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miércoles, 18 de enero de 2017

dispongámonos a espectar dos escenarios. el informe tedioso, repetitivo, de contenido conocido, autoalabanza de Evo en LP, aunque luego querrá recibir "homenaje en SC", la tierra más sometida y humillada por el caudillo. el otro escenario en Washington, otro populista "que tiene al mundo de rodillas" Trump repetirá amenazas y diatribas. Karen Arauz en su columna. Escelente!


ALQUILANDO BALCONES

Para los que seguimos temas políticos, este fin de semana ofrecerá un apetitoso menú con dos acontecimientos. Uno inédito y el otro cansador por reiterativo. Empecemos por mencionar algo sobre política doméstica. Este fin de semana Evo Morales con su Proceso de Cambio, cumple 11 años en el poder. Su mensaje al país, será con seguridad una autoalabanza de un modelo económico de gran éxito, pretendiendo se ignore como siempre, que la década fue bonancible gracias los precios de las materias primas y no a él ni a su blindado ministro de finanzas. Hará una larga exposición, comparando el "antes"  de una década del siglo pasado; una abierta admisión de que su gran espíritu de sacrificio es lo que lo hace aceptar lo insustituible que es para el país que él continúe al menos por cinco años, mejor diez o mejor aún indefinidamente.  Desea seguir mal administrando un país del que no respeta sus leyes, menos aún a su gente. Se brindará sin escrúpulos, aparentar ser el sucesor de ese malhadado experimento de Chávez empujado por el interés de Castro, cuyos resultados pretende invisibilizar.

Dorará la píldora del mejor modo que pueda, de las razones por las que el gobierno echará mano de las jubilaciones para prestarles a los agropecuarios en una movida demagógica e irresponsable. La crisis de gabinete, será todo menos crisis.  Es más apropiado hablar de enroque, moviendo sus fichas del tablero de una posición a otra. Los Ministros cuestionados, continuarán siendo protegidos bajo su gran manto protector y la negación absoluta de reconocer que alguien cerca de él, pueda cometer errores. O delitos.

En esta oportunidad, la política nacional hará de telonero para un show bastante más pesado pues estará asumiendo el Presidente 45 de los Estados Unidos.  Se trata de un personaje insólito que ha polarizando al país más poderoso del mudo más allá del tradicional bipartidismo. En realidad, el cambio de gobierno en Estados Unidos, tiene al mundo entero con jaqueca y aturdimiento, plagado de interrogantes e incertidumbre.

Este advenimiento ya ha adelantado insólitas posiciones, como la del Premier chino -diluído comunista- que en las últimas horas nada menos que en el Foro Económico Mundial de Davos, se ha convertido en el paladín de la globalización y de los acuerdos de libre comercio.  El acercamiento de Trump y  Putín, ya ha dejado de ser una situación de rumores malintencionados para mostrar síntomas de abierto galanteo. El Premier ruso ha sido en las últimas horas, el que más abiertamente ha blanqueado la sorprendente relación.

Los demócratas del Congreso americano han decidido hacer una indignada demostración de descalificación , negándose a estar presentes en la fastuosa ceremonia de transición,  lo que ha provocado la insólita reacción del Presidente Electo, celebrando esas ausencias para poder disponer de los espacios liberados. Trump es irreverente, histriónico, ególatra, proclive a los berrinches y hasta su colorido físico es altamente llamativo.  Su inagotable energía lo hace aparentar un ser irreflexivo, habiendo encontrado en el Tweeter su modo de comunicación como a él le gusta, instantáneo, breve, directo e impaciente.

Su reciente pasado como mediático televisivo y propietario del Miss Universo, - amén de su enorme éxito como empresario- le ha proporcionado tal seguridad en sí mismo que ha obnubilado a millones de americanos, sobre todo del medio de los Estados Unidos, acostumbrados a pasar desapercibidos. El agotamiento del bipartidismo tradicional, le sirvió para emerger como figura pública verdaderamente interesado en los invisibles 

Como buen populista, ha escogido como su ineludible enemigo externo a los inmigrantes latinos, encontrando en los vecinos mexicanos, el perfecto caballito de batalla. Sin embargo para su ofensiva electoral, ha encontrado el modo de adivinar lo que muchos repudiaban sin saberlo y además de su populismo claro e inocultable,  adoptó la demagogia para su discurso proteccionista. Con un nivel de aprobación de apenas un 40%, lo más llamativo es quizás la gran interrogante que existe sobre de qué es capaz y de qué no. Su ofensiva contra la ONU y la OTAN, deja perplejos a los más avezados analistas políticos víctimas de una gran inseguridad ante la imposibilidad de etiquetarlo, cosa que a él le gusta y le divierte.

Autocalificándose como persona muy inteligente - indiscutible-,  tira al cesto de la basura los informes que preparan la CIA, el FBI y otras por no considerarlos de utilidad.  Y es más, ha dejado caer no sin maldad, la posibilidad de que las filtraciones no sean más que obra de esas mismas agencias de inteligencia. Se adivina cierta inclinación a debilitar vetustas instituciones para reinventarlas a su modo. Este singular sujeto, más parece un francotirador  que un republicano. Su abierta oposición a los tratados de libre comercio, cambiando la denominación por "comercio justo" es la mayor duda que posiblemente inquieta a Wall Street, además de los mercados y bolsas del resto del mundo. En resumen, Donald Trump tiene la virtud de tener a todos sentados al filo de una silla. Ya habrá tiempo luego, para descubrir hacia dónde encamina sus pasos y hacia donde pretende arrastrar al mundo. Por ahora, lo imprevisible de su personalidad es lo único de lo que podemos estar seguros.

Karen Arauz

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