conmovido por tu noble gesto apreciado Filemón no puedo menos que dedicarte unas líneas primero con una humilde confesión. por los años 60 siendo tú dirigente de interior mina, muy combativo y cerrado militante del POR, cuando les daba tarea por igual a Irineo Pimentel, lechinista y a Federico Escóbar Zapata, maoísta y podías disputarle la línea de acción del que sin duda alguna y durante varios años fue el Sindicato más combatido y más temido no sólo del sector minero, sino de todo el movimiento obrero, digo una confesión porque -muchacho como fui entonces- sentía temor, sentíamos temor desde Radio Pío XII, por los líderes del POR que le daban guerra a la Iglesia Católica, a la Parroquia de Siglo XX, a la emisora Católica y por supuesto a quienes escribíamos el pensamiento, la línea de acción del medio tan popular y aceptado entre los trabajadores.
ese temor, o sea distanciamiento, se mantuvo durante varios años en realidad desde que el sacerdote Lyno Granier y yo tuvimos que dejar la zona, Lyno obligado por sus superiores que lo retornaron a Cana
dá de donde había llegado 6 años ha. se trató de una medida prudente para evitar confrontación entre los mineros católicos de la LTC, y la dirigencia del Sindicato Minero S.XX propietario de Radio La Voz del Minero y las polémicas permanentes que daban lugar a roses y desacuerdos. Lyno consideró que sería prudente "no dejarme entre las fauces del león" de modo que también dejé Siglo XX y me trasladé a La Paz, fueron necesarios muchos años, el mundo dio muchas vueltas para entender tu accionar, sin dejar de reconocer tu impetuosidad, tu virulencia, tu energía de entonces...
el hecho es que han pasado décadas de aquel entonces hoy la lucha por la Justicia Social, por la Democracia y el Reino de Buena Voluntad nos acercan al punto que valoro tu gesto de sumarte al movimiento de los hermanos del TIPNIS que están pasando, diría mejor soportando feroz arremetida de los funcionarios del Gobierno, a los que Evo Morales no deja en paz y les presiona para que a su vez, les hagan la vida imposible a los originarios de tierras bajas y terminen por aceptar el trazo del tramo II de la carretera que partirá su hábitat en DOS.
tu gesto noble. valiente. desinteresado de ofrecer tu existencia por tan loable causa, estoy seguro servirá de inspiración a otros muchos cuyas voluntades se unirán para impedir el atropello...pensando en tu actitud sin cálculo alguno, a tus años y dados los antecedentes, me acordé de Francisco de Asis, el varón de Dios que recibió el privilegio de poder hablar con los animales, con la naturaleza y de aquel pasaje en que describe su encuentro con las aves del bosque...(pasa a Oh Grande Filipo! II)
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