El incesante bombardeo oficialista
Marcelo Rivero
El gobierno boliviano debe estar alcanzando un récord mundial en propaganda encubierta, descarada y desleal, en su propósito de que el primer mandatario sea ratificado -y consecuentemente toda su cohorte que está destruyendo el país-, y para tener la opción de nombrar a dedo a nuevos prefectos dóciles al cada vez más asfixiante centralismo, o sea a los siete opositores (de los nueve que hay en la nación), aunque la de Chuquisaca de momento no puede ser removida porque recién fue elegida por el pueblo. ¡Pero de aquí a un año le llegará la hora!Folletería, comunicados, inauguración de obras, informes con los que se pretende demostrar que todo marcha sobre rieles, reuniones presidenciales trasladando millares de tipos entre militares y 'movimientos sociales', desfiles y manifestaciones de adeptos, prosecución de la repartija de cheques, visitas permanentes a los departamentos, falsedades lanzadas a diestra y siniestra, declaraciones unas veces amenazadoras y otras con caras de buenos amigos, actos terroristas... Todo sirve en el incesante bombardeo para lograr el objetivo de eternizarse en el poder, acentuar el centralismo y destruir la democracia. ¡No importa el precio multimillonario en tanta maniobra, para eso están los gastos reservados y los petrodólares venezolanos! Se mueve entonces el monstruoso aparato y deben sobrar los dedos de una mano para contar a los que quieren gobernar con honradez e idoneidad, porque los demás están aceitando la maquinaria del fraude y de lo que ya es una dictadura secante y centralista. A éstos habría que preguntarles: ¿Y la corrupción y el tráfico de influencias? ¿Y los gastos reservados que antes de hacerse del mando se prometiera eliminar? ¿Y las maniobras para extenderle el certificado de defunción al Tribunal Constitucional? ¿Y la tácita intervención en la Corte Nacional Electoral? ¿Y el desconocimiento de las autonomías departamentales surgidas de una legítima consulta popular? ¿Y el otorgamiento de carnés de identidad en horas de la noche y de la madrugada con participación de los intrusos venezolanos enviados por el gorila para hacer trampas y mangonear hasta a los militares bolivianos? ¿Y la Constitución Política del Estado 'fabricada' en un cuartel? ¿Y la escasez de diésel, gas, harina y otros productos imprescindibles? ¿Y el alza incontrolable del costo de vida? ¿Y la gente que continúa sin empleo y que en lugar de mejorar un ápice su situación económica, empeoró? Hay más preguntas pero es preciso terminar con una: ¿Y la desvergonzada medida de hacer un referéndum en el cual los gobernantes no tendrán necesidad de la mitad más uno de los votos para seguir dominando, no gobernando porque de esto saben muy poco? Además de récord en materia de propaganda encubierta y desleal, este gobierno se lleva el título de campeón del descaro. (subeditorial de El Deber de S.C.)
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