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viernes, 24 de enero de 2014

canciller sólo de los aymaras. y qué de los otros 35 del Pluri? se olvida de ellos. Evo y Alvaro no le prestan atención. Choquehuanca el último mohicano? no el único aymara del Gobierno o es que los ponchos rojos, son de algún pueblo disidente? H. Vacaflor

Algo falla en el canciller David Choquehuanca: no entiende que es ministro de un gobierno plurinacional.

Su discurso en la toma de posesión del mismo gabinete de Evo Morales estuvo dirigido solamente a la audiencia aymara, ignorando a las restantes 35 naciones bolivianas.
En el gabinete, sólo él es aymara. Los demás son de etnias diferentes, como los quechuaparlantes, que ignoran rotundamente la mitología aymara. Y los predominantes kharas, más embebidos en la mitología griega.


La razón podría estar en que él no lee palabras escritas en estos signos que fueron creados a partir de los dibujados por los etruscos, hace siete mil años.


Y entonces, no ha leído la Constitución Política del Estado, aquella producida por una constituyente accidentada e itinerante en 2008, pero que está escrita en estos signos y en la que se habla de las 36 naciones, representadas por una bandera que en el resto del mundo identifica a personas con otras inclinaciones.


Él ha admitido que no lee libros y que toda su cultura viene de leer las arrugas de los ancianos aymaras. Es, hay que decirlo, una biblioteca muy restringida.


Claro que es difícil que los 440 artículos de la constitución hayan sido incorporados en esta especial biblioteca del canciller. Ni siquiera en los volúmenes más recientes, esos que todavía no tienen arrugas.


A cambio de eso, Choquehuanca tiene una larga lista de nombres de deidades aymaras que son novedad para el resto de los bolivianos.


Dice haber encontrado en sus archivos, arrugados archivos, la deidad del vivir bien y de la luz, pero no todavía del agua potable.


Quizá le convenga, para los próximos discursos que debe pronunciar como jefe del gabinete (sólo en esas ocasiones se le reconoce esa condición), averiguar qué otras deidades y mitologías existen en las restantes 35 naciones del país.


Y deberá cambiar de tono, porque el usado esta vez no era muy vibrante, a juzgar por la poca atención que le prestaban el presidente y el vice, que aprovecharon esos minutos para tener una muy amena conversación.


Debería interesarse también por el resto del país. Los wenayees, una de las 36 naciones, debieron hacer gestiones personales en Argentina y Pagaguay para reclamar por la desaparición de los sábalos del Pilcomayo, porque han visto que el canciller aymara es sólo de los aymaras.
Vacaflor.obolog.com

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