puntualiza OPINION la nueva situación creada en el tema del MAR al anunciar el Jefe de Estado que Bolivia acudirá a los tribunales internacionales en demanda de Justicia
En este nuevo escenario a partir del anuncio de una demanda internacional contra el país vecino, el pueblo boliviano debe conocer qué se avanzó en la Agenda de 13 puntos.
El esperado discurso del presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, con motivo de conmemorar los 132 años de enclaustramiento marítimo y la pérdida del litoral boliviano a manos de tropas chilenas en una guerra injusta, ha señalado un nuevo rumbo en las relaciones con Chile y las negociaciones que se venían realizando bajo la Agenda de 13 puntos.
El discurso del Primer Mandatario boliviano hizo hincapié en hechos históricos como prolegómeno para anunciar que Bolivia iniciará una demanda internacional contra Chile para lograr salida soberana al mar y que creará la Dirección de Reivindicación Marítima que se encargará de plantear la demanda contra el país vecino en las instancias internacionales. El anuncio ha sido realizado con un matiz: las acciones legales se realizarán sin abandonar el diálogo que el Gobierno del presidente Morales inició con Chile hace cinco años en base a la Agenda de 13 puntos.
La decisión gubernamental en este nuevo enfoque o política internacional sobre el problema marítimo que Bolivia tiene pendiente con Chile desde hace 132 años ha sido fundamentada en hechos históricos, pues el Presidente calificó también de injusto el Tratado de 1904 que no fue cumplido por Chile, con el aditamento de que durante esta situación de injusticia más que centenaria, Bolivia sufrió grandes pérdidas económicas comerciales y financieras además de limitar su capacidad de desarrollo.
El presidente Morales pidió a la comunidad internacional entender que ha llegado el momento que la herida que tenemos los bolivianos por el enclaustramiento marítimo sea cerrada en base a un proceso de connotaciones históricas que con un fallo justo y certero devuelva la cualidad marítima a Bolivia. La lucha de la reivindicación marítima, dijo, debe incluir otro elemento: el de acudir a tribunales y organismos internacionales demandando en derecho la salida libre y soberana al mar.
Este nuevo giro en el problema marítimo podría interpretarse como la voluntad del Gobierno boliviano de dialogar pero con la advertencia de que está dispuesto a llevar adelante una demanda internacional, ante la dilación de respuestas claras de parte del Gobierno chileno. Hay que recordar que el presidente Morales había demandando de su par chileno una respuesta sobre las negociaciones hasta este 23 de marzo precisamente, situación que con tono amable fue negado por su par chileno.
Las declaraciones del presidente Morales originaron casi de inmediato reacciones en medios políticos, concretamente de senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que afirmaron que una demanda marítima de Bolivia a Chile rompe el diálogo de confianza entre ambos países. Incluso que se trata de gestos inamistosos que son capaces de mellar buenas relaciones tal como ocurrió con Perú tras la demanda en la Corte Internacional de La Haya.
Bolivia se encuentra en una nueva situación, una nueva etapa dentro de las relaciones con Chile y en un nuevo escenario. Si bien las negociaciones internacionales se realizan tradicionalmente en medio de la discreción entre dos países, en este punto de la realidad el Gobierno debe informar hasta qué punto avanzaron las referidas a la Agenda de 13 puntos. Es necesario que el pueblo boliviano conozca en detalle cuál ha sido la respuesta de los interlocutores chilenos, ya que se puede colegir, a partir del anuncio de la demanda internacional, una más de las habilidades chilenas con las que maneja este asunto que históricamente ha puesto a Bolivia en la frustración.
El discurso del Primer Mandatario boliviano hizo hincapié en hechos históricos como prolegómeno para anunciar que Bolivia iniciará una demanda internacional contra Chile para lograr salida soberana al mar y que creará la Dirección de Reivindicación Marítima que se encargará de plantear la demanda contra el país vecino en las instancias internacionales. El anuncio ha sido realizado con un matiz: las acciones legales se realizarán sin abandonar el diálogo que el Gobierno del presidente Morales inició con Chile hace cinco años en base a la Agenda de 13 puntos.
La decisión gubernamental en este nuevo enfoque o política internacional sobre el problema marítimo que Bolivia tiene pendiente con Chile desde hace 132 años ha sido fundamentada en hechos históricos, pues el Presidente calificó también de injusto el Tratado de 1904 que no fue cumplido por Chile, con el aditamento de que durante esta situación de injusticia más que centenaria, Bolivia sufrió grandes pérdidas económicas comerciales y financieras además de limitar su capacidad de desarrollo.
El presidente Morales pidió a la comunidad internacional entender que ha llegado el momento que la herida que tenemos los bolivianos por el enclaustramiento marítimo sea cerrada en base a un proceso de connotaciones históricas que con un fallo justo y certero devuelva la cualidad marítima a Bolivia. La lucha de la reivindicación marítima, dijo, debe incluir otro elemento: el de acudir a tribunales y organismos internacionales demandando en derecho la salida libre y soberana al mar.
Este nuevo giro en el problema marítimo podría interpretarse como la voluntad del Gobierno boliviano de dialogar pero con la advertencia de que está dispuesto a llevar adelante una demanda internacional, ante la dilación de respuestas claras de parte del Gobierno chileno. Hay que recordar que el presidente Morales había demandando de su par chileno una respuesta sobre las negociaciones hasta este 23 de marzo precisamente, situación que con tono amable fue negado por su par chileno.
Las declaraciones del presidente Morales originaron casi de inmediato reacciones en medios políticos, concretamente de senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que afirmaron que una demanda marítima de Bolivia a Chile rompe el diálogo de confianza entre ambos países. Incluso que se trata de gestos inamistosos que son capaces de mellar buenas relaciones tal como ocurrió con Perú tras la demanda en la Corte Internacional de La Haya.
Bolivia se encuentra en una nueva situación, una nueva etapa dentro de las relaciones con Chile y en un nuevo escenario. Si bien las negociaciones internacionales se realizan tradicionalmente en medio de la discreción entre dos países, en este punto de la realidad el Gobierno debe informar hasta qué punto avanzaron las referidas a la Agenda de 13 puntos. Es necesario que el pueblo boliviano conozca en detalle cuál ha sido la respuesta de los interlocutores chilenos, ya que se puede colegir, a partir del anuncio de la demanda internacional, una más de las habilidades chilenas con las que maneja este asunto que históricamente ha puesto a Bolivia en la frustración.
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