Probablemente son pocas las personas que creyeron en el discurso
oficial vigente hasta febrero pasado, en sentido de que ésta sería la
última gestión del binomio Evo Morales Ayma-Álvaro García Linera. Desde
hace un tiempo, y con el explícito impulso de los primeros mandatarios
del Estado, todos los operadores políticos del MAS y varios funcionarios
de Estado, hombres y mujeres, buscan los mecanismos que permitan lanzar
la candidatura de Morales a una tercera reelección continua, pese a la
expresa y vigente prohibición constitucional.
La
razón para impulsar esta candidatura es simple: si el Primer Mandatario
no encabeza la fórmula presidencial el MAS, este partido corre el riesgo
de ser derrotado en las próximas elecciones generales, incluso en una
primera vuelta. Además, es posible creer que las visiones de cambio han
pasado a segundo plano y lo que ahora motiva a ese partido y sus
dirigentes es reproducirse, a como dé lugar, en el ejercicio del poder,
ambición que, en verdad, afecta sin consideración ideológica alguna,
salvo a personas consecuentemente democráticas.
Obviamente
se dan cuenta de que se trata de un objetivo muy cuestionado. Varias
encuestas serias muestran que una mayoría de la población está contra la
reelección en sí misma, y el porcentaje se reduce, aunque no
considerablemente, cuando se consulta sobre la reelección del presidente
Morales.
Por eso, en el supuesto caso de que una vez más se intentara
realizar una “estrategia envolvente” (que es como podría entenderse, con
abierta posibilidad de equivocación, la distinción hecha por el segundo
mandatario entre repostulación y reelección), lo cierto es que para que
constitucionalmente se pueda habilitar una candidatura del Presidente
(llámese “rererelección” o “rererepostulación”), se debe modificar
parcialmente la Constitución Política del Estado y hacerlo como ésta lo
indica: “La reforma parcial de la Constitución podrá iniciarse por
iniciativa popular, con la firma de al menos 20 por ciento del
electorado; o por la Asamblea Legislativa Plurinacional, mediante ley de
reforma constitucional aprobada por dos tercios del total de los
miembros presentes de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Cualquier
reforma parcial necesitará referendo constitucional aprobatorio” (Art.
161/II).
Desde otra perspectiva, si bien es posible
impulsar esa acción para constitucionalizar una nueva candidatura del
Primer Mandatario, es notable que sean movimientos políticos que se
reclaman progresistas y de izquierda los que hayan conducido a varios
países de la región a sistemas políticos de corte autoritario, más
pertenecientes a siglos pasados que capaces de enfrentar los desafíos
actuales. Además, hacerlo sobre mecanismos como el indigno culto a la
personalidad, la defenestración de los disidentes o potenciales líderes
de recambio, el uso del aparato estatal sin escrúpulo alguno para la
satisfacción de intereses particulares y el imperio de la impunidad ante
el incremento permanente de la corrupción. En fin, sobre mecanismos que
permiten reproducirse en el poder en el corto plazo, pero que terminan,
como enseña la historia, por deslegitimar a sus propulsores.
Así,
por esta desenfrenada pasión por el poder, y como advirtió el papa
Francisco en Bolivia, se transforma un proceso de cambio en un
cuestionado proyecto personal.
La ciudad de Cochabamba, su gente, sus calles y plazas. Sus ríos y montañas. Su historia y geografía, su futuro promisorio. Su siempre renovada imagen.
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sábado, 29 de agosto de 2015
aplaudir a Los Tiempos que en forma clara, valiente, advierte de la prevención de Francisco "que por la desenfrenada pasión por el poder, el proceso de cambio se transforme en un proyecto personal". en pocas líneas condena el indigno culto a la personalidad, la pulverización de los potenciales líderes del campo y el uso de "lo estatal" sin escrúpulo alguno. en suma el rechazo a esta tercera postulación abiertamente contraria a la CPE
viernes, 28 de agosto de 2015
aparece en el Face de Alicia Tejada Soruco y su pedido es el de todos los bolivianos. "Está mal Evo. por favor no lo haga nunca más. Está mal (lo de mandar amarrarle los cordones del zapato)
"En los últimos días se ha conocido un video en el que el Presidente, con desdén, le ordena a unos de sus guardias de seguridad que le amarre los cordones. Ni lo mira, sólo hace un gesto. Él, predestinado a cambiar el mundo, ya no puede hacer cosas tan domésticas como amarrarse los guatos. Él está por encima de todos los mortales. Otra foto muestra cómo, también sus guardias de seguridad, le colocan los zapatos de fútbol. "Vos, sí, tú, ponme los cachos, rápido”, ha podido decir.
Esas visiones son desagradables, pero anecdóticas" ¿? (Página Siete)
Digo yo, sin tanto jolgorio y propaganda, sin tanto corrupto que vende obsecuencia, sin tanto político que miente dignidad y finalmente, sin tanta bajísima auto estima de pueblo, esas escenas nos aterrorizarían por lo que reflejan del carácter y de los escenarios en los que se determinan situaciones de ejercicio del poder.
Por supuesto que está mal. Está mal Señor presidente y si no hay quién de sus allegados se lo diga, está peor, porque con sus silencios y mentiras sobre lo ocurrido y sobre lo que pensamos todos, refuerzan el mensaje de las imágenes y a usted le hacen daño.
Por mi parte nunca educaria a mis hijos para que obedezcan ese tipo de órdenes "por cariño" ni para que ordenen a nadie hacerlo.
Le busco la vuelta, una y otra vez y no puedo salir de una profunda indignación y tristeza. Cuando veo las imágenes, vienen a mi mente siglos de abusos y de relaciones de poder; los pongos, los esclavos, los sirvientes humillados, las mujeres y los hombres silenciosos y obedientes, no pienso ni siento una idílica relación de cariño, ni de respeto, ni de reciprocidad.
Pienso en todos los funcionarios de gobierno, bastante humillados ya por reyesuelos acomplejados y despóticos dirigentes y pienso en el futuro de mis hijos y nietos, obligados a obedecer sus caprichos para conservar su trabajo y quiero evitarlo, no sé cómo, pero al menos está vez expresándolo con mucho respeto a usted como persona y al Presidente de los bolivianos, como llamado a dar el ejemplo.
Está mal presidente.
Por favor no lo haga nunca más. Está mal.
jueves, 27 de agosto de 2015
Evo no debe agacharse
Con su peculiar forma, Paulovich comenta el incidente de los "wuatos del zapato presidencial"Al ver el mencionado video, comprendí al mandatario y entendí claramente la indignada frase de mi comadre “Evo no debe agacharse”, uniendo mi voz a la de mi comadre porque un hombre no debe agacharse jamás y menos todavía una mujer porque en este mundo falaz nadie respeta a quien se agacha, sea un Presidente, un Vicepresidente o una cholita virtuosa como es mi comadre Macacha.
Mientras mi mente ponderaba las consecuencias de la caída en la Bolsa de Valores de Shangai y Hong Kong, y las repercusiones de ese hecho en el precio de mis calzoncillos, apareció en mi oficina periodística la cholita cochabambina que me informa acerca de la actividad palaciega para decirme en voz alta y clara: “¡Es preciso que usted sepa que Evo no debe agacharse!”
Completamente ajeno a la decisión gubernamental de agacharse o no cuando le da la gana, pregunté a mi reportera la razón de su extraño anuncio acerca de la posición vertical o inclinada de nuestro mandatario vitalicio, comprendiendo la cholita mi sorpresa al escucharle decir que Evo no debe agacharse.
Recién entonces me enteré del escándalo nacional e internacional que se armó cuando en las pantallas de televisión empezaron a reproducir la escena que muestra a nuestro mandatario ordenando a uno de sus guardias personales que le atase los cordones de sus calzados, como si Evo no pudiera hacerlo él mismo, aunque en una posición indigna.
Al ver el mencionado video, comprendí al mandatario y entendí claramente la indignada frase de mi comadre “Evo no debe agacharse”, uniendo mi voz a la de mi comadre porque un hombre no debe agacharse jamás y menos todavía una mujer porque en este mundo falaz nadie respeta a quien se agacha, sea un Presidente, un Vicepresidente o una cholita virtuosa como es mi comadre Macacha. Ya ingresando en el terreno práctico, la cholita cochabambina nacida en Quillacollo hizo caer al suelo un dólar al que yo miré despectivamente sin realizar ningún esfuerzo para recogerlo, actitud que aplaudió Macacha, sin comprender que otra habría sido mi actitud si se hubiera tratado de una cantidad mayor.
Volviendo a la negativa de Evo a ponerse en posición antiaérea para amarrase los huatos de sus zapatos, dije a mi bambina cochabambina que nada habría sucedido si nuestro bien empilchado (que no es sinónimo de elegante) presidente hubiera llevado “mocasines”, calzados muy cómodos y libres de “huatos” –como decimos los cholos en mi pueblo–.
Al finalizar nuestra conversación convinimos con mi discípula en que ésta fue la anécdota de la semana y que nuestro pueblo –al conocerla– criticó mucho a nuestro Presidente Vitalicio acusándolo de endiosado y soberbio, siendo mi comadritay y yo los únicos que lo defendimos porque la vida nos ha enseñado que nunca hay que agacharse porque es peligroso.
miércoles, 26 de agosto de 2015
metidas de pata imperdonables. Evo Morales se mete ahora con las FFAA de Brasil, que respondieron de inmediato a sus amenazas de "no permitir un golpe de Estado y que defenderá a Dilma" la cantidad de bromas y hasta insultos contra EMA y el dislate del cocalero...poniendo en ridículo a Bolivia. es Vacaflor quién comenta
El presidente Evo Morales dijo la semana pasada que ni él ni su gobierno tolerarían que en Brasil se produjera un golpe de Estado.
“Amigos, hermanos comandantes de Brasil, díganles a sus comandantes, a mi nombre, que nosotros vamos a defender a la compañera Dilma. No vamos a permitir golpes en Sudamérica”.
Algunos medios brasileños, según dice la “Revista Sociedade Militar”, convirtieron esas palabras del presidente boliviano en la posibilidad de una invasión del ejército boliviano a Brasil para frenar a los golpistas.
El general brasileño Antonio Hamilton Martins Mourâu, respondió de inmediato: “Las FFAA de Brasil están preparadas para repeler cualquier ataque del comunismo”.
Otros medios brasileños usaron el tema para expresar su molestia con el presidente boliviano y su deseo de ejercer una especie de protectorado sobre Brasil para mantener a la presidente Dilma Rouseff en el cargo.
Un lector del “reaconaria.org” que dice: “Qué bueno, o sea que ahora, si hay guerra contra Bolivia, vamos a llegar al Pacífico, tomando un poquito de Perú y otro de Chile. Está bien. Es una oportunidad que no debemos perder”.
Curiosa la opinión del presidente Morales. Es como si hubiera querido hablar en nombre de una organización transnacional, con gigantescos recursos, capaz de salvar a gobiernos corruptos que están en desgracia.
Si fuera así, los soldados bolivianos tendrían que prepararse, con mucha prisa, para una marcha que vaya en sentido contrario del ejército de Simón Bolívar, pues debería ir hasta Venezuela a salvar al desquiciado Nicolás Maduro.
Y, de paso, podría, el ejército boliviano, ocuparse de salvar a Rafael Correa, que optó por declarar estado de emergencia en su país con el pretexto de un volcán, cuando en realidad lo que le preocupa es otro volcán, mucho más peligroso para él, que es el descontento ciudadano con su gestión.
La tarea que se ha puesto en las espaldas el presidente Morales es muy grande. Todos los regímenes populistas están agonizando, como él sabe muy bien, y lo siente en su propia realidad.
Pero tendría que cuidar sus palabras. Es probable que en su entorno lo hayan endiosado, pero si sacara las narices de ese entorno, con mucho cuidado, se enteraría de que su gobierno no es la excepción en esta “primavera sudamericana”.
martes, 25 de agosto de 2015
El Deber reclama con energía por una definición del verdadero rol de la Policía. al margen de lo mandado por la CPE, la Policía obedece ciegamente órdenes del Gobierno y en casos de real urgencia cuando debería defender a la sociedad no lo hace, dejando sin protección a grupos considerables de ciudadanos que quedan librados a su suerte.
El artículo 251 de la Constitución Política del Estado (CPE) señala taxativamente: “La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio boliviano”. Asimismo, expresa que, “como institución, no delibera ni participa en acción política partidaria”. Más claro que el agua. Sin embargo, por diversas razones nos preguntamos cuál al final es el verdadero rol policial, más allá de lo expresado en la CPE.
La Policía negó repetidamente su ayuda a gobernaciones y municipios pese a tratarse de situaciones de orden público y cumplimiento de normas. La más reciente negativa ocurrida en Santa Cruz de la Sierra ha sido el rechazo al comprensible pedido municipal de cooperación para ordenar el tránsito vehicular e impedir el asentamiento de comerciantes ambulantes, un caso típico de orden público. Esa misma Policía sí actúa rápida y hasta brutalmente cuando el centralismo se lo ordena. En Chaparina o Yateirenda se reprimió con dureza, pero en otros casos de orden público o libre circulación los policías rehúsan participar. ¿Quién entiende esto?
El centralismo policial está llegando al límite admisible. La verde olivo no cumple su rol constitucional y tampoco deja que otros cuerpos de orden se puedan instaurar. La Policía quiere acaparar y no hace casi nada. Cuando lo hace, solo actúa por mandato desde La Paz, pese a que el mandato de turno puede quedar tan difuso como el de Chaparina. Tras cuatro años de ese hecho aún no se sabe quién dio la orden y nadie asume responsabilidades. Una vergüenza.
El tema de los continuos rechazos policiales a pedidos locales de cooperación no es materia menuda. Se trata de algo importante y que nos obliga al rechazo de este centralismo asfixiante que perdura por debajo del falaz palabrerío autonómico. Si no hay posibilidades de poner orden o de sancionar, no se puede gobernar ni en un municipio ni en un departamento. Gobernadores y alcaldes –de Santa Cruz y del resto del país que realmente quieran ejercer autoridad– deberían exigir que sus atribuciones queden perfectamente delineadas para saber cuándo y cómo intervendrá a su favor la Policía o –mejor– demandar la pronta creación de cuerpos regionales provistos del equipamiento para cumplir su labor. Una Policía dispuesta a cualquier cosa ante una orden directa del Gobierno y que no mueve un dedo frente a situaciones departamentales o urbanas de desorden público, no sirve para cumplir lo prescrito por la CPE. Algo debe cambiar y rápido
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