con pinceladas magistrales emilio martínez bosqueja un cuadro completo e imperdible sobre la situación política en bolivia y el enrevesado mosaico que ofrece el parlamento:
El mundo del revés
Emilio Martínez
Parlamentarios de oposición hacen campaña por el SÍ al proyecto de Constitución plurinacional, Evo Morales dice promover la autonomía y un senador de PODEMOS defiende a la guerrilla trotskista.Este es el Reino del Revés instalado en Bolivia en los últimos tiempos, un escenario desquiciado que comenzó a construirse con el Referéndum Revocatorio, que consagró la ficción de un “gobierno de 2/3” y que tuvo como corolario el golpe contra la prefectura de Pando.Fracturados los equilibrios democráticos mediante el fraude, invadido uno de los departamentos autonómicos con la complicidad de UNASUR, secuestrados varios dirigentes regionales y un periodista como escarmiento a toda posible disidencia y amedrentada la población civil por la movilización de milicias sindicales armadas, se abrió la escena para el juego de diversos tipos de colaboracionistas, que buscan congraciarse con el nuevo poder dando olímpicas volteretas ideológicas.Posiblemente, el contubernio de la mesa clandestina sea el ejemplo más preciso de esta época infame. Entre cuatro paredes, personajes de dudosa trayectoria se prestaron a maquillar la Constitución-Trampa para que la autonomía sirva de cebo y el país se trague el anzuelo, legalizando con el voto un régimen autoritario y segregacionista.Porque nadie debe engañarse sobre esto: bajo un sistema de tintes totalitarios la autonomía sólo será una ficción. Recordemos, si no, que la extinta Unión Soviética era en teoría un Estado federal, pero en la práctica el Partido Comunista centralizaba el poder en Moscú. Y que otro tanto pasa en la Venezuela chavista.En este contexto, de compra de indulgencias y adaptación a la hegemonía masista, surgen posturas como las del senador Roberto Ruiz, quien asume la defensa de Rodolfo Matarollo y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), aprovechando de paso para reinventarse un pasado de izquierda radical que le permita el “entronque histórico” con el proyecto gobernante.Sobre Matarollo, basta agregar a lo escrito en un artículo anterior que su nombre figura en los seguimientos realizados por la inteligencia suiza entre 1977 y 1984, en el marco de las investigaciones del inspector Claude Monnier sobre las conexiones entre grupos guerrilleros argentinos con las Brigadas Rojas de Italia y con el venezolano Ilich Ramírez, alias Carlos o “El Chacal”.O que, siendo ya funcionario de la Secretaría de Derechos Humanos del gobierno Kirchner, Matarollo fue uno de los encargados de eliminar el prólogo del célebre informe “Nunca Más”, escrito en 1984 para la CONADEP por Ernesto Sábato, donde se recordaba que “Durante la década del ´70, la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tando desde la extrema derecha como de la extrema izquierda”.Además de avalar al presidente de la comisión que presumiblemente oleará y sacramentará la versión oficialista sobre los hechos de El Porvenir, Roberto Ruiz ha dado otro paso calculado hacia el neomasismo, presentando y haciendo aprobar en el Senado una Resolución Camaral para levantar “el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra el gobierno y el pueblo de Cuba”.Imposible no recordar las estrofas de María Elena Walsh: “Me dijeron que en el Reino del Revés/nadie baila con los pies,/que un ladrón es vigilante y otro es juez,/y que dos y dos son tres”.
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