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sábado, 6 de febrero de 2016

la foto y texto de Sol de Pando, donde García Mérida publica varios artículos describiendo cómo Gabriela Zapata se "enriqueció de la noche a la manana gracias a Evo, los contratos con China y el Gobierno.

“La señora no tiene ningún tipo de vínculo con el Gobierno nacional, absolutamente ninguno”, aseguró el jueves el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, en una conferencia de prensa donde el ex militar intentó desvirtuar que Zapata Montaño se habría beneficiado de un tráfico de influencias dentro el Gobierno para amasar la fortuna que hoy ostenta.

Las aseveraciones de Quintana son desmentidas —empero— por la misma Gabriela Geraldine, quien además de hacer pública su apasionada militancia en el Movimiento al Socialismo (MAS), se encargó de propalar a los cuatro vientos sus altas influencias dentro el Gobierno como la clave de su éxito empresarial, a modo de promocionar su sensual imagen personal con proyección internacional inclusive.
Es evidente que al promocionarse mediáticamente, la glamorosa buscaba también incursionar en el terreno de la política asesorada por el mismo Quintana (como “asesoró” a la ex miss Bolivia Jessica Jordan en el Beni) en una relación que implicaba tráfico de influencias en varios contratos realizados específicamente a partir del año 2013. “La abogada, se perfila a ser una de las promesas más importantes del mundo empresarial, no solo en Bolivia, sino a nivel internacional”, se señala en otro sitio de la farándula que le dedicó una página promocional el 10 de octubre del pasado año.
En una entrevista que fue publicada el 6 de septiembre del 2015 en el diario digital Tiempos del Sur.com, títulada “El lado divino de la economía boliviana”, la despampanante empresaria revela los siguientes datos sobre su vinculación estrecha con el Gobierno, citamos textualmente:
“Actualmente el trabajo que realizamos está relacionado con vincular estratégicamente a proveedores de servicios especializados con el sector público boliviano”.
“La búsqueda de socios estratégicos no es fácil, pero hay un mercado inmenso de posibilidades afuera. Creo que al haber apostado en proyectos que muchos no lo veían como viables fuimos más allá de lo esperado, reconociendo que las condiciones para que una empresa se desarrolle tiene que ver muchísimo con la visión que tienen los gobernantes de su Estado”.
“La fortuna fue benevolente al vincularme con empresas extranjeras que confiaron en mi capacidad, dándome el espacio para desarrollar ideas, gracias a esto conocí a personas y personalidades que nunca imaginé conocer”.
En la minuta de constitución de su empresa “Consilium SRL”, el mismo año 2013, la inversionista, de 26 años en ese momento, declara como domicilio un departamento en el lujoso condominio El Vergel de Achumani, avaluado en $us 150.000. De acuerdo a un reportaje publicado en la víspera por ANF, actualmente ocupa una mansión que cuesta aproximadamente un millón de dólares en la exclusiva urbanización de La Rinconada, ubicada en la zona La Floresta, al sur de la ciudad de La Paz. “La lujosa vivienda pertenecía al fallecido Guillermo Fortún, exministro de Gobierno y hombre de confianza del expresidente Hugo Banzer Suárez, también difunto. Cabe recordar que Fortún murió en septiembre de 2012 y fue velado en esta casa ubicada en la avenida La Floresta. El político murió por un paro cardiaco y en medio de acusaciones del gobierno de Evo Morales de malversación de fondos” —recordó ANF—. “No se conoce si la vivienda fue vendida, alquilada o se encuentra en anticrético, pero la empresaria de 29 años tiene varias fotografías en este inmueble reunida con ejecutivos de CAMC o luciendo suntuosos vestidos”.
De acuerdo a la Ley 04 de Investigación de Fortunas y Lucha Contra la Corrupción (Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz), este nivel de gastos suntuosos de una abogada de 29 años sin mayores antecedentes empresariales ni hereditarios, amerita un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) para iniciar la investigación que determine el origen de esa fortuna. El delito de Legitimación de Ganancias Ilícitas teniendo como delito precedente la corrupción pública (tráfico de influencias, malversación de fondos públicos, contratos lesivos al Estado, etcétera), es un delito contemplado en el artículo 185 de la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz.
La indagación debería alcanzar al ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, quien fue y es el principal gestor de los “éxitos” empresariales de Gabriela Zapata Montaño a partir de su abierta relación política con el Gobierno. Estamos seguros que el presidente Evo Morales ha sido sorprendido en su buena fe, y por tanto le conviene deslindarse de Quintana destituyéndolo. El SI del próximo referéndum deberá implicar la reconducción revolucionaria del proceso de cambio bajo el liderazgo indígena de Evo Morales, “desquintanizando” la coyuntura. Con Quintana corroyendo el proceso desde adentro, crece el NO como una sombra oprobiosa y reaccionaria dentro la revolución boliviana, poniendo al país al vilo de la desestabilización y acaso ante el retorno casi inminente de los ruidos de sable.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Puka Reyesvilla está como siempre inspirado. "quién diablos inventó estodel referendo, que se ha convertido en un plebiscito de aceptación (SI) o rechazo(NO) a Evoalvar. tan desafortunado "invento" está provocando un malestar creciente de "los invencibles" inventan todo, aunque los ciudadanos "ya no toman en cuenta sus mentiras y sus embustes"

Que vaya al infierno a quejarse, reza un refrán que se ajusta perfectamente al caso que voy a abordar –mi padre usaba una versión más grosera del mismo-. No es por falta de originalidad sino por la frecuencia con que me corresponde publicar que lo trataré luego de que al menos dos personas lo hicieron, a su manera, en sendos comentarios. A modo de mantener cierto suspenso, aunque usted puede ir directamente al final de esta columna, citaré textualmente las palabras de una de ellas.

Y es que después de escuchar los lamentos y temores de los dos jerarcas –principalmente del number two- cuyos cuellos están en juego gracias al referéndum del veintiuno, uno se pregunta si alguien les obligó a convocarlo. “El pueblo”, “los movimientos sociales”, dirían los aludidos en acto reflejo que, a estas alturas, nadie puede tomar en serio.

Lo cierto es que lo de la consulta constitucional que el propio régimen se encargó de convertir en plebiscito, fue un cálculo político motivado por dos factores adversos a aquel, en su propósito de forzar su perpetuación en el poder –afán que bien pudo haberse manifestado a media gestión disimulando en algo su angurria-: el rápido deterioro de la situación económica causado por la caída de los precios de las materias primas, principalmente de los hidrocarburos –lo que devela que el “milagro” del régimen no es tal, sino que es producto de una racha de cotizaciones altas, desnudando, a su vez, la absoluta dependencia del Estado Plurinominal del extractivismo y que de industrialización, ni por asomo-; y el destape del caso FONDIOC –que día que pasa, día que se estrecha el cerco en torno a las más altas autoridades del Ejecutivo-.

En ambos escenarios, el régimen masista está siendo fuertemente golpeado por la dinámica de los acontecimientos: el clima económico, que ya afecta a las cuentas nacionales, está llegando a los bolsillos de la ciudadanía; aunque aún no se puede hablar de una crisis, la situación se está tornando acuciante –lo que desvirtúa incluso el leit motiv de la campaña verde: la estabilidad-.

Por la otra parte, las cosas no le son más amables al régimen: la dimensión de la corrupción en Fondo Indígena es de tan colosales cifras que hay quien dice que es el mayor caso de asalto a los recursos públicos de nuestra historia –por lo menos de la era democrática-.

Fruto de dicho cálculo apurado los estrategas del régimen habrán pensado que con el impulso –fresco entonces- de la última elección general, tenía suficiente para (“pan comido” imagino que se pensó) una cómoda imposición de su ambición prorroguista.

A la fecha, se nota que la rosca palaciega ha caído en cuenta de que sus dos créditos están metidos en camisa de once varas y no saben cómo salir del entuerto. El régimen ha casi agotado el repertorio de los viejos trucos, desde la victimización hasta la teoría del complot, y nada parece surtir el efecto que quisiera. Las recientes declaraciones del number two ya rayan en la insanía mental.

Habrá que recordar que sin invitación a referéndum, no habría ni “sí” ni “no” y que con ella, a la oposición ciudadana y política–de toda laya, valga la mención- la convocatoria le ha caído como pedrada en ojo de boticario y no ha hecho sino aprovechar la oportunidad que el propio régimen le ha obsequiado. Así es que no nos vengan con maripositas, como decía Rafael Caldera.


Y como había adelantado, cierro con la admonición que el abogado Esteban Morales publicó en las redes: “A ver, Alvarito, Alvarín, papito rey, ¿quién carajos fue el que convocó a este referéndum????? Ah, entonces no jodas pues. Algunos se disparan en el pie y culpan al que estaba mirando”.

martes, 2 de febrero de 2016

Con la proximidad del referéndum del 21 de febrero (21F), más nervioso y dictatorial se presenta el gobernante cocalero de Bolivia en su afán de evitar que el triunfo del NO se concrete en las urnas y lo ponga oficialmente en la sala de embarque de los que dejan el poder con el terror de rendir cuentas y perder la impunidad.  La campaña anti democrática de Evo Morales es una cadena interminable y repetida de abusos, amenazas, corrupción y fraude contra el NO con que los bolivianos defienden la libertad.
El gran intelectual boliviano, el mestizo Franz Tamayo sentenció: “NO se es impunemente poderoso”, y menos cuando el poder está fundado en la corrupción.  El referéndum del 21F es en sí mismo un acto de corrupción, que en función y en servicio público es “la práctica consistente en la utilización de funciones y medios de las organizaciones públicas, en provecho económico o de otra índole, de sus gestores”. 
Corrupción es valerse del poder, de la función en beneficio propio.  Cualquier tipo de beneficio obtenido en el mal uso o abuso del poder es corrupción, desde la coima o mordida, hasta la perpetuación indebida en el poder.
La corrupción de Evo Morales y su gobierno va desde los delitos económicos, de violencia y represión, hasta los políticos. De acuerdo a la Constitución Política de la República de Bolivia que suplantó y viola permanentemente, debió dejar el mando en enero de 2011.  Fue públicamente corrupto cuando con violencia sobre el pueblo boliviano, coludido con su principal opositor oficial, con fraude electoral y ejecutando la ruptura constitucional cambió la norma fundamental que impedía su reelección continua.
Incurrió nuevamente en corrupción cuando violando su propia constitución forzó a su Tribunal Constitucional en 2014 para que lo habilite como candidato alegando que “la primera elección no contaba por haberse realizado en la desaparecida República de Bolivia”.  Ahora –faltando 4 años para la próxima elección a la que NO puede presentarse- Morales lidera nuevamente la corruptela organizando un referéndum en el que desde el poder total que ejerce, supone que tenía asegurado un nuevo resultado de “victoria manipulada”.
Los mandamases y digitadores del socialismo del siglo XXI habían calculado todo para que Evo Morales tenga una cómoda victoria en el referéndum del 21F, pero se han encontrado con la sorpresa anticipada de que el pueblo boliviano NO quiere más dictadura.  La razón por la que adelantaron 4 años el planteamiento de su prórroga es que el régimen sabe que su peor enemigo es el tiempo, ya que cada día que pasa se hace más evidente la crisis económica, la corrupción como política de estado, el narcotráfico, el fracaso del modelo neocomunista y centralista, y el rechazo de un pueblo ofendido por la ostentación de los nuevos ricos de la “evo-burguesía” o de la “coca-burguesía”.
El proceso del referéndum presenta un escenario en que las encuestas marcan una diferencia del 8% al 15% en contra de Evo Morales, una Bolivia en la que el NO está impulsado por acciones cívicas que los jóvenes, los campesinos, las amas de casa, los intelectuales, los políticos de diferentes tendencias, los artistas, los periodistas, los militares y policías, e incluso los empleados públicos, todos los bolivianos NO sometidos, rechazan la repetición en Bolivia del modelo ya impuesto por la metodología castrista de control social en Venezuela, Nicaragua y en curso en Ecuador.
En contra de la realidad objetiva y de la voluntad popular, la campaña de Evo Morales con el mismo “si” usado por dictadores como Pinochet,  copa todos los espacios de prensa, radio y televisión, despliega una millonaria propaganda llena de mentiras y amenazas.  Morales y su equipo se presentan en comunidades y ciudades señalando que las obras públicas en curso o prometidas se perderán si gana el NO; le dicen a los campesinos que si gana el NO el sol se esconderá; han presentado papeles falsificados para denunciar y mentir diciendo que la campaña del NO está financiada por el imperialismo; han iniciado nuevos juicios contra ex dignatarios de Estado a quienes acusan de apoyar el NO; han hecho que su sistema de justicia represiva dicte oportunas condenas contra opositores; mantienen presos políticos, acusan y repudian a los exiliados; cortan fondos de la descentralización y de participación popular a gobernadores y alcaldes que dicen NO a su demanda.
Su Tribunal Constitucional falló esta semana autorizando “que cada acto de entrega de obras sea transmitido hasta por 2 horas cada uno” cuando sus normas electorales mandan que la transmisión no puede superar 15 minutos; han mandado despedir periodistas; tienen el control de cadenas estatales y para estatales de prensa, televisión y radio a las que NO accede el NO; están pagando encuestas a favor del oficialismo para falsear datos y justificar el fraude. Evo rechaza el debate y pone la agenda en los medios; Evo ha acusado que la campaña por el NO la lideran un perro y un zorro, pero el perro no habla y  Evo escapa del zorro.
Toda la corruptela por el “si” tiene el objetivo de preparar el terreno para el FRAUDE ELECTORAL ya organizado y en curso.  El fraude más duro se implementa en el campo donde imponen el “voto comunitario” e impiden con violencia la campaña por el NO, buscando “resultados de cero para el NO”. El voto en el exterior es fuente importante de fraude.  La OEA ha observado el padrón electoral, se ha demostrado que muertos están listos para votar, que el vice de Evo fue inscrito con anomalías respecto a su servicio militar, que miembros de las Fuerzas Armadas son forzados a hacer campaña por el si; que Evo hace proselitismo junto con miembros el Tribunal Supremo Electoral….!!!!!  Es solamente la forma de ser y de hacer política de Evo Morales con amenazas, corrupción y fraude.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

el NO pondrá a Evo en la Sala de Embarque, lo que hace de EVO un atado de nervios. salir del poder significa rendir cuentas a la Justicia por crímines, desfalcos, desgobierno. este cronista sabe que hay un estudio para determinar las acciones a seguir al dia siguiente. Carlos Sánchez vislumbra lo que puede ocurrir.

Con la proximidad del referéndum del 21 de febrero (21F), más nervioso y dictatorial se presenta el gobernante cocalero de Bolivia en su afán de evitar que el triunfo del NO se concrete en las urnas y lo ponga oficialmente en la sala de embarque de los que dejan el poder con el terror de rendir cuentas y perder la impunidad.  La campaña anti democrática de Evo Morales es una cadena interminable y repetida de abusos, amenazas, corrupción y fraude contra el NO con que los bolivianos defienden la libertad.
El gran intelectual boliviano, el mestizo Franz Tamayo sentenció: “NO se es impunemente poderoso”, y menos cuando el poder está fundado en la corrupción.  El referéndum del 21F es en sí mismo un acto de corrupción, que en función y en servicio público es “la práctica consistente en la utilización de funciones y medios de las organizaciones públicas, en provecho económico o de otra índole, de sus gestores”. 
Corrupción es valerse del poder, de la función en beneficio propio.  Cualquier tipo de beneficio obtenido en el mal uso o abuso del poder es corrupción, desde la coima o mordida, hasta la perpetuación indebida en el poder.
La corrupción de Evo Morales y su gobierno va desde los delitos económicos, de violencia y represión, hasta los políticos. De acuerdo a la Constitución Política de la República de Bolivia que suplantó y viola permanentemente, debió dejar el mando en enero de 2011.  Fue públicamente corrupto cuando con violencia sobre el pueblo boliviano, coludido con su principal opositor oficial, con fraude electoral y ejecutando la ruptura constitucional cambió la norma fundamental que impedía su reelección continua.
Incurrió nuevamente en corrupción cuando violando su propia constitución forzó a su Tribunal Constitucional en 2014 para que lo habilite como candidato alegando que “la primera elección no contaba por haberse realizado en la desaparecida República de Bolivia”.  Ahora –faltando 4 años para la próxima elección a la que NO puede presentarse- Morales lidera nuevamente la corruptela organizando un referéndum en el que desde el poder total que ejerce, supone que tenía asegurado un nuevo resultado de “victoria manipulada”.
Los mandamases y digitadores del socialismo del siglo XXI habían calculado todo para que Evo Morales tenga una cómoda victoria en el referéndum del 21F, pero se han encontrado con la sorpresa anticipada de que el pueblo boliviano NO quiere más dictadura.  La razón por la que adelantaron 4 años el planteamiento de su prórroga es que el régimen sabe que su peor enemigo es el tiempo, ya que cada día que pasa se hace más evidente la crisis económica, la corrupción como política de estado, el narcotráfico, el fracaso del modelo neocomunista y centralista, y el rechazo de un pueblo ofendido por la ostentación de los nuevos ricos de la “evo-burguesía” o de la “coca-burguesía”.
El proceso del referéndum presenta un escenario en que las encuestas marcan una diferencia del 8% al 15% en contra de Evo Morales, una Bolivia en la que el NO está impulsado por acciones cívicas que los jóvenes, los campesinos, las amas de casa, los intelectuales, los políticos de diferentes tendencias, los artistas, los periodistas, los militares y policías, e incluso los empleados públicos, todos los bolivianos NO sometidos, rechazan la repetición en Bolivia del modelo ya impuesto por la metodología castrista de control social en Venezuela, Nicaragua y en curso en Ecuador.
En contra de la realidad objetiva y de la voluntad popular, la campaña de Evo Morales con el mismo “si” usado por dictadores como Pinochet,  copa todos los espacios de prensa, radio y televisión, despliega una millonaria propaganda llena de mentiras y amenazas.  Morales y su equipo se presentan en comunidades y ciudades señalando que las obras públicas en curso o prometidas se perderán si gana el NO; le dicen a los campesinos que si gana el NO el sol se esconderá; han presentado papeles falsificados para denunciar y mentir diciendo que la campaña del NO está financiada por el imperialismo; han iniciado nuevos juicios contra ex dignatarios de Estado a quienes acusan de apoyar el NO; han hecho que su sistema de justicia represiva dicte oportunas condenas contra opositores; mantienen presos políticos, acusan y repudian a los exiliados; cortan fondos de la descentralización y de participación popular a gobernadores y alcaldes que dicen NO a su demanda.
Su Tribunal Constitucional falló esta semana autorizando “que cada acto de entrega de obras sea transmitido hasta por 2 horas cada uno” cuando sus normas electorales mandan que la transmisión no puede superar 15 minutos; han mandado despedir periodistas; tienen el control de cadenas estatales y para estatales de prensa, televisión y radio a las que NO accede el NO; están pagando encuestas a favor del oficialismo para falsear datos y justificar el fraude. Evo rechaza el debate y pone la agenda en los medios; Evo ha acusado que la campaña por el NO la lideran un perro y un zorro, pero el perro no habla y  Evo escapa del zorro.
Toda la corruptela por el “si” tiene el objetivo de preparar el terreno para el FRAUDE ELECTORAL ya organizado y en curso.  El fraude más duro se implementa en el campo donde imponen el “voto comunitario” e impiden con violencia la campaña por el NO, buscando “resultados de cero para el NO”. El voto en el exterior es fuente importante de fraude.  La OEA ha observado el padrón electoral, se ha demostrado que muertos están listos para votar, que el vice de Evo fue inscrito con anomalías respecto a su servicio militar, que miembros de las Fuerzas Armadas son forzados a hacer campaña por el si; que Evo hace proselitismo junto con miembros el Tribunal Supremo Electoral….!!!!!  Es solamente la forma de ser y de hacer política de Evo Morales con amenazas, corrupción y fraude.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

lunes, 1 de febrero de 2016

El Deber puntualiza con firmeza que el Estado es Patrimonio de Todos, por tanto no son Evo ni Alvaro quienes pueden decidir el futuro de Bolivia. Se equiva Evo, Bolivia es mucho más que su mandato de gobierno, más que un proceso politico y económico. se reclama su responsabilidad por una democracia que funcione sin soberbia ni miopía.

El presidente Evo Morales se presenta como la única garantía de la estabilidad social de la democracia boliviana. Asegura, en ese sentido, que ningún líder de la oposición está en condiciones de garantizar la tranquilidad y la paz en el país. Por ello, el mandatario considera que la alternancia es una mala idea de los neoliberales que quieren volver al poder, lo que justificaría su continuidad en Palacio Quemado después de 2019, cuando termina su mandato constitucional.

Si el futuro de un país y de una democracia depende de una sola persona, estamos por mal camino. Las hegemonías derivan normalmente en poder centralizado y autoritarismo. La estabilidad en sus diversas expresiones es patrimonio de todos los bolivianos. Después de la larga noche de las dictaduras militares, Bolivia conquistó la estabilidad democrática a fuerza de resistencia, votos y diálogo. Después de la galopante hiperinflación de los años 80, todos tomamos conciencia de la imprescindible ortodoxia en materia financiera. Gastar más de lo que producimos nos lleva al abismo. 

Después del periodo de la polarización y los bloqueos, los bolivianos tomamos conciencia de que no se puede construir país destruyendo vías y obstaculizando el paso de los otros, tirando por la borda la gobernabilidad y la paz. Después de la exclusión de los indígenas y las regiones, la mayoría de los bolivianos respaldaron la construcción de un Estado Plurinacional más incluyente y más estable para todos. Pero todas estas formas que adquirió la estabilidad en la democracia boliviana no son patrimonio ni dependen del futuro político de una persona. Los gobernantes son administradores del poder público y ese poder se otorga con plazos y límites muy concretos. Hacernos creer bajo una estrategia del miedo que el futuro de un país depende de una única persona o un único partido político es sentar las bases del autoritarismo y el sectarismo. 

Evo Morales se equivoca. Bolivia es mucho más que su mandato de gobierno, mucho más que un proceso político y económico de cambio. Lo demás es repetir el eterno discurso de los sectores más conservadores y reaccionarios que –históricamente– reclamaban que todo quede tal como está en función de mantener intactos sus intereses particulares. La responsabilidad de los políticos, sean estos oficialistas u opositores, es ofrecer horizontes de certidumbre y de esperanza sobre los asuntos públicos. Soberbia y miopía es pensar que son los únicos que pueden realizarlos. La alternancia es fundamental para que la democracia funcione