a qué vino Chávez a Bolivia
El Día, nos ofrece una primera respuesta:
PATALEOS CHAVISTAS
Todos se preguntan a qué vino Hugo Chávez a Bolivia y en honor a la verdad no hay una explicación razonable. Es más, no le hace nada bien a Evo Morales la visita del líder venezolano, justo cuando su administración pasa por el peor momento y cuando a través de los cacareos hacia Chile y un acuerdo antidrogas con Brasil, intenta salir del pozo de credibilidad y legitimidad en el que ha caído. Precisamente porque el mandatario caribeño se ha vuelto una compañía incómoda para cualquiera que intente dar una imagen positiva, es que el candidato peruano, Ollanta Humala, un viejo ahijado de Chávez, hace todo para que no lo asocien con él y poder mantener la ventaja que ha conseguido en las encuestas de opinión.Chávez realiza una gira por cuatro países sudamericanos, justo dos semanas después de que su colega norteamericano, Barack Obama, hiciera lo propio en tres naciones claves en el continente: Chile, Brasil y El Salvador. En Argentina, el ex militar golpista protagonizó un evento grotesco que ha llamado la atención del mundo. La Universidad de La Plata, la misma que le otorgó el título de doctor honoris causa a Evo Morales, le reconoció a Chávez su lucha en la defensa de la libertad de expresión. Nadie puede desconocer en aquellos académicos amantes de dioses muertos la habilidad para el humor negro.No hay duda que Chávez intenta mantener activo el rebaño que hace unos años parecía reproducirse y avanzar hacia todas las latitudes continentales. Es posible que el repunte de los precios del petróleo de los últimos meses le hubiera dado la energía suficiente para retomar el proyecto de expansión continental del Socialismo del Siglo XXI que hace mucho que ya ni se menciona. Bolivia le dio una tremenda patada con el intento de nivelar la economía boliviana con los precios internacionales y la decisión ya tomada de rendirse ante la voluntad de las empresas petroleras para que lo salven del colapso energético que se avecina. Como mencionábamos, en Perú, Humala le hace lance, Correa se escurre más que nunca de todo lo que tenga que ver con la ALBA y obviamente, ya no están Lula ni Bachelet para seguirle el juego. Bolivia no tiene cómo zafarse tan fácilmente de Chávez. La deuda con Venezuela, que fue “vendida” como el gesto más grande de solidaridad de un país amigo, ha crecido de manera exponencial y los intereses que se pagan son los más altos, superiores a los que cobra el Banco Mundial o la CAF. Por eso mismo, el Gobierno ha organizado un recibimiento apoteósico para el “comandante”. Paralelamente y como para preparar el ambiente, las autoridades nacionales, especialmente el vicepresidente García Linera, ha estado elevando el tono del discurso antiestadounidense, en concordancia con el mensaje que viene propagando Chávez a propósito de los ataques para contener al dictador libio Muammar Gaddafi.Es obvio que Chávez intenta volver a ampliar los abismos que han estado separando a los países de América Latina y que afortunadamente se estaban comenzando a superar. El grave deterioro en el que han caído los países del bloque del ALBA no le da muchas posibilidades para resurgir con la misma fuerza del pasado. Se trata, sin embargo, de cerrar filas, de radicalizar posiciones y llevar las cosas a un extremo muy peligroso. Desde Paraguay han expresado algunos temores por lo que ocurre en Bolivia y este encendido discurso que trata de revivir el sentimiento antichileno es como para inquietar a cualquiera.Es obvio que Chávez intenta volver a ampliar los abismos que han estado separando a los países de América Latina y que afortunadamente se estaban comenzando a superar. El grave deterioro en el que han caído los países del bloque del ALBA no le da muchas posibilidades para resurgir con la misma fuerza del pasado. Se trata, sin embargo, de cerrar filas, de radicalizar posiciones y llevar las cosas a un extremo muy peligroso.
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