dante pino ofrece un testimonio como protagonista de sucesos pasados acerca de la vocación belicista, camorrera, agresiva y transgresora de la ley del gobierno del MAS en su nota:
Las partes en el juicio
Lo digo con conocimiento de causa. El MAS atiza conflictos, ocasiona muertos y luego inicia juicios. Se cura en salud. Antes que nada busca exculparse de todo lo que hace y por eso consiguió del señor Carlos Mesa un decreto que los amnistía y deja libres de culpa y pena en los sucesos de octubre de 2003.
Ahora en los hechos de septiembre en Pando hace lo mismo. Desde el Gobierno que controla no requiere de decretos de amnistía, lo que necesita es cercar Pando, asaltar sus instituciones, hacer desaparecer muertos (venezolanos) mostrar videos truchos como pruebas del delito y ahora perseguir ciudadanos creando toda la atmósfera de miedo a quien se atreva a culparle de sus fechorías.
Esto se presenta como actos que “demuestran” su apego a la justicia, haciendo uso indiscriminado de propaganda por todos los medios y lavando el cerebro de la ciudadanía que a fuerza de repetición de “su verdad” logra convertirla en “la verdad”.
Y ahí están los Prefectos que quedan aún tratando de dialogar y encontrar la manera de acoplar el socialismo comunitarista con la democracia liberal. Mal les irá, ya que mientras ellos tratan de acudir a la razón, los otros están preparando el escenario del golpe institucional a la democracia para lo cual tienen ya fecha establecida: 13 de octubre.
Tanto por los sucesos de octubre de 2003 como en este octubre de 2008 los dirigentes del MAS deberían comparecer ante la justicia para explicarle al país la verdad de lo ocurrido en ambas ocasiones. La premisa es muy simple: en un enfrentamiento hay dos fuerzas que colisionan resultado del cual existen victimas. En octubre de 2003 el MAS fue parte de la confrontación con el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y eso generó los muertos que reclaman ahora justicia. Pero en vez de facilitar a la justicia la verdad, el MAS logró convertirse en parte acusadora y puso a ese Gobierno contra las víctimas. Tal cual hace ahora, colocando al Prefecto de Pando Fernández contra las víctimas. Como si en ambos casos no hubiera existido enfrentamiento entre fuerzas y victimas resultado de ese enfrentamiento.
Este es el jueguito. Ya saben cómo se maneja y tienen la cobardía de esconderse, detrás de un decreto de amnistía en el primer caso y detrás de sus posiciones de Ministros en el caso actual. La Fiscalía General de la República debería actuar con imparcialidad y convocar a las partes para que expliquen cómo fue que produjeron esas muertes. Eso sería actuar con responsabilidad histórica. Lo otro no es sino ocultar la verdad para hacer aparecer culpables.
Tanto en octubre de 2003 como ahora, los culpables ya estuvieron sentenciados por el MAS antes de la apertura de las investigaciones que debieron hacerse. El resto deja a la justicia comunitaria, al linchamiento y a la ofensa inmisericorde a la dignidad de las personas.
Este es el gobierno que tenemos y el que ha logrado intimidar a muchos. Ha logrado sus propósitos de enredar la verdad y ocultar sus actos delincuenciales.
Es hora de terminar con la impunidad del MAS es hora de arrancarle la careta oficial de partido de los pobres, para mostrar su verdadera rostro de partido para la cocaína, en nombre de la cual matan y culpan a otros de lo que ocasionan.
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