Según se denunció hoy, el gobierno boliviano no le estaría cobrando a Argentina por los licuables que exporta a ese país junto al gas seco, información que, de confirmarse, implicaría serios daños económicos al Estado.
La denuncia planteada por un parlamentario indica que, sólo en noviembre de 2012, Bolivia exportó un promedio de 14,46 millones de metros cúbicos diarios de gas rico en licuables, con un valor calorífico cercano a los 1.040 BTU por millar de pies cúbicos, cuando el contrato establece que sólo se deben enviar 1.000 BTU por millar de pies cúbicos.
La diferencia, alrededor de un 4%, representa 1,3 millones de dólares regalados a Argentina. Mensualmente, hablamos de unos 40 millones de dólares por licuables.
Al año, serían 480 millones de dólares, cifra que cubriría la mitad de lo gastado en el subsidio al precio interno de los combustibles.
Como se ve, estamos ante un problema de primera magnitud para la economía nacional, lo que lleva a preguntarnos: ¿se trata de simple ineptitud, un pago de compromisos políticos con un gobierno aliado del ALBA o estamos ante un nuevo negociado del Estado Pluricorrupto?
Urge esclarecer el tema.
De paso, no estaría de más abrir el debate de fondo, sobre la necesidad de institucionalizar YPFB, acabando con el interinato de Villegas y designando a un nuevo presidente por 2/3 de votos del Congreso, previa selección técnica mediante mecanismos meritocráticos…
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