lo conocí en Cochabamba, se llegó hasta Radio Nacional en la Plaza Barba de Padilla, "deseo organizar a los jóvenes emprendedores e interesarlos en un nuevo proyecto para impulsar a Bolivia hacia la modernidad", y antes de concluir su visita dejó un ticket invitándonos a un almuerzo en el hotel Capitol. "este almuerzo lo repetiremos una vez al mes, para dar cuenta del desarrollo del proyecto". se despidió Eudoro Galindo, cuyo padre de igual nombre y apellido había sido Cónsul Honorario de Suecia durante años, siendo simultáneamente el Gerente General de La Taquiña, la popular cerveza kochala que no podía faltar en ninguna mesa, sabrosa por las aguas de un fresco manantial del Tunari a cuyas faldas se erigió la cervecera.
nació entre nosotros una amistad sincera que perduró en los 15 años de mi estadía en Cochabamba y luego en los de mi exilio en Escandinavia, quién lo diría, fue don Eudoro que me habló por primera vez de Suecia "el Reino más desarrollado del globo" invitándome a recibir toda la información si acaso me interesase emigrar...quién lo diría, que las circunstancias extrañas del Gobierno de García Meza me obligaron a pedir asilo en Buenos Aires, y quién lo diría que elegí a Suecia como mi segunda Patria.
Eudoro puso énfasis en organizar a los empresarios de la llajta en un Club de Ejecutivos, había regresado de los EEUU donde estudió y trabajó como "garzón en sus vacaciones y como encargado de limpieza" en los comedores de la Universidad de Texas, aprendido el Inglés compartió ideales del Pueblo estadounidense decir siempre la verdad, respetar a los mayores, obedecer las leyes, ayudar a los más débiles, poner las cosas en su sitio después de usarlas. Eudoro esutio la historia, a los héroes norteamericanos, su cultura y los deportes...y se enamoró a los 17. lo cierto es que concluídos sus estudios se enfrentó al difícil dilema, hacer su vida en los EEUU o regresar a su Patria natal.
En el prólogo de su último libro "Relatos del Antiguo Solar en la Plaza de las Palmeras" nos deja vivir su angustia de resolver el dilema. una vida plena de Libertad y oportunidades o el retorno a Bolivia, sus padres, su familia y todo lo que esperaba, o sea la angustia existencial (Sartre el filósofo) resolviendo el regreso a su Patria, "retribuir lo recibido al nacer, de una niñez privilegiada". decision asumida con el "dolor del alma" que todos hemos sentido en algún momento, como el que viví yo mismo en Buenos Aires, sentado enfrente de la funcionaria de NNUU, que formulario en mano me preguntó, qué parte del mundo elige como su morada habida cuenta que no puede volver a Bolivia, su Gobierno se lo impide, ni permanecer en Argentina porque no tiene visa.
Eudoro regresó, trabajó intensamente y muy pronto ya de emprendedor industrial y laborioso, incursionó en la política fue diputado, senador, candidato ganador a la vicepresidencia con el General Bánzer (que no llegó a ejercer), embajador de Bolivia en Japón y otra vez al Parlamento. estoy frente al estadista, han pasado los años y Eudoro presa de los achaques naturales por la edad y por la intensidad de una existencia sin calma, que bien refleja en estas letras "Así como el ave protege su nido, la fiera cuida sus cachorros, el valvaje adora al rol y a la luna: es espíritu superior anhela Paz, justicia y la Libertad", balbucea y con Ayuda de ese muchacho espléndido y bondadoso León su primogénito, me explica que todo cambió Cuando no le aceptó a Bánzer la opción de la Presidencia.
Sufro en verdad ante la presencia de Eudoro Galindo, cuyo padre me honró con su amistad, y de León que me condujo hasta su residencia original en muchos sentidos, "vives en un museo le comento al comprobar que los muebles, los libros, los cuadros, la decoración y la misma arquitectura de su residencia son muy originales, bien propios de Eudoro que ha reunido objetos de valor como reliquias familiares que le ayudan a vivir...a recordar, a pensar. El mal de Parkinson que se apropió de su organismo es siempre superado por su mente activa y sus ideales que no han perecido.
En un viaje anterior Eudoro había puesto en mis manos "El Legado Maligno" que comenté en varias ocasiones, su magnífico tratado del despotismo y dictaduras en Latinoamérica, que me dedicó "con el afecto a una vida de amistad" cuyas 455 páginas son un notable esfuerzo para demostrar que los antiguos enemigos de la Libertad, recurrieron a la democracia para destruir la democra, con la intención de que ésta al desmoronarse, arrastrase en su caida al capitalismo y a las libertades individuales" demás decir que Venezuela, Cuba y Bolivia ninguneron al gran autor y pretendieron condenarle al ostrasismo, sin éxito alguno!
Debí despedirme, porque el tiempo que siempre nos limita estaba ya marcado por mi calendario de retorno a Suecia. Un fraterno abrazo y la promesa de volver con mis letras, con el reclamo a la clase estudiosa a los líderes políticos y empresariales de repasar "el legado..." fruto del estudio patriótico de Eudoro, que con gran pedagogía, gráficos incluídos y una bibliografía extensa, volcó su saber y lo aprendido en Harvard para que sirva de lección y de testimonio en la vida nacional.
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