MENSAJE A LOS
MÉDICOS FRENTE AL ATAQUE DEL ACTO MÉDICO Y LA PENALIZACIÓN
Promulgadas las normas que atacan
con furor al cuerpo médico de Bolivia, situación jamás presentada en la
historia nacional, ni en las épocas de la intervención universitaria del MNR y
militares.
Los médicos nos encontramos ante
una realidad de perplejidad, sentimos un grave desengaño por la ingratitud con
que el aparato político del Estado y hasta el mismo pueblo al que están
dirigidas las acciones benéficas de la profesión no reaccionan.
Las universidades públicas y
privadas, las entidades de la seguridad social y seguros médicos, el ejército,
la policía, la clase media, no se identifica en favor de la dignidad
profesional.
No sólo del médico con sus
especialidades, también entrarán en el problema otros profesionales:
dentistas, enfermeras, ingenieros, administradores, bioquímicos, abogados,
arquitectos, laboratoristas.
Y la población sufrirá también los
embates de una medicina de pésima calidad; atendida en sus grandes demandas de
salud por pseudo-médicos con dos a tres años de estudio y mala práctica; o bien
curanderos que postergarán los diagnósticos oportunos para salvar vidas,
ignaros del cuidado intensivo en pacientes graves, urgencias emergencias,
manejando equipos complejos de la terapéutica científica, sanadores de
fracturas con burdas maniobras.
El mal ya está hecho. El Servicio
Nacional de Salud autónomo, el que debería nacer mediante la Ley de Salud,
jamás verá la luz porque existe interés en decapitarlo antes del nacimiento. No
permitan que la Salud la maneje ningún partido político.
Siento un enorme dolor ante la
inquina y el odio de los contrarios al acto médico. Subsano con el enorme
respeto de ver a los dirigentes del Colegio médico, luchando a brazo partido
contra gigantes de la maldad. Honor a ustedes compañeros, colegas de la
dignidad y de la hombría. Están escribiendo historia.
La dirigencia ve con esperanza una
luz, lograr una sesión con el primer mandatario, quien, benévolo escuchará sus
quejas y racional, solucionará todos los problemas.
Ojala logren resultados. La inquina
a los intelectuales y sobre todo a los médicos, no tiene límites. Sin embargo
creo en los milagros. Para evitar desprestigio, es posible que vuelvan a la
racionalidad, respeten el Acto Médico.
Se debe intentar siempre la vía
pacífica y quizá mejor buscar otra estrategia. En lugar de la huelga, al
contrario, decidir a nivel nacional, a manera de prueba y con término temporal,
ofrecer una atención gratuita, día y noche, hasta romper barreras de costo
farmacéutico y lograr la reacción favorable del pueblo en un giro absoluto y total.
Porqué no, cirugías gratuitas en
las clínicas privadas, clases en los parques, demostraciones de salud en carpas
de sanidad. Medicina familiar, visitas, remedios de muestras, conformación de
equipos de salud con otros profesionales, canciones y danzas en lugar de
bloqueos y en vez de rostros tristes deprimidos, alegría radiante para
desconcertar a los responsables. Marchas con canciones y alto parlantes
acompañados de pacientes en recuperación, disfraces irritando a los
responsables y carteles en poesía llenos de picardía. Para tener
sostenibilidad se requieren fondos económicos que se pueden lograr en esas
jornadas.
¿Qué tal? ¡Podría ser el mejor
regalo de Navidad!.
Gastón
Cornejo Bascopé
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