La mansión que la familia Mubarak posee en Londres cobró inesperada actividad en estos días, pese a las temperatura bajo cero que se registran en el norte europeo. Medios británicos aseguran que en la majestuosa vivienda, de seis pisos, habría llegado en forma subrepticia Gamal, el hijo del mandatario egipcio que se perfilaba como su sucesor.
Según el diario The Sun , arribó junto a su familia en vuelo directo de su jet privado. El equipaje estaba compuesto por nada menos que 97 valijas y cajas . Gamal tiene 47 años y había sido elegido por su padre para ocupar el cargo que pensaba dejar en algún tiempo más.
La residencia de los Mubarak es de estilo georgiana y fue valuada en 8,5 millones de libras esterlinas, unos 13,5 millones de dólares. Está ubicada en el exclusivo barrio londinense de Knightsbridge, a pocos metros de la característica tienda Harrod’s. Ese distrito se considera el epicentro de las casas de moda y de los negocios caros. Chanel, por ejemplo, tiene dos locales en el lugar. Hay bancos destinados a gente de fortuna y exclusivos salones de belleza, antigüedades y anticuarios. Todo muy lejano a la atiborrada plaza de Tahrir, en la convulsionada ciudad de El Cairo, donde la gente pide la renuncia del régimen que estableció su padre.
Sin duda, Gamal podrá moverse sin inconvenientes en el ambiente de Knightsbridge gracias a la fortuna de la familia, calculada en 40.000 millones de dólares . Claro que no la hizo él, sino su padre Hosni Mubarak, de 82 años, quien pasó casi 30 de ellos en el poder.
Algunas versiones señalaban que también habría viajado a Londres el otro hijo de Mubarak, Alaa de 49 años, y la esposa del mandatario, Suzanne, de 69. Empleados del aeropuerto de Heathrow los habrían visto llegar, pero no hubo confirmación oficial.
La primera dama egipcia cuenta con pasaporte del Reino Unido. Según su página en Facebook, Suzanne es hija de un médico egipcio y una enfermera galesa llamada Lily Palmer. Aclara que estudió en la Universidad Americana de El Cairo, donde obtuvo una licenciatura en Ciencias Políticas y una Maestría en Sociología de la Educación.
Lo que obviamente no tiene en cuenta la descripción en Facebook es que, en los últimos años, tanto Suzanne como sus hijos se convirtieron en símbolos del exceso y la corrupción en Egipto. Solían pasar largas temporadas en el exterior, gracias a la riqueza que fluía del poder. Occidente, al parecer, es atractivo si se cuenta con los fondos necesarios.
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