Cada vez queda más en evidencia el talante autoritario del presidente Evo Morales, uno de cuyos síntomas es la intolerancia hacia las preguntas incómodas, algo que cualquier mandatario democrático debería contestar sin ofensa alguna.
Morales dio una entrevista a CNN en ocasión de su visita al ex presidente Jimmy Carter, reportaje en el cual el gobernante se dejó ver desencajado en más de un momento.
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| se mostró desencajado y rabioso ante millones de mirones de CNN (archivo) |
Uno de ellos fue al escuchar que el periodista citaba las críticas de la diputada masista Rebeca Delgado, precisamente hacia sus prácticas autoritarias, comentario que motivó una salida destemplada del “Jefazo”.
También se lo vio molesto cuando el entrevistador le recordó su pasado de bloqueador, a lo cual el presidente trató de contestar estableciendo inverosímiles diferencias entre aquellos “bloqueos buenos” y los “malos” de la actualidad.
El “día de furia” presidencial duró hasta hoy, cuando el mandatario utilizó un acto provincial para denostar al periodista de CNN como “defensor de la COB”, algo que para Morales parece haber pasado a ser un insulto…
La rebelión del superembajador
Por la culata parece haberle salido a Evo el nombramiento de Sean Penn como “embajador de la coca y de la causa marítima”, toda vez que el actor acaba de presentarse ante el Congreso norteamericano para pedir que se haga lobby contra el paso del rally Dakar por Bolivia, en tanto no se libere por completo a Jacob Ostreicher.
De “malagradecido” y “chantajista” lo han tratado quienes hasta hace poco lo aplaudían, y la presidenta de la Cámara Baja, Betty Tejada, intentó argüir que Penn desconoce el sistema jurídico boliviano.
Muy por el contrario, creemos que el actor conoce muy bien el funcionamiento judicial en el país, fuertemente contaminado por la injerencia del Ejecutivo, lo cual vuelve coherente exigirle al gobierno la solución al dilatado e irregular proceso de Ostreicher, el “caso Dreyfus” de Evo Morales…
notishots@gmail.com
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