Dante Pino muestra que encuestas son propaganda
millones de dólares preparan el fraude en favor de Evo
insistir en el debate para derrotar al oficialismo
Parece que comenzamos el pulseo de encuestas. En política las encuestas se hacen por encargo, quiero decir que nadie financia las mismas por el gusto de saber que está pensando el electorado y dar una sorpresa a la opinión pública. Eso no sucede. Así, que los medios que vienen con sus páginas a colores mostrando resultados como si fueran noticias adquiridas, lo único que están haciendo es publicar – pago mediante – las encuestas que fueron encargadas.
Dicho esto lo que tenemos por ahora son resultados que favorecen al gobierno, luego es el gobierno quien se beneficia de la publicación para lograr que la opinión pública sepa que su victoria está asegurada. Vienen gastando en propaganda electoral con una intensidad nunca vista.
Analistas nos dan cifras que superan los cinco millones de dólares en los últimos dos meses pagados por el gobierno, disfrazados de información institucional y que en el fondo son propaganda electoral. Si el gobierno está dispuesto a gastar una millonada para asegurar la victoria electoral de Evo Morales es porque no tienen la seguridad de que eso suceda sin ese gasto, que ahora parece haberse convertido en imprescindible.
Dar toda la sensación de que los resultados que se obtendrán serán bolo cantado. Así el fraude que se viene preparando no será sorpresa sino todo lo contrario. El TSE que es un apéndice del gobierno, está haciendo lo imposible para que Evo gane con el 70 por ciento del voto. Evo quiere tener un porcentaje que no deje dudas a nadie de que tiene el mandato más grande del pueblo boliviano para reformar su constitución plurinacional y otorgarse la reelección indefinida.
Esta es la estrategia central. La reelección indefinida. Luego vendrá la eliminación de todo vestigio de oposición política para encumbrar al partido único en el Poder. Pero será después, por ahora tener el control del Senado y la Cámara de Diputados es lo esencial.
En el camino que tenemos por delante, nada será suficiente para buscar convencer a la sociedad de que Evo es el ganador. Uno de los factores que no se dará es el debate con la oposición. Y no se hará porque ese debate daría por tierra a todos los esfuerzos para mostrar un Evo invencible. Y este es el único instrumento electoral que tiene la oposición. Sabiendo que Evo no querrá debatir, el quid del asunto es lograr que lo haga. Es todo lo que tienen si quieren ganar.
Hasta ahora todas las explicaciones para justificar la segunda reelección de Evo Morales no han sido suficientes ni satisfactorias, la cantaleta de que la oposición no tiene una propuesta, como la de ellos (M.A.S.) es una simpleza enorme, debido a que luego de ocho años son ellos los que han demostrado no saber qué hacer con el Estado Plurinacional que han inventado.
Por esta razón el debate es el eje central de la oposición. Y eso de que si Evo no quiere debatir, entonces que se debata entre opositores, es decir que hay que destruirse mutuamente en aras de la victoria del jefazo. Solo los tontos pueden pensar de esa forma.
Todos los candidatos deben pedir de manera conjunta el debate con Evo Morales, para que explique su gestión y haga conocer sus resultados. Mientras el gobierno tratará de mostrar a Evo invencible, la oposición debería mostrarle como un cobarde que no quiere enfrentarse con los que considera sus vencidos. Amen.
Analistas nos dan cifras que superan los cinco millones de dólares en los últimos dos meses pagados por el gobierno, disfrazados de información institucional y que en el fondo son propaganda electoral. Si el gobierno está dispuesto a gastar una millonada para asegurar la victoria electoral de Evo Morales es porque no tienen la seguridad de que eso suceda sin ese gasto, que ahora parece haberse convertido en imprescindible.
Dar toda la sensación de que los resultados que se obtendrán serán bolo cantado. Así el fraude que se viene preparando no será sorpresa sino todo lo contrario. El TSE que es un apéndice del gobierno, está haciendo lo imposible para que Evo gane con el 70 por ciento del voto. Evo quiere tener un porcentaje que no deje dudas a nadie de que tiene el mandato más grande del pueblo boliviano para reformar su constitución plurinacional y otorgarse la reelección indefinida.
Esta es la estrategia central. La reelección indefinida. Luego vendrá la eliminación de todo vestigio de oposición política para encumbrar al partido único en el Poder. Pero será después, por ahora tener el control del Senado y la Cámara de Diputados es lo esencial.
En el camino que tenemos por delante, nada será suficiente para buscar convencer a la sociedad de que Evo es el ganador. Uno de los factores que no se dará es el debate con la oposición. Y no se hará porque ese debate daría por tierra a todos los esfuerzos para mostrar un Evo invencible. Y este es el único instrumento electoral que tiene la oposición. Sabiendo que Evo no querrá debatir, el quid del asunto es lograr que lo haga. Es todo lo que tienen si quieren ganar.
Hasta ahora todas las explicaciones para justificar la segunda reelección de Evo Morales no han sido suficientes ni satisfactorias, la cantaleta de que la oposición no tiene una propuesta, como la de ellos (M.A.S.) es una simpleza enorme, debido a que luego de ocho años son ellos los que han demostrado no saber qué hacer con el Estado Plurinacional que han inventado.
Por esta razón el debate es el eje central de la oposición. Y eso de que si Evo no quiere debatir, entonces que se debata entre opositores, es decir que hay que destruirse mutuamente en aras de la victoria del jefazo. Solo los tontos pueden pensar de esa forma.
Todos los candidatos deben pedir de manera conjunta el debate con Evo Morales, para que explique su gestión y haga conocer sus resultados. Mientras el gobierno tratará de mostrar a Evo invencible, la oposición debería mostrarle como un cobarde que no quiere enfrentarse con los que considera sus vencidos. Amen.
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