Cuba es el "Parque de atracciones", el paraíso soñado por buena parte de la izquierda mundial, el lugar de recreo donde sátrapas de todo el mundo practican el "descanso del guerrero" con dinero público, producto de los impuestos o de las privaciones del pueblo. De esas vacaciones de políticos y altos cargos en Cuba, casi siempre ricas en ron y sexo, surgen complicidades y pactos irrompibles que han procurado al régimen cubano apoyos incondicionales y agentes a su servicio en muchos países occidentales.
Se sabe que cuando gente importante de otros gobiernos visitan Cuba se le ponen damas de compañía, como ellos les llaman. Son mujeres guapas que sonsacan y hasta se llevan a la cama y emborrachan a estas personalidades, que son grabadas por la Seguridad del Estado para luego mantenerlos callados mediante el chantaje, un viejo método castrista que le ha dado muchos cómplices y apoyos a estos tiranos.
El sistema funciona así, con simpleza y eficacia: si has enviado antes fondos a la dictadura cubana, si eres importante o si los que mandan te ven futuro y quieren apostar por ti, podrás vivir en el parque del Caribe experiencias insólitas y fastuosas, propias de antiguos señores feudales, imposibles en el mundo "capitalista", como dicen ellos, posibles sólo en una tierra como Cuba, sometida a un poder absoluto, implacable e inmisericorde.
Llegas a la isla y te asignan un carro oficial con chofer, una casa de protocolo, expropiada por la Revolución a los antiguos burgueses, y una o varias damas de compañía. Te llevan al Tropicana, te invitan a comer y te sugieren que "tal vez pueda recibirte el Comandante". Lo hacen para mantener tu interés, mientras la dama finge que se ha enamorado de ti y va subiendo el tono romántico hasta que tal vez te sugiera que tiene ganas de "templar".
Los conductores y las damas son siempre miembros de la Seguridad del Estado y están obligados a seguirte a todas partes y a redactar un informe minucioso de todo lo que ha hecho el visitante durante su estancia en la Isla. En esas casas de protocolo suele haber cámaras y micrófonos bien disimulados. Las obras de arte, las lámparas y los cuadros y espejos suelen ser los sitios preferidos para instalar la tecnología de espionaje al servicio de la Revolución.
Numerosos revolucionarios, guerrilleros y terroristas de todo el mundo disfrutan en Cuba de la "hospitalidad" del gobierno cubano, que los agasaja en espera de que un día, cuando tomen el poder, devuelvan los favores o, simplemente, para reclutar amigos y agentes. De ese estatus privilegiado han disfrutado etarras españoles, miembros del antiguo MIR chileno, sandinistas, guerrilleros colombianos, activistas norteamericanos y combatientes anticapitalistas y antiimperialistas de medio mundo, todo un repugnante "ejercito de las sombras", siempre dispuesto a matar, la mayoría de cuyos componentes son buscados por la Interpol y por los principales servicios secretos del planeta.
Cuando has sido grabado en una orgía cubana, ya estás "jodido" porque suelen hacértelo saber para que sepas a qué atenerte. Si en esa orgía has hecho barbaridades o guarradas que te causan rubor, estás más jodido todavía porque en cualquier momento podrán usarla contra tí.
El método ha funcionado durante décadas y ha proporcionado a la dictadura castrista "agentes" y "amigos" incondicionales en todo el mundo.
En Occidente hay gente que está loca por viajar a Cuba porque sólo allí pueden vivir como sátrapas. Hay gente en ayuntamientos y gobiernos de países occidentales que derivan grandes cantidades de dinero hacia Cuba, en concepto de ayuda solidaria, dentro de los programas de cooperación, sólo porque saben que serán invitados a la isla para ser compensados. En el ayuntamiento de Sevilla hay algunos. España, que es el país europeo que más "clientes" políticos envía a Cuba, ha entregado nada menos que 101 millones de euros al régimen cubano en los últimos cuatro años, a fondo perdido. Y la ayuda, a pesar de la crisis que azota a la propia España, no para de crecer cada año.
El mecanismo funciona, pero es rastrero, corrupto y vil.
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