El senado o muerte
Con cada candidato opositor que surge en el horizonte –y surge uno cada semana- el gobierno del presidente Morales está más seguro de su triunfo en diciembre.
Como propaganda usa la propia figura del presidente y sus presentaciones en todo el país con motivo de anunciar obras del gobierno. El margen es amplio, pues en el primer cuatrimestre, la ejecución del presupuesto anual llegó a solamente 15%, lo que deja para los siguientes meses antes de las elecciones un mayor margen de ejecución, acomodado a la campaña.
Bonos electorales: En lo que va de su campaña, el presidente ha creado tres bonos: el Juana Azurduy, para las embarazadas y recién paridas, el bono para los empleados públicos y un premio anual para los 1.100 ex combatientes de la guerra del Chaco que quedan con vida.
Cada uno de esos bonos es motivo de una intensa propaganda en los medios del Estado y de los privados, sin hacer alusiones obvias a las elecciones. Para hacerlo cuenta con la colaboración de Javier Herbas, el Contralor de la Republica, un diputado del MAS que fue destituido por el senado y luego vuelto a ratificar por los diputados la semana pasada. Nadie podrá observar los gastos del gobierno en propaganda política este año.
Temores: Pero el gobierno tiene algún temor. Lo ha mostrado con la ansiedad de su pedido para que las elecciones se realicen de todos modos en diciembre, aunque sea con el padrón viejo y lleno de irregularidades.
Lo que quiere el presidente, y lo dijo este fin de semana en Cochabamba, es conseguir en diciembre el control de ambas cámaras del futuro parlamento. Alguien le ha dicho que podría no lograrlo, sobre todo si se mantienen las tendencias del electorado urbano detectadas por las encuestas.
Presidencia o senado: Para objetivo, la mayor cantidad de candidatos rivales es una gran ayuda. Sabe el MAS que Mánfred Reyes Villa sería más peligroso como candidato a senador por Cochabamba que insistiendo en ser candidato a la presidencia. Lo mismo dicen en el gobierno de René Joaquino, pues sería imbatible si aspirara a un cargo en el senado por Potosí. O de Mario Cossío para Tarija, aunque éste ha dicho que no será candidato a ningún cargo. Para Oruro no hay nombres, pues Carlos Börth ha llegado a no merecer la confianza de nadie, con tantos cambios que ha dado en su vida. Hay quienes sospechan que incluso desde la cárcel, Leopoldo Fernández podría ser elegido senador, o reelecto como prefecto de Pando. La Paz es un dilema, pues el mejor candidato opositor es Víctor Hugo Cárdenas, para presidente, pero el departamento se quedaría sin un buen candidato al senado. Un cálculo similar se hace para Chuquisaca, donde Savina Cuellar se perfila como potable candidata de consenso para la presidencia, aunque sería una ficha ganadora para el senado.
Si los candidatos no advierten este detalle, estarán dando al MAS un seguro triunfo nacional y a los departamentos una segura derrota de la oposición.
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