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jueves, 11 de agosto de 2011

odas al ají o "ají made in Bolivia" tema sabroso y picante de Lupe Cajías



Hablemos del ají. De nuestro ají, sabroso, fogoso, boliviano de nacimiento, corazón y médula. Ya es hora de que el ají deje de ser un hijo no reconocido de nuestras tierras, sin nombre ni apellido. México, por ejemplo, es famoso por su gama de “chiles”, todos con nombre e identidad: poblanos, jalapeños, piquines, serranos, de árbol, habaneros, chiltepes, chipotles y otros. Los mexicanos son los únicos que son famosos por el uso de ají. La comida tailandesa es conocida por sus picantes combinaciones con coco y pescado y la cocina de la India viene en variedades que van de picantes a agresivamente picantes a casi incendiarias.
Es decir que ají –con cientos de nombres diferentes– hay en todo el mundo. Pero el hogar del ají está aquí, en Bolivia, y específicamente en un pequeño triángulo entre Cochabamba y Chuquisaca. Aquí, en unos valles ocultos y protegidos, nació hace miles y miles de años el primer ají del mundo: la ulupica. Y no lo digo yo, ni lo dice ningún publicista imaginativo de la ulupica, sino que lo afirman –con pruebas científicas– algunos muy distinguidos etnobotánicos, quienes han encontrado en Bolivia las plantas de genes más antiguos del mundo. Ellos han comprobado que el ají es nuestro, y que desde nuestros rincones vallunos se expandió por nuestro continente y luego por el planeta.
Y como corresponde a su cuna, el ají es parte de nuestro paladar, de nuestra tradición y hasta de nuestra alma. Los bolivianos no ponemos ají a las comidas, como sucede en otros países. Al contrario, los bolivianos, empapados de la mística del picante ubicuo, ponemos comida al ají. Primero está el ají, y luego se añade lo que hubiera a la mano: ají de patas, ají de gallina, ají de fideo, ají de lengua, ají de papalisa, ají de loquesea. Y loquesea funciona, porque con ají fresco, o retostado hasta volverse aromático e incitante, la comida más sosa se transforma, se hace interesante.
Nos gusta lo picante en la comida y en la vida. Nos gusta avivar cada plato con llajua fresca, y cada día con el picante de la picardía. Y el ají es sensual. Sí señor. Es bueno hasta para los males de amor. Las palabras con las cuales describimos sus cualidades son evidencia de ello: es “picante”, “fogoso” o “incitante”. El ají es hermoso (basta mirar un perfecto y encarnado locoto) y generoso; va con todo y lo mejora.
Considerando aquello, ¿por qué los bolivianos no hemos bautizado a nuestros hermosos ajíes? Los llamamos, de forma poco imaginativa, por simple color: “ají verde”, “ají amarillo”, “ají colorado”. Y aunque amemos apasionadamente nuestra llajua picante con ulupicas o locotos, no nos hemos preocupado de que el mundo la conozca (como ya conoce el ¨pico de gallo”), que sepan que estos ajíes del corazón del continente son más sabrosos, más aromáticos y más diversos.
¿Por qué no somos embajadores del ají de Mizque, de Tarata, de Huacareta, Padilla o Mapiri? ¿Por qué no creamos la “marca de fábrica” boliviana? Si luchamos por ser reconocidos como dueños del charango o de la diablada, cuyos orígenes son complicadamente criollos, ¿qué tal si publicitamos el ají, que sí definitiva y antiquísimamente es “Made in Bolivia”?
Un distinguido científico, el catedrático norteamericano Dr. W.H. Eshbaugh, ha dicho en varios trabajos y conferencias en el exterior, que el ají boliviano, especialmente el seco (colorado o amarillo) tiene sabor especialmente agradable e intenso, y que podrían convertirse en variedades altamente cotizadas en el mundo por sus cualidades especialmente aromáticas. Ya hay quienes cultivan ají para exportación, de forma todavía experimental, pero con éxito inicial. Merecen promoción, aliento y reconocimiento. Y el ají merece ser conocido no como una variedad de “chile” o de “pepper”, sino como sí mismo, como una forma especialmente boliviana de ponerle gusto y emoción a la cocina y la vida.
 
La autora es periodista

domingo, 7 de agosto de 2011

andamos mal. Evo pidió diálogo el diálogo se dió con agenda 13. Evo rompió el diálogo el Día del Mar "Chile nos ha engañado con falsas promesas". Evo volvió a pedir diálogo, su canciller llamó 20 veces a La Moneda. Chile aceptó el diálogo. el diálogo se produjo en Lima. "hemos notificado a Evo que Chile no le debe nada a Bolivia" Evo se quedó bien callado, hasta hoy en Tarija "iremos a los tribunales" quiere decir que no habrá diálogo? Es una política jocosa. Blanco y negro. Negro y blanco. así no puede seguir!

El presidente de Bolivia, Evo Morales, lamentó hoy la actitud "soberbia" de algunas autoridades chilenas que dicen que Santiago no tiene deudas con La Paz respecto a la aspiración de su país de recuperar una salida al Pacífico.



"No se puede entender que algunas autoridades de la hermana vecina República de Chile nos digan que Chile no tiene ninguna deuda con Bolivia, eso es ignorar la historia, es una soberbia con el pueblo boliviano", dijo Morales durante un acto militar en la ciudad sureña de Tarija.



Morales replicó así al canciller chileno, Alfredo Moreno, que el pasado fin de semana dijo que "Chile tiene la mejor voluntad de colaborar para que Bolivia tenga un mejor acceso al mar. Hay muchas cosas que podemos hacer juntos, pero no podemos llevar eso a equívoco, porque Chile no le debe nada a Bolivia".



Bolivia perdió su salida al Pacífico en una guerra librada contra Chile a fines del siglo XIX, en la que Perú apoyó a los bolivianos y también perdió territorio.



En marzo pasado, Morales anunció que demandará a Chile en tribunales internacionales la salida al mar, lo que deterioró las relaciones bilaterales.



Chile ha pedido a Bolivia que respete al Tratado de Paz y Amistad de 1904 que puso fin a la guerra y fijó la soberanía chilena sobre territorios costeros que antes eran bolivianos.



El mandatario ratificó hoy que apelará a tribunales internacionales "para que Bolivia vuelva pronto al mar con soberanía", lo que "no significa que esté descartado cualquier diálogo de carácter bilateral o multilateral".



También dijo que la pérdida del acceso al Pacífico "no fue culpa del pueblo chileno", sino de las "oligarquías y las trasnacionales" y destacó el apoyo de "fuerzas sociales, partidos humanistas y socialistas" de Chile que apoyan la demanda boliviana. EFE