para qué trabajar?
si basta esperar los bonos que llega la plata. H.Vacaflor.
campesinos ya no producen. todo. o casi todo se importa.
Beatriz Cawasa entrevistó en radio Fides al dirigente campesino Rufo Calle, dando lugar a una de las lecturas más preocupantes de la realidad actual.
Este dirigente calcula que la importación de alimentos, por la vía legal, suma en este momento US$ 600 millones por año. Pero dice que la importación irregular suma US$ 400 millones, con lo que el total llega a US$ 1.000 millones.
-¿Por qué no están produciendo alimentos los campesinos bolivianos?
-Porque los campesinos se han acostumbrado a estirar la mano en espera de las dádivas del gobierno.
La fórmula ha sido probada en otros países. Y no falla. En Venezuela, por ejemplo, esto de crear dádivas para la gente, ha provocado que 80% de los alimentos que consumen en ese país llegue del exterior.
Los bonos creados por el gobierno de Hugo Chávez suman quince. Es decir quince veces un “bono sol”, o “renta dignidad”, o lo que se llame, pero quince por año.
Ciudadanos convertidos en becarios de un Estado que les entrega todo lo que ellos necesitan. Resultado: los venezolanos se dedican a todo menos a producir.
Por el momento viven los venezolanos de recibir los bonos. Si les falta dinero optan por llevar a Colombia, en sus propios vehículos, la gasolina que venderán ganando 1.200% de utilidad.
Y si les sigue faltando dinero, se dedican al “turismo financiero”, que consiste en decir que van a viajar al exterior y que necesitan dólares para hacerlo. Compran los pasajes y es tal la diferencia entre el dólar preferencial y el dólar verdadero, que les da lo mismo si viajan, si tiran el pasaje en la basura y sólo se dedican a beneficiarse con la diferencia.
¿Quién se va a dedicar a cultivar rabanitos, tomates, zanahorias o lo que sea, si resulta tan fácil recibir dinero del sistema de subvenciones directas o indirectas?
En Tarija, en este momento, el bono Prosol suma Bs 6.000 por persona por año. Muy agradecidos los campesinos, pero poco decididos a seguir trabajando la tierra.
¿Ésa es la idea? ¿Ganar elecciones a costa de destruir el sistema productivo del país?
Por el momento, las importaciones de alimentos crecen a un ritmo muy acelerado: 300% este año, según dicen los comerciantes paceños. Los agricultores peruanos están felices. Han encontrado un mercado cautivo. Un mercado cautivado por los regalos de un gobierno que sólo piensa en la próxima elección.
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