represión política”, presos políticos y más de 1.200 exiliados. Se mantiene en el poder en base al miedo, aplicando el modelo castrista de control social que incluye asesinato de reputaciones, liquidación de la libertad de prensa y reclutamiento de empresarios privados.
Morales ha construido un “narco estado” basado en los sindicatos cocaleros, cuyos dueños además de no pagar impuestos, están integrados en la producción de droga. Los sindicatos de la coca-narco son base principal de la estructura política de Morales, quien para protegerlos expulsó de Bolivia a la DEA, a USAID, al Embajador de los EEUU, disfrazando la expansión del narcotráfico como antiimperialismo. Así logró el control absoluto de la lucha antinarcóticos, convirtiéndola en otra impostura y en apología del delito, con leyes infames y propuestas como la despenalización de la coca. La producción de cocaína así incrementada, sumada a la de las FARC configura hoy el mapa de crimen y política. Con la expansión de su base político-cocalera Evo ha inundado de cocaína Argentina, Brasil, Chile y ha determinado que Bolivia -además de batir récord de consumo interno de droga- sea aislada y estigmatizada.
El “jefazo” ha concentrado todo el poder en un modelo centralista, estatista y personalista. En Bolivia no existe “estado de derecho” ni institucionalidad, no hay “división e independencia de los poderes públicos”, no hay “libertad de prensa”, los procesos electorales son simulaciones con “fraude”. La corrupción es política de estado, solo superada el sistema de impunidad imprescindible para proteger a Evo Morales y su régimen de nuevos ricos (casos Zapata, Fondioc, Lamia, cartel de la mentira y decenas más). Trata de evitar que el “lava jato” se destape en Bolivia. Ha superado el récord de deuda externa e interna públicas que son de cuantía indeterminada por la liquidación del sistema independiente de contraloría. Transparencia Internacional ubica a Bolivia entre los países más corruptos en aumento cada año.
Morales aprovechó mostrando como propios los éxitos de la democracia boliviana (1982-2003) a la que llama neoliberal, pero su fracaso económico es estrepitoso: redujo la producción de gas por falta de inversión, paga más que nunca a transnacionales y pierde mercados. De la negación de crisis económica ha pasado a “proyectos para superar la crisis”. La manipulación de cifras y encuestas es la regla. La economía del narcotráfico aún sostiene la impostura. Tiene “crisis de agua”. Los créditos, compras y obras chinas son cuentos chinos de corruptela y deudas secretas. Las FFAA son del régimen y están plagadas de corrupción. Los niños son manipulados para recibir prebendas. El tráfico de personas se ha disparado. Evo ha volado más de 11.000 horas con un costo de más de 40 millones de dólares……y tiene más logros, éxitos y records, pero son de impostura crímenes y corrupción.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy
domingo, 29 de enero de 2017
Alfonso Gumucio critica a Evo, lo hace desde cuando optimista concurrió a la primera comparecensia del cocalero en N.Y. Alfonso fue el primero "Evo adolece de verborrea" y no se equivoca, de ahí que su texto tiene un gran valor de testimonio. a ver si algún MASISTA se atreve a desmentir al gran comunicador Gumucio.
No puede leer cifras, confunde miles y millones, se salta líneas del texto y se pone nervioso con las gráficas que le han preparado, pero es un gran prestidigitador, porque saca palomas de la manga y presenta un país maravilloso, donde él es el artífice de la felicidad colectiva.
Eso cuentan quienes lo vieron, porque yo no me trago cuatro horas de más-de-lo-mismo: la repetición de frases machacadas de manera obsesiva, la negación de la historia y la imposición de un mito: el suyo.
Le aplaude una legión de levantamanos anónimos que son mayoría en la Asamblea (para eso les pagan) y los invitados del "puerco” diplomático aguantan estoicamente, mirando sin disimulo sus relojes. Ningún entusiasmo, todo es parte de un rito donde las mentiras y exageraciones son parte de la liturgia. No hay admisión de errores ni rendición de cuentas.
Le atribuyen a Churchill que "las estadísticas son como los bikinis” porque ocultan lo más importante. Muchos se han apropiado de esta frase y al final no importa quién sea el primer autor porque es útil para describir las artes de nuestro gran prestidigitador.
Las comparaciones históricas que hace son dislates tan absurdos como atribuirse el mérito de la fertilidad, "antes éramos menos y ahora somos más”, o del avance tecnológico mundial, "antes había menos acceso a internet”. El mundo avanza, con o sin él.
Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que desde hace una década los altos precios de las materias primas (una lotería en busca de su autor) han permitido al régimen multiplicar el gasto público aunque no la inversión, porque invertir incluye criterios de calidad, durabilidad y futuro, que aquí no están presentes.
No es difícil atribuirse éxitos materiales cuando por primera vez en la historia de Bolivia el presupuesto de la presidencia equivale al de 14 ministerios gracias a los 31.000 millones de dólares provenientes del gas. El Gobierno dice que ya no hay "gastos reservados”, pero la "caja chica” sin fondo y sin transparencia no tiene límite. Mientras al sistema de justicia se le asigna un presupuesto de 38 millones de bolivianos, el Presidente maneja 2.000 millones en un programa con sello personalizado: "Bolivia cambia, Evo cumple”.
Como si ese dinero saliera de su bolsillo, el Presidente más humilde de la historia (es una ironía, por supuesto) entrega todos los días escuelas, centros de salud, caminos vecinales o tractores, relegando a los alcaldes a un papel de espectadores.
Ese papel benefactor está viciado por el arbitrio y la corrupción que no fueron mentados en el informe de logros: los recursos se usan con discrecionalidad, los contratos se otorgan sin licitación y las obras se ejecutan sin control de calidad.
A los pocos meses se caen los techos de los aeropuertos (Sucre y Oruro); las 1.600 canchitas de césped sintético y los coliseos que costaron más de 300 millones están con candado y no han mejorado la calidad del peor fútbol de la región; en los centros de salud no hay personal ni medicinas; en las escuelas los profesores escriben con errores de ortografía y las tuberías de "Mi agua” se secan…
Podríamos seguir con más ejemplos porque al Presidente le interesa la infraestructura, lo visible y ostentoso, pero no la calidad de los servicios. De ahí que los puentes se caen y las carreteras hay que parcharlas a pocos meses de su fastuosa inauguración. Los elefantes blancos se suman, así como el fracaso de las empresas estatizadas.
¿Mencionó en su informe egocéntrico el Museo de Orinoca, el nuevo palacio presidencial, el aeropuerto de Chimoré, el satélite Tupaj Katari y otros gastos propios de su megalomanía?
El tráfico de influencias corroe miles de contratos sin transparencia. Sólo un ejército de auditores independientes podría mostrar a qué extremo de ineficiencia y corrupción se ha llegado en Bolivia.
La economía "per cápita” va muy bien, nos dice el prestidigitador, pero hay "cápitas” que tienen mucho y la mayoría que apenas sobrevive. El seductor bikini de los megaproyectos esconde el hecho de que importamos alimentos básicos como tomate, cebolla, arroz e incluso papa. La falta de honestidad del Presidente es tan grande como su deseo de perpetuarse en el poder.
firme Los Tiempos protesta por el trato del ahora ex-ministro Quintana, al exigir una investigación sobre la ética de loso medios" los improperios de despedida dejados al sucesor en el cargo, muestran un resentimiento inaudito del que pretendió someter a los medios y descalificarlos con el llamado "video de la mentira".
En la esperada sesión de traspaso de cargo, el ahora exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, pronunció un apasionado discurso de despedida en el que salvo al Primer Mandatario y algunos de sus colaboradores directos, atacó a quien se le ocurrió en ese momento.
Los medios de comunicación y periodistas, como no podía ser de otra manera, recibieron una andanada de improperios, llegando al clímax al sugerir a su sucesor que se haga “una investigación seria, severa, rigurosa sobre la ética de los medios de comunicación en la construcción del Estado Plurinacional”.
Es poco feliz esta recomendación, no porque esté necesariamente mal que se haga un análisis de este tipo, sino porque esa cartera ya ha demostrado que en la tarea de analizar el trabajo de los medios de comunicación se ha aplazado totalmente, como ha sucedido con el “video de la mentira” en el que, previa contratación de un consultor argentino que tuvo relación sentimental con una dignataria de Estado, se intentó atacar a los medios que según el oficialismo, sin mostrar una prueba, dice que conforman un “cártel de la mentira”.
Es decir, por un lado, no corresponde a un despacho como el Ministerio de la Presidencia financiar este tipo de trabajo. Por el otro, asumiendo que no hay acción sin responsabilidad, si las autoridades de gobierno tuvieran realmente deseos de que mejore el trabajo de los medios de comunicación tienen a su disposición la Ley de Imprenta y el Tribunal de Ética Periodística… Lamentablemente, lo que en verdad persiguen es someterlos y esto es profundamente inmoral.
Los medios de comunicación y periodistas, como no podía ser de otra manera, recibieron una andanada de improperios, llegando al clímax al sugerir a su sucesor que se haga “una investigación seria, severa, rigurosa sobre la ética de los medios de comunicación en la construcción del Estado Plurinacional”.
Es poco feliz esta recomendación, no porque esté necesariamente mal que se haga un análisis de este tipo, sino porque esa cartera ya ha demostrado que en la tarea de analizar el trabajo de los medios de comunicación se ha aplazado totalmente, como ha sucedido con el “video de la mentira” en el que, previa contratación de un consultor argentino que tuvo relación sentimental con una dignataria de Estado, se intentó atacar a los medios que según el oficialismo, sin mostrar una prueba, dice que conforman un “cártel de la mentira”.
Es decir, por un lado, no corresponde a un despacho como el Ministerio de la Presidencia financiar este tipo de trabajo. Por el otro, asumiendo que no hay acción sin responsabilidad, si las autoridades de gobierno tuvieran realmente deseos de que mejore el trabajo de los medios de comunicación tienen a su disposición la Ley de Imprenta y el Tribunal de Ética Periodística… Lamentablemente, lo que en verdad persiguen es someterlos y esto es profundamente inmoral.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)