EL REINO DEL CHAPARE
VALIENTE EDITORIAL DE EL DIA QUE DESCRIBE LA SITUACIÓN EN EL "NUEVO PRINCIPADO"
El Gobierno acaba de afirmar que respeta la decisión de las seis federaciones de productores de coca de declarar “persona no grata” al arzobispo de Cochabamba, Tito Solari, quien es el blanco de múltiples ataques por haber manifestado su preocupación por la niñez y la juventud que están siendo usadas por el narcotráfico, denuncia que fue claramente corroborada por el jefe nacional de la Policía y también por las autoridades locales relacionadas con el combate a las drogas.
En lugar de atender esas preocupaciones y ordenar una investigación, el Gobierno decide sumarse a las cínicas arengas de los cocaleros del Chapare, quienes prepararon una reunión especial para tratar el tema “Tito Solari”. Un canal de televisión registraba el domingo, la gran cantidad de automóviles lujosos en la reunión de los dirigentes, la mayoría valuados en más de 40 mil dólares, muchos de los cuales no tenían la placa correspondiente, tal como lo denunció el propio Evo Morales cuando les pidió a sus compañeros no andar en autos chutos, después de reconocer por primera vez en su trayectoria como dirigente cocalero, que gran parte de la producción de la “hoja sagrada” se destina al narcotráfico.
Está claro que la realidad del Chapare se le ha escapado de las manos a Evo Morales, aunque él no puede huirle a la responsabilidad. Hay cálculos que indican que las plantaciones de coca están por llegar a las 50 mil hectáreas en el país, sobre todo por el descontrol que impera en el trópico cochabambino. Y todo indica que da para mucho más el principal feudo del presidente Morales, donde se encuentra su “guardia pretoriana” y el grupo que nunca le ha negado el apoyo económico a sus campañas. En la Asamblea Plurinacional, (“sindicato” para los amigos) han confirmado que están preparando la reforma de la Ley 1.008 y han adelantado que la dividirán en dos, de tal forma que separar a la coca de las sustancias controladas. Eso no solamente podría significar la legalización de los cultivos que hoy se encuentran al margen de la ley, sino también mayor libertad para sembrar, lo que repercutirá en el aumento de la producción de droga.
En el Chapare, donde cada semana ocurren crímenes espantosos que nadie investiga, se está consolidando una suerte de “principado”, un inmenso guetto, donde la Policía anda en puntillas y donde ya no hay DEA, Usaid y pronto no habrá Iglesia, salvo algunos predicadores alcahuetes que siguen los pasos de un obispo que se hace llamar “Defensor”. Se trata de la gente que se siente con todo el poder del Estado y que ha comenzado a pasar sobre él. Evo Morales es el máximo líder del Chapare y a este paso también será su rehén.El Chapare, se consolida como un “principado”, donde la Policía anda en puntillas y donde no habrá Iglesia
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