• Un bailarín de la fraternidad Tinkus Cochabamba 3 de Mayo participa en la entrada folklórica por la festividad de la Virgen de Urkupiña en Quillacollo, ayer. | Daniel James
  • El colorido y belleza de las bailarinas de morenada que participaron en la fastuosa entrada folklórica, en Quillacollo, ayer. | Daniel James
  • Danzarines de pujllay bailan para la Virgen de Urkupiña. | Daniel James
  • Una fraternidad de diablada se luce con su baile afuera del templo de San Ildefonso, en Quillacollo. | Daniel James
  • La tradicional banda Poopó de Oruro deleitó al público de la Entrada de Urkupiña, ayer. | Daniel James
  • Una danzarina de la fraternidad "Bandeñitas" de Tarija, en la entrada, ayer. | Daniel James
  • Un salón de belleza móvil maquilla a una bailarina para la festividad de Urkupiña. | Daniel James
  • El comercio de ropa y otros artículos en las calles de Quillacollo. | Daniel James
  • El control policial en la ruta de la Entrada de Urkupiña, ayer, en el municipio de Quillacollo. | Daniel James
El compromiso de cumplir con una promesa motivó a más de 40 mil bailarines a recorrer un largo trayecto danzando en busca de un encuentro con la Virgen de Urkupiña. Desde las 9 de la mañana, miles de bailarines se alistaron ansiosos para iniciar su recorrido en la Entrada Folklórica de Urkupiña.
Al inicio de la ruta, decenas de carpas de maquillaje y peluquería se instalaron para asistir a los bailarines en los últimos detalles de su vestimenta: arreglar el peinado, un toque de brillo a los ojos y lustrar los zapatos. Una vez listos, la Entrada Folklórica comenzó con gran fuerza, colorido y devoción alegrando a los presentes.
Entre las novedades, la fraternidad de comadres "Bandeñitas", quienes tomaron un bus el domingo para presentarse en la Entrada de Urkupiña, deslumbró al público.
La fe y devoción motivó a más de 50 “comadres chapacas” a danzar por cumplir una promesa. "Yo he pedido salud sobre todo. Estoy emocionada y contenta, con mucha devoción, esperando poder llegar al santuario de la Virgen" dijo Eliana, bailarina de Bandeñitas.
El encanto de las danzarinas, quienes sostenían canastas de uvas y lucían trajes celestes y labios rojos, conquistó a la gente que las recibió con  aplausos.
La fuerza de la danza pujllay también se sintió en la entrada folklórica. Los sonidos de los sancos y tambores anunciaron la llegada del grupo de bailarines, quienes cantando, animaron a la asistencia. Un caballo vestido con aguayos acompañó a la fraternidad, mientras los guías agitaban extensas banderas tricolor.
A pesar del gran tamaño de los zancos, los fraternos empezaron y finalizaron el trayecto con la misma energía. "Siempre he querido bailar para la entrada, éste es mi primer año, vine con mucha devoción, los pies me duelen pero ya asimilas el dolor y te emocionada más el baile", manifestó Andrea.
La danza del tinku mostró su fuerza desde el inicio del trayecto, las plumas y las abarcas se movían al son de la música autóctona que dotaba de más energía a los bailarines.
Mauricio bailó con su hija en brazos, mientras cantaba al lado de su esposa. Este año baila agradeciendo a la Virgen que le dio la bendición de su niña. El año pasado pidió que su esposa pueda tener familia, y ayer dio gracias a la Virgen.
La morenada "Los Andes", con más de 150 bailarines, captó la atención por un largo trayecto. Los bailarines lucieron máscaras y pelucas coloridas, mientras las bailarinas se destacaron por su elegancia con faldas largas, botas altas y un maquillaje que resaltó sus rostros.
Detrás de una máscara de diabla se oculta Vanesa, quien luce un traje rojo y, aunque no se ven sus facciones, la alegría que desprende en el baile es notoria. Lleva más de 17 años bailando por la Virgen, y este año también tiene un pedido para ella, aunque prefiere mantenerlo en secreto.
"Es un trato entre ella y yo, no voy decírselo a nadie, pero sé que ella va a cumplir", expresó la bailarina.
Al menos 74 fraternidades, devotas y apasionadas por el baile, protagonizaron una entrada que fascinó a los feligreses, visitantes y turistas. Alrededor de las 3 de la tarde, los fraternos empezaron a llegar al templo San Ildefonso, donde de rodillas, le rogaron a la Virgen por sus pedidos y, en otros casos, agradecieron por las bendiciones, entre lágrimas.

AUTORIDADES DEVOTAS
La Entrada Folklórica de Urkupiña recibió la visita de autoridades devotas de diversos departamentos del país. Entre ellos, Rubén Costas, gobernador de Santa Cruz, bajo invitación del alcalde de Quillacollo, Eduardo Mérida, se presentó a media mañana en el palco oficial. "Estamos visitando con mucha fe y alegría la festividad de Urkupiña, que se ha convertido para todos los bolivianos en la madre que nos protege y que, a la vez, es un punto de encuentro, de esperanza y de optimismo. Yo siempre que he venido le he pedido que siga protegiendo a nuestro país y podamos construir una mejor patria", señaló.
La ministra de Culturas y Turismo, Wilma Alacona también participó de la Entrada Folklórica. "Estoy muy feliz de participar de este patrimonio de la humanidad que es Urkupiña, con esa diversidad que la caracteriza en cada una de sus danzas y que definitivamente,  expresa a los nueve departamentos de Bolivia en un recorrido extenso", dijo. Añadió que apoyará la postulación a la Unesco como patrimonio de la humanidad.  Asimismo, concejales, senadores, diputados y el Alcalde de Cochabamba dieron a conocer su devoción a la Virgen.

DE RODILLAS ANTE LA VIRGEN
Desde las 3 de la tarde, los bailarines empezaron a llegar al templo San Ildefonso para cumplir al fin su promesa a la Virgen, después de un largo trayecto bailando. Casi sin aliento, entre lágrimas y a la vez aliviados, los fraternos avanzaron hacia el altar dirigiendo palabras a la “mamita”.
Irma Yura bajó del bus que la trajo desde La Paz hasta Cochabamba directo a bailar en la entrada folklórica, éste es su primer año de promesa. "He venido directamente para bailar a la Virgen porque quiero que me cure. Así, mal de salud, he venido para que me sane y ahora que he cumplido me siento aliviada de al fin tenerla aquí", comentó Irma.
Linón Gutiérrez, bailarina de pujllay, llegó conmocionada al templo. Desde hace 20 años que baila por la Virgen de Urkupiña y este año le agradece por haber cumplido su pedido. "Mi mamá se encontraba muy delicada de salud el año pasado, y le pedí a la Virgen por su salud. El día de hoy está totalmente restablecida, estoy muy contenta de haber cumplido un año más, agradeciéndole a la Virgencita", manifestó Linón. Los bailarines sintieron paz y satisfacción por un año más cumpliendo su promesa a la Virgen.