Según las últimas encuestas Evo Morales ganaría la elección, si fueran en estos días, sin necesidad de ir al ballotage, quien lo diría. ¿Sorprende? A mí sí y creo que a otros, una minoría también! ¿Cómo entender este voto reiterativo de la sociedad boliviana a un dirigente cocalero, que ha hecho lo imposible por demostrar su ignorancia, atrevimiento y conducta dictatorial?
La respuesta es sencilla: eso quiere y le gusta al pueblo. ¿No es cierto eso: de que la voz del pueblo es la voz de Dios? o aquello de que cada pueblo se merece la calidad de gobernante que tiene. Pues en el caso boliviano se cumple a cabalidad. Quieren un Presidente dictador, nacido con su propio voto.
No es que admiren su ignorancia ni las tonteras que dice sobre el imperio y los neoliberales, lo que quieren de él, es su absoluta pasividad para combatir la corrupción, el contrabando y el narcotráfico, tres variables que están colaborando en el comportamiento de la economía, que inyecta dinero fácil y viene creando nuevos ricos gracias a esa complicidad del grupo palaciego en el poder.
Resulta muy duro escribir esto, lo sé y no faltaran quienes quieran enviarme algunos calificativos, pero la realidad es testaruda y aunque se haga de tripas corazón, hay que aceptar lo inevitable. El profesor Armando Méndez, me dijo, en una ocasión cuando visitó Lima “no hay que preocuparse de la economía, eso está bien, marcha” y tenía razón, mientras dure el derroche habrá fiesta y tragos gratis y música de caporales. Y lo que hace distinta esta fiesta de la neoliberales es su característica de ser inclusiva, participativa, donde todos los que quieran estar, puedan estar sin importar su posición política.
Y ahí está la respuesta a la encuesta de marras. En Santa Cruz Evo tiene menor resistencia a la que tuvo, esto quiere decir que además de los chistes que se hizo con Percy Fernández hay toda una capa social que ha hecho a un lado su asquito al “colla”, a cambio de dinero fácil. En La Paz, Oruro y Potosí los contrabandistas, disfrazados de gremiales, los cooperativistas mineros que saquean sin misericordia a la pachamama y empresas constructoras que ayudan a lavar dinero, tienen pleno reconocimiento por el dictador, lo adoran, para decir lo menos.
A esto se resume el voto. Y ante este cuadro económico y social no hay propuesta posible. De ahí deviene la penosa situación de la oposición, que pretende ser racional o alertar acerca de es este manejo del Estado al servicio del derroche. El candidato Doria Medina, ha demostrado con saciedad la corrupción en la que se desenvuelve el gobierno, a cambio de ese esfuerzo, recibe casi el 19 por ciento del voto, el ex presidente Tuto Quiroga, le planta cara a Evo y le dice cobarde y enfrenta sus juicios, tiene menos del 5 por ciento del voto, el señor Costas cacarea frases y se saca fotos adecuadas, traiciona a sus amigos como Guido Nayar y tiene el mismo voto que Tuto, por ultimo don Juan sin Miedo aplica la lógica de la izquierda para desenmascarar la impostura de Evo y alcanza el mismo voto que Costas.
Mientras esa oposición vive así, Evo Morales sigue paseando, haciendo asambleas por todo el territorio, llevando cheques que no se fiscalizan e invitando a mandatarios a conocer Santa Cruz, inaugurando el Teleférico y viajando a lo grande.
Bueno no hay que golpearse la cabeza contra la roca. Hay que esperar a que el derroche acabe y la fiesta termine, como en Venezuela, como en Argentina y entonces cuando el chaqui venga recién la voz de Dios dirá otra cosa.
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